El juicio por paternidad entre Mayela Laguna y Luis Enrique Guzmán ha captado la atención de los medios desde finales de 2023, cuando Mayela presentó una demanda para determinar si el productor musical es el padre de su hijo Apolo. A lo largo de este proceso, se han expuesto diversas pruebas, declaraciones y controversias que han puesto en tela de juicio la paternidad de Apolo y la relación entre los involucrados.

Uno de los momentos clave en este caso ocurrió el 19 de agosto de 2023, cuando Mayela y Luis Enrique se encontraron en el Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México para realizar una prueba de paternidad.

Esta prueba representaba un punto crucial en la batalla legal, ya que el resultado podría confirmar o desmentir la paternidad de Luis Enrique sobre Apolo.

Sin embargo, durante el proceso, surgieron audios filtrados de una conversación entre Mayela y una amiga que pusieron en duda la credibilidad de la prueba y la confianza que la madre del niño tenía en su resultado.

En los audios, Mayela expresa sus dudas sobre si Luis Enrique es el verdadero padre de Apolo. Incluso llega a insinuar que los peritos encargados de la prueba podrían ser sobornados, lo que desató una serie de especulaciones sobre la validez de los resultados.

En la conversación, se escucha a Mayela decir: “Con dinero baila el perro”, una expresión que sugiere que, a su juicio, los resultados de la prueba podrían ser manipulados si hay suficiente dinero de por medio.

La filtración de estos audios generó una fuerte polémica en los medios. Según Mayela, la conversación fue editada para hacerla parecer como una confesión de duda sobre la paternidad de Luis Enrique. En su defensa, afirmó que la charla original duró más de una hora y 40 minutos, y que en ella expresó tanto sus temores como su frustración por el proceso judicial.

En una entrevista posterior, señaló que no estaba dispuesta a admitir públicamente que se había equivocado al cuestionar la paternidad de Luis Enrique, ya que “quedarían mal”. Además, argumentó que si el resultado de la prueba no favorecía a Luis Enrique, ella lo acusaría de hacer trampa.

Esta situación también evidenció el impacto emocional del proceso en el hijo de la pareja, Apolo. Durante uno de los encuentros, el niño, quien hasta ese momento era considerado parte de la dinastía Guzmán, le preguntó a Luis Enrique si era su padre. La respuesta del productor musical fue evasiva, sugiriendo que esa pregunta debía hacérsela a su madre. Este momento fue especialmente doloroso para Mayela, ya que implicaba una fractura en la relación entre padre e hijo, independientemente del resultado de la prueba de ADN.
La situación no mejoró con el tiempo. Mientras se realizaba la prueba de paternidad, nuevos audios fueron divulgados, lo que añadió más tensión al caso. En una de las conversaciones, una amiga de Mayela le pregunta si está segura de que Luis Enrique es el padre de Apolo, a lo que Mayela responde con incertidumbre. La amiga le asegura que su abogado cree firmemente en la paternidad de Luis Enrique, pero Mayela sigue sin estar convencida.

Los medios de comunicación no tardaron en cuestionar la actitud de Mayela y la veracidad de sus declaraciones. La periodista Ana María Alvarado fue una de las figuras que se mostró más escéptica, preguntando a qué se refería Mayela cuando decía que “nunca revelaría la verdad”. La respuesta de Mayela fue que se refería a sus sentimientos por Luis Enrique, afirmando que aún lo quería, pero que la situación se había vuelto insostenible.

El caso también reveló la fragilidad de las relaciones de Mayela con algunas de sus supuestas amistades. No es la primera vez que la ex pareja de Luis Enrique es expuesta por personas cercanas a ella. En este caso, la filtración de los audios fue vista por muchos como una traición, lo que llevó a Mayela a lamentar públicamente que no había aprendido la lección sobre en quién confiar.

En conclusión, el juicio por paternidad entre Mayela Laguna y Luis Enrique Guzmán ha sido un proceso complicado lleno de contradicciones, especulaciones y drama. A medida que se revelan más detalles, el caso sigue capturando la atención del público, y queda por ver cómo se resolverá esta controversia en el futuro. Mientras tanto, Apolo, el niño en el centro de la disputa, continúa siendo una figura clave en la narrativa, ya que su bienestar y su identidad familiar están en juego.