El incidente ocurrió a principios de la década de 1990, en medio del auge internacional de Nelson Ned, el icónico cantante brasileño apodado “el pequeño gigante de la canción”. Durante años, lo único que se supo públicamente fue una breve declaración: “Fue un accidente”. Sin embargo, ahora, más de tres décadas después, la protagonista de aquel suceso —Maria Aparecida, exesposa del artista— ha decidido hablar por primera vez y contar lo que realmente sucedió aquella noche que casi le costó la vida.

Una herida que no fue solo física

En el momento del incidente, Nelson Ned se encontraba en la cúspide de su carrera. Sin embargo, según el testimonio reciente de Maria Aparecida en una entrevista exclusiva para un canal de televisión brasileño, la vida con el cantante distaba mucho de ser idílica. “Yo creía que podía cambiarlo. Pero vivir con Nelson nunca fue fácil”, confesó con voz pausada. “Y aquella noche cambió todo para siempre.”

Según relató, el arma de fuego —una pistola calibre .22 que Nelson solía portar por ‘seguridad personal’— cayó accidentalmente de su bolsillo mientras él se encontraba en estado de embriaguez. La bala impactó en su cadera, provocando una lesión de tejidos blandos que requirió atención hospitalaria urgente. Aunque en su momento declaró ante la policía que se trató de un accidente, su silencio fue interpretado de múltiples maneras por la opinión pública.

¿Por qué calló durante tanto tiempo?

Cuando se le preguntó por qué guardó silencio durante tantos años, Maria fue clara: “Por la imagen de él, por mis hijos y porque yo misma tenía miedo de ser lastimada aún más.” Relató que su familia política ejerció presión para que no hiciera declaraciones públicas, mientras que Nelson mantenía una imagen serena ante los medios, muy distinta a su comportamiento en el hogar.

Aparecida también mencionó que, con el tiempo, comprendió que su exesposo podría haber padecido un trastorno bipolar no diagnosticado: “Sus cambios de humor eran extremos. Pasaba de la euforia absoluta al silencio total, y yo no sabía cómo manejarlo.”

Consecuencias prolongadas: separación definitiva y el inicio del aislamiento

Después del incidente, la pareja convivió por un corto tiempo “por los hijos”, pero la distancia emocional se volvió insalvable. “Ya no veía al hombre del que me enamoré. Solo quedaba una sombra adicta, impredecible y ausente.”

Eventualmente, Maria decidió abandonar el hogar junto con sus hijos. Nelson Ned vivió sus últimos años en soledad, y nunca se produjo una reconciliación entre ambos. Ella evitó cualquier aparición pública hasta la muerte del cantante en 2014. “Quería que se fuera en paz,” explicó.

Reacciones divididas

Las declaraciones de Maria Aparecida han generado opiniones encontradas en Brasil. Algunos críticos cuestionan el momento elegido para hablar, mientras que otros valoran su valentía por compartir una experiencia tan delicada.

Una de las hijas de Nelson Ned, consultada por la prensa, emitió un escueto comunicado: “Respetamos la memoria de nuestro padre y no comentaremos sobre asuntos personales del pasado.”

El testimonio de Maria Aparecida no solo arroja nueva luz sobre un episodio que durante años fue etiquetado como “accidental”, sino que revela una faceta desconocida de Nelson Ned: la del hombre complejo, atormentado y frágil que coexistía con el ídolo musical.

Más allá del impacto mediático, sus palabras constituyen una reflexión profunda sobre la fragilidad humana, el precio del silencio y la necesidad de escuchar a quienes alguna vez fueron obligados a callar.