Al to la puerta para cobrar la renta atrasada el millonario no esperaba encontrarse con esa escena una niña delgadita con los ojos cansados cosiendo a mano agotada intentando terminar otro vestido para ayudar a su mamá lo que él no sabía era que esa niña Julián Castañeda se bajó de su camioneta de lujo sin siquiera cerrar la puerta estaba molesto había tenido un día lleno de juntas aburridas y encima tenía que ir a cobrarle la renta a una inquilina que ya llevaba tres meses sin pagar no entendía cómo era posible que la gente no cumpliera
con algo tan básico caminó por el pasillo largo del edificio viejo ese que apenas mantenían de pie con lo justo el olor a humedad se metía por la nariz y el sonido de una licuadora vieja zumbaba desde algún departamento cercano cuando llegó al número 4B respiró hondo y tocó fuerte no hubo respuesta tocó otra vez con más fuerza escuchó un ruido al fondo pasitos como si alguien se acercara con cuidado la puerta se abrió despacio apenas unos centímetros lo que vio lo dejó frío una niña chiquita de unos 7 años con el cimento asienta cabello desordenado y los ojos
tan grandes que casi se salían de su cara flaca lo miraba desde abajo tenía los labios partidos y la ropa manchada con hilos de colores no dijo nada solo lo observaba como si esperara que él la regañara o la empujara julián se agachó un poco sorprendido preguntó si estaba su mamá la niña movió la cabeza en señal de no no lo dijo solo lo negó con los ojos muy abiertos él pensó que tal vez la señora había salido por algo pero entonces notó que detrás de la niña había una máquina de coser de esas viejas con manivela y
encima de la mesa montones de pedacitos de tela bobinas agujas la niña había estado cosciendo a esa hora en lugar de estar en la escuela en lugar de estar jugando o viendo caricaturas estaba ahí con las manos llenas de piquetes y los dedos marcados por el hilo “¿tú estás sola aquí?” le preguntó con una voz que hasta a él le sonó menos seria la niña dudó bajó la mirada y abrió un poco más la puerta julián no quiso pasar sin permiso así que solo dio un paso para asomarse mejor el departamento estaba oscuro las
cortinas cerradas el aire viciado una silla estaba cojeando en una esquina el refrigerador parecía tener años sin limpiar y la estufa tenía encima una olla con algo quemado lo que más lo impactó fue la camita en la sala improvisada con sábanas delgadas y una cobija rota al lado había cajas de medicina vacías en ese momento todo le hizo click “¿tu mamá está enferma?” preguntó sin moverse la niña lo miró otra vez asintió con la cabeza pero no agregó nada julián no sabía qué hacer no era la primera vez que veía pobreza claro que no había
crecido en un barrio similar pero hacía muchos años que no se enfrentaba a algo tan directo tan real sacó su celular fingiendo revisar algo le preguntó el nombre de su mamá la niña le dijo bajito “Teresa.” Luego como si se sintiera culpable de hablar tanto volvió a centrarse en la costura que tenía entre las manos julián preguntó por el alquiler aunque ya no lo sentía tan importante la niña bajó la cabeza y dijo que su mamá había dejado un sobre debajo del colchón entró corriendo sin soltar la aguja tardó unos segundos y regresó con un
sobre arrugado julián lo tomó estaba casi vacío había solo unos billetes pequeños apenas 100 pesos no dijo nada no era momento para discutir dinero mientras la niña regresaba a su máquina de coser él se quedó parado en la puerta sin moverse no sabía qué hacer no podía simplemente darse la vuelta y marcharse pero tampoco sabía cómo ayudar sin que sonara a lástima la niña encendió la máquina de nuevo y el ruido del pedal llenó el silencio incómodo julián no se fue se quedó observando cómo movía los pies con
fuerza aunque estaba visiblemente cansada tenía sueño se le notaba en la cara en la forma en que cabeceaba mientras cosía pero seguía como si no tuviera otra opción en ese momento algo se rompió dentro de él no era compasión no era culpa era otra cosa una especie de rabia que no sabía a dónde dirigir a la mamá al sistema así mismo por no haber hecho nada antes ni siquiera sabía cómo esa niña había llegado a estar sola en ese lugar haciendo cosas que ni un adulto aguantaría por tanto tiempo cuando volvió a mirar su cara notó que tenía
una pequeña gota de sangre en el dedo se la limpió con la blusa sin quejarse y volvió a seguir “¿cómo te llamas?” le preguntó Julián por fin ella dudó pero luego dijo “Valeria.” Y después volvió a mirar su tela julián metió la mano en la bolsa de su pantalón y sacó su cartera sacó varios billetes y los dejó en la mesa sin decir más valeria ni siquiera los miró siguió cosciendo él salió del departamento de espacio sin cerrar la puerta del todo como si eso marcara la diferencia entre irse y quedarse un poco al llegar a la camioneta se sentó sin
arrancar por primera vez en mucho tiempo no tenía claro qué hacer solo sabía que esa niña no debía estar sola y que su historia apenas estaba empezando esa noche Julián no pudo dormir le daba vueltas a lo que había visto una niña sola cosciendo como si tuviera que salvar el mundo en un lugar que apenas se mantenía de pie ni siquiera había tenido fuerzas para reclamarle por la renta se sentía raro como si lo que había pasado no fuera solo triste sino también injusto al día siguiente se levantó temprano algo que casi nunca hacía si no era por trabajo en lugar de ir directo a su oficina desvió su ruta y pasó por una
tiendita compró pan galletas y unas cuantas cosas básicas no era mucho pero era algo no quería aparecer con las manos vacías sentía que tenía que hacer algo más que dejar dinero en la mesa al llegar otra vez al 4B tocó más suave esta vez Valeria abrió más rápido tenía el cabello amarrado con una liga vieja y la misma ropa de ayer julián sonrió sin saber muy bien cómo empezar le mostró las bolsas de mandado “te traje unas cositas” dijo valeria lo miró desconfiada no se movió julián dejó las bolsas en el suelo y se agachó para hablarle a su
altura ¿puedo pasar un momentito la niña no dijo que sí pero se hizo a un lado julián entró con cuidado el lugar seguía igual tal vez un poco más ordenado pero seguía oliendo a encierro y a medicamento dejó las cosas en la pequeña mesa valeria las miraba como si no entendiera por qué alguien haría eso julián trató de no incomodarla ¿ya comiste ella se encogió de hombros unas tortillas con sal” dijo bajito él respiró hondo no sabía cómo hacer las preguntas correctas se sentó en la única silla que parecía estable valeria se quedó parada con las
manos detrás de la espalda “¿tu mamá sigue en el hospital?” la niña dudó luego bajó la cabeza “sí desde hace ¿cuánto?” “Tres días.” ¿Y quién te cuida nadie estoy bien julián sintió que algo en su pecho se apretaba no sabía si era enojo o tristeza tal vez las dos no podía imaginar a un niño pasando por eso sin que nadie hiciera nada ¿y por qué estabas cosiendo ayer valeria levantó la vista por primera vez pareció querer hablar ¿por qué tengo que entregar unas fundas la señora Leti me da unos pesos y las entrego bien y rápido ¿y quién es la señora Letti la que vive en el tercer
piso me enseñó a coser cuando mamá se enfermó ¿y tu mamá qué tiene ahí valeria se quedó callada se mordió los labios miró la puerta como si pensara en salir corriendo julián la vio luchar con sus pensamientos quería proteger su secreto eso era evidente pero también quería que alguien supiera lo que estaba pasando leucemia dijo al fin en voz muy baja esa palabra pesó como plomo en el aire julián tragó saliva ya lo sospechaba pero escucharlo de boca de una niña se sentía diferente y los doctores ¿qué dicen que necesita medicina y sangre y una operación ¿y
ustedes tienen seguro no julián se pasó la mano por la cara no era doctor ni abogado ni trabajador social era un empresario un tipo que hacía tratos desde una oficina con aire acondicionado pero ahí estaba en un cuarto donde apenas entraba la luz escuchando a una niña de 7 años explicarle que su mamá se estaba muriendo y que ella estaba sola cosiendo para sobrevivir ¿y por qué no me dijiste eso ayer valeria se encogió de hombros pensé que si sabía usted me iba a quitar de aquí o iba a llevarme con los del DIF
eso le pegó directo julián no sabía qué decir no había pensado en eso pero ahora entendía todo valeria no le tenía miedo a los desconocidos le tenía miedo al sistema a los adultos que deciden sin preguntar a que la separaran de su mamá no voy a hacer eso” dijo él firme “no voy a llevarte a ningún lado sin tu permiso solo quiero ayudarte.
” Valeria lo miró por primera vez con algo que parecía un poco de confianza como si no lo creyera del todo pero quisiera creerlo “¿y usted quién es?” Julián sonrió Lebe “digamos que soy el dueño del edificio pero hoy no vine como dueño vine como Julián nada más ella asintió despacito luego fue por una taza de plástico sirvió un poco de agua y se la ofreció era su forma de decir que estaba bien que se quedara un rato más mientras ella le mostraba las fundas que estaba cosiendo Julián notó algo más en una esquina había un cuaderno con dibujos dibujos de Valeria y una mujer
acostada con tubos y una sonrisa triste había un corazón entre ellas y debajo con letras chuecas decía “Todo va a estar bien mamá.” Julián sintió que tenía que hacer algo lo que fuera pero ya no podía quedarse con los brazos cruzados sabía que meterse significaba complicarse la vida tal vez hasta meterse en líos legales pero ya no podía ignorar lo que había visto esa niña estaba peleando una guerra sola y él por alguna razón que aún no entendía ya no podía mirar hacia otro lado julián salió del departamento con
el corazón apachojado en su cabeza no paraba de dar vueltas lo que acababa de escuchar una niña de 7 años sola cociendo para juntar unos pesos mientras su mamá luchaba contra la leucemia en algún hospital público iba caminando por el pasillo sin fijarse ni en los escalones de verdad no entendía cómo habían llegado a ese punto esa no era su vida él estaba acostumbrado a tratos millonarios oficinas modernas reuniones con gente que siempre tenía respuestas para todo pero ahí en ese edificio lleno de humedad y paredes descascaradas no había
respuestas solo había necesidad cansancio y una niña que ya había vivido más cosas que muchos adultos antes de subir a su camioneta se le ocurrió algo caminó al fondo del edificio hasta el 3a donde vivía doña Chela era la típica vecina que sabía todo la que siempre estaba sentada junto a la ventana espiando sin disimulo tocó fuerte la señora abrió con cara de sorpresa al verlo parado ahí “buenos días doña Chela” dijo Julián intentando sonar casual usted es el dueño ¿verdad sí señora quería preguntarle algo sobre
la inquilina del 4B la señora abrió más la puerta y lo hizo pasar sin siquiera preguntarle qué quería saber julián entró al departamentito que olía a café recién hecho y bolillo caliente mire joven empezó ella sin que él dijera nada esa pobre muchacha Teresa está pasando por una bien difícil lleva meses con la enfermedad esa del cáncer en la sangre le llaman ¿cómo era leucemia creo bien fuerte ya hasta se le cae el cabello y la niña la Valeria pobrecita esa criaturita se la vive sola desde que internaron a su mamá la última
vez julián escuchaba en silencio con los ojos clavados en la mesa llena de papeles de lotería vasos plásticos y estampitas de santos y no tiene familia que yo sepa no teresa nunca hablaba de su pasado pero una vez cuando le ayudé a subir unas medicinas me dijo que no quería molestar a nadie que lo único que le importaba era su hija y mire esa niña es un ángel se levanta temprano va a comprar tortillas limpia la casa lava la ropa a mano y además cose la señora Letti de aquí mismo le enseñó viene de vez en
cuando a revisarle la costura pero pues la mayor parte del tiempo la niña está sola a veces la escucho llorar en la noche pero no voy porque ¿qué puede hacer una vieja como yo julián sintió un nudo en la garganta la imagen de Valeria cosiendo con los dedos pinchados y los ojos a punto de cerrarse por el sueño se le vino otra vez a la mente y el hospital donde está la señora Teresa ¿sabe cuál es sí claro está en el general en la zona centro en el área de oncología yo fui una vez a dejarle una cobija porque las noches ahí están de
hielo no tiene visitas nadie va solo la niña cuando puede pero pues ya ve está muy chiquita julián se levantó con las manos apretadas le agradeció a doña Chela y salió del departamento con paso rápido no podía dejar esto así subió a su camioneta marcó a su chóer para que lo cubriera en una junta importante y manejó directo al hospital en el camino compró algo de fruta jugo y una cobija gruesa sentía que era lo mínimo ni siquiera sabía si la iban a dejar entrar pero necesitaba ver con sus propios ojos a Teresa cuando llegó al hospital el ambiente lo golpeó de
frente gente en sillas durmiendo otros esperando en el suelo enfermeras corriendo de un lado a otro en la recepción preguntó por Teresa y le dijeron que estaba en el tercer piso cama 17 subió con paso firme aunque por dentro se sentía fuera de lugar nunca antes había pisado un hospital público en la cama 17 encontró a una mujer delgada con la piel muy pálida y los ojos cerrados tenía una bata prestada y una botella de suero colgando al lado en la cabecera una hoja decía Teresa Salgado era ella se veía más joven de lo que imaginaba tal vez unos
35 años pero el desgaste en su cara la hacía parecer mayor tenía el cabello muy corto como si se lo hubieran cortado antes de que se le cayera todo tenía las manos sobre el pecho inmóviles una enfermera se le acercó ¿usted es familiar julián dudó un segundo amigo del edificio la enfermera lo miró raro pero no dijo nada solo le recomendó que no se quedara mucho tiempo julián se sentó a su lado y dejó la bolsa con fruta sobre la mesa de metal hola Teresa dijo en voz baja no sé si me recuerdes soy el dueño
del lugar donde vives bueno vivías porque ahora estás aquí solo vine a ver cómo estabas y a decirte que tu hija es una guerrera una valiente teresa no respondió pero pareció mover un poco los labios julián se quedó un rato más en silencio observando sintiendo esa mezcla rara de culpa rabia y ganas de hacer algo que le quemaba por dentro cuando salió del hospital el mundo le pareció más gris ya no era solo una inquilina ya no era solo una niña ahora eran personas con historia con dolor real gente a la que el sistema dejaba
olvidada mientras otros hacían como que no veían esa noche Julián no solo decidió que iba a ayudarlas decidió que no lo haría de lejos con cheques o favores lo haría de verdad aunque eso significara meterse en problemas aunque eso significara enfrentar a gente de su propio equipo porque lo que acababa de ver no podía olvidarlo julián se despertó ese sábado más temprano que de costumbre pero no porque tuviera junta o compromiso se levantó con una idea dándole vueltas en la cabeza desde la noche anterior había estado viendo el techo de su habitación durante horas pensando en
Teresa en Valeria en ese departamento triste donde una niña estaba luchando sola por su mamá él no era un héroe ni pretendía serlo pero tampoco quería quedarse cruzado de brazos no podía sabía que si aparecía en ese lugar otra vez con cosas o con más preguntas Valeria iba a cerrarse era muy lista ya lo había anotado por eso decidió hacer algo sin que supieran que era él nada de discursos ni favores a cambio solo ayudar y ya fue al supertprano compró despensa básica arroz frijoles leche galletas jabón papel higiénico algo de
fruta pan de caja latas de atún cereal dulces y una botellita de champú para niña con aroma a fresa también metió una caja de vendas algodón y curitas por si Valeria seguía cociendo y se seguía picando los dedos en la fila de la caja sintió que lo miraban raro como si fuera padre soltero pero no le importó pagó y salió de ahí con varias bolsas grandes antes de llegar al Pin edificio se desvió a una farmacia y compró un sobre con dinero en efectivo nada exagerado pero suficiente para unos días lo metió en una bolsa
aparte sin ningún nombre luego manejó hasta el edificio y se estacionó lejos para que no vieran su camioneta caminó cargando las bolsas hasta llegar a la entrada subió al cuarto piso con cuidado escuchando si alguien venía no quería cruzarse con nadie frente a la puerta del 4B dejó las bolsas una por una luego sacó el sobre y lo escondió entre la bolsa de pan bien acomodado para que lo encontraran por accidente antes de irse tocó la puerta dos veces rápido y salió corriendo por las escaleras sin mirar atrás escuchó que alguien abría pero no volteó
no quería ver la reacción no por ego ni vergüenza solo sentía que si la niña sabía que era él no lo iba a aceptar tan fácil esa tarde volvió a su rutina fue a la oficina atendió llamadas revisó unos correos pero en el fondo no estaba concentrado sentía un peso menos en la espalda pero también una necesidad de saber si lo que había hecho de verdad había servido de algo pensó en mandar a alguien a revisar pero no quería involucrar a nadie más era su asunto y punto al día siguiente regresó al edificio pero sin bolsas ni pretextos subió hasta el cuarto piso y tocó la puerta como si nada valeria abrió estaba
diferente tenía el cabello más peinado una blusita que parecía recién lavada y una cara menos cansada aún tenía los ojos tristes pero se notaba que había dormido mejor hola Valeria” dijo él con una sonrisa “¿todo bien?” Ella asintió mirando hacia dentro como dudando si dejarlo pasar julián no forzó nada solo venía a saludar “quería saber cómo seguía tu mamá.
” “Igual” me dijo la señora del hospital que está estable “¿y tú cómo estás?” Valeria hizo un gesto raro entre una sonrisa y una mueca luego abrió más la puerta y lo dejó entrar julián notó que el lugar olía diferente había aroma a frijoles calientes y algo dulce la mesa estaba un poco más ordenada y ya no había tanta ropa tirada ¿comiste bien hoy preguntó sí aparecieron unas bolsas afuera de la puerta creo que fueron los vecinos o tal vez la señora Letti ah qué buena onda” dijo Julián fingiendo sorpresa valeria agarró una galleta de vainilla de un plato y le ofreció una él
la aceptó se sentó en la silla de siempre mientras ella se acomodaba en la esquina con un cojín y una manta doblada a su lado en la mesa la máquina de coser estaba cubierta con una tela limpia ¿y vas a seguir cosciendo sí pero menos ahora tengo suficiente para pagarle a la señora Letti y ella me dijo que me puede ayudar a terminar unas fundas que debo ¿y qué vas a hacer con el dinero lo voy a guardar para los medicamentos de mi mamá julián se quedó viéndola no podía creer que alguien tan chiquita pensara así ni los adultos eran tan responsables
valeria comía despacio como si cada galleta fuera un premio luego se levantó y fue a una caja sacó algo y se lo dio a Julián esto lo hice ayer” dijo era un pequeño bordado con las letras JC en hilo rojo rodeadas de un corazoncito julián sintió que el pecho se le llenaba de emoción pero no dijo nada solo lo guardó con cuidado “gracias Valeria me lo voy a llevar al trabajo para no olvidar lo que importa.
” Ella no respondió solo sonrió leve antes de irse Julián le prometió que regresaría pronto no dijo cuándo ni con qué intención solo lo soltó como quien deja la puerta entreabierta para lo que venga después al bajar las escaleras se cruzó por primera vez con Gabriela su administradora que venía con una carpeta en la mano llevaba tacones gafas oscuras y cara de pocos amigos ¿qué hace aquí jefe preguntó directa revisando un asunto personal ¿tiene algo que ver con la señora de la 4B ¿por qué lo preguntas gabriela frunció los labios porque esa inquilina ya tiene
tres meses sin pagar y según las reglas que usted mismo firmó deberíamos proceder al desalojo esta semana julián no respondió de inmediato la miró serio esa conversación apenas iba a empezar pero en su cabeza ya tenía claro que nadie iba a sacar a Valeria de ahí no mientras él pudiera evitarlo gabriela no era tonta en cuanto vio la cara de Julián al salir del edificio ese día supo que algo raro estaba pasando él no solía meterse con los inquilinos siempre dejaba ese tipo de cosas en sus manos como debía ser pero ahora estaba ahí saliendo del
cuarto piso con una bolsa bordada en la mano y esa cara de que estaba ocultando algo y si había algo que a Gabriela le chocaba era que no le dijeran todo sobre todo cuando se trataba de los negocios ¿qué asunto personal podría tener usted con esa mujer Julián preguntó mientras lo alcanzaba en las escaleras no es de tu interés respondió él sin detenerse claro que sí lo es dijo ella subiendo el tono la señora Salgado no paga desde hace meses esa deuda está registrada y según el contrato ya deberíamos estar metiendo
la orden de desalojo no entiendo por qué seguimos aplazando esto julián se detuvo en seco y la miró porque no me da la gana Gabriela eso debería bastar no respondió ella con frialdad no cuando estamos hablando de propiedades que forman parte del grupo esto ya no es solo tu decisión hay reglas protocolos y tú me contrataste para hacer que se cumplan ¿o ya se te olvidó julián bajó la mirada contuvo el coraje y siguió caminando hacia la calle sin decir más sabía que Gabriela tenía razón en lo legal pero no en lo humano y eso le molestaba la conocía bien era brillante
para manejar números contratos y papeleo pero también era dura meticulosa incapaz de ver más allá de lo que está escrito en blanco y negro todo era ganancia o pérdida nunca personas gabriela lo siguió hasta la camioneta no voy a detener el proceso solo porque te encariñaste con una niña pobre esto no es un albergue es un negocio y si tú no haces algo yo lo voy a hacer ya tengo el aviso listo solo estoy esperando tu firma julián la miró desde el asiento del conductor estaba furioso pero no podía explotar ahí la camioneta arrancó y se fue sin decirle nada más
gabriela se quedó parada en la banqueta cruzada de brazos con la carpeta bajo el brazo y los labios apretados algo no le cuadraba y cuando algo no le cuadraba lo investigaba hasta el fondo esa misma tarde Gabriela se metió al sistema de propiedades revisó contratos historiales correspondencia de renta vio que Julián había hecho varios depósitos desde su cuenta personal a la cuenta del Hospital General también había transferencias pequeñas a una farmacia local todo indicaba que estaba cubriendo gastos sin notificarle
a nadie ni al contador ni al socio mayoritario ni al fide comomiso nada y ahí fue cuando le cambió la cara gabriela no tenía ningún interés emocional en la situación no le importaba la niña ni la enfermedad ni la pobreza lo que vio fue otra cosa una oportunidad si Julián estaba moviendo dinero sin declarar eso podía volverse un problema legal y un problema legal podía usarse para sacarlo del camino para tomar el control no era la primera vez que lo pensaba julián tenía talento sí pero también era impulsivo confiado enchimentau y esas cosas en negocios grandes eran
debilidades al día siguiente Gabriela fue al edificio temprano no saludó a nadie subió directo al cuarto piso con su carpeta bajo el brazo tocó fuerte la puerta del 4B valeria abrió no la conocía ¿está tu mamá preguntó con tono seco no está en el hospital ¿y tú quién eres Valeria gabriela la miró con una mezcla de incomodidad y juicio no estaba acostumbrada a tratar con niños menos con niños que la miraban de frente dile a tu mamá que tiene tres días para desocupar este departamento lo siento pero no hay excepciones mi mamá está enferma dijo
Valeria sin moverse lo sé y lamento mucho que tengas que pasar por esto pero no tengo otra opción son reglas del dueño del edificio valeria no respondió solo cerró la puerta despacio no lloró no preguntó nada y eso de alguna forma molestó a Gabriela más de lo que esperaba al salir del edificio se encontró con doña Chela en las escaleras la vecina la miró de arriba a abajo con desconfianza ¿usted quién es le preguntó la administradora y si me disculpa tengo prisa ah ya veo usted fue la que dejó el papel de
desalojo gabriela la miró ya fastidiada es lo que corresponde nada personal claro siempre dicen eso dijo doña Chela con sarcasmo pero cuando la niña se quede en la calle usted va a venir a explicarle por qué o solo va a firmar otro papel gabriela no respondió bajó los escalones con pasos rápidos y se fue sin mirar atrás esa tarde Valeria fue al hospital caminó hasta allá con un jugo en la mochila y el aviso de desalojo doblado en cuatro se lo mostró a su mamá sin decir nada teresa lo leyó y cerró los ojos no tenía fuerzas para hablar solo
estiró la mano y le acarició el cabello no te preocupes mi amor vamos a salir de esta pero su voz sonaba cada vez más débil mientras tanto Julián recibía una llamada de un número privado al contestar escuchó la voz firme de Gabriela tienes 24 horas para firmar el aviso de desalojo sí no lo haces voy a enviar el expediente completo al comité de socios incluyendo los movimientos bancarios que hiciste tú decides julián colgó sin decir una palabra su mandíbula temblaba de rabia pero en su cabeza ya se estaba formando
un plan julián estaba sentado en su oficina viendo la pantalla de la computadora sin realmente ver nada tenía abiertos correos reportes presentaciones pero no los leía todo le pasaba de largo lo único que tenía en la cabeza era la llamada de Gabriela la amenaza la advertencia su tono no le tenía miedo no era eso era la rabia de saber que alguien podía ser tan fría como para usar la enfermedad de una madre y la soledad de una niña como si fueran parte de un plan de negocios apagó la pantalla se levantó sin decirle nada a nadie y
salió nadie lo detuvo julián siempre fue de los que tomaban decisiones sin dar explicaciones llegó al edificio casi al anochecer el sol estaba bajando y el pasillo del cuarto piso estaba en sombras tocó despacito valeria abrió tenía la misma ropa de la semana pasada pero más limpia había algo en su cara distinto como si ya se hubiera dado por vencida no dijo nada solo lo miró y él por dentro se sintió una basura entró sin hablar solo haciendo un gesto valeria se sentó en la mesa con una hoja doblada frente a ella era el
aviso de desalojo esto te lo trajo Gabriela preguntó Julián aunque ya sabía la respuesta valeria asintió sin mirarlo ¿y qué piensas hacer no sé dijo bajito no puedo pagar no tengo a dónde ir pero si me salgo ¿cómo va a saber mi mamá ¿dónde estoy julián cerró los ojos un segundo le dolía más que cualquier golpe valeria no estaba preocupada por ella estaba pensando en su mamá esa niña no pedía nada para ella solo quería que su mamá supiera que estaba bien no vas a irte a ningún lado dijo él firme yo no voy a dejar que eso
pase lo prometo valeria lo miró desconfiada pero usted no es el dueño sí entonces ¿por qué van a sacarnos julián apretó los dientes porque hay gente que solo ve números pero yo veo personas y tú no eres una deuda eres una niña que está haciendo más de lo que cualquier adulto haría ella no contestó pero por primera vez en días se le aflojaron los hombros como si el cuerpo solito soltara un poco la tensión ¿puedo ir mañana al hospital preguntó claro que sí de hecho te voy a llevar los ojos de Valeria se abrieron sorprendida
¿usted sí mañana a las 8 en punto con tu permiso claro ella asintió con un pequeño movimiento luego fue al cuarto y regresó con una bolsita de tela con una fruta adentro esto es para usted es la última manzana pero está buena la guardé porque pensé que a lo mejor no iba a haber nada mañana julián tragó saliva tomó la manzana con cuidado como si fuera algo valioso y en ese momento sin necesidad de decirlo algo se selló entre ellos un acuerdo que no necesitaba papeles ni firmas después de dejarla bajó las
escaleras con pasos lentos se topó con doña Chela que estaba barriendo la entrada con una escoba vieja ella lo miró como si ya supiera todo “¿qué van a hacer don Julián?” preguntó sin rodeos “lo que se tenga que hacer pues hágalo rápido porque la niña ya no aguanta otro golpe y la señora Teresa le queda poco tiempo.
” Julián la miró directo a los ojos “no las voy a dejar solas.” Doña Chela asintió entonces más vale que se apure porque la del traje y tacones ya anda diciendo que si no sale la orden esta semana ella misma va a mover todo con los abogados y esa no se detiene por nada ¿eh julián volvió a su camioneta sin responder mientras manejaba pensaba en lo que le quedaba por hacer ya no era cuestión de dar dinero ni de hacer una buena obra era otra cosa era algo personal algo que le nacía del estómago tal vez porque en Valeria veía algo que le recordaba a su propio pasado
o tal vez porque por fin entendía que tener poder servía para algo más que hacer crecer empresas día siguiente llegó al edificio a las 7:30 valeria ya lo esperaba sentada en las escaleras con una mochila pequeña se veía nerviosa pero emocionada subieron a la camioneta y fueron directo al hospital en el camino casi no hablaron solo al final antes de bajar Valeria dijo algo ¿cree que mi mamá ya sepa que quiero quedarme con ella julián la miró y respondió sin pensarlo sí y también sabe que tiene una hija que vale oro entraron juntos al hospital
teresa seguía en cama más pálida más frágil valeria se acercó la abrazó con cuidado y se quedó ahí sin soltarla julián miraba desde la puerta no necesitaba meterse solo estar ahí presente como una sombra buena que no estorba pero no se va mientras tanto Gabriela mandaba mensajes llamaba a abogados reunía papeles no iba a perder no lo aceptaba y si Julián no firmaba esa orden lo iba a hundir por otro lado ya tenía los documentos listos las pruebas de los movimientos no autorizados solo era cuestión de tiempo
pero Julián también tenía algo que Gabriela no gente de su lado gente que no estaba en los contratos ni en los archivos pero que contaban y más pronto de lo que creía esa diferencia iba a pesar las cosas habían estado un poco más tranquilas los últimos días julián seguía ayudando sin hacer ruido pasaba por Valeria cada dos mañanas para llevarla al hospital a ver a su mamá se aseguraba de que tuviera comida en casa y hasta consiguió que la señora Letti subiera una hora por las tardes a revisar que no le faltara nada valeria ya no lo miraba con desconfianza empezaba a verlo como
alguien que no solo decía cosas sino que cumplía una tarde mientras estaban sentados en el pequeño parque que quedaba cerca del hospital Valeria jugaba con una hoja caída doblándola como si fuera una figura julián revisaba su celular aunque no tenía la cabeza en eso la niña lo interrumpió sin levantar la vista ¿y si mi mamá ya no se despierta julián tardó en responder ¿por qué preguntas eso porque ayer la enfermera me dijo que estaba muy cansada más que antes que a veces los cuerpos se rinden julián dejó
el teléfono a un lado se acercó un poco más ¿y tú qué piensas ¿que si ella se va yo me quedo sola y eso me da miedo él no encontró palabras para calmarla solo la dejó hablar a veces eso era lo mejor esa misma noche recibió una llamada del hospital era la enfermera encargada del turno su voz sonaba distinta con prisa con esa seriedad que se siente como un puñetazo en el estómago don Julián disculpe que lo moleste a esta hora es sobre la señora Teresa tuvo una recaída fuerte entró en un estado de inestabilidad y la están pasando a cuidados intensivos ¿podría venir no lo
pensó dos veces se cambió rápido agarró las llaves y salió directo al hospital cuando llegó Valeria ya estaba en la sala de espera abrazada a una almohada había llegado sola en transporte público con su mochila colgada al hombro llevaba los ojos llorosos pero no estaba llorando era ese tipo de tristeza que ya no sale con lágrimas solo se queda adentro quemando ¿hace cuánto estás aquí le preguntó Julián desde las 7 la enfermera me marcó dijo que mi mamá ya no respondía julián se sentó a su lado no dijo nada solo la
abrazó con un brazo valeria se dejó no se acurrucó no se rompió pero tampoco se alejó solo se quedó ahí firme mirando al frente después de un rato salió una doctora les explicó que Teresa había entrado en una etapa avanzada que su cuerpo ya no estaba respondiendo bien al tratamiento que estaban haciendo lo posible pero no podían prometer nada usó palabras como resistencia baja infección interna y complicación pulmonar julián solo miraba a Valeria ella entendía todo aunque no dijera nada lo entendía ¿puedo verla preguntó la niña sí pero solo un ratito dijo la
doctora la llevaron por un pasillo largo lleno de tubos máquinas gente cansada y luces frías teresa estaba acostada con la piel más amarilla que nunca los labios resecos y los ojos cerrados tenía muchos cables conectados valeria se acercó despacito subió a una silla y le tomó la mano no dijo nada solo la miró julián se quedó en la puerta sin moverse mirando no sabía qué hacer era una situación que ni todo su dinero ni sus contactos podían arreglar era algo que se le escapaba de las manos después de unos minutos Valeria salió no lloraba pero temblaba ¿podemos quedarnos aquí
esta noche preguntó sí claro que sí no nos vamos a ir le respondió Julián sin dudar pidió una silla y se la arregló para que la niña se recostara un poco él se quedó despierto pasó la madrugada viendo entrar y salir enfermeros oyendo el sonido de los monitores y el goteo constante del suero en una de esas Valeria se quedó dormida con la cabeza sobre su brazo julián la acomodó con cuidado y le tapó los pies con su saco al amanecer entró otra doctora dijo que Teresa seguía igual ni mejor ni peor pero que
las próximas 24 horas eran cruciales si el cuerpo no reaccionaba probablemente ya no saldría de ahí julián se levantó y salió al pasillo llamó a alguien un doctor privado le explicó la situación le pidió que fuera a ver a Teresa aunque fuera solo para confirmar el diagnóstico no confiaba del todo en ese hospital no porque fueran malos sino porque les faltaban cosas a veces la diferencia entre vivir o morir era una bolsa de sangre un antibiótico o una decisión rápida el doctor llegó por la tarde revisó a Teresa habló con los médicos del
hospital le explicó a Julián que la situación era grave pero no irreversible había un tratamiento experimental que se estaba aplicando en otro hospital pero era caro y complicado además necesitaban moverla pronto las horas contaban julián no dudó háganlo yo cubro todo el doctor lo miró como dudando ¿estás seguro más que nunca mientras hacían el papeleo para el traslado Valeria se sentó a su lado y si no se puede se va a poder y si no entonces me voy a quedar contigo hasta el final pase lo que pase valeria no dijo nada solo le tomó la mano por
primera vez ella lo abrazó no fue un abrazo largo ni fuerte pero fue sincero como esos abrazos que uno da cuando ya no tiene palabras y solo le queda confiar esa noche mientras trasladaban a Teresa en ambulancia Julián fue atrás con Valeria sentada a su lado el hospital nuevo estaba a media hora el silencio dentro de la ambulancia era pesado pero firme como si todos los que iban ahí supieran que estaban peleando por algo que valía la pena el traslado de Teresa fue complicado la ambulancia llegó al hospital privado justo cuando el cielo empezaba a nublarse parecía que iba a llover
valeria se aferraba a la mano de Julián con fuerza como si de eso dependiera todo la bajaron con cuidado directo a la sala de terapia intensiva los doctores empezaron a trabajar sin perder tiempo julián había firmado todos los papeles autorizado tratamientos y entregado su tarjeta sin ni siquiera ver la cifra no importaba lo que quería era salvar a esa mujer no por él sino por esa niña que ya le había cambiado la vida pero mientras todo eso pasaba en otra parte de la ciudad alguien más se movía con la misma velocidad pero con
intenciones muy distintas gabriela estaba sentada en su oficina frente a su computadora revisando documentos tenía los ojos fijos en un archivo que llevaba semanas preparando el desalojo del departamento 4B ya estaba autorizado por un juez lo había conseguido sin avisarle a Julián sin que nadie lo supiera tenía contactos abogados una firma de notificaciones que ya había hecho ese tipo de trabajos sabía cómo moverse y lo hizo ese mismo viernes justo al mediodía llegaron al edificio dos personas vestidas de civil con papeles en la mano subieron al cuarto piso tocaron la
puerta del 4B pero nadie contestó valeria no estaba Teresa tampoco nadie solo doña Chela que ya se había dado cuenta de todo bajó corriendo las escaleras al verlos ¿qué hacen preguntó con el ceño fruncido venimos a ejecutar una orden de desalojo ¿de qué me están hablando la señora está en el hospital la niña también eso no nos corresponde a nosotros señora nosotros solo cumplimos lo que está firmado entraron al departamento sin romper nada pero sin pedir permiso llevaban una llave que alguien les había entregado adentro no había casi nada de
valor pero sí cosas que dolían ver los dibujos de Valeria pegados en la pared su cuaderno de tareas una bolsa con hilos de colores un peluche sin un ojo todo eso fue empacado en cajas con etiquetas que decían objetos personales doña Chela los miraba desde la puerta con rabia en mí neneciendo los ojos quería hacer algo pero no podía llamó a Julián pero él no contestaba estaba en la sala de espera del hospital esperando noticias de Teresa ese mismo día Gabriela fue al edificio en persona subió al cuarto piso
observó como los ninas trabajadores bajaban las cajas al camión y revisó que todo estuviera en orden avísenme cuando terminen no quiero errores ¿y qué hacemos con lo que queda tírenlo ¿y si regresa la niña gabriela dudó medio segundo no es mi problema y se fue horas más tarde Valeria y Julián volvían al edificio teresa estaba estable pero no fuera de peligro había que esperar julián pensó que podrían ir a descansar un rato comer algo tal vez no imaginaba lo que iba a encontrar cuando entraron Julián notó que doña Chela lo
esperaba en la entrada con cara de preocupación no necesitó decir nada solo lo tomó del brazo y lo llevó al cuarto piso valeria subía rápido sin imaginarse nada raro pero cuando llegó a su puerta se quedó quieta el número 4B tenía una hoja blanca pegada con cinta decía desalojo ejecutado no forzar la entrada ¿qué es esto preguntó Valeria con la voz temblando julián corrió hacia Aetou la puerta intentó abrir pero ya estaba sellada bajó corriendo habló con el encargado del edificio el tipo solo le dijo “Vinieron hoy con papeles dijeron que era por orden judicial no supe qué
hacer julián no podía creerlo buscó su celular vio 20 llamadas perdidas todas de doña Chela también había un mensaje se la llevaron Julián se la llevaron gabriela mandó a sacar todo yo traté de detenerlos no me hicieron caso valeria seguía parada frente a la puerta sin moverse ¿dónde están mis cosas preguntó tranquila vamos a arreglar esto dijo Julián tratando de mantener la calma nos sacaron sí pero no fue mi decisión te lo juro ¿fue la señora esa preguntó con la voz baja julián no respondió no quería que la niña sintiera odio pero ya no
podía esconderlo sí fue ella valeria bajó la mirada luego se dio la vuelta y bajó las escaleras sin decir nada julián la siguió le habló pero ella no contestó esa noche la llevó a dormir con él le prestó uno de los cuartos de huéspedes le preparó sopa y le calentó chocolate valeria comió en silencio no se quejaba no lloraba solo tragaba despacio como si no estuviera del todo ahí cuando terminó se quedó sentada en el sillón abrazando sus rodillas y si mi mamá se muere mientras yo estoy aquí no va a pasar y si sí entonces te prometo que vas a tener a
alguien a tu lado siempre valeria lo miró por primera vez en todo el día su voz salió con dolor ella me dijo que nunca me iba a dejar sola y no lo va a hacer yo tampoco más tarde cuando la niña por fin se durmió Julián fue al balcón y llamó a Gabriela ¿por qué hiciste eso sin avisarme porque tú no tuviste el valor de hacerlo y si no te gusta ya sabes qué hacer te pasaste Gabriela esto no es un juego no es una empresa y tú estás olvidando eso voy a solucionar esto haz lo que quieras pero cuidado con los pasos que das tengo
todo tus depósitos tus movimientos si me haces la guerra no te voy a tener piedad entonces prepárate” dijo Julián antes de colgar no sabía cómo pero en ese momento decidió que no iba a dejar que se saliera con la suya ni con Valeria ni con Teresa ni con nadie amaneció lloviendo no de esas lluvias tranquilas que dan sueño no era una tormenta con viento rayos y una oscuridad pesada que cubría toda la ciudad julián despertó antes de que saliera en la sol no por la lluvia sino porque la cama de Valeria estaba vacía fue lo primero que notó al abrir los ojos se
levantó de golpe revisó la cocina el baño el cuarto donde ella había dormido nada ni una nota ni un ruido ni su mochila el corazón le empezó a latir más rápido no quería entrar en pánico pero algo no estaba bien valeria no era una niña común no se le ocurriría escaparse por capricho si no estaba ahí era por algo serio marcó al hospital preguntó por Teresa le dijeron que seguía en terapia intensiva pero que no había habido visitas esa mañana entonces no estaba allá volvió al edificio donde vivían antes subió corriendo al cuarto piso aunque
sabía que el departamento estaba vacío tocó la puerta de doña Chela abrió medio dormida en bata con el cabello revuelto no ha venido la niña ¿cuál niña valeria desapareció esta madrugada ¿qué no no me diga eso no le avisó nada no joven ayer me dijo que estaba cansada y que iba a dormir nada más pero espere anoche escuché pasos en las escaleras como a las 3 pensé que era alguien del otro edificio julián bajó las escaleras a toda prisa subió a su camioneta y empezó a manejar sin rumbo fue a la tiendita donde ella compraba pan nada pasó por la
farmacia donde alguna vez compró medicina nadie la había visto revisó cámaras de seguridad de su edificio pidió acceso en la administración ahí estaba una grabación borrosa la mostraba saliendo sola con una chamarra grande encima y su mochilita colgando eran las 3:15 de la madrugada ¿a dónde iba una niña sola a esa hora ¿por qué julián pensó en el hospital y entonces entendió el albergue recordó que doña Chela había mencionado que cuando Teresa estuvo internada la primera vez se quedaron en un albergue para mujeres cerca del hospital viejo tal vez Valeria pensaba regresar ahí como antes tomó la ruta más
rápida y fue manejando entre los charcos los frenos chillando en cada semáforo llegó al lugar y tocó el timbre con desesperación una señora mayor con un impermeable encima del pijama le abrió la niña preguntó Julián antes de que pudiera decir nada ¿cuál niña valeria 7 años cabello lacio mochila azul la señora dudó ¿usted es su papá no soy su cuidador por favor ¿está aquí o no sí llegó esta madrugada mojada temblando dijo que necesitaba un lugar seguro porque su mamá estaba en el hospital y que no tenía casa julián
cerró los ojos aliviado puedo verla la señora lo hizo pasar el albergue olía a sopa caliente y ropa húmeda había varias camas distribuidas en dos salones en una esquina en una colchoneta estaba Valeria envuelta en una cobija con los zapatos al lado llenos de lodo tenía los ojos abiertos mirando al techo cuando lo vio no se levantó solo lo miró como si no supiera si alegrarse o tener miedo ¿por qué te fuiste así le preguntó Julián sentándose a su lado porque ya no tengo casa y no quería molestarlo más ¿tú crees que me molestas
ella no respondió bajo la mirada yo solo necesitaba un lugar donde poder pensar no quiero que mi mamá despierte y yo no esté en un lugar fijo julián la abrazó con fuerza valeria tú no estás sola ya no está claro ella lo miró con los ojos llenos de agua pero sin llorar no quiero que se muera sin ni saber dónde estoy no va a pasar hoy mismo volvemos al hospital y esta vez te vas a quedar cerca como tú quieres ya no más mudanzas ya no más escondites esa misma mañana Julián se movió con todo habló con su abogado de
confianza le explicó lo que Gabriela había hecho pidió asesoría para frenar cualquier proceso de desalojo mientras él resolvía el asunto legal también pidió que revisaran todos los documentos firmados por ella en su nombre sospechaba que había más cosas escondidas después fue al hospital privado habló con la dirección y solicitó una habitación pequeña para Valeria no importaba si era solo una camita junto a la sala de descanso del personal quería que ella pudiera estar ahí cerca de Teresa por la tarde la niña
volvió a ver a su mamá esta vez más tranquila le habló bajito le contó que ya no tenía miedo que ya sabía que alguien estaba ahí para cuidarla teresa no respondió pero una lágrima se le escapó por la comisura del ojo julián se quedó viendo esa escena con un nudo en la garganta esa noche mientras Valeria dormía por fin en un sofá cama que improvisaron para ella Julián recibió un correo de su abogado gabriela no solo había ejecutado el desalojo sin avisar también había tramitado por fuera un documento de
poder parcial para tomar decisiones legales en nombre de la empresa había falsificado su firma no solo era una amenaza gabriela estaba jugando sucio y la guerra apenas comenzaba la primera vez que Valeria entró al nuevo lugar donde viviría se quedó parada en la puerta sin decir nada no era un departamento viejo ni una bodega adaptada era una casa pequeña pero bien cuidada en una zona tranquila tenía un jardincito al frente dos cuartos y una cocina con estufa moderna julián no le había contado mucho solo le dijo “Vamos
a un lugar donde puedas estar segura.” Y ahí estaban ella no se movía tenía la mochila colgando de un solo hombro y los ojos muy abiertos “aquí vamos a vivir” preguntó “sí es tu casa de ahora en adelante ¿y usted también va a vivir aquí?” No pero voy a venir todos los días o cuando tú quieras valeria caminó despacio hasta el centro de la sala tocó una silla luego la mesa luego miró por la ventana le costaba creerlo en la cocina había comida agua embotellada platos nuevos en uno de los cuartos una cama con sábanas limpias una lámpara de noche
y hasta una cajita de crayones sobre el buró todo estaba listo para ella puedo quedarme sola si tú quieres pero también puedo quedarme un rato respondió Julián quiero probar dijo la niña quiero ver cómo se siente estar en paz y lo dijo tan serio con una voz tan sincera que a Julian se le apretó el pecho dejó que Valeria explorara la casa a su ritmo mientras tanto afuera habló con Clara una enfermera que había contratado por recomendación directa del doctor que atendía a Teresa ella estaría disponible las 24 horas tanto para ayudar con la niña como para ir al hospital si era necesario julián no
quería dejar nada al azar clara entró con una bolsa de supermercado y una sonrisa amable no era la típica enfermera de uniforme blanco y cara de jefa era cálida sencilla del tipo que escucha antes de hablar valeria la miró de reojo pero no dijo nada julián le presentó a Clara como una amiga que iba a pasar de vez en cuando no quería que la niña sintiera que la estaban vigilando esa noche fue diferente valeria durmió con la puerta abierta pero no porque tuviera miedo quería escuchar si alguien llegaba julián desde
la sala escuchó cómo respiraba parejito tranquila no se movió en toda la madrugada a las 6 de la mañana ya estaba despierta sentada en la cocina con una taza de leche caliente y una libreta abierta estoy escribiéndole a mi mamá le dijo cuando Julián se acercó quiero que sepa que estamos bien ¿te puedo ayudar con algo ¿me puede llevar al hospital después claro a la hora que tú digas y así lo hicieron esa mañana Julián manejó hasta el hospital con Valeria al lado escuchando música suave en el camino ella le habló de la escuela de una maestra que le había
regalado un lápiz bonito de cómo extrañaba coser pero ya no sentía tanta presión por hacerlo había una calma distinta en su voz cuando llegaron Teresa estaba despierta pero débil apenas podía hablar valeria se acercó y le enseñó la carta que le había escrito era simple con dibujos de ella de Julián de la casa nueva y una frase escrita en letras grandes todo está mejor mami teresa sonrió fue una sonrisa apenas visible pero real gracias dijo con esfuerzo julián se quedó detrás sin molestar no necesitaba escuchar lo que decían solo con verlas se le acomodaba el alma
esa semana pasaron muchas cosas valeria empezó a comer mejor a dormir más tranquila clara la llevó a inscribirse a la escuela más cercana no le hicieron muchos problemas un maestro entendió la situación y la aceptaron de inmediato era una escuela sencilla de barrio pero con gente buena valeria no puso peros solo pidió un cuaderno nuevo y un lápiz con goma julián le compró una mochila completa y ella la llenó con cuidado como si se tratara de un tesoro teresa por su parte respondía poco a poco al tratamiento no era una mejora milagrosa pero se notaba que el cambio de hospital
el descanso y las medicinas nuevas estaban funcionando a veces abría los ojos preguntaba por Valeria y hasta pedía pequeñas cosas una sopa un jugo una cobija con flores julián se encargaba de todo una tarde la doctora del hospital se sentó con él y le dijo “Su situación sigue siendo delicada pero está luchando y tener cerca a su hija la mantiene despierta ¿cree que pueda recuperarse con lo que estamos haciendo tiene una oportunidad real no es segura pero sí es posible y para Julián eso ya era algo enorme una oportunidad una segunda
chance a pesar de todo él no bajaba la guardia sabía que Gabriela no se iba a rendir tan fácil desde el último correo de su abogado no había señales de ella pero eso no lo tranquilizaba al contrario conocía su estilo cuando se ponía en silencio era porque estaba planeando algo grande por eso empezó a mover sus propias piezas reunió documentos recuperó respaldos de correos pidió a su contador un informe de cada movimiento que Gabriela había hecho en las últimas semanas no quería actuar sin pruebas si iba a defender a Valeria y a Teresa
iba a hacerlo con todo por dentro ya no lo hacía solo por ellas sentía que algo se había encendido en él como si esta historia también fuera su forma de cambiar lo que estaba mal de hacer algo que valiera de verdad una noche mientras regresaban del hospital Valeria lo miró de pronto sin que él lo esperara ¿por qué hace todo esto por nosotras julián frenó en un semáforo la miró de reojo porque alguien tenía que hacerlo pero ¿por qué usted porque tengo lo que se necesita y porque tú lo mereces valeria no dijo nada más solo apoyó la cabeza en la ventana y aunque
no lo dijo con palabras en ese momento entendió que por fin tenía algo que no se compra ni se pide alguien que no se va gabriela no sabía perder nunca le gustó quedarse en segundo plano desde joven había aprendido que el mundo era para los que sabían moverse no para los que esperaban a que algo bueno les cayera del cielo por eso cuando se enteró que Julián no solo había detenido el desalojo legalmente sino que también había metido abogados para revisar todo lo que ella había firmado supo que tenía que actuar rápido llamó a uno de sus contactos más cercanos un tipo que antes
había trabajado en la empresa como contador externo le pidió que le consiguiera todo lo que pudiera sobre los últimos movimientos de Julián cuentas gastos donaciones cualquier cosa que pudiera parecer sospechosa “quiero saber en qué anda metido y si puedo usarlo en su contra” le dijo sin rodeos el tipo dudó un poco pero Gabriela le ofreció dinero y lo convenció en menos de una semana ya tenía un archivo completo lleno de transferencias privadas recibos médicos pagados con dinero de la empresa hasta boletos de
traslado a nombre de Teresa con eso armó su jugada lo primero que hizo fue preparar un informe lo maquilló para que pareciera que Julián estaba usando recursos del grupo para beneficiar a personas fuera de la organización sin autorización también incluyó un análisis falso de pérdidas económicas usando datos inflados y correos recortados que dejaban fuera la parte donde él explicaba que eran gastos personales lo segundo fue ir directamente con dos socios importantes del Cint Sintes grupo empresarial les presentó todo como si estuviera preocupada por la empresa “no quiero
hacer escándalo” decía con voz dulce como si de verdad le doliera “pero esto puede ser un problema fiscal y no quiero que caiga sobre todos nosotros.” Los socios al ver tantos números y documentos empezaron a dudar gabriela se encargó de sembrar la idea de que Julián estaba actuando de forma impulsiva desordenada incluso irresponsable está gastando dinero de la empresa como si fuera suyo y todo por una inquilina enferma y una niña que ni siquiera es pariente a uno de los socios eso le sonó a locura una niña y lo está haciendo sin que nosotros sepamos exacto dijo Gabriela bajando la
voz y eso puede traernos consecuencias legales si alguien investiga poco a poco la idea empezó a tomar forma gabriela no quería solo un castigo quería quitarle el control a Julián sabía que necesitaba más apoyo para eso así que empezó a moverse con cuidado fue oficina por oficina hablando con empleados de confianza lanzando frases como “Ya no es el mismo está actuando raro algo está ocultando.
” La estrategia era clara aislarlo mientras tanto Julián seguía sin saber el nivel del ataque él pensaba que Gabriela había quedado fuera del juego después de que frenó el desalojo pero no sabía que ella estaba operando desde adentro un día al llegar a su oficina encontró una carta sobre su escritorio una notificación para presentarse ante una junta extraordinaria de socios por uso indebido de recursos leyó el papel varias veces no podía creerlo todo lo que había hecho por Teresa y Valeria había salido de su bolsillo no de la empresa pero el
documento decía otra cosa todo estaba detallado como si fuera corrupción llamó a su abogado gabriela está detrás de esto no hay otra ¿tienes pruebas no todavía pero las voy a conseguir más te vale porque el documento que me mandaron está armado para destruirte y si no te defiendes bien pueden sacarte del grupo legalmente esa noche no durmió no por miedo sino por rabia sabía que Gabriela jugaba sucio pero esto ya era otro nivel lo peor era que no podía decir nada a Valeria no quería que ella se sintiera responsable bastante tenía ya con su
mamá en el hospital al día siguiente fue directo con Clara y le pidió que cuidara a Valeria todo el día le dejó comida ropa limpia y dinero por si necesitaba algo después fue a la oficina legal de la empresa y pidió acceso a los registros quería ver quién había autorizado ese documento y ahí estaba la firma de Gabriela falsa pero bien hecha voy a necesitar una copia de esto” le dijo al asistente legal y también acceso a los correos electrónicos de Gabriela de Minost meses no puedo darte eso sin una orden entonces tráeme al director legal esto va en
serio a lo largo del día Julián se dio cuenta de que estaba más solo de lo que creía varios empleados ya no lo saludaban igual otros bajaban la mirada gabriela estaba ganando terreno tenía poder contactos y una cara perfecta para los negocios todo lo que ella decía parecía lógico y eso era lo más peligroso que su plan parecía legal por la tarde recibió una llamada anónima una voz le dijo algo clave gabriela está buscando a la niña quiere probar que vives con ella para acusarte de adopción ilegal ¿quién habla eso no importa solo cuídala y no confíes
en nadie julián colgó y se quedó en silencio sabía que ahora ya no se trataba solo de él valeria estaba en peligro si Gabriela lograba meterla en el escándalo podían quitarle la custodia a Teresa y lo peor podrían meter a la niña a un albergue del dif sin posibilidad de regreso no podía permitirlo marcó al hospital ¿cómo sigue Teresa estable pero muy débil respondió la doctora hoy no reaccionó mucho ¿puede recibir una visita más tarde solo una cortita julián fue a verla esa misma noche se sentó junto a la cama y le habló despacito teresa necesito que confíes en
mí gabriela está intentando meterse en nuestras vidas pero yo no la voy a dejar voy a proteger a Valeria como si fuera mía pero necesito que estés conmigo aunque sea un poquito solo para que los papeles estén en orden para que ella no la toque teresa abrió los ojos un segundo apenas murmuró algo pero Julián entendió lo suficiente confío en ti y con eso él supo que tenía que ir hasta el final no importaba el precio valeria se miraba en el espejo con el uniforme nuevo puesto tenía una blusa blanca bien planchada una falda azul y unos zapatos escolares que aún
olían a tienda se veía rara como si no supiera si era ella o alguien más julián la miraba desde la puerta con una sonrisa discreta ¿te ves bien le dijo sí preguntó ella insegura sí como una niña lista para empezar algo nuevo valeria bajó la mirada se acomodó el cuello de la blusa con los dedos y luego agarró su mochila clara la esperaba en la cocina con un licuado de plátano y una torta envuelta en servilleta ¿te la vas comiendo en el camino sí valeria asintió esa mañana Clara la acompañó a la escuela era un plantel pequeño con
rejas altas y paredes pintadas con dibujos de animales el director la recibió con amabilidad no preguntó mucho ya sabía de su situación la maestra de grupo una mujer morena de cara buena la llevó al salón de clases la presentó con los demás y le asignó un lugar junto a una niña de trenzas largas que le prestó de inmediato un lápiz valeria no dijo mucho ese primer día pero observó todo se aprendió los nombres de algunos compañeros guardó con cuidado su cuaderno nuevo y cuando llegó la hora del recreo se sentó en una banca
sola hasta que un niño se le acercó con una pelota y le preguntó si quería jugar ella aceptó con una sonrisa chiquita por primera vez en mucho tiempo parecía una niña normal mientras tanto Teresa seguía luchando desde su cama de hospital ya podía abrir los ojos un poco más mover los dedos e incluso hablar frases cortas julián la visitaba todas las tardes le contaba cómo estaba Valeria qué había comido si le había ido bien en la escuela a veces le llevaba dibujos que la niña hacía y Teresa los recibía
como si fueran obras de arte me da gusto saber que está viviendo su infancia” le dijo un día con voz débil está feliz pero la necesita a usted teresa cerró los ojos estoy luchando por ella juliana sentía sabía que Teresa quería vivir y que si seguía ahí era por esa niña que no se rendía por nada las semanas pasaron valeria se adaptó poco a poco a su nueva rutina se levantaba temprano desayunaba iba a la escuela regresaban a hacer la tarea veía a su mamá por la tarde y por la noche cenaba con Clara a veces con Julián si no tenía reuniones ya no cosía pero aún guardaba
sus hilos y su aguja en una cajita como un recuerdo de lo que fue una tarde mientras hacían la tarea juntas Clara le preguntó “¿Te gusta tu nueva escuela sí y tus compañeros también aunque uno me dijo que parecía que tenía mucho en que pensar ¿y tú qué le dijiste que sí clara sonríó ¿y en qué piensas tanto en que esto es bonito pero no sé cuánto va a durar clara se quedó callada entendía perfectamente esa sensación lo bonito cuando llega después de tanto dolor da miedo porque uno ya no confía uno se pregunta cuándo va a volver a romperse todo esa noche Valeria estaba sentada en
el sillón cuando llegó Julián traía una caja de cartón ¿qué es eso preguntó ella un regalo bueno varios son cosas que alguien te dejó valeria abrió la caja adentro había libros de cuentos una bufanda tejida una bolsita de dulces y una carta escrita a mano querida Valeria la vida a veces se pone difícil pero tú eres más fuerte de lo que crees nunca dejes de soñar porque todo esto que estás viviendo aunque parezca prestado también puede ser tuyo con cariño Leti era la señora Leti del edificio viejo había pasado a dejar la caja con doña Chela quien a su vez la había hecho llegar a
Julián valeria abrazó la caja con fuerza extraño a la señora Letti dijo ¿quieres que la visitemos sí pero no todavía quiero esperarme a que mi mamá esté bien quiero llevarla conmigo julián entendió valeria no quería volver al pasado si no era con su mamá de la mano todo parecía ir mejor pero no del todo julián seguía peleando en la empresa gabriela había logrado reunir a más socios a su favor había llamado a una junta para discutir su salida temporal estaban tratando de sacarlo de aislarlo de hacerlo ver como el malo por haber usado dinero sin permiso él
mientras tanto armaba su defensa tenía pruebas testigos documentos que mostraban que todo lo había pagado con su propio dinero pero eso no bastaba gabriela sabía mover influencias hacer que los números se vieran como ella quería una noche recibió un mensaje de su abogado gabriela está presionando al comité quiere una votación urgente tienes poco tiempo julián miró el Lunos celular en silencio luego miró a Valeria dormida en el sillón con un libro abierto sobre el pecho y entonces lo decidió no iba a perder esa batalla no
por orgullo no por venganza sino porque ya no se trataba solo de negocios se trataba de proteger lo que había construido de asegurar que esa niña pudiera seguir viviendo su vida nueva aunque fuera prestada aunque fuera temporal porque si Valeria podía soñar de nuevo entonces valía la pena pelear por todo era martes por la mañana cuando llegó el aviso el sobre estaba en el escritorio de Julián acompañado de una copia sellada la junta de socios se adelantaba no iba a ser dentro de dos semanas como estaba previsto sería en tres días y el punto central del orden del día era uno revisión de conducta
administrativa y solicitud de suspensión inmediata de funciones al socio Julián Castañeda lo habían llamado juicio pero no era en un tribunal ni con jueces era interno entre socios un juicio sin togas ni martillos pero consecuencias reales podían sacarlo del grupo congelar sus cuentas dentro de la empresa y hasta dejarlo fuera de decisiones clave todo por los movimientos que había hecho mientras ayudaba a Teresa y Valeria julián respiró hondo no dijo nada solo levantó el sobre lo guardó en el portafolio y salió sin avisar en elevador se le notaba el coraje pero no
lo demostraba estaba en otra frecuencia sabía que Gabriela lo estaba provocando y él no iba a caer tan fácil esa misma tarde se reunió con su abogado revisaron el informe las acusaciones eran claras mal uso de recursos decisiones sin autorización afectación a la imagen de la empresa todo maquillado para que pareciera más grave julián sabía que tenía cómo defenderse había facturas recibos personales hasta transferencias desde cuentas privadas pero el problema no era demostrar que no había robado el problema era convencer a
los socios de que lo que hizo fue correcto esto ya no es de papeles le dijo el abogado es político si Gabriela tiene la mayoría estás fuera y si les muestro la verdad la verdad la verdad no siempre gana Julián tienes que conectar con ellos hacerles ver que no eres el loco que dicen que eres que esto no es un capricho por una niña que tu decisión fue humana no impulsiva julián se quedó en silencio quiero un espacio para hablar en la junta no un simple descargo quiero que me escuchen como persona ¿estás seguro más que nunca el día llegó era
viernes desde temprano la oficina central del grupo estaba movida carros de lujo estacionados trajes planchados gente entrando y saliendo con carpetas bajo el brazo julián llegó solo sin escoltas sin asistentes llevaba un portafolio con documentos y un sobre cerrado con algo que no le había mostrado a nadie gabriela ya estaba adentro sentada a la cabeza de la mesa de conferencias llevaba un traje oscuro y el cabello recogido saludaba a todos con una sonrisa cortada sabía que estaba ganando buenos días a todos empezó el presidente del consejo vamos a iniciar con el punto
único de la reunión la revisión de conducta administrativa del socio Julián Castañeda tiene usted la palabra señorita Gabriela gabriela se levantó y fue directo al grano presentó un resumen de los documentos que había reunido proyectó una tabla de gastos habló con calma con un tono que sonaba justo pero frío “no se trata de cuestionar su moral” dijo “sino de proteger la estructura de esta empresa las decisiones personales por más nobles que sean no pueden estar por encima de los acuerdos del grupo.” Julián la escuchaba
con los brazos cruzados no la interrumpió sabía que tenía que dejarla terminar cuando le tocó hablar se levantó despacio miró a cada uno de los socios uno por uno muchos no lo miraban de regreso lo que Gabriela dice tiene lógica empezó pero la lógica no siempre es lo correcto sí usé mi dinero sí ayudé a una madre enferma y a una niña que estaba sola no me disculpo por eso lo volvería a hacer hubo un murmullo leve en la sala sé que esto no es una fundación pero a veces ayudar a una persona puede hacer que todo tenga sentido no me robé un peso
aquí están los comprobantes abrió el portafolio y empezó a pasar hojas una por una mostrando fechas montos cuentas personales todo documentado y si creen que estoy actuando solo por impulso les presento a Valeria sacó el sobre cerrado adentro había una carta escrita con crayones la proyectó en la pantalla gracias por no dejarme sola por darme un hogar por llevarme a ver a mi mamá cuando ella se cure quiero invitarla a usted a mi cumpleaños esta carta no es para convencerlos es para recordarles que allá afuera hay cosas que importan más que los porcentajes y si hoy deciden
sacarme de aquí por eso bien pero al menos sabré que hice lo correcto silencio gabriela respiraba lento no esperaba que él hablara así que no se defendiera sino que hablara desde el corazón uno de los socios pidió la palabra era un hombre mayor de voz grave mi hija tuvo cáncer hace 5 años yo no estuve me escondí en el trabajo y hasta hoy me arrepiento lo que usted hizo Julián no es común pero es valiente otro socio levantó la mano propongo que votemos pero con conciencia no por miedo a perder dinero se abrió la votación uno por uno en voz alta
a favor de que Julián se quede a favor en contra a favor a favor al final Julián ganó por un voto gabriela apretó la mandíbula pero no dijo nada se levantó recogió sus cosas y salió sin despedirse su plan había fallado por ahora Julián se quedó en su asiento sin moverse no sonríó solo cerró los ojos por un momento no por victoria por descanso afuera Clara lo esperaba con una llamada perdida julián contestó de inmediato todo bien la voz de Clara se escuchó con prisa tienes que venir es Teresa algo pasó y otra vez todo cambió julián salió corriendo de la oficina
directo al hospital el tráfico estaba horrible pero no pensaba esperar se metió por calles estrechas ignoró dos semáforos y casi se lleva un poste cuando llegó Clara lo esperaba en la entrada con cara seria ¿qué pasó teresa tuvo una crisis respiratoria estaba durmiendo cuando de pronto se puso muy agitada intentó hablar pero no podía los doctores ya la estabilizaron pero está más débil que nunca y Valeria está con ella no quiso salir del cuarto se quedó agarrada de su mano julián entró sin pensarlo dos veces teresa estaba conectada a más que antes su cara se
veía pálida casi sin color valeria estaba sentada a su lado con los ojos rojos y la boca apretada no lloraba ya no tenía lágrimas solo estaba ahí firme sosteniendo a su mamá ¿cómo va preguntó Julián con voz baja valeria no respondió solo lo miró y esa mirada lo dijo todo miedo cansancio frustración esa noche no hubo palabras nadie cenó nadie durmió julián se quedó en la sala de espera caminando de un lado a otro clara le llevaba café pero ni lo tocaba lo único que podía pensar era en lo injusto que era todo que después de tanto esfuerzo justo ahora cuando
Valeria por fin tenía un poco de paz la vida viniera a empujarla de nuevo al borde a las 5 de la mañana un médico salió del cuarto de Teresa le habló con calma pasó la noche pero está muy inestable necesitamos un tratamiento más agresivo no garantizamos nada pero podría darle más tiempo no hay más opciones hágalo dijo Julián sin dudar lo que cueste el doctor asintió volvió a entrar horas después cuando el sol ya estaba arriba Julián salió a tomar aire se sentó en una banca cerca de la entrada del hospital tenía los ojos hinchados estaba
agotado en eso alguien se sentó junto a él ni siquiera lo miró no pensé verte así dijo una voz conocida volteó era doña Chela ¿qué hace aquí la niña me mandó un mensaje desde el celular de Clara me dijo que su mamá estaba muy mal no pude quedarme en la casa julián la miró sorprendido no sabía que se hablaban ¿y cómo supo llegar soy vieja no tonta pregunté caminé aquí estoy julián sonrió por primera vez en días gracias no me agradezcas todavía dijo la señora sacando un USB de su bolso tengo algo que tal vez te sirva ¿qué es eso una grabación de Gabriela la noche que
vinieron a desalojar la escuché hablando por teléfono en las escaleras no me vio pero yo tenía mi grabadora prendida me gusta grabar los sonidos del edificio para cuando no puedo dormir lo sé suena raro pero grabé todo julián tomó el USB con cuidado ¿y qué dice dice cosas que te pueden ayudar habla de que falsificó papeles de que ya tenía comprados a algunos socios incluso se burla de ti dice que te va a hacer caer con pruebas o sin pruebas julián apretó el puño esto cambia todo no lo uses todavía espera el momento exacto si vas a derribarla hazlo
bien que no se pueda levantar ¿y por qué me ayuda porque nadie se mete con esa niña respondió la señora con voz firme nadie no después de todo lo que ha vivido y tú tú te la ganaste te ganaste el derecho a pelear por ella julián no sabía qué decir solo guardó el USB en su saco como si fuera oro ese mismo día fue a la oficina de su abogado tengo una grabación es de Gabriela no es legal del todo pero es clara habla de fraude de manipulación de cómo planeó todo ¿quién la grabó una vecina testigo directa entonces es útil
pero hay que usarla con cuidado si la sacamos ahora puede decir que está editada necesitamos algo más ¿qué alguien más que haya escuchado otro testigo alguien que confirme que estaba ahí y que la escuchó decir eso julián pensó un momento luego sacó su celular marcó doña Letti sí usted estaba esa noche en el edificio cuando llegó Gabriela sí estaba en mi cocina ¿por qué ¿escuchó algo sí algo de que ya todo estaba arreglado que ni el dueño podía salvarlas eso ayuda mucho esa tarde Julián y su abogado armaron todo declaraciones pruebas movimientos
bancarios limpios y ahora el testimonio de dos personas que no tenían nada que ganar una vecina chismosa y una costurera jubilada nadie las esperaría como aliadas pero a veces los giros más fuertes vienen de donde nadie los ve antes de que terminara el día Julián pasó por el hospital clara lo esperaba con una noticia buena teresa había reaccionado un poco al nuevo tratamiento no hablaba pero ya movía las manos ya no estaba sedada tenía los ojos abiertos y seguía con la mirada a Valeria cuando se acercaba
tu mamá está peleando con todo le dijo Julián a la niña y tú también así que yo no puedo quedarme atrás valeria asintió luego le preguntó en voz bajita “¿Y la señora mala todavía no se rinde pero ya no tiene tanto poder como cree y si regresa Julián le guiñó un ojo que regrese la estamos esperando esa mañana Julián despertó con un solo pensamiento en la cabeza hoy Gabriela va a caer no toda tal vez pero lo suficiente para que dejara de meter las manos donde no debía se puso una camisa sencilla nada de saco ni corbata no quería parecer empresario quería parecer humano como realmente se
sentía al llegar a la oficina el ambiente estaba tenso nadie hablaba mucho algunos lo saludaban por compromiso otros ni volteaban a verlo gabriela estaba en su cubículo tranquila como si nada sonriente llevaba un café en la mano y unos lentes nuevos cuando lo vio pasar apenas levantó la ceja buenos días Julián vamos a ver si siguen siéndolo respondió él sin mirarla el abogado ya lo esperaba en la sala de juntas llevaba una carpeta llena de papeles y una USB nueva también estaba doña Chela vestida de forma sencilla
pero con una actitud que imponía en cuanto Gabriela la vio entrar algo cambió en su cara por un segundo se le fue la sonrisa ella ¿qué hace aquí testigo dijo Julián tranquilo testigo de qué ya vas a ver los socios empezaron a llegar se acomodaron como siempre los de más antigüedad en la punta los nuevos al fondo y los de mejor me quedo callado en las orillas la reunión empezó formal como siempre con el presidente del grupo dando un resumen del día pero cuando tocó el turno de Julián todo cambió traje pruebas de que se intentó ejecutar un desalojo con documentación manipulada empezó también pruebas de que
se falsificó mi firma en autorizaciones internas gabriela se cruzó de brazos eso lo vas a decir sin pruebas julián sacó la USB aquí hay una grabación y aquí señaló a doña Chela hay alguien que estaba ahí cuando tú misma hablaste de cómo ibas a hacerme caer con pruebas o sin ellas eso no prueba nada puede estar editado dijo Gabriela el abogado de Julián tomó la palabra además de la grabación tenemos un segundo testimonio de una vecina que escuchó parte de la conversación y que está dispuesta a declarar si esto escala
el ambiente cambió algunos socios ya no miraban a Gabriela con la misma confianza otros empezaban a ojear papeles julián repartió copias de la carta donde ella solicitaba un poder parcial para manejar decisiones legales sin autorización y luego mostró él documento que usó para el desalojo de Valeria y Teresa este documento lleva mi firma pero yo nunca lo firmé eso no prueba que fui yo,” dijo Gabriela cada vez más tensa “entonces ¿quién fue?” “El ratón del archivo?” Hubo risas nerviosas el lee presidente del consejo
pidió silencio luego habló directo a Gabriela “¿puedes explicar por qué usaste documentos sin el visto bueno del consejo?” Gabriela guardó silencio unos segundos luego se acomodó el cabello y respiró hondo actué para proteger la empresa el señor Castañeda estaba tomando decisiones emocionales no profesionales alguien tenía que hacer algo si hubiera esperado su permiso nunca se habría hecho nada y por eso falsificaste firmas no admito eso pero tampoco lo niegas” respondió Julián el silencio se hizo largo el presidente pidió una pausa de 15 minutos todos salieron gabriela se
quedó sola doña Chela fue directo con Julián ya estuvo no sé dijo él puede que sí puede que no esta gente cuida más sus inversiones que la verdad y no se equivocó después del receso se tomó una decisión no la esperada pero sí una que marcó un cambio el Consejo ha decidido suspender a Gabriela de sus funciones durante tres meses mientras se investiga a fondo todo el material presentado no será removida aún pero pierde todo poder administrativo desde hoy gabriela apretó los dientes se levantó recogió sus cosas y sin decir una palabra se fue pero
antes de salir se acercó a Julián no ganaste solo la alargaste con eso basta le respondió él los socios empezaron a salir uno por uno algunos se acercaron a Julián a decirle que lo apoyaban otros solo le dieron una palmada en el hombro como diciendo “Te salvaste por ahora.
” Él no quería celebraciones solo quería regresar al hospital cuando llegó Valeria estaba sentada junto a la cama de Teresa le leía un cuento con voz bajita teresa ya podía escuchar pero aún no tenía fuerzas para hablar julián entró en silencio sin interrumpir cuando la niña terminó el cuento lo miró ¿y cómo te fue ganamos más o menos la corrieron la suspendieron no puede tocar nada por un buen rato valeria asintió no sonró pero se le notó el alivio ¿y tú estás bien Julián pensó un momento estoy cansado pero sí estoy bien valeria bajó la vista gracias por no rendirte él se sentó a su lado no dijo
nada más solo le apretó la mano esa noche todo fue tranquilo por primera vez en mucho tiempo no hubo sobresaltos no hubo llamadas urgentes ni abogados ni amenazas julián durmió en un sillón del hospital con la chaqueta como almohada clara se quedó en la casa con todo bajo control pero todos sabían que no era el final era una victoria parcial una pausa una bocanada de aire antes del siguiente round y lo que nadie esperaba era lo que venía después el hospital ya se había vuelto una rutina para Valeria entraba saludaba a Clara subía al cuarto se sentaba junto a la cama de su mamá y
se quedaba ahí por horas a veces le hablaba otras veces solo le sostenía la mano los doctores decían que Teresa estaba estable pero frágil muy frágil como si un solo cambio pudiera tirarlo todo unas tarde mientras estaba sentada en la salita del hospital dibujando en su cuaderno Valeria escuchó a dos enfermeros hablar no hablaban con mala intención pero no sabían que ella los estaba oyendo dicen que la señora del cuarto 307 tiene una opción más un tratamiento nuevo pero cuesta un dineral sí es experimental pero muy pocos lo pueden
pagar valeria dejó de dibujar miró hacia el pasillo se levantó en silencio y fue hasta donde estaba Clara ¿qué tratamiento ¿cuál corazón el que estaban diciendo es para mi mamá clara dudó pero no quiso mentirle sí es un nuevo protocolo que están probando tiene buenas posibilidades pero es costoso muy costoso y Julián lo sabe ¿no todavía no se lo han dicho quieren esperar a tener la evaluación completa valeria asintió despacio esa noche no durmió se quedó despierta mirando el techo del cuarto que compartía con Clara
pensaba pensaba sin parar hasta que se le ocurrió algo al día siguiente en vez de ir directo al hospital le pidió permiso a Clara para pasar por la papelería dijo que quería comprar cartulina para hacer una carta clara no sospechó nada la dejó ir pero Valeria no fue a la papelería fue a un cibercafé pidió una hora en la computadora el encargado apenas la miró estaba ocupado con su celular valeria se sentó buscó en Google cómo vender bordados y empezó a leer durante una semana en secreto empezó a hacer bordados sacó los hilos que había guardado en su caja y armó pequeñas piezas corazones
nombres frases como ánimo o todo va a estar bien en la escuela una compañera le ayudó a tomarle fotos con su celular valeria la subía a una página de Facebook que había creado con el nombre Sueños de Hilo publicaba en grupos de venta ofrecía envíos por paquetería pedía que le mandaran nombres por mensaje y ella los bordaba en servilletas pañuelos o pedazos de tela que después recortaba con tijeras viejas las entregas las hacía en la esquina donde pasaba un repartidor de paquetería al que le había pedido
ayuda no le dijo nada a Julián ni a Clara ni a su maestra nadie sabía lo que estaba haciendo cada peso que ganaba lo guardaba en una cajita que escondía debajo del colchón con papel y lápiz iba anotando todo lo que ganaba la meta era llegar a 10,000 pesos no sabía si con eso alcanzaba pero algo era algo ella quería aportar quería sentir que también podía salvar a su mamá pasaron dos semanas una tarde Julián entró a su cuarto para dejarle una mochila nueva la encontró dormida con una aguja en la mano y la
cabeza sobre la mesa al lado un pedazo de tela con el nombre Teresa bordado en hilo morado ¿qué está haciendo preguntó desconcertado clara que venía detrás abrió los ojos sorprendida no tenía idea valeria dijo Julián tocándole el hombro ¿qué es esto la niña despertó de golpe se le notó en la cara que no quería que la descubrieran intentó esconder la tela pero ya era tarde julián vio la caja con el dinero los apuntes los sobres listos para enviar ¿estás vendiendo esto valeria bajó la mirada sí ¿para qué para ayudar para el tratamiento de mi mamá
no quiero que se muera por falta de dinero julián se arrodilló frente a ella la tomó de los hombros eso no va a pasar no tienes que cargar con eso no es tu responsabilidad sí lo es dijo ella firme porque ella siempre hizo todo por mí ahora me toca a mí hacer algo por ella julián no supo qué decir por dentro se le rompió algo quería gritar pero no era contra ella era contra el mundo contra lo injusto de ver a una niña de 7 años sacrificando sus tardes sus juegos y su descanso por salvar a su mamá ¿cuánto has juntado
2800 respondió bajito ¿y cuánto necesitas no sé solo quiero ayudar aunque sea poquito julián cerró los ojos al día siguiente fue al hospital preguntó por el tratamiento y pidió los detalles costaba 45,000 pesos más exámenes previos él podía pagarlo claro pero decidió hacer algo distinto al volver a casa le dijo a Valeria “Voy a poner lo que falta pero tú vas a entregar el dinero que juntaste.
” Yo sí es tu esfuerzo es tu regalo y tu mamá merece saberlo al día siguiente con la caja en las manos Valeria entró al consultorio del doctor estaba nerviosa pero decidida esto es para el tratamiento de mi mamá dijo mientras dejaba la caja en el escritorio el doctor la miró con sorpresa julián que estaba detrás solo sonríó el resto lo pone él pero esto esto es lo más valioso esa tarde Valeria le contó a Teresa lo que había hecho teresa no podía hablar pero le apretó la mano con fuerza y lloró lloró en silencio de emoción de amor de orgullo porque su hija no solo era fuerte era un milagro
los doctores dieron el visto bueno al tratamiento experimental había que actuar rápido ya estaba todo en regla el dinero completo los permisos firmados pero aún había una decisión pendiente la más importante faltaba que Teresa dijera así estaba más despierta que en semanas pasadas podía mover las manos con más fuerza y articular algunas palabras aunque hablaba muy bajito julián entró al cuarto con los papeles en la mano valeria lo acompañaba con la cajita donde había guardado sus bordados clara se quedó en la puerta “teresa,” dijo Julián acercándose a la
cama “el tratamiento ya está disponible es riesgoso pero también es tu mejor opción si no lo hacemos ahora no sabemos si después se va a poder teresa miró a mí no me siento Valeria la niña le tomó la mano yo quiero que te mejores mamá pero si no quieres yo voy a estar bien solo dime qué quieres hacer hubo un silencio teresa respiró hondo se notaba que le dolía hasta mover la cabeza luego habló sí fue una palabra sencilla pero en esa palabra había esperanza miedo y coraje julián asintió llamó al doctor y firmaron todo la operación sería al día siguiente por
la mañana esa noche nadie durmió bien valeria se quedó en la sala del hospital abrazada a su mochila clara la arropó con una cobija y se quedó sentada junto a ella julián fue a casa a prepararse no iba a dejar sola a Valeria durante lo que viniera antes de acostarse abrió una caja de madera que tenía guardada desde hacía años sacó una hoja doblada en cuatro era el acta de propiedad de una de sus primeras casas una casa grande de esas que ya no usaba pero que tenía valor mucho valor pensó un momento luego tomó su celular y llamó a su agente de bienes
raíces “véndela” dijo “¿estás seguro?” “Sí hoy mismo.” “¿Por qué?” “Porque hay cosas que valen más.” Al día siguiente mientras amanecía la ambulancia trasladó a Teresa al quirófano valeria iba con ella de la mano no lloraba solo miraba al frente como si supiera que su mundo estaba a punto de cambiar para bien o para mal la operación duró horas julián y Valeria esperaban en la sala con el corazón en la garganta cada minuto pesaba como si fueran 10 clara traía café agua lo que hiciera falta pero nadie tocaba nada después de
casi 6 horas el doctor salió tenía cara de cansancio se quitó el gorro quirúrgico y los guantes julián se levantó de golpe valeria corrió a su lado está bien salió de la operación fue complicada hubo momentos delicados pero respondió bien ahora viene lo más difícil la recuperación pero sí está viva valeria se cubrió la boca con las manos luego se le soltaron las lágrimas julián se agachó a su nivel la abrazó fuerte “¿lo lograste?” le dijo lo logramos los días siguientes fueron de cuidados extremos teresa no podía hablar
todavía pero sus signos vitales mejoraban estaba débil pero viva y eso era lo único que importaba julián iba todos los días le llevaba jugos libros noticias de Valeria ella también iba después de la escuela a veces se quedaba dormida junto a la cama con la cabeza recargada en el colchón a veces solo se sentaba en silencio como si con estar cerca ayudara unainasim tarde mientras Clara lavaba los trastes en casa sonó el timbre era Gabriela sí Gabriela no traía traje ni carpeta solo un abrigo largo y un sobre
en la mano clara no quería dejarla pasar pero Valeria estaba ahí escuchó la voz reconoció el nombre y salió a la puerta ¿qué quiere Gabriela la miró seria hablar con Julián pero mientras llega quiero hablar contigo valeria se cruzó de brazos ¿para qué para contarte algo que tal vez te cambie la vida la niña no dijo nada solo la miró con esos ojos que ya habían visto más de lo que deberían yo conocí a tu mamá hace mucho tiempo dijo Gabriela sacando una foto vieja del sobre éramos adolescentes hermanas pero fuimos separadas desde
pequeñas ella fue adoptada por una familia yo terminé en otra parte la encontré muchos años después no le dije quién era solo me acerqué y ella me rechazó dijo que su vida ya era suficiente con Valeria valeria apretó los labios ¿y qué quiere decir con eso que tú no eres su hija biológica el silencio fue pesado clara que ya estaba más cerca soltó la esponja que tenía en la mano valeria no se movió ella te adoptó cuando tenías tres meses tu madre biológica te dejó en una clínica teresa llegó poco después
preguntó si podía ayudarte y nunca te soltó valeria bajó la mirada ¿y eso qué cambia Gabriela la miró sorprendida no te importa no porque ella es mi mamá me cuidó me enseñó a coser me abrazó cuando tuve miedo lo demás no me importa gabriela se quedó callada ¿y usted es mi tía sí ¿y por qué quiere hacer daño gabriela no supo que responder en ese momento llegó Julián vio a Gabriela y fue directo con ella ¿qué haces aquí ya no vine a pelear solo vine a decir la verdad ¿por qué ahora porque tal vez ya no me quede mucho más por hacer julián
la miró sin entender estoy enferma dijo Gabriela bajito no grave como Teresa pero sí me queda poco y no quiero irme con todo esto encima valeria entró a la casa cerró la puerta julián la vio por última vez entonces haz lo correcto antes de irte gabriela asintió se fue caminando despacio por primera vez no parecía fuerte parecía una persona común cansada sola y adentro de esa casa Valeria se preparaba para lo que vendría porque sabía que lo importante no era lo que acababan de descubrir lo importante era lo que venía
después teresa no tardó en enterarse de la visita de Gabriela fue Valeria quien le contó sin rodeos se sentó junto a su cama tomó su mano y le dijo todo lo de la foto lo de las hermanas separadas lo de la adopción teresa no se alteró solo escuchó en silencio con los ojos bien abiertos cuando Valeria terminó Teresa apretó su mano no con fuerza pero con claridad no importa cómo llegaste a mí susurró con la voz ronca llegaste y eso es lo único que importa valeria se inclinó y la abrazó con cuidado de no lastimarla ninguna de las dos lloró ya
no eran lágrimas lo que tenían eran años de aguantar de quererse sin condiciones esa noche Valeria se quedó dormida sentada junto a ella con la cabeza apoyada en su brazo al día siguiente Teresa amaneció más débil el tratamiento había frenado muchas cosas pero también le estaba cobrando factura su cuerpo resistía como podía pero se notaba que estaba al límite el doctor le explicó a Julián que era posible que aunque saliera de esa quedara con secuelas necesitaba reposo absoluto una recuperación larga pero todavía había esperanza julián pidió un
permiso especial para llevarla a casa por unos días no quería que sus últimos momentos si lo eran fueran en una habitación fría con olor a alcohol y máquinas el hospital lo autorizó bajo supervisión médica clara se encargó de armar todo camila oxígeno medicinas enfermera valeria ayudó a preparar la habitación cuando Teresa llegó la casa cambió de energía todo se volvió más suave más silencioso julián pasaba a verla cada tarde le contaba lo que pasaba en la empresa las últimas tonterías que había dicho algún socio o cosas simples como
que Clara había quemado las tortillas teresa se reía muy bajito pero se reía una noche Valeria estaba terminando un bordado en el sillón cuando Julián la llamó necesito contarte algo” le dijo ella se sentó a su lado ¿qué pasó julián sacó una caja pequeña la abrió adentro había una carta vieja amarillenta escrita a mano se la pasó a Valeria esto la encontré en unos documentos que Gabriela me dio antes de irse dijo que era tuya valeria la abrió despacio era una carta firmada por su madre biológica la que la había dejado en la clínica cuando tenía tres meses era
corta no puedo quedarme contigo no tengo cómo cuidarte pero espero que alguien lo haga mejor que yo no te llamas Valeria pero ese será tu nuevo nombre que alguien te dé el amor que yo no puedo darte perdón valeria se quedó mirando la hoja sin moverse ¿quieres saber quién fue ella negó con la cabeza no me hace falta ¿segura sí porque yo ya sé quién es mi mamá y ella está en ese cuarto julián sonrió te admiro mucho yo a ti también pasaron los días teresa mejoraba muy poco a poco a veces dormía mucho a veces
hablaba con Valeria durante horas le contaba historias de cuando la cargaba en las noches con fiebre de cuando lloró porque no tenía con qué comprarle zapatos de cuando pensó que iba a tener que dejarla en otro lugar pero nunca lo hizo una tarde ya con el sol bajando Teresa le pidió a Julián hablar a solas estaban en la sala valeria había salido con Clara a comprar fruta “gracias por todo lo que hiciste” dijo ella muy despacio “por lo que hiciste por mí pero sobre todo por Valeria no hay nada que agradecer.” “Sí lo hay tú apareciste
cuando nadie más fuiste el único que vio lo que nadie quería ver.” Y eso no se olvida julián bajo la mirada “voy a seguir aquí no me voy a ir lo sé.” Y por eso te quiero pedir algo dime si algo me pasa no dejes que Valeria se quede sola no quiero que pase por más dolor julián sintió un nudo en la garganta no contestó de inmediato ya lo decidí hace tiempo ella no va a estar sola nunca teresa le tomó la mano lo miró con esos ojos cansados pero llenos de paz te la encargo esa fue la última vez que hablaron esa noche Teresa se fue mientras dormía sin ruido sin dolor
simplemente dejó de respirar clara fue la primera en notarlo le avisó a Julián y él en silencio fue por Valeria la despertó con cuidado la llevó al cuarto la niña se acercó a su mamá le dio un beso en la frente y le dijo “Gracias.” No gritó no lloró solo se quedó ahí con la cabeza sobre su pecho como si todavía pudiera escuchar su corazón el funeral fue sencillo solo los que realmente importaban Julián Clara doña Chela Leti la señora del hospital que siempre les guardaba un lugar en la sala valeria no
quiso flores solo una carta doblada que metió en el bolsillo del vestido de su mamá todo va a estar bien mami ahora me toca cuidarte desde acá pasaron los meses gabriela desapareció nadie supo más de ella algunos decían que se fue al norte otros que estaba enferma julián nunca volvió a preguntar valeria siguió en la escuela julián le arregló los papeles para ser su tutor legal no fue fácil pero con lo que habían vivido no podía haber otro final un día mientras limpiaban el armario de Teresa Valeria encontró una caja con cosas guardadas dibujos
servilletas bordadas la primer carta que le escribió a su mamá en la primaria y abajo de todo eso un sobre cerrado tenía su nombre lo abrió adentro una hoja escrita con la letra de Teresa valeria nunca fuiste mi hija de sangre pero fuiste mi amor más grande gracias por salvarme si estás leyendo esto es porque ya no estoy pero no tengas miedo la vida sigue y tú mi niña sabes cómo pelear porque lo aprendiste sola yo solo estuve para abrazarte después de cada guerra ahora te toca a ti volar y a él cuidarte como yo lo haría no
dejes que te apaguen nunca valeria dobló la carta con posniose cuidado luego salió al patio julián estaba podando unas plantas ella lo miró y le dijo “¿Me enseñas a manejar?” Julián la miró confundido “¿manejar qué?” La vida y los dos se rieron porque sí porque después de todo seguían ahí vivos juntos y eso era suficiente
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