Tres décadas después de la trágica muerte de Selena Quintanilla – el ícono eterno de la música Tejano – una voz que durante años permaneció en silencio finalmente se ha hecho escuchar. Chris Pérez, el esposo que compartió con la cantante los últimos años de su vida, ha decidido romper el largo silencio y revelar recuerdos nunca antes contados sobre su matrimonio, la pérdida irreparable y el legado de la mujer a la que llama “el amor eterno” de su vida.

Sus palabras no sólo narran el duelo personal, sino también dan testimonio de un amor que desafió todas las barreras: familiares, sociales e incluso las impuestas por la muerte.

Un amor que nació entre la música y creció en secreto

Chris Pérez se unió a la banda Selena y Los Dinos en 1989, llevando consigo la energía del rock a la vibrante escena musical de Selena. Rápidamente surgió entre ellos una conexión amorosa, que debieron ocultar debido a la férrea oposición de Abraham Quintanilla, padre de la cantante. Temiendo que la imagen pública de su hija se viera comprometida, Abraham llegó a despedir a Chris de la banda y a cortar todo vínculo profesional entre ambos.

Pero aquel vínculo era más fuerte que las imposiciones externas. En abril de 1992, Selena y Chris decidieron fugarse y casarse en secreto en un tribunal local de Texas, iniciando un matrimonio marcado tanto por el profundo afecto como por la presión constante de la fama y las exigencias de la industria.

Una muerte trágica y un silencio prolongado

Apenas tres años después de la boda, Selena fue asesinada a los 23 años por Yolanda Saldívar – su exgerente y presidenta del club de fans. La noticia estremeció a todo el país, y dejó a Chris devastado. Desde entonces, se retiró casi por completo del ojo público, evitando hablar del trágico desenlace.

Ahora, tras tanto tiempo, Chris ha compartido que el dolor jamás ha desaparecido. Describe la ausencia de Selena como una herida abierta: “A veces siento que aún puedo llamarla o que estará en casa al regresar”, confesó. También reconoció que durante años cargó con el peso de la culpa, preguntándose si podría haber evitado lo que ocurrió.

Treinta años después: recuerdos, reconciliación y un amor que perdura

Esta revelación marca también una nueva etapa en su relación con la familia Quintanilla. Tras años de disputas legales —incluyendo una demanda por el uso de la imagen de Selena en sus memorias To Selena, With Love— ambas partes alcanzaron un acuerdo amistoso en 2021. Recientemente, Chris visitó las oficinas de Q Productions y se reencontró con Abraham y Suzette, padre y hermana de Selena, en un gesto de reconciliación que conmovió profundamente a sus seguidores.

Para Chris, atravesar el duelo significó también custodiar la memoria de su esposa. En el aniversario de su boda, compartió en redes sociales una imagen del acta matrimonial como prueba de un amor que, según sus palabras, “jamás se ha desvanecido”. Hoy, asegura que el legado de Selena sigue siendo “una luz que guía” su vida y su trayectoria musical.

Selena: una voz que nunca se apaga

Selena Quintanilla no fue sólo una de las artistas latinas más exitosas de todos los tiempos; se convirtió en símbolo cultural. Desde su álbum póstumo Dreaming of You —que rompió récords en Billboard— hasta homenajes como su figura de cera en Madame Tussauds o la serie de Netflix estrenada en 2020, su imagen y su música siguen más vivas que nunca.

La vida y el amor que compartió con Chris —ahora revelados con mayor claridad— enriquecen aún más la figura de una estrella cuya luz nunca se apagó. Mientras el mundo se sigue preguntando: “¿Qué habría sido de Selena si aún estuviera viva?”, Chris Pérez tiene una certeza inquebrantable: ella ya alcanzó la cima —en la música, en la cultura latina y en su corazón.