Detrás del brillo del escenario y las canciones que hicieron vibrar a toda América Latina, Lupe Esparza —la voz legendaria del grupo Bronco— ha elegido vivir alejado del bullicio en un rancho privado, lleno de lujos, excentricidades y una fuerte carga sentimental. Las imágenes poco comunes de este lugar han despertado una pregunta inevitable: ¿Qué ocurre realmente en “El Relincho”?

Un mundo distinto más allá del espectáculo

Cuando se menciona a Lupe Esparza, muchos evocan la imagen del artista sobre el escenario, animando multitudes con éxitos como “Sergio el bailador” o “Que no quede huella”. Pero en una faceta mucho más íntima, Esparza ha construido un universo personal alejado de los reflectores: un rancho llamado “El Relincho”, ubicado en el estado de Nuevo León, México.

Este lugar no es simplemente una casa de descanso, sino un espacio multifuncional que combina rancho, zona de esparcimiento, área de grabación y hasta una suerte de museo personal. En una aparición poco frecuente en el programa de televisión Mimí contigo y en el canal de YouTube Marraneo Time, Esparza permitió al público un breve vistazo a su refugio.

Lujo, originalidad y una firma inconfundible

La residencia de Lupe Esparza impresiona por su fusión entre lo tradicional y lo moderno. Dentro del terreno amplio, se encuentra un área ecuestre perfectamente equipada, con pista de entrenamiento, zona de cepillado, fuentes y establos diseñados al detalle para sus adorados caballos.
En el interior de la casa, el rincón más llamativo es sin duda el salón recreativo estilo “saloon” del viejo oeste, con mesa de billar, televisión incrustada en una columna y seis sillas diseñadas como si fuesen monturas de cuero auténticas. Este es el lugar favorito de Esparza para recibir amigos y grabar su programa de cocina junto a sus hijos.Aunque él mismo lo llama “rancho”, el artista confiesa que en realidad se trata de su hogar ideal: un sitio donde puede ser él mismo, alejado del ruido y las exigencias del mundo del espectáculo.

Lo que pocos saben

“El Relincho” es también una cápsula del tiempo. Según René Esparza, uno de los hijos del cantante, cada objeto y cada espacio tienen un significado emocional. Hay cuadros pintados por fans, sombreros que usó en sus giras más memorables, e incluso recuerdos personales del auge de Bronco que se exponen con orgullo.

Pese al interés mediático, Lupe nunca ha revelado el valor económico de su rancho. Algunos medios mexicanos han especulado que la propiedad podría estar valorada en varios millones de pesos, pero el cantante siempre ha mantenido total discreción al respecto.

Espacio para la música y el legado familiar

“El Relincho” no solo es un refugio, sino también una escuela de vida. Sus hijos —especialmente José Adán y René— se han convertido en pilares del nuevo Bronco, participando en ensayos, grabaciones y proyectos audiovisuales grabados dentro del rancho. El programa Marraneo Time, filmado íntegramente allí, ha ganado notoriedad en redes por su fusión entre música, cocina regional y valores familiares.

A sus 70 años, Lupe Esparza sigue escribiendo historia no solo sobre el escenario, sino también en la intimidad de un espacio que él mismo ha moldeado con dedicación y alma. “El Relincho” no es solo una propiedad rural: es un símbolo de superación, de raíces y de amor por lo auténtico.

Y quizás, lo que hace único a este lugar no son sus lujos, sino cómo cada rincón narra —en silencio— la historia de un hombre que, pese a la fama, eligió seguir viviendo con los pies en la tierra y el corazón en la música.