La historia de amor entre Rubby Pérez e Inés Lizardo es una de esas que dejan huella por su profundidad, fidelidad y duración.

Juntos compartieron 48 años de matrimonio, una unión forjada en el respeto, el compromiso y el cariño incondicional.

Desde los inicios de su carrera, Rubby siempre tuvo a su lado a Inés, quien fue su compañera de vida.

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Su confidente y su mayor apoyo en los momentos más difíciles y en los más gloriosos de su trayectoria musical.

El legado de esta relación va más allá de las palabras: cuatro hijos nacieron fruto de ese amor, quienes hoy son el reflejo de los valores que ambos cultivaron.
Inés no solo fue la esposa del legendario merenguero, sino también una figura clave en la estabilidad emocional de Rubby, brindándole siempre un hogar lleno de paz, comprensión y amor.

A lo largo de los años, enfrentaron juntos las pruebas que la vida les puso en el camino, siempre saliendo fortalecidos.

Su amor fue discreto, lejos del escándalo mediático, pero firme y sólido. Para Rubby, Inés fue más que su esposa: fue su ancla, su fuerza silenciosa.

Hoy, tras la repentina partida del artista, la historia de Rubby e Inés se convierte en un ejemplo de amor verdadero, de esos que no se desgastan con el tiempo, sino que se transforman en un legado eterno.