Todo comenzó con un simple acto de bondad una joven común que trabajaba duro para sobrevivir vio a un anciano sintiéndose mal y corrió a ayudarlo sin imaginar quién era lo que ella no sabía era que ese señor en realidad era Lupita se levantó desde temprano como todos los días se puso su uniforme blanco bien planchadito y se amarró el cabello con una liguita negra salió de su casa con una mochila pequeña y una sonrisa cansada tenía 21 años estudiaba medicina en una escuela pública en las noches y trabajaba como empleada de limpieza en el hotel
realía no era fácil pero ya estaba acostumbrada en la micro iba viendo por la ventana con los audífonos puestos imaginando que algún día ella también podría descansar como la gente que se hospedaba en ese lugar el hotel real era uno de los más caros de la ciudad tenía esas paredes brillosas que parecían de revista y todo olía a flores y desinfectante caro lupita ya conocía cada rincón cada habitación cada pasillo a veces los huéspedes la trataban bien otras veces ni la volteaban a ver ella hacía su chamba
rápido y sin meterse con nadie pero esa tarde todo cambió ya era casi la 1 lupita estaba en el piso nueve limpiando el baño de una suite que acababan de desocupar iba escuchando cumbia abajito en el celular cuando escuchó un ruido seco afuera como si algo pesado hubiera caído se quitó los guantes de látex y salió rápido al pasillo al voltear la esquina lo vio un señor mayor tirado en el piso boca arriba con la camisa medio abierta y la cara muy pálida no respiraba bien lupita no lo pensó dos veces se le fue el alma al estómago pero su cuerpo reaccionó como si supiera qué
hacer se agachó junto al hombre revisó su pulso estaba débil casi no se sentía le tocó el pecho el corazón latía mal irregular le gritó a una compañera que saliera a pedir ayuda mientras ella comenzaba a darle reanimación le puso las manos sobre el pecho y empezó a hacer compresiones con fuerza contó en su cabeza como le habían enseñado en clase uno dos tres cuatro cco y así hasta 30 luego le dio respiración boca a boca en eso a unos metros un joven que acababa de salir del elevador se detuvo en seco era Mauricio
venía del gimnasio del hotel llevaba una toalla colgada en el hombro y una botella de agua en la mano se quedó mirando la escena sin moverse no por miedo sino por el impacto esa chica con su uniforme sencillo le estaba salvando la vida a un hombre que no conocía y lo hacía con tanta determinación que parecía que el mundo entero se había detenido alrededor de ella lupita seguía presionando el pecho del señor la cara se le había puesto roja del esfuerzo y el sudor ya le escurría por la frente una supervisora del hotel apareció con cara de espanto y preguntó
qué pasaba lupita ni la peló solo dijo que ya habían llamado a una ambulancia y que necesitaban un desfibrilador nadie se movía nadie sabía cómo actuar lupita sí mauricio dejó su botella en el suelo y se acercó sin decir nada no quiso interrumpir solo se quedó ahí viendo cada movimiento cada segundo de tensión el corazón del hombre reaccionó levemente y cuando llegaron los paramédicos Lupita ya había logrado que respirara con más regularidad se lo llevaron en camilla todavía inconsciente pero estable una enfermera de la ambulancia se acercó a Lupita y le preguntó si era doctora ella contestó
que no que era estudiante de medicina le sonrió y le dio las gracias la gente del hotel seguía paralizada sin saber cómo tomar lo que acababan de ver nadie la felicitó nadie le dio un abrazo la supervisora le dijo que volviera a su trabajo y que luego harían un reporte lupita asintió agarró sus guantes y regresó a la habitación que estaba limpiando como si nada pero no era como si nada desde una esquina del pasillo Mauricio no dejaba de mirarla tenía el corazón acelerado no solo por lo que acababa de ver sino por cómo lo había sentido esa joven acababa de hacer algo
grande sin esperar nada a cambio no sabía cómo se llamaba ni de dónde era pero algo dentro de él ya le estaba pidiendo que no la dejara pasar de largo mauricio no dijo nada en ese momento no se presentó solo se fue caminando hacia el elevador con la cabeza llena de preguntas y el pecho apretado cuando llegó a su suite en el piso 15 encontró su celular lleno de llamadas perdidas todas eran del hospital su papá había sufrido un infarto y estaba internado lo que él no sabía todavía era que ese hombre que su papá
era el mismo al que había visto tirado en el pasillo el mismo al que esa chica acababa de salvar mientras tanto Lupita se lavaba las manos en el lavabo del baño respirando hondo temblando un poco por todo lo que acababa de pasar se vio en el espejo y no supo si reír o llorar sacó su celular se puso los audífonos otra vez y regresó a pasar el trapeador porque aunque acabara de salvarle la vida a un hombre todavía tenía que terminar su turno el corazón de don Ernesto volvió a latir gracias a esa joven que nadie
conocía lo habían llevado al hospital privado más caro de la ciudad directo a terapia intensiva ahí lo conectaron a todos los aparatos que encontraron lo estabilizaron lo entubaron y empezaron los estudios a las pocas horas el médico de guardia salió a buscar a la familia mauricio llegó de inmediato con el rostro pálido y la camisa todavía húmeda de sudor cuando entró a la sala de espera su madrastra la señora Gabriela ya estaba sentada llorando y con un rosario en las manos nunca rezaba pero ese día
no paraba de mover los dedos mauricio no dijo mucho solo se acercó al doctor para saber si su papá iba a vivir el doctor le explicó que sí que por poco y no la contaba pero que alguien le había dado primeros auxilios justo a tiempo mauricio tragó saliva no dijo nada no mencionó que había estado ahí que había visto todo ni siquiera sabía cómo poner en palabras lo que sentía todavía tenía grabada la imagen de la muchacha tan segura tan decidida presionando el pecho del viejo mientras los demás no hacían nada una
empleada de limpieza una desconocida pero con más valor que todos los que conocía don Ernesto pasó dos días dormido la familia se turnaba para estar con él gabriela llevaba termos con café galletas revistas mauricio solo se sentaba a mirarlo no era una relación fácil siempre había sido un hombre duro serio exigente aunque lo quería no podía evitar pensar que lo conocía poco entre los dos casi nunca hablaban de cosas importantes y ahora que lo veía ahí tan frágil conectado a tubos sintió una mezcla rara
de miedo y culpa el tercer día don Ernesto abrió los ojos la primera persona que vio fue su hijo mauricio se paró de golpe lo llamó lo saludó le dijo que estaba bien el viejo no podía hablar aún pero movió la cabeza despacio poco a poco fue recuperando la conciencia los médicos dijeron que todo había salido bien que el daño no había sido tan grave porque alguien había intervenido justo a tiempo cuando Mauricio le contó eso a su papá este trató de recordar pero no pudo solo dijo que de repente sintió un dolor muy fuerte en el pecho que quiso pedir ayuda y que luego ya no supo nada ni
siquiera se acordaba de que estaba en el hotel Punes anoche cuando Mauricio salió del hospital no se fue directo a su departamento tomó su coche y manejó de regreso al hotel real se estacionó entró por la puerta principal y fue directo al mostrador preguntó con quién podía hablar sobre el incidente que había ocurrido días antes en el noveno piso lo mandaron con el gerente un señor gordito que al principio no quiso dar mucha información pero que terminó soltando lo que sabía cuando Mauricio mencionó su apellido le dijeron que había sido una empleada del área de limpieza pero que
no tenían su nombre completo a la mano que había actuado muy bien que incluso la estaban considerando para un reconocimiento interno mauricio insistió en saber más le dieron el nombre Guadalupe Ramos dijo que quería hablar con ella le dijeron que no estaba en ese momento que trabajaba por las mañanas así que decidió regresar al día siguiente esa noche casi no durmió tenía en la cabeza la imagen de la muchacha había algo en ella que no podía sacarse de encima no solo era lo que había hecho era cómo lo había hecho con seguridad sin esperar nada sin miedo no la
conocía pero ya la admiraba y también aunque no lo quería admitir le gustaba a la mañana siguiente se arregló como si fuera a una junta importante se puso una camisa clara jeans y sus mejores zapatos casuales llegó al hotel antes de las 8 esperó en el restaurante tomándose un café tras otro con los ojos bien atentos a las 8:30 la vio entrar llevaba el mismo uniforme blanco con una mochila pequeña colgada al hombro saludó al portero con una sonrisa y se fue directo al área de empleados mauricio no se animó a
seguirla esperó hora y luego fue con el gerente otra vez le pidió que le avisara a Lupita que alguien quería hablar con ella el gerente mandó a un botones pasaron 10 minutos después Lupita llegó al lobby sin saber a quién iba a ver caminaba con paso firme aunque se le notaba el cansancio en la cara mauricio se levantó en cuanto la vio ella lo reconoció aunque no sabía su nombre lo había visto en el pasillo después del infarto parado ahí con cara de espanto pensó que era un huésped cualquiera mauricio le sonrió y se acercó “hola ¿te acuerdas de mí?”
preguntó lupita lo miró con curiosidad sí creo que sí ¿estabas ahí no el día del señor que se desmayó él asintió se presentó como Mauricio Aguilar y le agradeció por lo que había hecho le dijo que el hombre al que salvó era su papá lupita se sorprendió no lo dijo pero se notó en su cara bajó la mirada un momento como si intentara recordar todos los detalles solo hice lo que tenía que hacer dijo medio incómoda no esperaba que alguien viniera a buscarla por eso mauricio le preguntó si podían tomar un café ella dudó pero aceptó se sentaron en una de las mesas del
restaurante del hotel él le pidió lo que quisiera ella pidió un té de manzanilla mientras tanto él le hizo preguntas que si estudiaba que cuántos años tenía que cómo había aprendido a hacer lo que hizo lupita le contó que estudiaba medicina en la noche que le faltaban dos años que trabajaba ahí para ayudar en su casa mauricio escuchaba sin interrumpir había algo en su forma de hablar directa y sencilla que le encantaba cuando terminaron él le pidió su número ella dudó no estaba acostumbrada a que un cliente quisiera seguir en contacto pero algo en
él le daba confianza se lo dio sin más luego se despidieron y cada uno siguió con su día pero ese encuentro aunque rápido cambió algo en los dos mauricio no podía dejar de pensar en ella no sabía por qué pero le daba vueltas y vueltas al asunto se quedaba mirando el celular esperando que llegara un mensaje aunque ella ni siquiera era de mandar mensajes ya lo había notado lupita era de esas personas que vivían en el presente que no se andaban con rodeos que hablaban poco pero hacían mucho desde que se despidieron en el restaurante del hotel algo en él cambió
no era como esos otros romances rápidos que a veces tenía donde todo empezaba y terminaba en un fin de semana con Lupita no se trataba solo de atracción era algo más ya habían pasado tres días desde que hablaron mauricio seguía visitando a su papá en el hospital y seguía con sus pendientes del trabajo pero en cada rato libre regresaba a mirar su número de WhatsApp esperando que ella le escribiera algo y nada así que un día decidió hacer algo distinto llamó a uno de sus amigos Óscar que trabajaba con él en la empresa y le
pidió un favor oye necesito que me ayudes a encontrar información de una chava no no es por chisme es algo serio Óscar que ya conocía bien a Mauricio y sabía que cuando hablaba así era porque estaba metido hasta el cuello se rió y aceptó le pidió el nombre completo Guadalupe Ramos mauricio no tenía mucho más solo que trabajaba en el hotel real estudiaba medicina y vivía en una colonia cerca del centro con eso empezaron a buscar a las pocas horas Óscar le mandó un mensaje con un archivo en PDF habían encontrado la ficha escolar de una
estudiante de medicina con ese nombre escuela pública turno nocturno buen promedio becada mauricio abrió el archivo como si estuviera leyendo un documento ultraconfidencial vio su foto una de esas que se toman de mala gana para el sistema con cara seria el cabello recogido y fondo azul aún así le pareció la persona más interesante del mundo se quedó un rato viendo esa foto luego buscó más encontró su perfil de Facebook casi no subía nada dos o tres fotos familiares una con una amiga en una plaza otra en el camión nada más no era de las que andaban exhibiendo su
vida en Twitter no tenía cuenta en Instagram sí pero la tenía privada pidió seguirla sin muchas esperanzas esa misma noche Mauricio fue a cenar a casa de su papá don Ernesto ya estaba en recuperación con menos tubos y más ganas de hablar gabriela la esposa de don Ernesto lo atendía como si fuera de porcelana le cortaba la carne le ponía el cojín detrás de la espalda le ofrecía gelatina a Ma cada rato mauricio estaba sentado frente a ellos comiendo en silencio hasta que su papá sacó el tema tú estabas ahí ¿verdad cuando me pasó lo del corazón
sí respondió Mauricio bajando el tenedor y la que me ayudó ¿quién fue mauricio se quedó callado pensó por un momento si debía decirle luego lo hizo una muchacha que trabaja en el hotel es empleada de limpieza pero también estudia medicina ¿y cómo se llama guadalupe guadalupe Ramos don Ernesto se quedó en silencio unos segundos luego asintió deberíamos agradecerle yo ni me acuerdo de su cara pero si no fuera por ella estaría muerto gabriela se revolvió un poco en su silla puso cara de y esa ¿quién es pero no dijo nada a ella no le gustaban las personas que no fueran de su nivel
ya había dejado claro en otras ocasiones que le molestaba cuando Mauricio hablaba con empleados como si fueran iguales mauricio se fue de ahí con la cabeza hecha un lío por un lado tenía una idea clara quería conocer mejor a Lupita pero por otro sabía que su familia no iba a tomar bien ese interés gabriela ya estaba empezando a sospechar y cuando eso pasaba empezaban los chismes las preguntas incómodas las metidas de mano donde nadie las llamaba esa misma semana Mauricio volvió al hotel con la excusa de una reunión de negocios en uno de los salones en realidad solo quería verla otra vez
caminó por el lobby tomó un café fingió que hacía llamadas a media mañana la vio cruzar por un pasillo con su carrito de limpieza le hizo una seña ella se acercó con una sonrisa chiquita “hola” dijo ella “hola” respondió él medio nervioso “¿todo bien?” preguntó Lupita mientras se acomodaba el cabello detrás de la oreja “sí solo quería verte otra vez.
” Ella bajó la mirada pero no se alejó le dijo que estaba en su turno que no podía quedarse mucho pero que si quería podían hablar en su hora de comida mauricio aceptó de inmediato se vieron en la cafetería del personal un espacio pequeño con mesas de plástico y un microondas viejo ella comía arroz con huevo en un túper él solo tomó agua hablaron más ahora con más confianza lupita le contó que vivía con su mamá y su hermana menor que su papá se había ido desde que era niña que siempre había querido ser doctora aunque a veces se cansaba tanto que pensaba en dejar todo mauricio escuchaba todo como si fuera un cuento no porque su historia fuera triste sino porque era real tan real que
dolía le contó que él también había tenido momentos difíciles aunque no se comparaban no le dijo que era rico ni que su papá era dueño de varias empresas no quiso arruinar lo que estaban construyendo con etiquetas cuando se despidieron Lupita le agradeció por buscarla le dijo que no estaba acostumbrada a eso que nadie se fijaba en ella más allá de su uniforme mauricio le respondió que para él no era una empleada más era la mujer que le había salvado la vida a su papá y que quería seguir conociéndola esa tarde mientras barría
un pasillo del octavo piso Lupita pensaba en él en su forma de mirarla de escucharla de hablarle sin pena y aunque no quería hacerse ilusiones sintió algo diferente en el pecho algo parecido a Esperanza mauricio llegó al hotel real como si fuera un cliente más se bajó de su coche con calma llevaba una maleta pequeña y una chamarra ligera hacía calor pero él ya había planeado todo se acercó al mostrador de recepción con esa cara de hombre ocupado que sabe lo que quiere reservó una suite por tr días pagó en efectivo y pidió que no lo
molestaran mucho que venía a descansar y a desconectarse claro que eso era mentira no venía a descansar venía a buscar a Lupita sin levantar sospechas quería conocerla de verdad saber cómo era en su día a día sin filtros ni historias rápidas pero sabía que si ella descubría quién era él en realidad todo podía cambiar y él no quería perder eso que recién empezaba subió al piso 15 y dejó su maleta en la cama la habitación tenía todo minibar televisión gigante ventana con vista a la ciudad pero él ni la miró se asomó por la mirilla de la puerta como si
estuviera esperando algo luego se sentó y empezó a pensar en qué momento salir a recorrer el hotel buscando con disimulo a la media hora bajó al lobby caminó lento hacia el área común luego al restaurante luego se fue a los pasillos del noveno piso donde sabía que Lupita a veces trabajaba y ahí estaba de espaldas con el carrito de limpieza sacando bolsas de basura de un cuarto llevaba los audífonos puestos y movía la cabeza al ritmo de la música a Mauricio se le escapó una sonrisa no se acercó todavía la observó desde
lejos no como un acosador sino como alguien que realmente quería entender qué tenía esa chica que le había dado vuelta a la cabeza no era solo bonita era diferente era fuerte decidida y al mismo tiempo tan normal tan real que eso era lo que más lo atraía esa mañana no hablaron mauricio se fue a sentar a la cafetería del hotel pidió un jugo abrió su laptop y fingió que trabajaba de vez en cuando levantaba la mirada esperando verla pasar ella no pasó así que decidió salir a caminar por los alrededores estirar las
piernas y aclarar la mente no quería parecer un loco tenía que hacerlo bien por la tarde regresó a su habitación se metió a bañar se cambió y bajó de nuevo esta vez con otro plan fue al restaurante del hotel y pidió una mesa en la terraza sabía que Lupita salía a comer a eso de minis las 2:30 así que tenía tiempo para esperar pidió lo más barato del menú un plato de pasta que no se terminó cuando ella salió al jardín trasero del hotel donde los empleados a veces iban a sentarse un rato él ya estaba ahí “hola otra vez” le dijo con la misma sonrisa
sincera del otro día lupita se sorprendió no lo había visto llegar se quitó un audífono y se acercó con desconfianza “¿tú qué haces aquí?” Pensé que habías venido por trabajo pero ya te vi varios días seguidos mauricio fingió sorpresa ¿y tú me andas espiando o qué preguntó bromeando ella sonrió pero no se rió no soy tonta respondió algo raro traes no entiendo por qué alguien como tú estaría tan interesado en alguien como yo mauricio bajó la mirada un segundo luego la volvió a ver directo a los ojos porque me caes bien porque lo que
hiciste por mi papá no cualquiera lo hace y porque desde que te vi no he podido sacarte de la cabeza lupita se quedó callada no era fácil para ella confiar y menos en tipos como él con relojes caros y palabras dulces pero había algo en sus ojos que no se veía falso igual no pensaba abrirle la puerta tan rápido ¿y qué ahora te vas a quedar aquí todos los días solo para verme pasar trapeador en mano mauricio se rió si es necesario sí ya reservé hasta el viernes lupita negó con la cabeza entre divertida y
molesta no sabía si él hablaba en serio o solo estaba jugando con ella así que decidió no darle más vueltas y se despidió con una frase seca pues suerte con tu reservación yo tengo que volver a trabajar y se fue mauricio se quedó sentado viendo cómo se alejaba no se enojó no se desanimó al contrario le gustaba que ella no fuera fácil que no se dejara impresionar por sus palabras porque eso la hacía todavía más interesante esa noche Mauricio cenó solo en su habitación abrió su laptop otra vez y se puso a revisar unos reportes de su empresa pero su mente no estaba ahí
solo pensaba en Lupita en cómo se le veía el cabello suelto en la forma en que lo miraba como si le leyera la mente y por primera vez en mucho tiempo se dio cuenta de que lo que quería un romance rápido ni una historia corta quería quedarse mientras tanto Lupita llegó a su casa y se sentó a cenar con su mamá y su hermana no dijo mucho solo comió en silencio pero su mente también estaba lejos pensando en ese cliente raro que ahora resultaba que se quedaba en el hotel como si no tuviera nada mejor que hacer y por primera vez en meses se fue a dormir con la cabeza llena de
preguntas el viernes llegó más rápido de lo que Mauricio esperaba su reserva en el hotel estaba por terminar pero él no pensaba irse todavía algo dentro de él le decía que tenía que quedarse un poco más ese día desde temprano se arregló con más cuidado no por vanidad sino porque sabía que era probable cruzarse con Lupita y no quería verse todo fodongo se puso una camisa clara sin arrugas y unos jeans limpios se echó gel en el pelo se vio al espejo se rió de sí mismo y bajó al lobby ella no estaba a esa hora así que salió a caminar
compró un café en una tiendita cercana y se sentó en una banca a pensar en su celular tenía mensajes sin contestar llamadas perdidas pendientes del trabajo pero los ignoró nada le importaba más que encontrar una forma de acercarse a Lupita sin forzarla sabía que si apretaba de más la iba a perder pero también sentía que si no hacía algo ya ella se le iba a escapar como agua entre los dedos regresó al hotel a las 11 caminó por los pasillos como quien no busca nada aunque por dentro tenía un torbellino de ideas subió al piso nueve despacio por las
escaleras como si eso le diera tiempo de pensar mejor cuando llegó se asomó con cuidado por la esquina y ahí estaba lupita salía de una habitación con el cabello recogido y cara de cansancio llevaba una cubeta en una mano y un trapo en la otra no lo había visto todavía mauricio respiró hondo y se acercó ¿me vas a seguir espiando toda la vida o ya me vas a invitar un café ella volteó rápido sorprendida no esperaba verlo ahí se le escapó una sonrisa pero trató de disimular ¿tú qué haces aquí otra vez no
que ya te ibas hoy todavía no cambié mi reserva me gusta este lugar y tú también lupita rodó los ojos pero no se fue lo miró directo como tratando de adivinar si hablaba en serio ¿siempre hablas así preguntó no solo cuando alguien me pone nervioso ella ríó esta vez sin esconderse era una risa suave sincera como de esas que no se oyen mucho luego bajó la mirada y se recargó en el marco de la puerta está bien salgo a comer en media hora si sigues aquí te invito un lonche de huevo con salchicha pero solo si te
aguantas que no hay servilletas ni aire acondicionado trato hecho dijo Mauricio media hora después estaban sentados en una banca del estacionamiento trasero donde los empleados a veces se sentaban a tomar aire lupita había sacado dos lonches de su mochila envueltos en servilletas de papel de cocina mauricio lo recibió como si fuera un platillo gourmet se sentaron comieron hablaron esta vez la conversación fluyó más fácil nada de y a qué te dedicas o tienes hermanos ahora hablaron de cosas más personales lupita le contó que su hermana menor se llamaba Majo que tenía
13 años y que era bien lista pero medio rebelde que su mamá trabajaba en un mercado vendiendo frutas y que ella era la que pagaba la renta con lo poco que ganaba en el hotel también le dijo que a veces pensaba que no iba a poder terminar la carrera que todo era muy caro que las desveladas la estaban matando mauricio solo escuchaba no interrumpía no opinaba solo quería entenderla ¿y tú de verdad vienes seguido a este hotel preguntó ella de pronto con la mirada fija en él más de lo que debería contestó Mauricio sin
saber si era momento de decirle la verdad no me cuadra dijo ella te ves como alguien que tiene dinero no eres como los demás huéspedes no sé hay algo en ti raro como que estás escondiendo algo mauricio se quedó callado unos segundos podía soltarlo todo ahí decirle que era el hijo del hombre que salvó que su familia tenía empresas que vivía en una casa enorme con alberca pero algo le dijo que no era el momento que si lo decía así no más ella se iba a cerrar no estoy escondiendo nada malo” dijo al final solo no quiero que pienses que soy
otro rico aburrido que viene a jugar con alguien como tú porque no lo soy te lo juro lupita lo miró en silencio parecía estar midiendo sus palabras está bien te creo por ahora pero si algún día me entero de que me mentiste no quiero verte nunca más okay mauricio asintió no dijo nada más terminaron de comer ella se levantó recogió sus cosas se limpió las manos con un trapito y se despidió con un simple cuídate pero esta vez no lo dijo solo por decir esa tarde Mauricio se quedó ahí sentado viendo cómo ella
volvía a su rutina algo le decía que ese momento había sido clave que por fin había cruzado una puerta no estaba adentro todavía pero Lupita ya no lo veía como un extraño mientras tanto en otro punto de la ciudad Gabriela estaba en su sala tomando un café con una amiga que conocía desde hace años le contó que Mauricio andaba muy raro que iba diario al hotel que ya ni contestaba llamadas la amiga chismosa como ella sola levantó la ceja y le dijo que quizá andaba con alguien gabriela puso cara de horror
dijo que si era una mujer de ese hotelucho no iba a permitir que su hijastro se metiera con cualquiera agarró su celular y mandó a llamar a un tipo que conocía del pasado alguien que le debía un favor quería saber con quién andaba Mauricio y si era quién ella pensaba la iba a sacar de su camino como fuera renata no era tonta llevaba tiempo sospechando que Mauricio le escondía algo ella conocía bien sus movimientos sabía con quién hablaba qué restaurantes visitaba dónde se hospedaba lo tenía también me dio que si él cambiaba de
colonia ella ya sabía habían sido novios casi dos años pero su relación se había vuelto fría de esas que solo siguen por costumbre o por conveniencia ella estaba acostumbrada a recibir flores caras invitaciones a cenas privadas y regalos de marca pero en los últimos meses Mauricio andaba distinto más callado más distante más ausente y ahora estaba pasando demasiado tiempo en un hotel no en una oficina no en un viaje de negocios en un hotel todos los días ¿qué hacía ahí ¿con quién estaba renata como buena hija de político sabía
cómo moverse tenía contactos así que hizo un par de llamadas y en menos de una hora ya sabía que Mauricio se había registrado como huésped en el hotel real también le dijeron que había sido visto varias veces platicando con una muchacha del personal no le dijeron mucho más pero con eso tuvo suficiente se fue a su closet se puso un vestido entallado negro y tacones que hacían eco con cada paso se maquilló como si fuera a un evento de gala agarró sus lentes oscuros y tomó un taxi no iba a llamar antes no
iba a preguntar iba a llegar de sorpresa como buena Renata en el camino sacó su celular y escribió un par de mensajes con indirectas uno decía “Descansando o distrayéndote.” Otro “Ya bajaste del cielo o sigues allá arriba con la sirvienta.” Los borró no los mandó no quería alertarlo quería verlo con sus propios ojos cara a cara llegó al hotel real como si fuera la dueña del edificio caminó directo al mostrador y preguntó por Mauricio con tono firme el recepcionista dudó pero luego la reconoció muchos empleados sabían
quién era algunos hasta la seguían en redes sociales ella fingió una sonrisa amable como si nada pero por dentro hervía subió al piso 15 sin esperar el elevador tacón tras tacón pisando fuerte como si su coraje la empujara llegó a la puerta de la habitación tocó dos veces sin decir nada esperó nadie abrió sacó el celular lo llamó sonó y sonó pero no contestó bajó otra vez fue al restaurante luego al área del bar nada así que empezó a caminar por los pasillos del hotel como si estuviera en su casa hasta que lo vio no lo podía
creer estaba en el jardín trasero sentado en una banca con una mujer no una modelo no una influencer no una de sus amigas plásticas era una empleada uniforme blanco cara limpia pelo recogido y lo peor se estaba riendo con él renata apretó los puños caminó directo hacia ellos sin pensar en nada más lupita fue la primera en verla alcanzó a notar que esa mujer venía decidida se puso de pie de inmediato ¿quién eres tú preguntó Renata con una voz aguda y seca perdón dijo Lupita sin entender mauricio también se levantó renata tranquila no hagas un escándalo
un escándalo tú me estás diciendo eso después de venir aquí a esconderte con una basta gritó Mauricio pero Renata ya había cruzado el límite dio un paso hacia Lupita y la miró de arriba a abajo con desprecio así que tú eres la que le anda metiendo ideas raras en la cabeza qué linda se nota que vienes con mucha hambre lupita no respondió se quedó en su lugar con la mandíbula apretada no era la primera vez que alguien la trataba así pero esta vez le dolía distinto porque Mauricio no la defendía como ella esperaba solo la miraba sin saber qué decir ¿quién te
crees ¿tú sabes quién soy yo soltó Renata me vale respondió Lupita bajito pero firme renata rió con burla se giró hacia Mauricio esto es en serio la estás viendo como algo real mauricio no respondió pero su silencio lo dijo todo renata se quedó callada unos segundos luego se giró lentamente y se fue caminando con los tacones golpeando el piso como si estuviera a punto de reventar no miró atrás cuando se alejó lo suficiente Lupita volteó hacia Mauricio ¿quién era mi ex respondió él o algo así y por qué no me habías dicho no pensé que fuera necesario lupita lo miró con decepción
no dijo nada más agarró su mochila le dio la espalda y se fue directo al área de empleados mauricio quiso seguirla pero no lo hizo se quedó ahí parado sintiendo el vacío crecer en el pecho en la recepción Renata pidió hablar con el gerente se presentó como pareja de Mauricio y exigió saber todo sobre esa muchacha quería nombre dirección todo el gerente no se lo dio pero ella no se iba a detener ahí tenía otros métodos y si esa Lupita pensaba que podía meterse en su camino estaba muy equivocada lupita se fue sin mirar atrás subió al área de lavandería con
paso rápido como si de eso dependiera que no se le salieran las lágrimas agarró un trapo viejo lo metió al agua y se puso a limpiar con fuerza una mesa que ni sucia estaba el coraje le hervía en el pecho no solo por el escándalo que acababa de vivir sino por la forma en que Mauricio se había quedado callado no había hecho nada no había dicho una sola palabra que dejara claro de qué lado estaba minutos después él subió a buscarla preguntó por ella en la cocina en el comedor de empleados hasta que alguien le dijo que la habían visto en
la parte trasera del cuarto de blancos caminó hacia allá con el corazón latiéndole fuerte sintiendo que cada paso lo acercaba a una respuesta que no sabía si quería oír la encontró sentada sobre una caja de toallas con la mirada baja y los ojos brillosos cuando lo vio no dijo nada solo se cruzó de brazos y esperó perdón fue lo primero que soltó él lupita no reaccionó lo siento no tenía idea de que Renata iba a venir así de la nada a armar todo eso no tienes idea de lo mal que me siento ¿y ella ¿quién es exactamente
preguntó Lupita con voz seria fue mi novia hace un tiempo hace meses que no estamos bien pero sí todavía estaba cerca y tú me lo pensabas contar cuándo después de que me gritara en la cara no sabía cómo decirlo todo esto ha pasado tan rápido tú yo no quería que pensaras mal lupita se paró de golpe es que sí pensé mal mauricio tú sabes cómo me sentí allá afuera como si no valiera nada como si fuera una cualquiera y tú como si no supieras quién eras él bajó la cabeza no quise mentirte sí quisiste porque cuando alguien oculta algo que sabe que debe decir eso es
mentir mauricio sintió que se le cerraba la garganta nunca se había sentido tan torpe tan perdido había conocido a muchas mujeres había tenido relaciones de todo tipo pero nunca le había dolido así porque esta vez no quería perderla porque esta vez no era solo un capricho “te entiendo si ya no quieres verme” dijo él “pero solo déjame explicarte algo por favor.
” Lupita lo miró sin hablar “la verdad es que sí Renata y yo teníamos algo pero ya no desde que te vi desde que pasó lo de mi papá todo cambió no sé qué me hiciste pero me hiciste pensar distinto me hiciste querer algo que no me había interesado antes ella respiró hondo quería creerle pero le costaba porque sabía que cuando uno se enamora se vuelve vulnerable y ella no podía permitirse bajar la guardia no después de todo lo que había vivido ¿tú crees que porque me salvaste del aburrimiento de mi rutina voy a creerte todo que me vas a llegar con tu sonrisa y ya no contestó él por
eso estoy aquí para aguantar lo que me tengas que decir solo quiero demostrarte que no estoy jugando lupita se pasó la mano por la cara se sentía cansada confundida como si alguien le hubiera dado un golpe por dentro pero en el fondo algo en su corazón todavía quería creer en él mauricio intentó acercarse pero ella se movió necesito tiempo” dijo “no me busques ahorita si lo haces no te voy a contestar.
” Él asintió no insistió se dio la vuelta y se fue esta vez sin hacer preguntas sin insistir porque entendió que el daño ya estaba hecho mientras tanto Renata estaba en su departamento tomándose una copa de vino como si nada tenía música de fondo luces bajas y el teléfono pegado al oído hablaba con alguien llamado Rodrigo un tipo con voz rasposa y tono nervioso rodrigo había trabajado en el hotel hace unos meses pero lo habían corrido por un malentendido con una huésped nada grave pero lo suficiente para dejarlo ardido renata le prometió dinero le
pidió que consiguiera información sobre Lupita dónde vivía ¿qué hacía ¿con quién se juntaba le dijo que necesitaba destruir su imagen que si podía encontrar algo que la dejara mal parada frente a Mauricio mejor rodrigo aceptó sin pensarlo no solo por el dinero sino porque todavía traía coraje contra la gente del hotel al día siguiente Rodrigo ya estaba en el barrio donde vivía Lupita caminaba por las calles como si estuviera buscando a un primo preguntando en las tienditas espiando desde las esquinas no le tomó mucho
averiguar dónde vivía lo difícil sería encontrar algo que le sirviera a Renata porque Lupita no era de esas que traían cola que les pisen pero si había algo que Rodrigo sabía hacer era inventar lo que no existía ese mismo día Mauricio estaba en casa de su papá don Ernesto ya se veía mejor caminaba despacio comía bien y por primera vez en mucho tiempo quería hablar le preguntó a Mauricio cómo iban las cosas él dudó pero terminó contándole que había conocido a alguien que no era como las demás que trabajaba en el hotel y que había sido la que lo
salvó don Ernesto lo miró con sorpresa pero no dijo nada malo solo le preguntó cómo se llamaba guadalupe Ramos don Ernesto se quedó pensativo nombre fuerte dijo como de mujer que no se deja y no se deja respondió Mauricio no le contó lo de Renata no le dijo que había habido un pleito ni que la relación pendía de un hilo solo dijo que estaba confundido pero que por primera vez sentía algo real don Ernesto no opinó solo se limitó a decirle “Si vale la pena no la pierdas así sin más esa noche Mauricio volvió al hotel no para buscarla sino para estar cerca
por si ella decidía perdonarlo se encerró en la habitación sin televisión sin celular sin distracciones solo con su mente y esa idea que no lo dejaba en paz que mentir por amor nunca termina bien lupita no quería ir de verdad no quería pero después de casi una semana sin ver a Mauricio y con la cabeza llena de dudas decidió aceptar la invitación él se había portado bien no la presionó no la buscó diario no la atosigó como otros que solo saben insistir le dio espacio como ella le pidió y eso aunque no lo dijera le gustó la invitación fue por mensaje
cortito y sin adornos quiero invitarte a cenar solo tú y yo no hay plan raro lo prometo si no quieres lo entiendo lupita lo leyó tres veces antes de responder está bien pero no quiero lujos ni cosas elegantes solo quiero hablar mauricio le dijo que pasaría por ella a las 7 ella se arregló sin exagerar se puso unos jeans oscuros una blusa sencilla y una chamarrita negra se soltó el cabello y se puso rímel nada más su hermana Majo la vio desde el sillón y le soltó una risa burlona a poco así vas a ver al galán
cállate mocosa respondió Lupita cuando Mauricio llegó traía una camisa azul clara zapatos limpios y cara de nervios le abrió la puerta del coche como si fuera chóer ella solo lo miró raro ¿y ese trato nada solo me dieron ganas de ser decente condujeron en silencio unos minutos él la llevó a un restaurante pequeño no de lujo pero sí más arreglado que una fondita música suave luces tenues olor a pan recién hecho nada ostentoso pero tampoco barato lupita se sintió un poco fuera de lugar no por la ropa sino por lo que eso representaba ella estaba acostumbrada a cenar con su
familia en casa viendo novelas con frijoles recalentados y agua de limón no con manteles blancos y meseros que hablaban bajito se sentaron en una mesa junto a la ventana mauricio pidió vino pero Lupita dijo que mejor agua pidieron pasta los dos los primeros 5co minutos fueron tranquilos con sonrisas y algunas bromas pero luego la conversación se fue al punto que los tenía ahí lupita no aguantó más tú me sigues ocultando algo ¿verdad mauricio soltó el tenedor no esperaba que empezara tan directo no sé si ocultarse a la palabra respondió entonces dilo claro ¿quién
eres Mauricio porque no me trago eso de que solo eres un empresario cualquiera ya escuché cosas cosas como ¿qué que tu papá es dueño de medio mundo que tú no necesitas trabajar que vives como millonario que no tienes por qué estarte fijando en alguien como yo mauricio respiró hondo se limpió las manos con la servilleta ya no podía evitarlo más sí mi papá es don Ernesto Aguilar el mismo que tú salvaste en el hotel sí tengo dinero sí podría vivir sin mover un dedo pero no lo hago y sí me fijé en ti desde el primer
momento lupita no respondió solo bajó la mirada como si le hubieran tirado un balde de agua helada se quedó en silencio procesando “¿sabes por qué no te lo dije antes?” continuó él porque sabía que en el momento en que soltara esa verdad ibas a cambiar ibas a mirarme con otros ojos o peor ibas a alejarte y pasó justo eso lupita levantó la mirada no es por eso Mauricio es por las mentiras yo no necesito a alguien perfecto ni rico ni con influencias pero si alguien que no tenga miedo de decirme la verdad él asintió
sin defenderse más justo en ese momento como si el universo estuviera jugando con ellos entró al restaurante Renata alta segura con un vestido rojo y el cabello suelto venía con una amiga pero en cuanto los vio se le borró la sonrisa lupita la notó primero “ya no” murmuró renata caminó hacia su mesa como si fuera una pasarela se paró justo a un lado cruzó los brazos y miró a Mauricio qué coincidencia otra vez con la misma mauricio se paró renata no hagas esto aquí ah yo soy la que hace cosas no mi amor tú eres el que anda cenando con una
empleadita mientras tu papá está en casa esperando noticias ya le contaste que estás jugando al romance escondido cállate le dijo Mauricio ya molesto renata no se inmutó miró a Lupita ya te dijo que tú no le convienes que su familia no va a permitir que una cualquiera entre a su mundo lupita se paró ¿sabes qué no necesito esto agarró su bolso y salió del restaurante sin mirar a nadie mauricio intentó seguirla pero Renata se le puso enfrente si te vas con ella se acabó todo ya se acabó desde hace rato respondió él empujándola con cuidado
para pasar corrió afuera pero ya era tarde lupita ya iba calle abajo caminando rápido con los ojos llenos de rabia la cena había sido una trampa no por él por todo lo que los rodeaba y por no decir las cosas desde el principio la mañana siguiente en el hotel real empezó como cualquier otra lupita llegó a tiempo con su mochila al hombro y los audífonos en los oídos pero esa vez no iba con su sonrisa de siempre ni con esa energía que la hacía destacar entre los demás iba seria con la mirada al piso caminando rápido apenas saludó a la gente traía la
cabeza llena de todo lo que había pasado la noche anterior la cena Renata las verdades que Mauricio por fin soltó el silencio incómodo que quedó entre ellos no sabía si había hecho bien en irse pero tampoco se arrepentía se había defendido había marcado su límite mientras ella subía al noveno piso a comenzar su jornada en la entrada del hotel ya se preparaba el caos renata llegó como huracán llevaba un pantalón blanco blusa brillante y lentes oscuros entró como si fuera la dueña del lugar ignorando al guardia de la entrada y al recepcionista que apenas alcanzó a preguntar si podía ayudarla
caminó directo al vestíbulo sacó su celular y empezó a grabar sí a grabar porque su nuevo plan era exponer a Lupita frente a todos quería dejarla mal que todos vieran quién era la supuesta heroína se acercó a la recepción y preguntó con voz fuerte “¿Dónde está Guadalupe Ramos la empleada de limpieza digan que baje necesito hablar con ella.
” Los empleados se quedaron callados algunos se miraron entre ellos el gerente del turno salió rápido de su oficina disculpe ¿podemos ayudarla en algo ¿tiene una queja renata bajó los lentes su cara estaba llena de rabia contenida tengo algo que decirle a esa mujer aquí ahora frente a todos el gerente intentó calmarla pero ya era tarde había levantado la voz lo suficiente para que otros huéspedes empezaran a voltear y justo en ese momento Lupita bajaba por las escaleras con una cubeta en la mano se detuvo en seco al verla renata giró al escuchar
los pasos en cuanto la vio caminó directo hacia ella qué rápido vienes cuando se trata de hombres con dinero ¿no lupita se quedó fría no esperaba ese ataque tan directo miró alrededor todos la estaban viendo algunos empleados empezaron a acercarse otros fingían que no pasaba nada el vestíbulo que siempre estaba lleno de música tranquila y olor a Jazmín ahora se sentía como un lugar helado “vas a seguir callada no vas a decir nada.
” Soltó Renata “¿o solo sabes sonreír mientras te metes con el novio de otra?” Yo no me metí con nadie” respondió Lupita con firmeza “tu relación ya estaba rota desde antes.” “Ah sí ¿y eso qué te importa a ti?” Renata dio un paso más y sin previo aviso le soltó una bofetada el golpe fue seco sonó fuerte lupita dio un paso hacia atrás y se llevó la mano a la mejilla no lloró no gritó se quedó ahí con el orgullo intacto pero el rostro rojo un silencio incómodo llenó el vestíbulo nadie se movía nadie decía nada fue Mauricio el que rompió todo
llegó corriendo como si ya supiera que algo iba a pasar vio a Renata parada frente a Lupita con la mano aún levantada no le preguntó nada solo se puso entre las dos ¿estás loca ¿qué hiciste ella me robó lo poco que quedaba de ti gritó Renata sin soltar el celular que seguía grabando no tú lo destruiste sola dijo él sin levantar la voz pero con firmeza mauricio volteó a ver a Lupita que seguía callada le tomó la mano pero ella la retiró “no hagas esto más difícil” dijo ella todavía con el rostro dolido “no
estoy aquí para esto.” El gerente del hotel intervino al fin le pidió a Renata que se retirara ella se negó gritó empujó una silla y amenazó con demandar al hotel dijo que tenía pruebas de que la empleada estaba acosando a su exnovio y que todo era un plan para sacarle dinero pero nadie le creyó su actitud hablaba por sí sola la seguridad la escoltó a la salida ella se fue gritando que nadie la iba a callar que todos iban a saber la clase de persona que era Lupita y cuando por fin el ruido terminó el hotel volvió a respirar mauricio volvió a mirar a
Lupita déjame llevarte a un hospital te pegó fuerte no necesito que me lleves a ningún lado” dijo ella lupita empezó a caminar hacia los elevadores sin decir más el gerente fue tras ella “guadupe por favor tómate el resto del día esto fue muy fuerte.
” Ella negó con la cabeza “no si me voy ahora le estoy dando gusto.” Yo vine a trabajar no a rogarle a nadie y siguió trabajando con el rostro caliente y los ojos rojos pero con la frente en alto en otro rincón de la ciudad Rodrigo vio el video que Renata había subido a una cuenta falsa un clip editado donde parecía que Lupita provocaba a Renata el plan estaba tomando forma solo necesitaban un empujón más para que todo se viniera abajo rodrigo ya tenía en sus manos un expediente viejo un documento que no era verdadero pero que podía parecerlo en él se acusaba a Lupita de haber robado en una casa donde trabajaba como empleada hace 3 años era falso claro pero bien
hecho lo suficiente para que pareciera real si alguien quería hacerle daño renata aún con los ojos hinchados del coraje le mandó un mensaje a Rodrigo ya tienes lo que quiero mándalo al hotel que todos se enteren rodrigo sonríó hecho esa mañana Lupita se levantó con un nudo en la garganta la cara todavía le dolía pero no por el golpe de Renata lo que dolía era otra cosa el escándalo frente a todos las miradas la humillación ese tipo de cosas se le quedaban aún apegadas aunque fingiera que no se miró al espejo se acomodó el
cabello para que el moretón se notara menos y se fue al hotel como todos los días no pensaba esconderse si iba a pasar algo que pasara con la cara en alto cuando llegó la llamaron a la oficina del gerente iba nerviosa pero no dejó que se le notara entró se sentó y esperó el gerente cerró la puerta con cuidado en la mesa había un folder al abrirlo sacó un papel lo puso frente a ella era una supuesta denuncia de robo con su nombre y su foto lupita lo leyó una vez luego otra se le revolvió el estómago esto es mentira dijo firme ¿estás segura claro que sí ese documento
es falso nunca trabajé en esa casa nunca estuve en ese lugar el gerente la miró con cara seria lupita aquí hay firmas un número de caso y todo parece oficial alguien lo mandó de forma anónima junto con ese video del vestíbulo donde apareces discutiendo con la señora no sé qué está pasando pero esto es grave lupita respiró hondo sabía de dónde venía todo esto renata no se iba a quedar tranquila y seguramente no trabajaba sola ¿me vas a correr no sé todavía tenemos que investigar pero mientras tanto estás suspendida lupita no lloró se paró agarró su
mochila y se fue sin decir palabra salió por la puerta principal sintiendo que todos la miraban aunque nadie decía nada se fue directo a casa en el camión apretaba fuerte su mochila pensaba en todo en su mamá en su hermana en los pagos pendientes en la escuela y en Mauricio porque aunque quisiera sacarlo de la cabeza todo esto había empezado por él esa misma mañana Mauricio recibió una llamada de Óscar su amigo en la empresa oye salió algo feo están diciendo que Lupita tiene antecedentes por robo me llegó por correo y al
parecer al hotel también mauricio sintió un hueco en el estómago le pidió que le enviara el archivo cuando lo vio se dio cuenta de inmediato que algo no cuadraba la fecha el formato la firma del supuesto fiscal todo parecía armado “esto es una trampa” dijo en voz baja le marcó a Lupita no contestó le escribió nada así que se subió al coche y fue directo a su casa no había ido nunca pero la había seguido una vez en micro y recordaba más o menos la zona se bajó en la esquina y caminó hasta dar con la puerta de lámina gris con una maceta colgando tocó la mamá de Lupita abrió
era una señora de ojos cansados pero mirada firme ¿usted es Mauricio sí señora está Lupita no quiere verte por favor necesito hablar con ella es importante la señora dudó luego entró a los minutos Lupita salió llevaba una sudadera y el cabello mojado lo miró sin decir nada ¿podemos hablar preguntó él aquí no voy a salir contigo está bien mira sé lo del documento es falso estoy seguro yo te voy a ayudar a comprobarlo ¿y tú crees que con eso se arregla todo no pero es un comienzo lupita lo miró seria ¿tú crees
que todo esto me afecta solo por perder el trabajo esto me va a seguir por años aunque demuestre que es falso ya quedó la duda ya hay gente hablando ya me ven distinto tú sabes lo que es eso mauricio bajó la mirada sí lo sé y por eso quiero ayudarte porque no voy a dejar que te hundan por algo que no hiciste y porque sé que esto viene de Renata ella dio un paso atrás y tú vas a enfrentarla sí y no me importa lo que eso cueste ni a mí ni a mi familia lupita lo miró a los ojos por primera vez desde que empezó todo sintió que hablaba en serio pero aún así no lo
abrazó no lo perdonó no le sonrió entonces empieza por decirle a tu papá todo todo de una vez Mauricio se quedó callado le costaba porque don Ernesto era una figura fuerte alguien que respetaba pero también le imponía aún así sabía que tenía razón no podía seguir escondiendo todo esa tarde fue a la casa de su papá lo encontró en el jardín leyendo el periódico se sentó frente a él lo miró fijo necesito contarte algo tiene que ver con la muchacha del hotel sí don Ernesto dejó el periódico ella salvó mi vida no sí pero hay más
mucho más mauricio le contó todo desde cómo la buscó cómo la fue conociendo cómo se enamoró sin querer le habló de Renata del pleito del escándalo en el vestíbulo del documento falso del golpe de la suspensión todo don Ernesto lo escuchó sin interrumpir al final solo dijo “¿Y tú estás seguro de que ella no miente?” Sí completamente entonces no hay nada más que pensar mauricio no entendió ¿a qué te refieres que si tú estás seguro de quién es ella yo no voy a ser quien te diga que no pero necesito conocerla mauricio asintió no sabía si eso era bueno o malo solo sabía que el
momento se acercaba mientras tanto en el hotel Rodrigo recibía su pago un sobre con billetes que le entregó un chóer de Renata lo guardó en la mochila y se fue riendo solo le encantaba ese juego sucio aunque no sabía que alguien lo había grabado entregando el documento falso en la recepción y esa grabación sin que nadie lo esperara iba a cambiar todo lupita no sabía qué pensar cuando escuchó la invitación mauricio le había escrito por mensaje que su papá quería conocerla así sin rodeos no había promesas raras ni planes secretos solo eso mi papá quiere verte
dice que te quiere dar las gracias en persona ella se quedó mirando el mensaje por varios minutos luego lo dejó en visto no por grosería sino porque no sabía qué contestar todo estaba muy enredado y aunque la idea de estar frente al hombre al que le salvó la vida no le daba miedo tampoco le daba seguridad era mucho demasiado pasaron dos días sin responderle hasta que Majo su hermana la vio pensativa en la cocina y le preguntó “¿Qué traes otra vez el rico ese Lupita?” Suspiró su papá me quiere conocer ¿y tú vas a ir no sé es que
siento que voy a llegar a un lugar donde no pertenezco ¿y qué ¿tú lo salvaste ¿no tienes más derecho que todos los que solo lo han visto por la tel lupita se quedó callada su hermana tenía razón aunque no siempre se la daba esta vez la había dejado pensando esa misma noche le respondió a Mauricio está bien pero voy por mí no por ti él contestó rápido perfecto mañana a las 6 paso por ti no necesitas arreglarte de más solo sé tú lupita no se vistió con nada especial se puso lo mismo que usaría para ir a la escuela un pantalón negro blusa de
flores y el suéter gris que siempre traía por si hacía frío cuando Mauricio llegó se sorprendió de verla tan tranquila no parecía nerviosa pero él sí lo estaba el trayecto fue silencioso mauricio ponía canciones suavecitas en la radio pero Lupita solo miraba por la ventana al llegar a la casa lo primero que pensó fue “¿Esto es una casa o un hotel?” El lugar era enorme rejas eléctricas jardín perfecto una fuente al centro la fachada brillaba de tan limpia todo impecable mauricio le abrió la puerta del coche y caminaron hacia la entrada
en la puerta estaba don Ernesto con su bastón en una mano y una sonrisa en la cara no se parecía en nada al señor que ella había encontrado tirado en el suelo semanas atrás tenía más color se veía firme fuerte vivo “buenas tardes señor” dijo Lupita sin saber si extender la mano o hacerle una reverencia “nada de señor” respondió él “llámame Ernesto y gracias por venir la hizo pasar.
” Lupita sintió que todo dentro de esa casa olía a nuevo a perfumes finos a muebles que nadie toca se sentaron en una salita pequeña algo más acogedora donde él pidió que le sirvieran café no voy a dar vueltas empezó Ernesto no me acuerdo de ti me desmayé antes de verte pero sé lo que hiciste y eso no se me olvida tú me salvaste la vida lupita asintió bajando un poco la mirada yo solo hice lo que cualquier persona con un poco de preparación haría no soy doctora apenas estudio no todos hacen lo que tú hiciste ni aunque sepan qué hacer hay quienes solo se quedan mirando ella no dijo nada
él la observó con calma mauricio me ha contado de ti sé que todo se complicó con mi exnuera y que hay gente haciendo cosas sucias para ensuciar tu nombre lupita levantó la cabeza no esperaba que hablara tan claro yo no hice nada malo dijo si alguien está diciendo lo contrario están mintiendo lo sé respondió él y no estoy aquí para juzgarte estoy aquí porque quiero conocerte sin filtros sin historias exageradas solo a ti lupita no entendía por qué pero se empezó a relajar ernesto no era como había imaginado pensaba que iba a ser altanero frío de esos que te miran como si fueras
menos pero no hablaba directo con respeto con sinceridad hablaron de muchas cosas de su familia de la carrera de medicina de cómo hacía para estudiar y trabajar al mismo tiempo ernesto escuchaba con atención de vez en cuando asintiendo otras veces soltando algún comentario que la hacía reír hasta le preguntó si le gustaban los perritos porque tenía uno que solo aceptaba a la gente buena después de casi una hora Mauricio entró con refrescos se unió a la charla como si todo fluyera naturalmente y por primera vez en días
Lupita sonrió sin tensión al final Ernesto le pidió un favor quiero que vengas otra vez no como invitada como parte de la familia me gustaría conocerte más lupita se quedó callada eso no se lo esperaba no sabía si era una prueba una trampa o un gesto real pero algo en la voz de ese hombre la hizo pensar que hablaba en serio y eso después de tanto golpe dolía bonito cuando salieron Lupita le dijo a Mauricio “Tu papá no es como me imaginé ¿y eso es bueno o malo?” “No sé creo que es bueno.
” Él sonríó gracias por venir no lo hice por ti ya sé pero igual gracias en otro punto de la ciudad Renata abría una botella de vino mientras revisaba el correo al ver el mensaje que le mandó Rodrigo con una imagen de Mauricio entrando a la casa con Lupita se lebró el rostro esto no se va a quedar así dijo en voz baja pero no sabía que alguien ya estaba vigilando sus movimientos y que ese alguien estaba más cerca de lo que creía renata se bajó del coche con lentes oscuros su bolso de marca cruzado al pecho y una chamarra que no combinaba con el calor caminó entre puestos y calles
sucias incómoda por cada paso no estaba en su mundo estaba en el barrio donde Rodrigo le había dicho que se vieran una cafetería de mala muerte con sillas rotas y una televisión colgada que solo pasaba partidos viejos nadie la reconoció y eso la ponía de malas ella estaba acostumbrada a que la gente la viera que la envidiara que hablara de ella ahí era una más y eso le ardía rodrigo ya la esperaba en una mesa del fondo con una botella de refresco y su mochila negra al lado tenía cara de que no había dormido bien o que se la pasaba metido en problemas en cuanto la vio se
paró y le hizo una seña aquí le dijo bajito renata se sentó con cuidado como si la silla le fuera a dar una infección ¿qué tienes para mí rodrigo sacó un sobre adentro venía una memoria USB y unas copias de los supuestos documentos del robo de Lupita más editadas que nunca ahora hasta había fotos falsas claro pero bien montadas esto ya está listo lo mandé a un par de correos del hotel desde cuentas falsas uno ya lo abrieron están dudando si metes presión la corren renata tomó el sobre sin mirarlo perfecto ahora necesito que consigas algo más lo que sea inventa que se mete
con otro cliente que robó un perfume algo simple pero escandaloso tú sabes hacer eso rodrigo se ríó le encantaba el caos ¿y tú qué ganas con todo esto le preguntó renata lo miró directo que aprenda a no meterse donde no la llaman mauricio era mío y no voy a dejar que una cualquiera me lo quite rodrigo asintió luego se puso serio tú no más no olvides el pago renata abrió su bolso sacó un fajo de billetes y se lo dio por debajo de la mesa aquí tienes y si haces bien la segunda parte te doy el doble rodrigo guardó el dinero sin contar pero
mientras hablaban lo que no sabían era que una señora que limpiaba mesas había dejado su celular grabando sin querer el teléfono estaba sobre una mesa cercana con la cámara apuntando justo a ellos la señora lo había dejado ahí porque estaba viendo un video antes de ir al baño pero al volver ya tenía grabado media conversación y cuando se dio cuenta de lo que había captado no supo si apagarlo o llamar a alguien pero grabó todo ese mismo día mauricio fue al hotel a hablar con el gerente ya sabía de la suspensión de Lupita del documento del escándalo entró con firmeza necesito
ver las cámaras de seguridad del día que recibieron ese sobre quiero saber quién lo entregó el gerente dudó no puedo mostrarle eso Mauricio son reglas del hotel ¿tú quieres seguir trabajando aquí o no porque si yo hablo con mi papá mañana estás en la calle el gerente tragó saliva sabía que eso no era una amenaza cualquiera le dijo que lo esperara minutos después entraron a la sala de vigilancia ahí revisaron el día exacto lo buscaron entre horas hasta que apareció Rodrigo con una gorra gafas oscuras y sudadera entregando el sobre
en recepción clarito de frente sin miedo mauricio no dijo nada solo pidió una copia del video el gerente dudó pero se la dio mauricio se la mandó a Óscar le dijo que quería saber todo de ese tipo todo mientras tanto Lupita estaba en casa sentada en la sala con su mamá le había contado todo lo que pasó en casa de don Ernesto pero también lo que estaba pasando en el hotel la señora no sabía qué decirle solo le preparó un café y le acarició el hombro tú no te bajes mija cuando uno sabe que no ha hecho nada malo lo único que queda es aguantar pero con la frente en alto Lupita
asintió quería ser fuerte pero estaba cansada muy cansada en ese momento sonó el timbre era un chavo del vecindario traía un celular en la mano tú eres la chava que trabaja en el hotel real sí por mi tía trabaja en una cafetería y grabó esto sin querer dijo que quizá te sirve le entregó el teléfono con el video lupita lo puso a reproducir ahí estaba Renata ahí estaba Rodrigo hablando planeando con billetes de por medio lupita se quedó helada su mamá también no podía creerlo no era un chisme no era un rumor era prueba pura
prueba ¿puedo quedarme con esto sí solo pásamelo después por WhatsApp lupita sonrió por primera vez en días gracias de verdad esa noche le mandó el video a Mauricio y solo le puso ahora sí vamos a limpiar esto mauricio lo vio y sintió como si el mundo volviera a girar tenían cómo defenderse tenían la verdad en la mano al día siguiente don Ernesto llamó a Mauricio hijo necesito hablar contigo ya sé quién es ella ¿quién lupita la conozco desde hace más de 20 años pero no sabía que era ella mauricio no entendía nada su papá solo dijo “Ella es parte de una
historia que me cambió la vida y no tienes idea de lo que eso significa.” Lupita y Mauricio llegaron juntos al hotel Real un martes a las 9 de la mañana no entraron por la puerta de servicio ni por el elevador de empleados entraron por la puerta principal de frente sin miedo la gente los miraba algunos sabían quién era ella otros apenas la ubicaban por el chisme que andaba corriendo pero lo que sí era claro es que ya nadie la veía igual en recepción Mauricio pidió hablar con el gerente lo pasaron sin hacerle preguntas cuando entraron a la oficina el gerente
se levantó enseguida mauricio mira esto se salió de las manos estamos revisando todo pero no podemos tomar decisiones sin pruebas sólidas lupita puso su celular sobre el escritorio ahí están tus pruebas el gerente dudó mauricio se cruzó de brazos reprodúcelo el gerente lo hizo ahí estaba todo la voz de Renata los billetes en la mano de Rodrigo la forma en que planeaban cada cosa para destruir la imagen de Lupita el tipo palideció mientras veía el video trató adelantarlo de minimizar de fingir que no era tan grave esto esto tiene que pasar por
legal no podemos actuar así no más no me vengas con vueltas lo interrumpió Mauricio esto es más que suficiente para que limpien su nombre y si no haces algo yo mismo me encargo de que este video llegue a todos los medios lupita lo miró de reojo nunca lo había visto tan serio tan directo el gerente tragó saliva déjenme hablar con dirección les aviso en cuanto tenga algo tienes hasta el mediodía dijo Mauricio y eso es porque estoy de buenas salieron de la oficina sin más lupita no dijo nada hasta que llegaron al estacionamiento ¿crees que sirva de algo
ya sirvió no pueden esconder esto lo que queda ahora es ver cuántos se atreven a cubrir a los que hicieron esta porquería mientras eso pasaba en otro punto de la ciudad Rodrigo entraba nervioso a un cibercafé quería ver si le habían depositado el segundo pago de Renata pero al abrir el correo en vez de dinero encontró un mensaje estás solo no me busques rodrigo supo que lo habían dejado colgado golpeó el teclado y soltó una grosería pero no le dio tiempo de hacer más un tipo de traje alto con gafas oscuras entró y se le acercó por detrás rodrigo Méndez
rodrigo se dio vuelta rápido ¿quién eres tú alguien que te anda buscando desde hace rato acompáñame tenemos que platicar rodrigo tragó saliva supo que había cruzado una línea que no debía esa misma mañana Renata estaba en su departamento con el celular apagado y la cabeza hecha un desastre llevaba dos días sin salir con el maquillaje corrido sin peinarse nadie le hablaba mauricio no contestaba ni siquiera su amiga del restaurante le tomaba la llamada y como si eso no fuera suficiente su papá le había mandado un mensaje diciéndole que ya no iban a seguir cubriéndole sus gastos “te estás quemando sola” le
escribió “ya no me metas en tus dramas.” Renata aventó el celular contra Sino la pared cayó al piso roto se paró fue al espejo y por primera vez no se reconoció todo esto por esa tipa” dijo en voz baja y sí por Lupita porque nunca pensó que alguien como ella le quitara todo pero lo peor estaba por venir en casa de los Aguilar don Ernesto revisaba papeles viejos tenía carpetas llenas de documentos guardadas en un mueble de madera en su estudio fotos cartas recortes buscaba algo que hacía tiempo había enterrado una historia que él
mismo se había obligado a olvidar en una de las carpetas encontró lo que buscaba una foto antigua un sobre cerrado y un acta de nacimiento se quedó mirando el acta por varios segundos su mano temblaba un poco luego agarró su celular y marcó mauricio papá ¿todo bien sí pero necesito que vengas a la casa es urgente cuando Mauricio llegó lo encontró sentado en la sala con los papeles sobre la mesa don Ernesto no dio rodeos la mamá de Lupita se llama Teresa Ramos ¿cierto sí ella y yo tuvimos algo hace más de 20 años antes de que yo me casara con
Gabriela no fue algo largo nos dejamos de ver pero ella me mandó esta carta meses después nunca la abrí mauricio la miró el sobre estaba cerrado pero el nombre estaba claro ernesto Aguilar sobre importante teresa Ramos ¿la vas a abrir ya es hora la abrió con cuidado la carta era sencilla escrita a mano ahí Teresa le contaba que estaba embarazada que no esperaba nada de él pero que debía saberlo que la niña iba a llamarse Guadalupe que solo quería que supiera la verdad y que no lo iba a buscar más don Ernesto se quedó en silencio por varios minutos luego se levantó y fue directo a
su habitación al volver traía la foto que había guardado era una foto vieja pero en el rostro de la mujer que aparecía se reconocía claramente a la mamá de Lupita y en sus brazos un bebé lupita es mi hija mauricio se quedó sin palabras ¿estás seguro completamente no hay forma de que no lo sea el silencio fue largo pero después don Ernesto se sentó más tranquilo tengo que verla y tengo que hablar con Teresa ya no puedo seguir con esta mentira mientras tanto Lupita estaba en su casa preparando una sopa para su mamá y su hermana el celular
leeta vibró era un mensaje de Mauricio mi papá quiere verte hoy es importante muy importante ella no supo si era buena noticia o no solo sintió que el corazón se le apretaba porque a veces cuando todo se viene abajo es porque la verdad por fin va saliendo a flote don Ernesto estaba parado frente a una puerta que no veía desde hacía más de dos décadas era una casa sencilla de paredes mal pintadas y una cortina floreada colgando en la ventana la última vez que estuvo ahí todo era diferente él era otro ella también tocó
la puerta tres veces fuerte pero sin querer asustar su corazón le latía raro como cuando estás a punto de enfrentarte con algo que sabías que tarde o temprano iba a pasar la puerta se abrió teresa Ramos apareció con una blusa vieja las manos llenas de harina y el rostro de sorpresa no decía nada solo lo miraba como si no supiera si era real o una aparición hola Teresa ella se quedó en silencio unos segundos luego bajó la mirada nunca pensé que volverías yo tampoco hasta que entendí que ya no puedo seguir escondiéndome entraron sin más palabras en la cocina
sobre la mesa había un bowl con masa para empanadas teresa se limpió las manos con una servilleta y le ofreció un café ernesto aceptó se sentó en la misma silla en la que ella lo había visto por última vez recibí tu carta dijo él pero la abrí hace tres días teresa no lo juzgó solo asintió nunca quise que te sintieras obligado sabía que ibas a casarte yo decidí quedarme callada porque no quería problemas yo pude sola no debiste cargar con eso sola Teresa no me quejo pero dime ¿por qué ahora ernesto sacó la carta del sobre y
la puso sobre la mesa lupita ella salvó mi vida y yo no sabía quién era ni siquiera la recordaba hasta que la vi de frente y escuché su nombre completo guadalupe Ramos me sonó conocido pero no hice caso hasta que Mauricio me lo dijo de nuevo y sentí ese golpe en el pecho revisé mis cosas encontré esto y ahora ya no puedo hacerme tonto teresa lo miró a los ojos ¿qué vas a hacer lo correcto quiero hablar con ella decírselo yo mismo no me interesa si me odia si me rechaza si no quiere saber de mí solo quiero que sepa
la verdad ¿tú crees que ella va a entenderlo no lo sé pero tiene derecho a saberlo mientras tanto Mauricio esperaba afuera apoyado en el coche no escuchaba lo que pasaba adentro pero sabía que era un momento fuerte teresa no lo había saludado al entrar solo lo miró como quien ve un recuerdo que no quería revivir una hora después don Ernesto salió no dijo mucho se subió al coche y le pidió a Mauricio que lo llevara con Lupita ahora ahora Lupita estaba en casa limpiando su cuarto y escuchando música bajita cuando su hermana entró corriendo está aquí el Señor que salvaste
está en la puerta lupita se quedó helada se paró despacio sin saber qué hacer cuando bajó ahí estaba don Ernesto con la misma cara que había visto una vez dormido en una camilla pero ahora despierto serio parado con las manos en los bolsillos “¿podemos hablar?” dijo ella asintió salieron al patio se sentaron en dos sillas de plástico bajo la sombra lupita vengo a decirte algo que tal vez te cambie todo y te pido perdón por no haberlo hecho antes ella lo miró confundida tu mamá y yo fuimos pareja hace muchos años antes de que tú
nacieras yo no lo supe entonces pero ella me escribió una carta nunca la abrí hasta hace unos días lupita empezó a unir las piezas pero no quería adivinarlo ¿qué quiere decir eso que tú eres mi hija Lupita y me enteré cuando ya era demasiado tarde ella se paró dio unos pasos se llevó las manos al cabello respiraba fuerte ¿qué ¿cómo ¿por qué hasta ahora porque fui un cobarde porque me escondí de algo que no quería enfrentar y porque la vida me puso frente a ti de la forma más inesperada ni yo mismo entendía por qué
sentía algo tan fuerte la primera vez que te vi y ahora lo sé lupita no lloró pero sí tembló se quedó callada varios segundos luego lo miró con rabia ¿tú sabes lo que significa esto toda mi vida sin saber viendo a mi mamá partirse el lomo sola sin ayuda y tú allá con tu casa tu esposa tu familia tu dinero lo sé por eso no vengo a pedirte que me llames papá solo quiero que sepas la verdad que tengas ese derecho y si después de esto no quieres volverme a ver lo voy a entender lupita respiró hondo no sé qué pensar no pienses ahora solo vive esto y
luego decides sé fue sin abrazarla sin insistir solo con la frente en alto y los ojos cansados esa noche Lupita no pudo dormir su mamá tampoco nadie dijo nada en la casa solo se escuchaban los ruidos de la calle los carros un perro ladrando majo miraba a su hermana como si de pronto fuera otra persona como si ahora la tuviera que mirar desde abajo por ser hija de alguien importante al día siguiente Lupita despertó con algo distinto en el pecho no era odio era una mezzla de coraje confusión y ganas de dejar de sentir tanto quería respuestas pero también
quería silencio mientras eso pasaba Rodrigo estaba encerrado en un cuartucho lo habían llevado unos tipos que decían ser abogados del grupo Aguilar no lo golpearon ni lo amenazaron solo le mostraron el video que él creía que nadie había visto “esto es cárcel Rodrigo” le dijeron pero si cooperas tal vez no lo sea rodrigo sudaba frío ¿qué quieren saber ¿quién más está metido ¿quién pagó todo ¿quién sabía rodrigo dudó luego se rindió fue Renata y no está sola ¿hay alguien más una mujer la esposa de don Ernesto ahí el silencio se volvió más
denso porque nadie esperaba que el veneno también viniera de dentro de la misma familia mauricio no dejaba de pensar en Lupita desde que su papá le contó la verdad su cabeza se volvió un desmadre por un lado estaba feliz porque todo lo que sentía por ella era real profundo distinto pero por otro traía miedo miedo de que ahora ella no quisiera nada miedo de que lo viera como parte de ese mundo que la había lastimado desde el primer día ese sábado por la tarde se armó de valor y fue a buscarla no la avisó solo llegó
tocó la puerta y esperó salió Majo que lo miró con cara de tú otra vez está en su cuarto dijo sin ganas no ha querido salir en todo el día ¿puedo pasar la niña lo pensó unos segundos luego se hizo a un lado mauricio subió despacio las escaleras el cuarto de Lupita estaba con la puerta entreabierta tocó con los nudillos nada tocó de nuevo ¿puedo lupita estaba sentada en la cama con una sudadera vieja y los ojos rojos tenía una libreta en las piernas pero no estaba escribiendo nada solo la tenía ahí lo miró sin
moverse pasa mauricio cerró la puerta con cuidado se quedó parado en el centro del cuarto como si no supiera dónde pisar no vengo a convencerte de nada solo quiero estar contigo ella no respondió bajó la mirada lo de mi papá no sé qué decir ni él ni yo sabíamos no te imaginas cómo me sentí cuando lo supe ¿tú sabes lo que fue para mí escuchar eso preguntó ella con voz bajita entarme de que el hombre que ignoró a mi mamá durante más de 20 años es el mismo que casi se me muere en los brazos mauricio se acercó y se sentó en el borde de la cama a cierta
distancia ¿y qué sientes ahora no sé estoy enojada confundida triste todo al mismo tiempo siento que me robaron algo ¿sabes una vida distinta un apellido una oportunidad pero al mismo tiempo me da miedo cambiar yo soy lo que soy por todo lo que viví mauricio asintió ¿y yo dónde quedo en todo esto lupita lo miró por primera vez a los ojos tú tú siempre fuiste distinto pero también mentiste te callaste cosas y aunque entiendo por qué lo hiciste también me dolió ya no hay nada que esconder Lupita lo sabes todo yo también si después de
esto me dices que te aleje lo haré pero si todavía me dejas estar en tu vida aunque sea poquito me quedo ella no dijo nada por unos segundos luego se acercó un poco no mucho solo lo suficiente no quiero que me veas con lástima jamás lo he hecho nunca tú vales más que cualquiera de los que se visten con trajes y hablan bonito tú eres más fuerte que todos los que viven en esas casas llenas de lujos pero vacías por dentro lupita respiró hondo se limpió los ojos con la manga de la sudadera y por fin lo dijo no quiero que te vayas mauricio se
acercó y le tomó la mano no la besó no la abrazó de golpe solo le sostuvo la mano con fuerza y eso bastó mientras tanto en la casa de los Aguilar Gabriela entraba furiosa a la oficina de don Ernesto él estaba leyendo unos papeles cuando ella le aventó el celular sobre el escritorio “así que ahora tienes otra hija.
” Ernesto levantó la vista tranquilo “sí ¿y tú piensas dejar que entre a esta casa como si nada no necesito tu permiso ni tu opinión ¿sabes lo que esto puede hacer con nuestro nombre nuestro nombre o tu imagen en las revistas gabriela se quedó callada un segundo luego apretó los dientes esa muchacha ya te robó a tu hijo ahora viene por todo ella no vino por nada la vida la puso aquí yo fui el que la dejó sola y ahora me toca arreglarlo gabriela no aguantó más ¿sabes qué si ella entra por esa puerta yo me voy lástima porque ya entró gabriela giró hacia la puerta ahí estaba
Lupita de pie firme escuchando todo “buenas tardes,” dijo con calma “no vengo a pelear solo vine a ver al señor Aguilar gabriela soltó una carcajada irónica así le dices a tu padre sí porque todavía no sé si quiero decirle otra cosa pero eso no significa que me voy a esconder gabriela intentó responder algo pero don Ernesto la interrumpió gabriela por favor deja que hable con ella solo gabriela lo miró con rabia pero se fue dando pasos fuertes cerrando la puerta con fuerza lupita se acercó don Ernesto
la miró con una mezcla de orgullo culpa y cariño gracias por venir no vine a perdonarte vine porque quiero respuestas te las voy a dar todas y también vine porque quiero conocer quién eres en realidad no el empresario no el que sale en las noticias el hombre que decidió guardar una carta 20 años sin abrirla don Ernesto bajó la mirada por primera vez en años se sintió desnudo frente a alguien y le gustó porque eso significaba que empezaba a sanar lupita se paró frente al hotel real con la cabeza bien alta
traía su mochila de siempre colgada en la espalda la misma sudadera gris que tanto había usado y los mismos tenis gastados de siempre pero por dentro no era la misma algo había cambiado ya no estaba ahí como la chica invisible de antes esta vez no entraba como empleada entraba como la hija del dueño como la mujer que sobrevivió a un ataque a una mentira a una humillación pública y sí también como la que salvó una vida el guardia de la entrada la reconoció le abrió la puerta con una sonrisa nerviosa lupita solo asintió con
la cabeza no tenía que decir nada al llegar al lobby varias personas voltearon a verla los que habían trabajado con ella bajaron la mirada algunos por vergüenza otros porque todavía no sabían cómo actuar había rumores por todos lados que si era hija de don Ernesto que si había vuelto para cerrar el hotel que si la iban a poner de jefa nadie sabía nada con certeza pero todos sentían que algo grande se estaba moviendo el gerente que ya había sido avisado salió a recibirla con una sonrisa tensa señorita Guadalupe qué gusto verla pásese por favor don
Ernesto ya está esperándola en el salón de juntas lupita caminó sin prisa no necesitaba correr cada paso quedaba por esos pasillos que antes limpiaba con trapeador ahora los caminaba como alguien que no tenía nada que esconder subió al segundo piso y entró al salón don Ernesto estaba ahí acompañado de dos personas más una mujer de traje y un hombre con lentes ambos eran parte del equipo legal del hotel gracias por venir hija” dijo Ernesto y esa última palabra hizo que todos los que estaban en la sala se tensaran un poco lupita se sentó los miró sin miedo
“quiero saber exactamente por qué me llamaron.” Don Ernesto se aclaró la garganta como ya lo hablamos en privado quiero que sepas que estás en tu derecho legal de reclamar el apellido propiedades lo que sea que te corresponda pero más allá de eso quiero ofrecerte algo real algo que puedas construir tú con tus propias manos lupita lo miró con desconfianza no necesito regalos ni quiero herencias no es eso es una oportunidad quiero crear una fundación dentro del hotel una especie de programa que apoya a
jóvenes como tú que estudien que trabajen que se partan el alma todos los días y no tienen a nadie que los apoye y quiero que tú seas quien lo lidere lupita parpadeó no se lo esperaba yo tú porque sabes cómo se siente estar del otro lado porque sabes que es luchar y porque nadie más que tú entiende lo que significa ganarse el respeto apunta de esfuerzo la mujer de traje sacó unos documentos ya redactamos la propuesta la fundación llevaría tu nombre programa Lupita Ramos para jóvenes trabajadores contaría con fondos iniciales del hotel y de una donación
personal del señor Aguilar lupita se quedó en silencio se le revolvieron muchas cosas por dentro orgullo miedo alegría coraje viejo pero también algo que no sentía desde hacía mucho esperanza ¿y los demás qué dicen preguntó sabiendo bien a quién se refería gabriela no está de acuerdo pero ya no tiene poder de decisión sobre esto y Mauricio está feliz por ti está abajo te está esperando lupita bajó la mirada se pasó una mano por el cabello luego respiró hondo está bien acepto pero con una condición dime quiero volver al hotel
como siempre como empleada al menos un mes quiero terminar lo que empecé quiero que todos los que me vieron callarse cuando me humillaron me vean ahora hacer bien mi trabajo y después ya veré si me subo a la oficina de arriba don Ernesto sonrió eres más fuerte que todos los que han pasado por estas paredes claro que puedes al salir del salón Lupita bajó por las escaleras ahí en el lobby estaba Mauricio se paró al verla ella se le acercó ya está todo bien todo en orden bueno más o menos mauricio la abrazó no como pareja como alguien que
entiende todo lo que el otro ha pasado ¿y ahora qué vas a hacer volver al noveno piso a limpiar me toca la suite 903 la misma donde me mandaron el día que empezó todo esto mauricio la vio irse con su mochila su bata blanca de limpieza y su mirada firme la siguió unos metros como testigo silencioso arriba Lupita se puso los guantes agarró el trapeador y se metió a la habitación como si nada abrió las ventanas sacó las sábanas llenó la cubeta y mientras trapeaba el piso pensaba “Esto no es rebajarse esto es terminar lo que empecé.” Y después
sí después me toca volar abajo Gabriela miraba todo desde una ventana con los brazos cruzados no podía creer lo que estaba viendo ni con dinero ni con insultos ni con mentiras pudo tumbar a esa muchacha y ahora no solo seguía de pie ahora tenía el respeto de todos y lo peor de todo el corazón de Ernesto y de Mauricio pero Gabriela no se iba a rendir ella todavía tenía un último as bajo la manga uno que había guardado durante años y si tenía que usarlo para recuperar lo que creía suyo lo iba a hacer lupita estaba en su cuarto sentada en el piso con la espalda recargada
contra la pared había llegado cansada del hotel no físicamente sino mentalmente después de todo lo que pasó lo único que necesitaba era silencio su mamá estaba en la cocina su hermana viendo videos en el celular y ella solo quería estar ahí respirando tocaron la puerta despacito no era golpe fuerte era un toque que pedía permiso sí entró Mauricio con una carpeta de cartón en la mano la traía contra el pecho como si fuera algo frágil mi papá me pidió que te entregara esto me dijo que es tuya que la escribió cuando todavía no sabía quién eras después del infarto antes de que supiera
toda la verdad Lupita lo miró con duda ¿y qué es una carta y algo más se la entregó sin decir nada más salió del cuarto y le cerró la puerta no dijo léela no dijo “te espero.” Solo la dejó con eso lupita se quedó sola mirando el sobre color crema en la parte de enfrente decía “Para la muchacha que me salvó.
” Lo abrió con cuidado sacó la hoja estaba escrita a mano con letra apretada como de alguien que ya no tiene tanta fuerza pero aún así se esfuerza por dejar todo claro si estás leyendo esto es porque sobreviví y si sobreviví es por ti no sé quién eres no vi tu cara solo me contaron lo que hiciste que no dudaste que actuaste rápido que pusiste tu conocimiento por encima del miedo eso no se ve todos los días he vivido rodeado de médicos enfermeros especialistas clínicas privadas y sin embargo fuiste tú alguien que ni conozco quien me devolvió el corazón a su ritmo por eso te escribo esta carta porque quiero que sepas lo que me hiciste pensar toda mi vida me he creído
fuerte líder exitoso alguien que lo tiene todo bajo control pero cuando estuve tirado en el piso sin poder respirar no era nada y tú que vienes de abajo me salvaste sin esperar nada esa noche en el hospital pensé en cosas que nunca me había permitido pensar en la gente que he ignorado en las veces que di la espalda en las personas a las que debí decirles gracias y no lo hice y pensé en mi pasado en una mujer a la que amé por poco tiempo pero con quien tal vez dejé algo más que un recuerdo desde que pasó
esto no dejo de soñar con una niña una niña que no conozco pero que me mira como si sí no sé por qué lo escribo tal vez son las medicinas o el susto pero siento que esto que me pasó fue para algo y si algún día llego a conocer tu nombre tu historia o incluso tu cara te voy a dar las gracias como se debe no tengo claro qué viene después pero sí sé que por primera vez quiero hacer las cosas distintas gracias Ernesto Aguilar lupita terminó de leer y se quedó ahí en silencio el corazón le latía fuerte pero no era por enojo era otra cosa era como
si todo ese texto la hubiera empujado a ver a ese hombre no solo como el que la abandonó sino como alguien que también cargaba con sus propios vacíos de la carpeta también sacó una foto era la misma que había visto en casa de don Ernesto cuando se enteró de la verdad su mamá mucho más joven cargándola a ella de bebé estaban en un parque bajo la sombra de un árbol la expresión en el rostro de su mamá era distinta más relajada casi feliz lupita apoyó la cabeza en la pared y cerró los ojos respiró hondo no lloró solo dejó que todo le bajara como una ola la carta la foto la
memoria que no tenía pero que ahora podía imaginar tocaron la puerta de nuevo esta vez fue su mamá ¿puedo pasar sí teresa entró despacio traía un vaso con agua se lo dio a su hija luego se sentó en la orilla de la cama ¿la leíste sí ¿y qué piensas lupita tardó en responder no sé creo que ya no quiero pelear con lo que pasó solo quiero avanzar eso está bien mija yo también me cansé de cargar con todo esto sola no me arrepiento de haberte criado así pero sí hubiera querido que tuvieras más que tuvieras la verdad antes lupita le tomó la mano tú hiciste
todo bien ma nadie me enseñó más de la vida que tú teresa sonrió con los ojos llenos de lágrimas entonces ya suéltalo hija suéltalo si te quiere si quieres ser parte de tu vida déjalo pero sin miedo ya viviste demasiado tiempo defendiéndote de todo ya es hora de vivir bonito lupita asintió esa noche bajó al patio y le mandó un mensaje a Mauricio gracias por traerme la carta me ayudó más de lo que imaginas él respondió de inmediato “¿puedo verte?” Lupita miró la pantalla luego escribió “Sí mañana en el lugar donde
todo empezó.” A la mañana siguiente a las 7 en punto llegó al hotel real entró por la puerta principal mauricio ya estaba ahí esperándola en el vestíbulo no dijo nada al verla solo sonrió ella caminó hacia él “vine porque quiero decirte algo” dijo ella firme “ya no quiero vivir con rencor y no quiero seguir huyendo de ti.
” Mauricio se acercó sin prisas ¿y eso qué significa significa que estoy lista para vivir lo que sea contigo pero sin mentiras sin secretos sinvergüenza mauricio la abrazó esta vez sí fuerte con todo como si ese abrazo cerrara todas las heridas y abriera algo nuevo gabriela los vio desde lejos en el fondo del lobby apretó los dientes y sacó el celular marcó a un número que no había usado en años es hora vamos a contarle a Mauricio la verdad que sepa de dónde viene en realidad el día empezó como cualquiera lupita ya no limpiaba cuartos pero pasaba por los pasillos del hotel
real para ver que todo estuviera en orden con el nuevo programa saludaba a los empleados hablaba con los jóvenes que acababan de entrar a la fundación y hasta ayudaba en cosas básicas porque decía que eso la mantenía con los pies en la tierra mauricio por su lado iba y venía entre juntas llamadas y cafés con su papá después de todo el desastre las cosas se estaban acomodando pero justo cuando todo parecía en calma apareció Gabriela otra vez no llegó gritando ni vestida como para armar escándalo al contrario fue con un
vestido claro maquillaje leve y el cabello amarrado entró por la recepción como si nada con esa sonrisa falsa que usaba para manipular preguntó por don Ernesto pero no estaba entonces pidió hablar con Mauricio él bajó sin sospechar nada al verla se detuvo unos segundos ya no quería verla ni pelear con ella pero algo en su mirada le dio mala espina ¿qué quieres hablar contigo a solas 5 minutos es por tu bien mauricio dudó pero aceptó fueron a una de las salas vacías se sentaron frente a frente gabriela sacó su celular buscó algo en la galería y se
lo mostró era una foto mauricio la miró sin entender ¿quién es preguntó tu madre él frunció el ceño ¿de qué hablas gabriela lo miró directo no soy tu mamá Mauricio nunca lo fui yo llegué a la vida de tu papá cuando tú ya estabas ahí muy chiquito te crié pero no eres mío mauricio sintió como si todo se apagara de golpe ¿qué estás diciendo lo que oyes eres adoptado ernesto nunca lo ocultó solo que nunca supo cómo decirte y cuando yo me casé con él ya estabas yo fingí ser tu madre porque eso era más fácil pero ahora que todo se volvió una telenovela
ya no tiene sentido seguir fingiendo mauricio se paró no podía quedarse sentado ¿y por qué me lo dices ahora porque me harté porque tú preferiste a esa muchacha que no es nadie porque me quitaste todo tu papá me sacó de su vida tú también así que ya no tengo nada que perder mauricio respiraba con fuerza no sabía si gritar llorar o salir corriendo y mi verdadera mamá gabriela se encogió de hombros no lo sé era una chica joven sin familia que lo dejó en adopción al poco tiempo ernesto lo firmó todo te cuidó te
dio todo pero no eres su sangre mauricio salió de la sala sin decir nada más caminó sin rumbo por el hotel hasta que terminó sentado en una banca del jardín trasero la cabeza le daba vueltas todo lo que creía todo lo que era acababa de cambiar en segundos lupita lo encontró ahí solo con la mirada perdida ¿qué pasó él tardó en hablar luego la miró y dijo lo más duro de su vida no soy hijo de don Ernesto gabriela me lo dijo soy adoptado lupita lo escuchó en silencio y eso cambia algo cambia todo no soy de esta familia no soy un Aguilar
todo lo que tenía ya no es mío no Mauricio lo único que cambia es el apellido pero tú tú sigues siendo el mismo el que me buscó cuando nadie me miraba el que me defendió el que lloró por mí el que no se fue cuando era más fácil salir corriendo mauricio bajó la cabeza no sé quién soy Lupita pues empieza por aceptar quién ya eras antes de saber todo esto eres tú eres suficiente en ese momento don Ernesto apareció se acercó con paso lento pero firme se sentó junto a ellos es verdad dijo Mauricio no es mi hijo de sangre
pero eso nunca ha importado porque lo que te hace hijo no es la sangre es estar y tú siempre estuviste mauricio lo miró con ojos llenos de rabia y tristeza ¿por qué no me dijiste porque no supe cómo porque tenía miedo de perderte pero ahora entiendo que eso fue un error no importa si no saliste de mí tú eres mi hijo y lo seguirás siendo hasta el día que me muera mauricio se limpió el rostro luego asintió sin decir más días después en una pequeña ceremonia frente al equipo del hotel y algunos medios don Ernesto anunció dos cosas la primera que Lupita su hija
biológica sería oficialmente parte de la administración del hotel real y de la nueva fundación la segunda que Mauricio aunque no llevara su sangre era su hijo por decisión y que el apellido Aguilar también era suyo por todo lo que había hecho y por la persona en la que se había convertido los empleados aplaudieron algunos se emocionaron otros grababan con el celular renata ya no estaba en la ciudad se fue sin despedirse gabriela fue sacada de todos los negocios y no volvió a pisar el hotel lupita y Mauricio después de todo estaban ahí
juntos no perfectos no felices todo el tiempo pero sí con la verdad completa y la decisión firme de seguir adelante porque hay familias que se forman por sangre y otras como la de ellos que se eligen y eso a veces vale mucho más
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