Un millonario contrató a una niñera para cuidar a su hijo con discapacidad y lo que vio le rompió el corazón víctor Alemán era de esos hombres que no hablan mucho pero cuando lo hacían todos escuchaban dueño de una cadena de hoteles de lujo siempre vestía elegante siempre llegaba puntual y siempre tenía cara de que todo le molestaba desde que su esposa murió se convirtió en alguien frío casi como una máquina solo vivía para trabajar a veces parecía que se había olvidado de su hijo Julián un niño de 7 años con parálisis cerebral que apenas podía mover los brazos y no hablaba julián pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su cuarto con una enfermera que cambiaban cada dos o tres meses ninguna duraba mucho casi todas salían llorando o hartas y Víctor aunque decía que le importaba a su hijo en el fondo no sabía cómo acercarse le dolía verlo así le daba culpa y en vez de enfrentarlo huía un día la última enfermera renunció dijo que no podía más que Julián tenía episodios muy fuertes y que se ponía agresivo lo exageró claro pero a Víctor no le sorprendió ni preguntó mucho solo llamó a su secretaria le pidió que buscara a alguien nuevo y volvió a encerrarse en su oficina quería a alguien rápido sin tanto trámite no tenía tiempo para entrevistas largas ni dramas alguien que supiera cuidar niños con discapacidad y que sobre todo no causara problemas a los dos días la secretaria le mandó una lista con tres candidatas las primeras dos no convencieron a Víctor una hablaba demasiado la otra se veía como si no tuviera idea de lo que hacía pero cuando entró la tercera algo cambió era una chava joven con una coleta despeinada jeans rotos y una mochila vieja que traía colgando de un solo hombro se llamaba Mariana no parecía la típica niñera ni tenía ese aire de experta como las otras pero cuando se sentó frente a Víctor no se puso nerviosa lo miró directo a los ojos y le habló sin rodeos no tengo título en enfermería pero sí sé cuidar a un niño con discapacidad lo hice con mi hermano por casi 10 años dijo sin bajar la mirada víctor la observó frunciendo el ceño ¿y qué le pasó a tu hermano murió hace dos años no voy a mentir ni a ponerme sentimental solo quiero trabajar y sé que puedo hacerlo bien si no le sirve no hay problema tengo otras entrevistas eso lo descolocó nadie le hablaba así tan directo mariana no parecía querer impresionarlo no pedía lástima ni andaba vendiendo humo víctor no respondió de inmediato solo apretó la mandíbula y luego se paró de su silla “ven vamos a ver cómo te va con Julián. ” lo llevó al cuarto del niño era amplio con una ventana grande que daba al jardín juguetes caros que nadie usaba una tele apagada y una cama ajustable julián estaba en una silla especial hacia la ventana no reaccionó al oírlos entrar solo movió ligeramente la cabeza mariana lo miró unos segundos se acercó sin decir nada se agachó hasta quedar a su altura y le sonrió no lo tocó no le habló de inmediato solo lo observó después de unos segundos le mostró una pelota blanda que traía en su mochila ¿te gusta jugar con esto julián parpadeó algo en sus ojos brilló no fue una sonrisa ni una risa pero sí hubo un pequeño cambio víctor lo notó no estaba seguro pero lo notó mariana le pasó la pelota con suavidad la dejó en sus manos y esperó julián la apretó un poco con los dedos y por primera vez en semanas emitió un sonido suave como un quejido pero sin dolor casi como si se sintiera cómodo “no habla” dijo Víctor desde la puerta no hace falta que hable para saber lo que siente” contestó Mariana sin mirarlo después de unos minutos Mariana se levantó “¿le parece si empiezo mañana?” preguntó con un tono que no era arrogante “pero sí seguro.” Víctor norespondió solo asintió con la cabeza y salió de la habitación caminó por el pasillo con la mente revuelta no sabía si había tomado una buena decisión pero algo en esa chava le daba buena espina o por lo menos mejor espina que las otras esa noche no pudo dormir bien se quedó viendo una foto de su esposa en el buró la misma de siempre con Julián en brazos cuando era un bebé ella sí sabía cómo manejar todo ella sí tenía esa chispa que ahora parecía perdida en la casa él solo se sentía un extraño un tipo que no sabía cómo ser
papá al día siguiente Mariana llegó temprano tocó el timbre con calma y esperó la recibió una de las muchachas del servicio subió directo al cuarto de Julián sin perder tiempo lo saludó como si ya lo conociera con esa misma tranquilidad del primer día sacó un par de juguetes de su mochila un libro de sonidos y comenzó a trabajar no hablaba demasiado no hacía preguntas innecesarias solo observaba al niño respondía a sus movimientos y poco a poco iba conectando con él víctor la espiaba desde el monitor de seguridad en su oficina
algo en su pecho se apretaba al ver como su hijo parecía un poco más despierto no era magia ni un milagro era otra cosa algo que él no entendía del todo pero que ahí estaba en ese momento aunque no lo admitiera en voz alta supo que esa chava con su mochila vieja y su manera directa ya estaba empezando a cambiar algo en esa casa mariana tenía una forma muy suya de hacer las cosas no pedía permiso para todo pero tampoco era irrespetuosa simplemente observaba entendía lo que Julián necesitaba y lo hacía sin esperar instrucciones a los dos días ya sabía a qué hora el niño se ponía más irritable
qué sonidos le molestaban y cuáles lo tranquilizaban le ponía música suave en las mañanas mientras le limpiaba las manos le hablaba aunque él no pudiera contestarle y le celebraba los mínimos movimientos como si fueran grandes logros a Julián le costaba mucho comunicarse pero cuando algo le gustaba movía un poco la cabeza hacia un lado con Mariana empezó a hacerlo más seguido incluso una vez se le salió una carcajada rara como un gruñidito con aire cuando ella le hizo una voz de caricatura con un peluche nadie en la casa lo había
escuchado reír en años la enfermera anterior apenas y le hablaba todo era con prisa como si solo estuviera esperando que acabara su turno las señoras del servicio empezaron a notar el cambio también una de ellas Lupita hasta se animó a decirle a Mariana que parecía que el niño la escuchaba con el corazón lo cual a Mariana le dio risa no por burlarse sino porque le pareció bonito no lo dijo en voz alta pero ese niño le recordaba mucho a su hermano en el otro extremo de la casa Víctor estaba confundido iba a su oficina trabajaba atendía juntas pero
algo en él estaba distraído pasaba ratos mirando la cámara que daba al cuarto de su hijo y lo que veía lo dejaba helado julián no solo parecía más tranquilo sino más presente como si estuviera despertando todo gracias a esa chava que en menos de una semana había logrado más que todos los doctores y niñeras anteriores juntos una tarde Mariana bajó a la cocina por una paleta de hielo para Julián era algo que usaba para relajarle la boca y evitar que apretara los dientes cuando se ponía tenso justo cuando abría el congelador se topó con
Víctor “¿no deberían darte algo más decente de comer?” le preguntó él sin mucha emoción “no es para mí” respondió Mariana cerrando la puerta del refri “es para Julián una paleta le ayuda con la mandíbula le relaja y le gusta ¿o no quiere que su hijo disfrute algo ese comentario lo agarró en curva no supo qué decir solo asintió y se fue pero le quedó sonando la forma en que Mariana defendía a Julián como si de verdad lo conociera otro día mientras Mariana le leía un cuento al niño Víctor entró sin avisar mariana lo ignoró y siguió con la historia era sobre un ratón que se hacía
pasar por León para que nadie lo molestara julián miraba el libro con atención aunque sus ojos a veces se nublaban por momentos cuando Mariana terminó se dio cuenta de que Víctor seguía ahí parado en la puerta ¿ese cuento lo inventaste tú preguntó él no pero le cambié algunas cosas a Julián le aburre como viene en el libro le gustan las versiones raras ¿y cómo sabes eso porque lo veo porque lo escucho aunque no hable no es tan difícil solo hay que estar eso lo dejó callado otra vez empezaba a darse cuenta de que no conocía nada de su propio hijo que siempre había pensado que era solo un
niño enfermo encerrado en su cuerpo sin forma de conectar pero Mariana estaba demostrando lo contrario todos los días en la casa empezaban a cambiar los ritmos donde antes había silencio y tensión ahora había risas suaves ruidos de juguetes música mariana llevaba a Julián al jardín en las tardes lo sentaba bajo una sombrilla y le enseñaba a tocar botones de una consola adaptada que emitía sonidos distintos a veces solo eran pitidos otras eran frases grabadas como hola o quiero más y aunque Julián no siempre atinaba
se notaba que lo intentaba víctor los miraba desde la terraza fingiendo que leía correos en su celular pero en realidad estaba atento a cada pequeño avance mariana no lo veía o si lo hacía no decía nada no buscaba alagos ni atención ella estaba ahí por el niño y eso lo hacía todo diferente una tarde Julián logró presionar el botón que decía gracias después de que Mariana le dio agua con un popote especial ella se emocionó tanto que le aplaudió como si hubiera ganado un maratón víctor bajó en ese momento con un gesto de
sorpresa eso lo hizo él preguntó acercándose sí le costó pero lo logró es la primera vez que lo hace víctor se quedó mirando el botón como si fuera algo mágico luego miró a su hijo y sin pensarlo le acarició el cabello julián movió la cabeza despacito hacia su mano fue algo mínimo casi invisible pero para Víctor fue como un terremoto por dentro después de eso algo empezó a cambiar entre Mariana y Víctor no era que se llevaran mejor pero la tensión se sentía distinta ya no era solo distancia ahora era como si ambos supieran que
estaban compartiendo algo muy íntimo sin decirlo pero no todo era perfecto víctor seguía teniendo sus momentos fríos sobre todo cuando se sentía incómodo una vez Mariana le preguntó si pensaba ir al festival del centro de rehabilitación donde llevaban a Julián los viernes era algo pequeño pero para los niños significaba mucho víctor solo dijo “No tengo tiempo para eso.
” Y se fue sin mirar atrás esa noche Mariana lloró sola en su cuarto no por ella sino por Julián porque él sí esperaba a su papá porque aunque no lo dijera sí lo sentía y aunque no lo sabía aún ese vínculo que estaba creciendo con el niño también empezaba a tocar partes del corazón de Víctor que él creía muertas el cuarto de Víctor siempre estaba impecable nada fuera de su lugar ni una camisa colgada mal ni una taza sin lavar todo en orden pero eso no era porque le gustara el orden sino porque no soportaba el caos no el caos de las cosas sino el de los recuerdos en ese cuarto no había fotos
de su esposa ninguna ni una carta ni una nota ni rastro de ella lo había guardado todo en una caja gris que metió al closet más alto y que no había tocado en 5 años esa noche mientras el resto de la casa dormía Víctor se sentó en la cama con la mirada perdida escuchó el sonido de la silla especial de Julián en el piso de abajo y supo que Mariana estaba acomodándolo desde hacía días el niño no lloraba por las noches dormía mejor y aunque no lo admitía en voz alta sabía que era por ella pero esa calma traía
consigo algo más el recuerdo de lo que pasó de cómo su vida cambió en un segundo todo ocurrió una tarde de lluvia él y su esposa Sofía habían salido con Julián a un parque fuera de la ciudad sofía amaba manejar siempre decía que lo hacía mejor que él en el regreso ella insistió en tomar el volante julián dormía en su silla de atrás apenas tenía dos años de pronto un auto cruzó sin frenar en un cruce mal señalizado el impacto fue brutal sofía murió en el momento julián sobrevivió pero su columna quedó dañada para siempre víctor no estaba en el auto había
recibido una llamada del trabajo y decidió volver antes en otro coche esa decisión lo persiguió desde entonces porque él debió estar ahí él debió haber manejado él debió haber hecho algo después del accidente dejó de vivir se volvió otra persona fría seca ausente se convenció de que lo mejor que podía hacer era enfocarse en el negocio y pagar lo que hiciera falta para que Julián estuviera cuidado pero no lo cuidaba él pagaba por eso nada más nunca quiso enfrentarse al niño ni a lo que le recordaba porque ver a Julián era ver el día en que todo se
rompió mientras tanto en otra parte de la casa Mariana acomodaba la cobija de Julián con cuidado el niño ya tenía los ojos cerrados pero ella sabía que aún no dormía le acariciaba el brazo con los dedos sin apurarlo había aprendido que a veces lo que más le gustaba al niño era simplemente sentir que alguien estaba ahí sin hablar sin moverse solo estar mariana también tenía su propia herida su hermano menor Esteban tenía una condición muy parecida a la de Julián pero en su caso la familia no tenía dinero para terapias caras ni aparatos modernos su mamá hacía milagros con lo
poco que ganaba y Mariana siendo adolescente tuvo que madurar a golpes le tocó limpiarlo alimentarlo calmarlo en sus crisis aguantar miradas de lástima y preguntas incómodas esteban murió a los 15 años por una infección maltratada en un hospital público donde los doctores lo ignoraron por horas a Mariana eso la partió en dos pero en lugar de volverse dura como Víctor se hizo más suave más paciente más fuerte cuando llegó a esa casa no lo hizo buscando trabajo nada más lo hizo buscando sentido julián le recordaba demasiado a su hermano y
aunque no lo decía cuidarlo era una forma de curarse a sí misma una tarde mientras Víctor bajaba de una llamada escuchó un ruido raro en el cuarto de su hijo entró rápido y encontró a Julián temblando tenía fiebre mariana ya estaba ahí tomándole la temperatura y preparando una compresa está ardiendo dijo ella con voz seria sin asustarse voy a necesitar ayuda para bajarle la fiebre víctor se quedó parado sin saber qué hacer ella lo miró puede traer hielo yo lo voy mojando con agua él obedeció sin decir nada fue la primera vez que actuó como parte del equipo no como el jefe que solo da
órdenes mariana le indicaba qué hacer y él seguía instrucciones entre los dos lograron estabilizar a Julián no era algo grave solo una infección leve pero para Víctor fue un golpe cuando el niño se durmió Mariana se quedó sentada en el borde de la cama víctor parado junto a la puerta la miró ¿cómo le haces ¿para qué para no derrumbarte ella se encogió de hombros ah veces sí me derrumbo solo que no me quedo ahí víctor bajó la mirada esa noche cuando se quedó solo en su cuarto fue al closet sacó la caja gris abrió la tapa
dentro había una bufanda de Sofía un perfume seco una carta sin abrir y una foto familiar enmarcada que no había vuelto a ver desde el funeral se sentó con todo eso en las piernas y lloró en silencio no por Sofía por él por Julián por todo lo que se perdió al día siguiente Mariana lo notó distinto no dijo nada pero sí lo sintió era como si Víctor hubiera bajado una armadura no completamente pero lo suficiente para dejar que algo entrara ese algo era la vida que empezaba a moverse otra vez en esa casa gracias a un niño que no hablaba una niñera con el alma rota y un
papá que por fin empezaba a despertar chel portón negro de la casa de los alemán era alto de esos que no dejan ver nada de lo que pasa adentro pero desde la esquina de enfrente detrás de un puesto de flores secas que apenas vendía algo había una mujer con lentes oscuros gorra y una botella de agua que no había abierto en horas se llamaba Karina no estaba ahí por casualidad llevaba casi una semana dando vueltas por la colonia preguntando por trabajo o por una amiga pero en realidad lo único que hacía era mirar esa casa la misma de
la que la habían corrido un año atrás a Karina la despidieron de golpe la encontraron gritándole a Julián cuando el niño no quería tomar su medicamento no lo golpeó pero lo zarandeó feo una de las trabajadoras del servicio la vio fue con Víctor y en menos de una hora Karina ya estaba en la calle sin liquidación sin explicaciones solo con lo que alcanzó a meter en una mochila desde entonces no había conseguido trabajo estable en los lugares donde la llamaban le pedían referencias y ahí tronaba a veces mentía cambiaba datos decía que se había ido
por problemas personales pero las entrevistas no pasaban del primer filtro poco a poco se llenó de rabia no tanto por haber perdido el trabajo sino por cómo la trataron como si fuera basura y ahora saber que ya tenían a otra niñera le ardía sobre todo porque había escuchado cosas gente del barrio empleados del súper incluso una excompañera de limpieza le dijeron que la nueva chava era una jovencita que el patrón tenía en la mira que se llevaban bien que el niño estaba diferente karina no lo decía en voz alta
pero sentía que le habían robado su lugar que Mariana se estaba ganando algo que no merecía mientras tanto adentro de la casa Mariana ya era parte del día a día julián no se despegaba de ella hasta Víctor le había ofrecido extenderle el contrato por seis meses más mariana aceptó sin dudar aunque por dentro algo le decía que esa casa guardaba cosas que no terminaba de entender una tarde Mariana bajó a la cocina y notó que una de las empleadas Marta la miraba raro no era la primera vez marta siempre la trataba con cierta frialdad era mayor llevaba muchos años
trabajando ahí y aunque nunca fue grosera sí había cierta tensión en el aire como si no le cayera bien que Mariana tomara decisiones sin consultarle o que Víctor empezara a confiar tanto en ella ese mismo día cuando Mariana fue al mercado con Lupita la otra señora del servicio una mujer se les acercó por la espalda cuiden bien al niño eh nunca se sabe lo que puede pasar” dijo con voz burlona cuando Mariana se volteó la mujer ya se había metido entre los puestos lupita se quedó blanca “esa era Karina” dijo con voz
baja “¿qué hace aquí si ya no vive ni por la zona?” Mariana no dijo nada pero algo se le revolvió en el estómago no conocía a Karina nunca la había visto antes pero la forma en que las había mirado no era normal era de esas miradas que te dejan inquieta por dentro esa noche Mariana le comentó a Víctor lo que había pasado él se puso serio le preguntó si estaba segura y cuando ella asintió solo dijo “Voy a hablar con seguridad no quiero a esa mujer cerca de mi hijo pero en vez de calmarla esa reacción la dejó más
nerviosa porque Mariana sabía que cuando alguien tiene tanto odio no necesita entrar a una casa para hacer daño karina mientras tanto regresó a su cuartito rentado en la colonia vecina pegó sobre la mesa una foto vieja que había tomado en secreto durante su tiempo en la casa julián en su silla dormido con una manta azul la miró un rato largo después escribió algo en un cuaderno si él supiera quién soy de verdad la correrían también lo que nadie sabía es que Karina no solo guardaba rencor guardaba un secreto que no había contado ni siquiera cuando la
corrieron un secreto que si salía a la luz no solo haría temblar a Mariana sino a toda la familia por ahora solo esperaba el momento perfecto esa semana Mariana no durmió bien después de lo que pasó en el mercado no dejaba de pensar en la mirada de esa mujer y aunque no conocía a Karina algo en su cara le dio una sensación extraña como cuando ves a alguien que no sabes de dónde conoces pero sabes que no te trae nada bueno aún así siguió su rutina como siempre no se iba a dejar asustar con Julián todo iba mejorando cada día lograba una pequeña cosa nueva un botón que antes no tocaba
un sonido distinto un movimiento de mano que antes no hacía mariana se alegraba por dentro pero cada vez que veía al niño también le venía a la mente la imagen de su hermano Esteban se parecían no físicamente pero sí en la mirada esa forma de buscar compañía sin pedirla esa forma de decir gracias con solo un movimiento de ojos esa mañana mientras le daba de comer a Julián con cuchara Mariana se quedó pensando el niño tardaba y ella no tenía prisa le hablaba mientras tanto aunque él no le contestara ¿sabes qué a veces me da miedo contarte cosas Julie
porque siento que si empiezo no voy a saber cuándo parar julián soltó un quejido suave mariana ríó ya sé ni entiendes lo que digo ¿verdad pero bueno de todos modos te voy a contar algo hizo una pausa larga y luego siguió casi en voz baja yo también tuve un hermano como tú se llamaba Esteban era más chico que yo por 5 años desde bebé tuvo problemas no hablaba no caminaba y a veces se enojaba sin razón al principio creímos que era berrinchudo pero no era su forma de decir que algo no estaba bien mi mamá hizo todo lo que pudo pero no teníamos
dinero a veces no teníamos ni para llevarlo a consulta así que me tocó a mí cuidarlo muchas veces aprendí a entenderlo con la mirada con los gestos con la respiración como ahora contigo se le hizo un nudo en la garganta pero siguió un día se enfermó fiebre vómito no quería comer lo llevamos al hospital pero nos dejaron esperando dijeron que había otros más graves estuvimos horas en la sala con él en brazos cuando por fin lo pasaron ya era tarde murió esa noche tragó saliva julián la miraba no con lástima sino como si de verdad sintiera lo que le estaba
contando mariana le limpió la boca y le acarició el cabello desde entonces no volví a entrar a un hospital pero cuando vi tu foto en el anuncio no sé fue como si algo me dijera “Ve” terminó de darle de comer pero por dentro estaba revuelta esa historia la traía atorada desde hacía años nunca se la había contado a nadie ni a sus amigas ni a sus parejas ni a su mamá decirla en voz alta ahí con Julián era como soltar un pedazo de piedra del pecho esa tarde mientras caminaban en el jardín Mariana llevó a Julián hasta una parte donde había flores que nadie cuidaba estaban medio secas pero aún
daban color se sentó en el pasto lo dejó frente a ella y sacó de su mochila un cuaderno viejo no era cualquier cuaderno era el que usaba cuando Esteban estaba vivo tenía notas sobre rutinas medicamentos cosas que le gustaban dibujos que ella misma hacía para él “te voy a enseñar algo Yulie” dijo mientras lo abría “esto es parte de lo que fui y aunque me duele verlo quiero que tú lo veas también le mostró una página con dibujos de estrellas un tren y una cara sonriente con lengua de fuera julián la miró y después soltó un
sonido un chillidito suave como si hubiera entendido que eso era especial lo que Mariana no sabía era que desde una de las ventanas del segundo piso alguien la estaba viendo marta la empleada de mayor confianza de Víctor la misma que había estado en la casa desde antes del accidente siempre callada siempre en su lugar pero atenta a todo no le gustaba a Mariana no por mala sino porque sentía que estaba tomando un lugar que no le tocaba y ahora verla con ese cuaderno hablando de cosas del pasado le pareció sospechoso marta no era chismosa pero
tampoco era tonta esa chava ocultaba algo y tenía razón porque lo que Mariana no había dicho ni siquiera al patrón era que el hospital donde murió su hermano tenía relación directa con la fundación que antes manejaba Sofía la esposa de Víctor esa fundación financiaba clínicas públicas una de ellas era la que atendió a Esteban lo supo mucho después cuando investigó por curiosidad y aunque sabía que no era culpa directa de Sofía ni de Víctor no podía evitar sentir esa conexión como si el destino hubiera hecho una vuelta rara y la pusiera ahora en la casa de esa misma familia
lo había guardado para ella no por malicia sino por miedo por no saber cómo lo tomaría Víctor por no querer perder el único lugar donde después de mucho tiempo sentía que servía de algo pero no era la única que sabía karina desde su cuartito rentado revisaba una carpeta de papeles que tenía guardada desde su despido entre ellos una copia de la hoja de ingreso de Mariana a la casa un currículum mal impreso y algo más una nota vieja con el nombre de Esteban Rivas el hermano y una dirección que coincidía con la de una antigua clínica de la fundación alemán
karina no era una genio pero sabía leer señales y esa para ella era una mina de oro porque si lograba conectar a Mariana con el pasado de la familia podía usar eso no sabía cómo aún pero sabía que esa verdad escondida podía convertirse en un arma solo era cuestión de tiempo desde que Mariana llegó nadie había mencionado cumpleaños pasteles ni fiestas era como si en esa casa los años pasaran en silencio como si el tiempo no se celebrara solo se aguantara pero una mañana mientras le ayudaba a Julián a mover sus dedos sobre una tableta especial el niño logró señalar algo que
la dejó helada una imagen de un pastel con una velita mariana lo miró a los ojos cumples años pronto julián volvió a señalar la imagen corrió al calendario y ahí estaba marcado con un punto rojo 22 de junio faltaban solo 5co días nadie decía nada pero él sí lo sabía y eso fue suficiente para ella esa misma tarde Mariana le preguntó a Víctor “¿Le van a hacer algo a Julián por su cumpleaños?” Víctor apenas levantó la vista del celular nunca se ha hecho por porque no es algo que necesite ¿y tú cómo sabes qué necesitas si ni lo
escuchas víctor se quedó callado mariana se arrepintió de cómo lo dijo pero ya estaba afuera él no respondió solo volvió a su celular pero al día siguiente Mariana encontró una caja con decoraciones de fiesta nueva sobre la mesa del comedor no decía nada pero ahí estaba y eso bastaba organizó una celebración sencilla nada de globos gigantes ni juegos ruidosos julián se estresaba con los sonidos fuertes pensó en una mini reunión con colores suaves música tranquila y pastel de chocolate que era lo único dulce que el niño comía sin problema invitó solo a los trabajadores de la
casa a Lupita a Marta aunque no le caía del todo a los dos muchachos del jardín y a una terapeuta que le había agarrado cariño a Julián ese día amaneció nublado pero eso no importaba mariana decoró la terraza con guirnaldas de papel hechas a mano puso una bocina con canciones de caricaturas en versión instrumental y colocó un mantel lleno de estrellas y caritas sonrientes julián llegó en su silla con una camisa amarilla que Mariana le compró sin decirle a nadie le puso un sombrerito pequeño y le pintó un bigote falso con delineador el niño no se quejó es más
hasta se le notó divertido víctor bajó minutos después con una camisa sin planchar algo raro en él llevaba cara de no sé por qué vine pero ahí estaba cuando vio a su hijo rodeado de todos con una sonrisa leve y la mirada bien despierta se le borró un poco esa expresión ¿y ese bigote le preguntó julián pidió ser vaquero por un día contestó Mariana jugando con él todos rieron por unos minutos la casa se sintió viva como si el aire no pesara tanto entonces entre los meseros que llevaban los bocadillos había alguien nuevo una mujer delgada con el cabello
escondido bajo una gorra y unos lentes que no combinaban con su uniforme nadie se fijó mucho después de todo era una fiesta pequeña pero ella iba de mesa en mesa sirviendo vasos escuchando conversaciones y mirando todo con detalle era Karina había conseguido trabajo de un solo día a través de un conocido que montaba banquetes nadie la reconoció ni Lupita que la había visto en el mercado se había maquillado distinto vestía holgada y apenas hablaba solo observaba a Mariana a Víctor y sobre todo a Julián
en un momento cuando Mariana fue por el pastel a la cocina Karina entró justo detrás mariana sintió que alguien la seguía pero no le dio importancia al abrir el refri una voz bajita pero seca sonó a su espalda ¿cuánto tiempo más vas a seguir jugando a la familia feliz mariana se volteó como un rayo la cara de Karina aunque diferente le pareció familiar “te conozco” dijo con la voz tensa karina sonrió con una mueca torcida “¿aún no pero yo a ti sí.
” Antes de que pudiera decir algo más se fue de la cocina como si nada mariana salió detrás pero cuando cruzó la puerta Karina ya se había mezclado entre los otros meseros el pastel fue sencillo uno de chocolate con fresas encima mariana puso una vela grande en el centro la encendió y todos cantaron despacio sin gritos sin exagerar julián miraba la vela con los ojos abiertos de par en par cuando Mariana se acercó para soplarla con él el niño hizo algo que nadie esperaba levantó el brazo derecho el que casi no movía y apuntó hacia ella un segundo después una voz mecánica sonó
desde el botón que traía colgado al pecho feliz fue la primera vez que usaba esa palabra todos se quedaron congelados víctor cerró los ojos por un segundo mariana tragó saliva y solo alcanzó a decir “Feliz cumpleaños Julie.” Después de eso la fiesta siguió con risas fotos y abrazos pero en la mente de Mariana solo rondaba una cosa la cara de esa mujer en la cocina esa frase esa mirada algo no estaba bien cuando terminó la fiesta ayudó a guardar los platos a sentar a Julián en su sillón y a ponerle una cobija el niño ya estaba
cansado cerraba los ojos mientras Mariana le cantaba bajito todo parecía en calma otra vez pero Karina ya había logrado lo que quería meterse en la casa sin que nadie lo notara verla a ella de cerca y recordar por qué la odiaba tanto aunque Mariana aún no entendiera por qué la casa estaba en silencio todos se habían ido las guirnaldas seguían colgadas algunas medio caídas por el viento y el mantel de estrellas tenía migas de pastel por todos lados mariana se quedó limpiando sola en la terraza no porque le tocara
sino porque necesitaba pensar seguía dándole vueltas a la cara de la mujer que apareció en la cocina esa forma en la que le habló como si ya la conociera como si supiera algo pero no podía decir nada sin pruebas y además estaba lo otro Julian ese momento tan increíble que vivieron que dijera feliz con su botón fue un regalo un milagro algo que le iba a quedar grabado para siempre ya era tarde cuando terminó de guardar todo fue por una manta al cuarto de servicio y bajó al cuarto de Julián para ver si dormía bien el niño seguía
dormido con una sonrisa leve mariana le acomodó la cobija apagó la luz y cerró la puerta despacio cuando volteó Víctor estaba parado en el pasillo no llevaba saco solo una camisa arremangada tenía la mirada fija en la puerta de su hijo ¿lo viste preguntó ¿qué hoy su cara esa palabra nunca lo había visto así mariana asintió se quedaron en silencio unos segundos luego él caminó hacia la terraza y ella lo siguió sin decir nada el aire estaba fresco la noche caía lento sin ruido mariana se sentó en una de las sillas víctor se apoyó en el barandal mirando hacia el jardín era raro verlo así tan callado tan tranquilo
“gracias por hacerle esa fiesta” dijo al fin “yo nunca lo habría pensado me cuesta me cuesta un chingo.” Mariana lo miró yo tampoco estaba lista para sentir tanto otra vez confesó pensé que solo venía a trabajar pero Julián no es un trabajo él la miró por primera vez esa noche fijo sin desviar los ojos tú tampoco lo eres ese comentario la tomó por sorpresa no supo qué contestar bajó la mirada sintiendo cómo se le aceleraba el corazón el silencio volvió pero no era incómodo era ese tipo de silencio que
dice más que las palabras y entonces pasó no fue planeado no fue lento ni romántico fue impulsivo desordenado pero muy real víctor se inclinó hacia ella y ella no se echó para atrás se besaron corto intenso como si los dos estuvieran agarrados del único momento que les hacía sentir algo bueno pero apenas terminaron todo cambió víctor se apartó rápido se pasó la mano por la cara como si acabara de hacer algo terrible mariana se quedó ahí congelada no entendía qué estaba pasando perdón dijo él sin mirarla no debí hacerlo ¿por qué no ¿por qué no porque tú estás aquí por Julián
no por mí porque esto no está bien ¿y tú sientes que estuvo mal él no respondió solo negó con la cabeza y se fue dejándola sola en la terraza mariana se quedó ahí sentada sintiendo como la emoción se le venía encima no sabía si quería llorar gritar o simplemente olvidarlo no era solo el beso era lo que vino después ese rechazo esa confusión esa barrera que de pronto se levantó otra vez entre ellos pero eso no fue todo detrás de uno de los arbustos del jardín en la oscuridad había un leve brillo de celular una cámara grabando en
silencio un lente capturando justo ese instante el beso la expresión de sorpresa el momento exacto en que Víctor se aleja karina sonrió en la sombra perfecto dijo en voz baja esto me va a servir más de lo que pensaba se retiró sin hacer ruido guardando el celular en una bolsa con cierre nadie la vio nadie supo que estuvo ahí mariana por su parte subió a su cuarto con la cabeza hecha un desastre intentó dormir pero no pudo todo el cuerpo le temblaba no entendía por qué Víctor se alejaba justo cuando parecía abrirse no entendía por qué si
todo se sentía tan real él actuaba como si nada hubiera pasado y en otra parte de la casa Víctor servía un whisky en su oficina un trago fuerte de esos que usaba para callar lo que sentía miraba una foto antigua de Sofía con Julián en brazos tocó el marco con los dedos como pidiendo permiso como si aún le doliera amar a alguien más pero el daño ya estaba hecho y lo peor es que alguien más lo sabía desde la mañana siguiente algo en la casa se sentía distinto mariana lo notó apenas puso un pie en la cocina lupita que siempre la
recibía con una sonrisa y un buenos días niña esa vez ni la miró solo le dijo en voz baja que el desayuno para Julián ya estaba en el microondas marta tampoco le dirigió palabra en todo el día solo le pasó una bandeja como quien cumple con su deber y nada más mariana no entendía qué pasaba caminaba por los pasillos con esa sensación de que todos sabían algo menos ella como cuando alguien habla de ti a tus espaldas y se calla justo cuando entras miradas rápidas murmullos falsos algo andaba mal julián también parecía inquieto estaba más callado que de costumbre se agitaba
al tocar los botones de su dispositivo y se le escapaban quejidos que hacía días no soltaba mariana trató de calmarlo como siempre con su voz suave y sus manos firmes pero ni así funcionaba por dentro Mariana seguía con la cabeza revuelta por lo del beso no tanto por el beso en sí sino por cómo Víctor la había dejado sola después como si hubiera cometido un error él no volvió a mencionarlo ni a mirarla a los ojos siquiera volvió a ese modo seco distante como si no hubiera pasado nada pero sí pasó y eso le pesaba
ese mismo día cuando Mariana fue a buscar un cuaderno en el escritorio del pasillo notó algo raro el cajón donde guardaba los juguetes adaptados de Julián estaba desordenado faltaban cosas un rompecabezas una pelota sensorial y un tubo con luces que usaba para calmarlo en las noches subió a preguntar a Lupita pero ella solo dijo “Yo no toqué nada pregúntale a Marta ella anda muy metida en todo mariana bajó a la bodega y ahí estaba Marta limpiando unos frascos tú moviste los juguetes de Julián marta ni se volteó no a lo mejor tú los perdiste
como otras cosas que se han perdido últimamente ¿cómo qué cosas marta por fin la miró pero no respondió se limpió las manos en el delantal y se fue esa noche Víctor recibió un mensaje anónimo al celular un número desconocido sin texto solo una imagen era una captura del beso un encuadre exacto víctor y Mariana en la terraza de noche la imagen era borrosa pero se notaba claramente lo que estaban haciendo víctor se quedó helado no por el beso sino porque alguien lo había visto alguien los había estado vigilando el mensaje no decía más ni
amenazas ni explicación pero bastó para encenderle la alarma subió a su oficina cerró la puerta y se quedó mirando la pantalla con el ceño apretado del otro lado del barrio Karina mandaba el mismo archivo a otro número esta vez el de Marta junto con un texto ¿ves lo que está haciendo tu patrón y con la niñerita ¿seguro que te conviene seguir callada marta vio el mensaje y no respondió pero no borró la foto la guardó como quien guarda un arma en el cajón por si acaso los días siguientes fueron peores mariana se dio cuenta de que alguien había estado hurgando en sus
cosas su cuaderno viejo el que tenía dibujos y notas de su hermano apareció doblado con hojas fuera de lugar su cepillo de dientes estaba mojado a mitad del día cuando no había ido al baño hasta su celular amaneció un día con la pantalla en un menú que nunca abría fue con Víctor le tocó la puerta de su oficina él abrió frío ¿pasa algo sí creo que alguien anda metiéndose con mis cosas víctor se cruzó de brazos ¿tienes pruebas no pero no estoy inventando y además el ambiente en la casa cambió lupita no me habla marta me trata como si estorbara algo está pasando víctor
bajó la mirada no le contó lo del mensaje no le mostró la foto no sabía si ella estaba metida o si también era víctima pero la duda ya se le había metido en la cabeza yo no tengo tiempo para chismes le dijo si tienes pruebas dímelo si no haz tu trabajo mariana se le quedó viendo era otra vez el mismo muro el mismo hombre cerrado que había conocido al principio se le revolvió el estómago dio media vuelta y se fue sin decir más esa noche mientras intentaba dormir le llegó a ella también un mensaje un número desconocido solo una
frase ¿ya le contaste a Víctor por qué estás aquí de verdad el corazón se le fue al suelo quiso responder pero el número ya no existía se quedó viendo la pantalla del celular como si fuera una bomba a punto de explotar y en algún punto de la ciudad Karina sonreía viendo cómo las piezas empezaban a moverse nadie la veía pero ya estaba ahí metida en todos lados mandando mensajes sembrando dudas rompiendo la calma poquito a poquito las mentiras los secretos y todo lo que cada uno ocultaba empezaban a pesar más de lo que podían cargar
mariana bajó temprano como todos los días traía el cabello recogido una camiseta sencilla y el mismo ánimo de siempre aunque por dentro no se sentía bien seguía dándole vueltas al mensaje que había recibido la noche anterior ese ya le contaste a Víctor por qué estás aquí de verdad la traía inquieta como si algo estuviera por estallar ella no supiera dónde ni cuándo la cocina estaba extrañamente callada lupita no estaba Marta tampoco en el comedor había dos policías hablando en voz baja con el guardia de seguridad mariana se quedó parada a la mitad del pasillo sin saber si avanzar o
regresar en ese momento Víctor bajó por las escaleras con el ceño fruncido “quédate ahí” le dijo seco “¿qué pasa acompáñame a mi oficina.” Mariana lo siguió sin entender nada cuando entraron Víctor cerró la puerta y le mostró una bolsa plástica con un frasco de medicina dentro era uno de los anticonvulsivos de Julián luego le señaló un sobre de dinero con billetes acomodados de forma exacta esto lo encontramos en tu cajón en la alacena del cuarto de servicio mariana lo miró con los ojos bien abiertos en mi cajón ¿cómo eso no es
mío no estaba ahí ayer y hoy apareció claro que apareció porque alguien lo puso ahí yo nunca tocaría el medicamento de Julián y mucho menos me llevaría dinero víctor se acercó con la cara tensa ¿puedes explicarme por qué alguien querría hacerte eso no lo sé pero alguien quiere verme fuera de esta casa me han estado dejando mensajes me revisan mis cosas se están metiendo conmigo ¿y por qué alguien haría eso justo ahora porque se dieron cuenta que tú y yo Mariana se detuvo cerró los ojos un segundo y bajó la voz porque se
dieron cuenta que tú y yo conectamos porque alguien nos vio y porque esa persona está jugando sucio víctor no contestó de inmediato caminó de un lado a otro estaba en conflicto tenía a su hijo en juego su reputación su casa todo yo confié en ti dijo “por fin dejé entrar aquí a mi hijo a mi vida y ahora me encuentro con esto.
” Víctor mírame te estoy diciendo la verdad alguien está detrás de todo esto no sé quién pero lo voy a descubrir no Jano Mariana se quedó helada ¿qué ya no puedes seguir aquí no después de esto tengo que pensar en Julián en lo que es mejor para él ¿tú crees que sacarme es lo mejor para él no lo sé pero sí sé que ya no puedo tener dudas no me lo puedo permitir mariana sintió como si le arrancaran el aire de golpe no podía creer lo que estaba escuchando no podía creer que después de todo Víctor dudara de ella así sin más está bien” dijo con la voz quebrada “si eso quieres me voy pero quiero que me lo
digas de frente mírame a los ojos y dime que crees que fui capaz de robarle a tu hijo.” Víctor levantó la vista pero no dijo nada ese silencio fue todo lo que Mariana necesitó para agarrar sus cosas y salir de esa oficina con la cabeza en alto subió a su cuarto metió lo poco que tenía en su mochila y bajó al cuarto de Julián el niño estaba viendo su tablet medio adormilado mariana se arrodilló frente a él voy a irme un rato Julie” le dijo con la voz temblorosa “pero te juro que no me estoy yendo porque quiera hay cosas que no entiendo todavía
pero no me olvides sí porque yo no me voy a olvidar de ti.” Julián la miraba sin entender del todo pero su respiración se aceleraba sus dedos se apretaban mariana le tomó la mano y le dio un beso en la frente no pudo evitar llorar no quería que él la viera así pero tampoco podía fingir cuando se levantó Julián soltó un sonido agudo casi como un lamento mariana se volteó a verlo una última vez te quiero mucho Julián más de lo que imaginas salió de la casa por la puerta principal nadie la despidió nadie dijo nada solo el guardia
le abrió sin mirarla del otro lado de la calle Karina estaba en un coche estacionado con los vidrios semibajados vio todo el momento exacto en que Mariana se fue la mochila la cara rota el paso firme pero triste se quedó viéndola como quien observa a una presa que ya no puede defenderse “una menos” murmuró y se encendió un cigarro como si estuviera celebrando víctor en su oficina se quedó viendo la foto del beso otra vez algo en su pecho no le dejaba respirar se sentía mal no sabía si por lo que encontró por lo que dijo o por lo que cayó pero algo le decía que había
cometido un error y Julián esa noche no durmió bien volvió a sus quejidos a su respiración acelerada a mirar la puerta con ojos de espera como si supiera que alguien faltaba y como si esa ausencia le doliera más que cualquier fiebre esa noche después de que Mariana se fue la casa quedó apagada no en luces sino en ambiente ni Julián reaccionaba igual ni las señoras del servicio caminaban con el mismo ritmo todo estaba apagado como si alguien hubiera bajado el volumen de la vida víctor se quedó solo en su oficina viendo el monitor donde
solía revisar las cámaras de seguridad antes las usaba solo para saber si Julián dormía o si Mariana estaba trabajando bien pero ahora no podía dejar de pensar había algo que no le cerraba algo que lo incomodaba y aunque ya había tomado una decisión no sentía paz al contrario tomó un trago de whisky y volvió a ver el sobre con el dinero y el frasco de medicina lo había encontrado donde le dijeron “Eso sí pero ¿por qué justo ahora ¿por qué después del beso ¿y cómo alguien pudo ponerlo ahí sin que nadie lo notara?” Empezó a repasar los días
anteriores en su cabeza recordó la fiesta la cara de Julián el beso y ese mensaje ese maldito mensaje con la foto lo sacó del celular otra vez amplió la imagen no se veía clara pero sí se notaba que fue tomada desde el jardín ¿quién estuvo en el jardín durante la fiesta abrió los archivos de las cámaras la mayoría enfocaban hacia la calle la entrada principal la cochera el pasillo a la sintita un jardín pero la que daba hacia el costado de la terraza esa tenía un ángulo raro revisó las horas de la fiesta avanzó pausó
retrocedió de pronto en un segundo apenas visible notó un reflejo una silueta alguien entre los arbustos no se veía la cara pero sí la ropa ¿qué es eso se dijo en voz baja retrocedió otra vez hizo zoom era una figura delgada con una gorra oscura y traía una charola en la mano una mesera cruzó los datos con la lista del servicio de banquetes que había contratado para el evento había cinco meseros contratados tres hombres dos mujeres llamó al encargado eran las 11:30 de la noche pero no le importó disculpe la hora solo quiero confirmar algo ¿tiene usted los nombres completos
de las personas que mandó a mi evento el hombre se los dio y ahí estaba un nombre que no cuadraba Karina Herrera víctor se quedó congelado ese nombre lo conocía lo había olvidado o más bien lo había bloqueado era la niñera que había despedido hace más de un año la que gritó a su hijo la que dijo cosas que lo hicieron sacarla de inmediato ¿estás seguro de que esa mujer fue al evento claro mandó sus datos completos tenía uniforme gafete todo ¿hubo algún problema no gracias dijo Víctor colgando de inmediato no
pudo creerlo karina había estado en su casa en su fiesta tan cerca de Julián y él ni cuenta se dio el corazón le empezó a latir más rápido ¿era quien había tomado la foto ¿era ella quien mandaba los mensajes ella puso las cosas en el cuarto de Mariana fue hasta el closet del cuarto de servicio y revisó todo no había nada raro pero entonces se le ocurrió revisar las cámaras internas las que apuntaban hacia la escalera trasera y los pasillos del personal nadie revisaba esas normalmente pero él tenía acceso avanzó rápido todo normal de pronto en una toma borrosa vio
a Marta saliendo del cuarto de Mariana a las 3 de la madrugada con una bolsa en la mano retrocedió volvió a mirar sí era Marta abriendo con cuidado entrando y saliendo minutos después su mandíbula se apretó marta y Karina trabajando juntas volvió a su silla se sentó estaba hecho un nudo había corrido a Mariana por una acusación falsa y ahora tenía claro que había sido parte de un plan un plan bien hecho frío planeado no dijo nada esa noche solo imprimió las capturas que necesitaba y al día siguiente temprano bajó a la cocina como si nada ¿dónde está Marta lupita lo miró
confundida salió hace rato dijo que iba al mercado dijo a qué hora regresaba no patrón todo bien sí dijo él aunque por dentro ya estaba empezando su propia guerra marcó a un investigador privado que usaba para cosas de la empresa le pidió que investigara a Karina Herrera que consiguiera su dirección su teléfono su pasado todo esta misma tarde el investigador le mandó una dirección de una vecindad en una colonia cercana una ficha laboral con datos falsos y algo más un archivo adjunto con un correo que Karina había
enviado hace meses a otra familia para buscar trabajo en el correo hablaba mal de Víctor decía que la habían corrido por defenderse de un niño violento y que él tenía una relación inapropiada con una empleada joven eso fue la gota que faltaba víctor entendió que lo habían usado que alguien estaba jugando con su culpa con su miedo y que por no confiar en Mariana la había dejado sola expuesta y herida pero ya no pensaba quedarse con los brazos cruzados lo que no sabía aún era hasta dónde llegaba Karina ni lo que estaba por descubrir de su propio entorno mariana
no se fue lejos no podía su sueldo no le había dejado ahorrar mucho y tampoco tenía familia cerca rentó un cuartito en la azotea de una casa vieja en la colonia Doctores el baño era compartido la regadera apenas servía y la cama tenía un colchón que sonaba cada que se movía pero al menos tenía techo el primer día que durmió ahí se tapó hasta la cabeza no por el frío sino por el vacío había dejado todo atrás a Julián a una casa que empezaba a sentir suya y a un hombre que la partió sin tocarla consiguió trabajo rápido en una fondita ayudaba a servir comidas lavaba
platos limpiaba mesas no era difícil pero era agotador sobre todo porque su cabeza no paraba seguía pensando en Julián ¿dormiría bien ¿volvería a cerrarse ¿le habrían cambiado ya la niñera le habrían dicho que se fue por su culpa la dueña del lugar doña Chela era buena gente le dio un colchón extra algo de ropa vieja y hasta un suéter no preguntaba mucho y eso Mariana lo agradecía solo le dijo un día mientras lavaban platos a veces lo que uno deja atrás lo termina alcanzando mija no más cuida que cuando eso pase no te agarre
mal parada mariana solo sonrió sin decir nada no sabía que esas palabras le iban a retumbar tan pronto una noche salió tarde del trabajo ya habían cerrado la fondita y ella se quedó trapeando caminó hacia la parada de camión por una calle poco iluminada traía la mochila al frente los audífonos colgados pero sin música aprendió desde chica a no distraerse en la calle pasó junto a una barda grafiteada al otro lado una figura se despegó de la sombra hola niñerita la voz la congeló se volteó y la vio karina no traía la gorra ni los lentes era ella de frente con los ojos cargados
de odio mariana retrocedió pero Karina dio un paso más ¿qué quieres dijo Mariana con la voz firme quiero lo que tú me quitaste respondió Karina sacando algo del bolsillo una navaja chica oxidada pero afilada mariana sintió el pulso en la garganta no gritó no corrió solo levantó las manos no te quité nada yo no sabía quién eras ni qué hiciste antes claro que sabías tú lo planeaste llegaste a la casa te metiste en mi lugar le robaste el cariño de ese niño y ahora te haces la inocente yo no planeé nada Karina
yo solo cuidé a Julián como él merecía karina dio otro paso mariana pegó la espalda a la barda ese niño estaba bien conmigo escupió Karina pero nadie vio eso solo vieron una escena un maldito malentendido y sabes qué pensé que si te sacaba a ti me iban a volver a llamar pero no ahora ya ni siquiera me contestan y es tu culpa la navaja ya estaba a menos de un metro mariana buscó con los ojos algo lo que fuera no había nadie ningún coche ningún ruido no tienes que hacer esto dijo bajito sí tengo respondió Karina y justo
cuando levantó la mano alguien llegó corriendo desde el otro lado de la calle un hombre joven alto con una mochila negra agarró a Karina del brazo y la jaló con fuerza “suéltala” gritó karina forcejeó pero el tipo era más fuerte la empujó y la navaja cayó al piso karina se echó a correr sin mirar atrás perdiéndose entre los callejones mariana cayó de rodillas temblando el hombre se agachó “¿estás bien?” Ella asintió sin poder hablar “¿te hizo algo ¿te cortó?” No no me alcanzó él le ofreció una botella de agua toma soy Alan trabajo aquí cerca vi que te seguía desde hace
rato algo no me gustó así que crucé cuando vi que te enfrentó mariana bebió un poco el agua le bajó directo al estómago como si fuera fuego le temblaban las manos gracias de verdad gracias ¿la conocías sí trabajaba conmigo bueno en la misma casa es una larga historia alan la acompañó hasta la entrada de la vecindad le ofreció acompañarla hasta su cuarto pero Mariana dijo que no hacía falta antes de irse él sacó un papel toma por si necesitas algo este es mi número ella lo guardó sin pensar mucho aún estaba en shock esa noche no durmió cerró con llave la puerta del cuartito
trabó la silla contra la perilla y se sentó con la mochila en el regazo no lloró no habló solo se quedó despierta pensando sintiéndose sucia rota pero viva y al otro lado de la ciudad en una vecindad oscura Karina rompía cosas tiró una taza contra la pared gritó se arrancó el suéter había fallado otra vez esto no se queda así dijo mirando la navaja en el piso no me voy a quedar callada esa perra va a pagar y todos los que la cubren también a la mañana siguiente Víctor recibió una llamada inesperada era de un
número desconocido pero contestó de todos modos la voz del otro lado no fue la que esperaba ¿es usted Víctor Alemán sí ¿quién habla soy Alan no nos conocemos pero ayer ayudé a una mujer que fue atacada cerca del metro doctores ella dijo que trabajó con usted cuidando a su hijo a Víctor se le fue el alma al piso mariana sí no quiso ir al hospital pero no está bien se ve débil no ha comido está asustada no me dio detalles pero pensé que debía avisarle víctor no perdió tiempo dejó lo que tenía en las manos se subió al coche y
fue directo a la dirección que Alan le mandó manejó como si se le fuera la vida en ello no podía creer que la hubiera dejado sola no después de lo que había descubierto no después de saber que todo lo que la había acusado era falso sentía la culpa apretándole el pecho como un puño cuando llegó subió por las escaleras oxidadas de la vecindad tocó la puerta del cuartito en la azotea nadie respondió tocó otra vez mariana soy yo Víctor desde dentro se escuchó un movimiento leve luego la puerta se abrió despacio ahí estaba ella ojerosa pálida
con una manta sobre los hombros tenía los ojos hinchados de no dormir de llorar de cargar cosas que no le tocaban víctor se le quedó viendo como si la viera por primera vez ¿qué haces aquí vengo por ti no puedo dejar que sigas sola después de lo que pasó ¿y qué pasó porque según tuyo era una ladrona ¿no víctor agachó la cabeza tragó saliva me equivoqué lo siento me tragué una mentira sin cuestionarla no te escuché no te creí y por eso pasó esto pasó porque alguien me odia” dijo Mariana con voz rota porque me quiere
destruir porque tú la dejaste entrar a tu vida antes que a mí él se acercó un paso no tengo cómo disculparme pero sí tengo cómo arreglarlo ya sé quién está detrás karina tengo pruebas sé que estuvo en la fiesta que entró a tu cuarto que manipuló todo mariana cerró los ojos un segundo como si por fin todo lo que intuía se confirmara pero eso no le quitaba el cansancio ni el miedo ayer me sacó una navaja si no fuera por ese muchacho quién sabe qué habría pasado no puedo permitir que sigas expuesta te lo pido por favor ven
conmigo y si vuelve a pasar y si mañana cambias de opinión otra vez no va a pasar porque esta vez voy a estar ahí no para verte desde lejos no para juzgarte para cuidarte para creerte mariana se le quedó viendo por primera vez en días sus ojos se llenaron de lágrimas que no venían del miedo sino del alivio asintió despacio víctor le tendió la mano ella dudó pero al final la tomó la llevó directo al hospital le revisaron la presión le curaron unos raspones en la pierna que no había querido mostrar le pusieron suero no era nada grave pero sí
estaba débil físicamente y por dentro mientras esperaba los resultados Víctor no se despegó se sentó junto a ella en la camilla le sostuvo la mano cuando los doctores entraban le acomodó la almohada sin que ella lo pidiera era como ver a otro hombre uno que por fin se quitaba la coraza y Julián preguntó Mariana de pronto desde que te fuiste no ha sido el mismo llora no come bien no quiere que nadie lo toque ayer le puse tu voz grabada en su botón y se quedó mirando al techo como si esperara que entraras
por la puerta mariana se tapó la cara no quería llorar otra vez pero no podía evitarlo “necesita verte y tú también lo necesitas a él” le dijo Víctor horas después Mariana salió del hospital ya más estable pero aún agotada víctor la llevó de regreso a la casa ella se quedó viendo el portón negro respiró hondo antes de entrar no sabía qué cara iba a poner Lupita o Marta o Julián o el mismo silencio pero cuando cruzaron la puerta lo primero que escucharon fue un chillido suave conocido era Julián estaba en la sala con su tablet
apagada apenas vio a Mariana sus ojos se abrieron como si encendieran una luz movió los brazos con torpeza como queriendo alcanzarla presionó su botón con tanta fuerza que repitió la misma palabra tres veces aquí aquí aquí mariana corrió hacia él y lo abrazó sin pensar lloró pero esta vez sin miedo julián la tocaba con sus manos torpes le empujaba la cara con la nariz le hacía ruiditos como si estuviera hablando solo para ella víctor los miraba desde unos pasos atrás no dijo nada solo apretó los labios y cerró los ojos un segundo ahí viendo a su hijo aferrado a
la mujer que un día dudó supo que no podía volver a fallarle “te prometo que esto no va a quedar así” dijo bajito sin que Mariana lo oyera y en otra parte de la ciudad Karina ya preparaba el siguiente paso porque para ella esto apenas comenzaba karina estuvo tres días sin salir del cuarto ni alox o bajó solo dormía comía galletas rancias y anotaba cosas en una libreta nombres horarios rutas momentos en los que la casa alemán quedaba sola estaba obsesionada no comía por hambre comía por ansiedad no dormía para descansar dormía para no explotar
lo que más le dolía no era haber fallado era que Mariana hubiera regresado lo había visto en una foto que subió Lupita por error a su estado julián en su sillón con una playera de rayas y al fondo ella Mariana de nuevo en la casa como si nada hubiera pasado como si no la hubieran corrido como si no hubiera estado al borde de un ataque eso le revolvió el estómago karina arrancó la hoja de la libreta y la quemó en una lata de atún vacía se paró frente al espejo y se miró fijo su cara ya no era la misma tenía los ojos más hundidos las ojeras
marcadas la piel sin brillo pero dentro de todo eso aún quedaba algo intacto el odio esa misma noche salió de la vecindad tomó una combi rumbo a la colonia donde vivía la familia alemán se bajó a dos cuadras de la casa llevaba gorra cubrebocas y lentes esta vez no se iba a meter así no más solo quería ver solo quería confirmar que Mariana estaba ahí y sí estaba a través de las rejas del portón vio las luces del comedor encendidas mariana pasó cargando una charola luego se detuvo frente a Julián le tocó la frente y le dio un beso todo en calma
todo en paz karina sintió que el pecho le ardía que algo le quemaba la garganta ¿crees que ganaste dijo en voz baja apretando los dientes “no he terminado contigo” caminó por la banqueta hasta la parte trasera de la casa no podía entrar pero sí conocía algo que muy pocos sabían una barda mal sellada en la esquina del jardín una que ella misma usó una vez para sacar a escondidas a Julián al parque cuando nadie estaba en ese tiempo nadie se dio cuenta y ahora pensaba usarla de nuevo no esa noche pero pronto mientras tanto dentro de la casa
Mariana se movía con cuidado aunque todo parecía estar bien no bajaba la guardia no dormía profundamente siempre dejaba la puerta entreabierta y su celular cargado al 100% había recuperado su lugar sí pero no su paz víctor por su parte mandó poner cámaras nuevas una en la cochera otra justo en el jardín y dos más en los pasillos del segundo piso también contrató a un guardia nocturno esta vez armado no quería más sorpresas ¿crees que eso la va a detener le preguntó Mariana una noche mientras acomodaban a Julián para dormir “no lo sé” dijo Víctor “pero por lo menos ya no
estamos solos” mariana no respondió solo miró a Julián el niño la observaba con calma ya no tenía esa angustia en la mirada volvía a apretar su mano cuando se acercaba volvía a buscarla con los ojos y no la veía y eso era todo lo que ella necesitaba para quedarse karina volvió a la semana siguiente esta vez más temprano mientras los del jardín hacían ruido con la podadora se escondió detrás del muro sacó un celular viejo y tomó fotos del cuarto de servicio de la ventana de Julián del auto de Víctor cada imagen
era una pieza para su próximo paso esa noche entró a un cibercafé usó una cuenta falsa y mandó un correo anónimo a la policía en la casa del empresario Víctor Alemán hay una trabajadora ilegal no tiene documentos en regla investíguenla adjuntó una foto del currículum antiguo de Mariana donde había un error de mim de dirección que parecía sospechoso sabía que eso aunque no fuera real levantaría dudas no quería destruirla de frente quería verla perderlo todo poco a poco como a ella le pasó pero algo más se cocinaba en la mente de Karina una noche mientras caminaba por
el tianguis se encontró con un tipo que conocía de años atrás le decían el pana trabajaba haciendo favores turbios desde pasar recados hasta asustar a quien se necesitara se le acercó y le soltó la idea ¿cuánto me cobras por entrar a una casa asustar tantito mover cosas sin dejar huella depende qué tan rica es la casa muy ¿y qué quieres que haga nada grave solo que piensen que pueden perderlo todo si siguen jugando conmigo el pana sonrió ya había entendido eso se hace tú no más dime cuándo karina lo miró con una calma que asustaba muy pronto y así mientras la
casa volvía a llenarse de vida con Julián más tranquilo con Víctor intentando sanar y Mariana volviendo a creer en la calle se estaba armando una tormenta que iba directo hacia ellos una que nadie estaba preparado para enfrentar eran las 2 de la madrugada cuando Mariana despertó con una sensación rara no había un ruido fuerte no fue una pesadilla fue algo más extraño el silencio un silencio que no era normal en esa casa no se oía el tic tac del reloj del pasillo no se oía el motor suave de la silla de Julián que siempre vibraba un poco cuando el niño se movía
no se oía nada se sentó en la cama con el corazón latiendo fuerte se puso los zapatos sin amarrárselos y salió rápido al pasillo todo estaba a oscuras solo una luz tenue venía desde el cuarto de Julián caminó con cuidado la puerta estaba entreabierta empujó despacio la cama estaba vacía el botón de comunicación de Julián tirado en el suelo la sábana arrugada la tablet encendida pero en pausa y ninguna señal de él julián gritó en seco bajó corriendo las escaleras tropezando con la alfombra abrió la puerta de la cocina nada entró al cuarto de lavado vacío corrió al
jardín fue ahí donde vio una figura cruzando hacia la parte trasera cargando algo envuelto en una manta azul solo una persona sabía lo que esa manta significaba solo alguien con odio y memoria karina gritó la figura volteó solo un segundo luego se metió por el hueco de la barda mariana salió disparada tras ella sin pensar sin planear nada saltó el muro como pudo se raspó el brazo se llenó las piernas de polvo pero no paró del otro lado Karina ya estaba metiéndose en una vieja camioneta negra mariana llegó
justo cuando arrancaba se le aventó a la puerta del copiloto y la abrió sin pensar “bájalo te lo advierto.” Karina pisó el acelerador y la camioneta se sacudió mariana cayó de espaldas al pavimento pero se levantó al instante corrió detrás del vehículo por unos metros hasta que el cuerpo ya no le dio en la esquina un taxi venía bajando le hizo señas como loca el chóer frenó de golpe sigue esa camioneta llevan a un niño por favor no me preguntes nada el chóer dudó solo un segundo pero luego aceleró la camioneta de Karina no iba rápido
parecía más bien que buscaba ganar tiempo como si quisiera que Mariana la siguiera y entonces todo tuvo sentido esto no era solo un secuestro era una trampa el taxi la siguió por tres calles hasta que la camioneta se metió en una zona de bodegas abandonadas mariana bajó antes de que el coche pudiera frenar por completo espérame aquí si en 5 minutos no regreso llama a la policía ¿estás segura no pero ya estoy aquí corrió hasta la última bodega que tenía una puerta metálica apenas cerrada la empujó y entró oscuridad total olor a humedad
el piso crujía bajo sus pies karina dijo con fuerza ya basta esto no es un juego él no tiene la culpa una lámpara se encendió desde un rincón la luz le dio de lleno a Julián que estaba sentado en una silla amarrado con una sábana pero sin señales de violencia estaba despierto con los ojos abiertos como platos tenía la respiración agitada “tranquilo Julie ya vine por ti” dijo Mariana sin quitar la vista del niño eso es lo que haces siempre ¿no dijo Karina apareciendo detrás con una lámpara en la mano salvar
quedar como la buena la dulce la que todo lo puede esto ya se te fue de las manos le dijo Mariana avanzando un paso ¿sabes qué es lo peor que ni siquiera hiciste algo grave solo apareciste yo llevaba meses en esa casa años haciendo todo lo que se me pedía aguantando berrinches noches en vela señoras que trataban como basura y un día llegas tú con tu cara de “Yo entiendo todo y me quitan todo.
” No te lo quité yo te lo quitaste tú sola ¿o ya se te olvidó lo que le hiciste a Julián karina la miró con los ojos encendidos ese niño me gritó me mordió yo solo reaccioné nadie quiso escucharme yo sí te estoy escuchando ahora pero no así no con esto lo que estás haciendo va a arruinar tu vida y la mía no está arruinada ya silencio mariana no supo qué decir ¿sabes qué es lo más irónico siguió Karina que tú y yo no somos tan distintas también perdiste a alguien también sabes lo que duele sí pero por eso mismo no puedo dejar que tú causes más dolor mariana dio otro paso karina levantó la lámpara dudando por primera vez se
notaba que no estaba segura de qué hacer devuélvemelo ya podemos terminar esto antes de que sea peor karina bajó la mirada hacia Julián el niño la veía fijo no con miedo con algo más fuerte como si entendiera lo que estaba pasando como si le pidiera que parara y fue eso justo eso lo que rompió algo en ella vete le dijo a Mariana llévatelo mariana corrió hacia Julián desató la sábana con manos temblorosas y lo abrazó el niño se aferró a ella como nunca antes karina se sentó en el suelo agotada ya no dijo nada
más ¿vas a entregarte preguntó Mariana desde la puerta ya no tengo a dónde ir en ese momento se escucharon sirenas acercándose el taxista había hecho su parte mariana salió cargando a Julián como pudo con la ayuda de un policía que llegó corriendo volteó una última vez hacia adentro karina seguía sentada con la cabeza baja esperando lo inevitable y en el rostro de Julián por primera vez desde que todo empezó había algo que se parecía mucho a la calma la estación olía a humedad como a papeles viejos mojados
a Mariana le dolía el cuerpo entero pero no quiso irse sin hablar con Karina sabía que ya la tenían en custodia que no podía escapar pero también sabía que a veces lo que queda pendiente en la cabeza duele más que cualquier golpe pidió permiso para verla una agente joven dudó pero Víctor apareció justo en ese momento y habló con el encargado le firmaron una hoja y 5 minutos después Mariana cruzó una puerta gris con una ventana sucia y entró a la pequeña sala de entrevistas karina estaba sentada con las manos esposadas sobre la mesa se veía más flaca más
cansada pero su mirada seguía firme no la saludó no se movió solo la miró mariana se sentó frente a ella sin decir nada al principio apoyó las manos sobre las piernas y respiró hondo “solo vine a escuchar lo que tengas que decir” dijo sin rodeos karina se rió pero fue una risa amarga seca ¿y qué crees que tengo que decir ¿una disculpa ¿una explicación un No fue mi intención no lo sé pero no me voy de aquí hasta que lo diga tu boca no por mí por Julián porque ese niño no entiende lo que pasó pero sí va a sentir lo que
viene y quiero poder mirarlo a los ojos sin dudas karina bajó la mirada por primera vez se quedó en silencio unos segundos yo no nací mala soltó de pronto no quería hacerle daño a nadie cuando entré a esa casa de verdad pensé que era mi oportunidad que por fin podía tener algo estable un lugar gente que me viera ¿y por qué lo echaste todo a perder porque nunca me sentí parte porque por más que hiciera nadie me agradecía nada porque me gritaban si algo se derramaba porque trataban a Julián como un mueble y a mí como una sombra y un día un día
el niño me mordió me dolía la cabeza me acababan de regañar y reaccioné mal lo tomé del brazo y le grité no lo golpeé pero lo sacudí fuerte y alguien te vio karina asintió sí Marta ella fue la que lo dijo todo y Víctor no preguntó solo me corrió ¿y por eso todo esto no por eso fue cuando vi que te metiste a la casa con esa cara limpia con tu mochilita de escuela y todos de pronto te trataban como si fueras un ángel eso fue lo que no soporté mariana no dijo nada solo la dejó hablar quería que te vieras como lo que me hicieron ver a mí como un problema quería que dudaras de ti que pensaran
mal de ti quería que te fueras pero no pensé se le quebró un poco la voz no pensé que me iba a ir tan lejos con el niño no a él nunca quise hacerle daño pero se lo hiciste a él a mí y a ti misma karina apretó los dientes solo quería que alguien entendiera que yo también tenía dolor mariana se le quedó viendo en silencio ya no había rabia en ella solo una tristeza enorme “yo sí lo entiendo” dijo al fin “pero eso no te da derecho a destrozar la vida de otros ¿sabes cuántas veces me sentí invisible también cuántas veces
tuve que limpiar vómito lágrimas babas sin que nadie dijera gracias cuántas veces me rompí cuidando a alguien que ni podía decir mi nombre karina la miró con los ojos húmedos pero no lloraba entonces ¿por qué tú aguantaste y yo no porque aprendí que el dolor no se cura haciendo daño se cura entendiendo que no somos los únicos que lo sentimos se cura dejando de culpar a los demás silencio karina respiró profundo bajó la cabeza y ahí sin mirarla soltó por fin lo que tenía atragantado desde hacía mucho yo también tenía un hermano con
discapacidad lo cuidé hasta que murió pero yo sí lo dejé solo una vez solo una me fui a una fiesta tenía 15 años pensé que nada pasaría que mamá volvería a tiempo no volvió murió atragantado con su propia saliva mariana se quedó helada no lo esperaba desde entonces todo lo que veo me recuerda eso lo que no hice lo que no estuve por eso me metí a la casa por eso me obsesioné porque quería quería una segunda oportunidad pero terminé haciendo lo mismo dañando mariana sintió que algo se rompía también dentro de ella esa confesión tan cruda tan dolorosa ya no
era para justificar era una herida abierta ¿y ahora qué sigue preguntó en voz baja lo que tenga que pasar ya no tengo fuerzas para seguir corriendo en ese momento entró el agente se acabó el tiempo mariana se levantó caminó hasta la puerta pero antes de salir volteó no sé si merezcas perdón pero si mereces enfrentar lo que hiciste no más mentiras no más excusas karina asintió sin mirarla mariana salió de esa sala sin voltear atrás sentía que algo se cerraba como si una puerta que llevaba años abierta por
fin se hubiera trancado no con alegría con una mezcla de dolor alivio y vacío víctor la esperaba afuera le ofreció su mano Mariana la tomó y salieron juntos del edificio dejando atrás la parte más oscura de la historia el juicio fue más rápido de lo que todos pensaban karina aceptó los cargos desde el principio secuestro allanamiento intento de agresión amenazas todo no pidió abogado privado le asignaron uno de oficio y ella solo dijo que no quería alargar las cosas estaba cansada no negóo pero tampoco se justificó
habló con frialdad como si ya supiera que ese era su destino mariana no asistió el primer día se quedó con Julián en casa tratando de mantener la rutina tratando de olvidar todo lo vivido pero Víctor sí fue llevaba el rostro tenso la mirada fija había visto muchas cosas duras en su vida pero nunca había sentido algo tan personal fue en el segundo día cuando todo explotó una de las pruebas que presentó la fiscalía fue un mensaje recuperado del celular de Karina un audio que ella mandó por WhatsApp semanas antes del secuestro era corto
pero revelador ya entré a su cuarto la dejé justo donde dijiste esto va a estallar prepárate el juez hizo una pausa todos en la sala se miraron el fiscal apretó los labios la perito en informática dictaminó que el mensaje fue enviado desde el número de la acusada al número de Marta Gutiérrez dijo el fiscal víctor se quedó helado ¿qué dijo le susurró a su abogado que Marta estaba involucrada a los pocos segundos uno de los agentes que estaba presente salió del juzgado y regresó con Marta esposada iba con la cabeza baja sino poner
resistencia mariana se enteró por el noticiero en el celular estaba sentada en el sillón junto a Julián quien jugaba con sus botones cuando leyó la noticia revelan complicidad interna en caso alemán exempleada clave también será procesada sintió que se le iba el aire no por sorpresa sino por decepción lo había sospechado desde hacía tiempo marta siempre fue rara con ella fría seca pero nunca pensó que llegaría tan lejos víctor volvió a casa esa noche sin hablar mucho entró directo a la cocina se sirvió un vaso con agua y se quedó ahí sin moverse es cierto le preguntó Mariana
desde la puerta él asintió trabajaban juntas karina le prometió que si la ayudaba a sacar a la niñerita ella le conseguiría un nuevo puesto en otra casa rica marta se sintió desplazada desde que llegaste pensaba que tú querías quitarle su lugar de confianza nunca quise eso lo sé pero ella nunca lo vio así se sentaron los dos a la mesa julián dormía arriba ¿y tú cómo estás preguntó ella mirándolo de frente siento que no conozco mi propia casa a mi gente que todos estos años estuve ciego no estabas ciego estabas solo y cuando uno está solo por mucho tiempo deja que otros
decidan por uno ¿tú lo sabías lo sospechaba marta nunca fue clara conmigo pero tenía tantas cosas encima que no me detuve a armar el rompecabezas la odias no pero me duele porque yo le hablaba con respeto le ofrecía ayuda y mientras tanto ella me estaba clavando el cuchillo por la espalda víctor no supo qué decir la miró con los ojos llenos de culpa te juro que nunca más voy a dudar de ti no me lo jures demuéstramelo en el juzgado Karina no defendió a Marta cuando el juez le preguntó si quería declarar sobre su cómplice solo dijo “Ella se ofreció sola
yo no más aproveché.” Marta en cambio no dijo una sola palabra ni para defenderse ni para negar solo escuchó la resolución con la cara pálida la sentenciaron a prisión preventiva el juicio continuaría pero ya no podían salir no había fianza no por lo que hicieron sino por cómo lo hicieron después de todo no era solo un robo ni un pleito de trabajadoras era el secuestro de un niño con discapacidad un caso que había salido en todos los medios que había sacudido a la familia alemán desde lo más hondo víctor no volvió a hablar de Marta
no la mencionó no la recordó era como si la hubiera borrado de su historia pero Mariana sabía que por dentro ese tipo de traición no se olvidaba fácil cuando alguien te falla desde adentro desde donde más confías te deja una marca que no se ve pero arde y en medio de todo Julián fue el único que siguió sonriendo quizá porque no entendía el caos o quizá porque él sí sabía de alguna forma que lo peor ya había pasado el traje caro ya no estaba el reloj lujoso tampoco víctor ahora se ponía camisas sencillas jeans cómodos y tenis sin
marca dejó de ir a tantas juntas de revisar correos a la medianoche de responder llamadas con el seño fruncido algo cambió en él algo fuerte y no fue de golpe fue poco a poco fue cuando Mariana regresó fue cuando Julián volvió a mirarlo a los ojos fue cuando entendió que lo más valioso que tenía no estaba en sus hoteles ni en las cuentas bancarias sino en su casa en la sala en esa silla de ruedas que se movía cuando alguien le hablaba con amor ahora se despertaba temprano no para revisar cotizaciones sino para ver cómo Mariana le daba de desayunar a Julián se le quedaba viendo sin que ella
se diera cuenta como si intentara aprender y sí estaba aprendiendo cómo hablarle cómo calmarlo cómo entenderlo sin palabras mariana no se lo enseñaba con teorías sino con el ejemplo y él por fin estaba prestando atención un día se animó a quedarse solo con el niño por media hora mariana salió al mercado y él dijo “Déjamelo yo puedo.
” Lo sentó en su silla le puso un audiolibro y le contó un chiste malísimo julián no rió pero hizo un sonido agudo como un suspiro largo para Víctor fue como si le hubieran dado un trofeo en la casa se respiraba diferente lupita volvió a cantar mientras cocinaba las plantas del jardín que antes estaban medio secas empezaron a florecer porque Mariana las regaba todos los días hasta el guardia de la entrada traía mejor cara y es que cuando las cosas buenas pasan de verdad se nota se siente en el aire julián también dio un cambio enorme mariana lo llevaba dos veces por
semana a una terapia nueva con una especialista que usaba tecnología adaptada el niño aprendió a usar una tableta con movimientos de ojos al principio solo seleccionaba colores después empezó a elegir frases un día mientras ella le preguntaba qué quería de cena él eligió sopa mariana se aguantó las lágrimas no por la sopa sino porque por fin podía responder a su manera a su ritmo los botones que antes eran solo sonidos ahora tenían palabras y Julián las usaba con intención si algo no le gustaba decía basta si quería más jugo decía
quiero y cuando Mariana lo abrazaba apretaba el botón que decía aquí una tarde estaban los tres en el jardín víctor regaba las plantas mariana le hacía ejercicios con una pelotita a Julián el niño estaba tranquilo moviendo los dedos mirando el cielo de pronto Mariana preguntó sin pensarlo “¿te acuerdas de tu mamá Julián?” El niño se quedó quieto mariana pensó que no respondería pero presionó el botón que decía así después de unos segundos buscó con los ojos otro botón mariana lo ayudó apretó uno más extraño víctor se acercó y se agachó junto a él no dijo nada solo lo abrazó
fuerte no lo hacía muy seguido pero ese momento lo ameritaba mariana los miró desde donde estaba y sin decir nada entendió que Julián estaba avanzando no solo físicamente estaba soltando cosas estaba sanando también esa noche mientras recogían los platos Mariana puso su playlist favorita música tranquila voces suaves víctor se acercó y le preguntó “¿Te gusta vivir aquí?” Ella lo miró de reojo sorprendida “vivir pensé que solo estaba trabajando no tú ya no estás trabajando tú estás siendo parte.
” Mariana bajó la mirada le dio pena pero también alegría porque por fin alguien la veía como más que una empleada “gracias” dijo sin adornos él la miró como pocas veces con calma con respeto con cariño “gracias a ti por enseñarme todo lo que no sabía.” Después de eso nadie más lo dijo con palabras no se firmó ningún contrato no se habló de novios ni de planes de boda pero todo el mundo lo notaba mariana era parte de esa familia porque cuando una persona llega cura aguanta y se queda ya no es una visita es hogar
un nuevo comienzo no siempre se anuncia a veces solo llega en silencio en medio de un desayuno de una tarde de terapia o de una canción que suena bajito mientras se lava la losa y aunque todavía faltaban muchas cosas por descubrir por hablar por sanar por primera vez nadie quería huir era un sábado por la tarde había llovido y el aire olía a tierra mojada mariana estaba sola en la casa víctor había salido a una junta corta y Julián estaba en su siesta ella aprovechaba para organizar un mueble del estudio que llevaba meses sin tocarse víctor se lo había prometido mil
veces a sí mismo luego lo arregló pero ese luego nunca llegaba hasta ahora mariana sacaba carpetas viejas papeles de la empresa sobres con recibos hasta fotos de las primeras construcciones de los hoteles nada importante hasta que vio una caja de madera con una tapa corrediza no tenía nombre ni etiqueta pesaba más de lo que pensaba la colocó sobre el escritorio y la abrió con cuidado había varias cartas algunas postales recortes de periódico y en el fondo un folder con el logo de la Fundación Sofía Alemán eso le llamó la
atención lo abrió despacio eran documentos de donaciones a hospitales fotos de eventos listas de pacientes y niños atendidos en programas especiales ahí fue cuando se le fue el alma al suelo vio una hoja con el encabezado del Hospital General de Istapalapa año 2017 proyecto Apoyo a familias con niños con discapacidades motrices severas abajo venía una lista con nombres fechas y diagnósticos mariana pasó el dedo por la hoja hasta que encontró uno que la paralizó esteban Rivas Camacho fecha de ingreso 16 de abril fecha de alta 18 de abril condición
parálisis cerebral severa estado fallecido su hermano la mano le temblaba se sentó de golpe le costaba respirar volvió a leer el encabezado ese hospital había sido apoyado por la fundación de Sofía la esposa de Víctor es más la hoja tenía una nota al pie estudios cubiertos al 100% por la fundación como parte del nuevo programa piloto su hermano fue parte de ese programa mariana se quedó en silencio conectando todo el día que Esteban murió ella lo llevó al hospital con su mamá nunca supieron quién pagó esa cuenta las enfermeras solo dijeron “Ya está
cubierto” lo autorizó la fundación ella no preguntó más no le importaba solo quería que lo atendieran y ahora años después estaba viviendo en la casa del hombre que formó parte de esa historia no sabía si sentir rabia tristeza o simple sorpresa guardó el folder lo cerró lo dejó exactamente donde lo encontró subió a su cuarto se sentó en la cama y se quedó viendo al techo como si buscara respuestas allá arriba víctor llegó una hora después mariana no lo saludó con la misma energía de siempre él lo notó de inmediato ¿estás bien sí respondió
bajito ¿pasó algo encontré algo en el estudio él frunció el ceño ¿qué un archivo viejo de la fundación y Esteban estaba en la lista víctor se quedó mudo se le borró la expresión mariana lo miró directo ¿tú sabías no te juro que no esa parte la manejaba toda Sofía ella organizaba los apoyos las donaciones los programas con los hospitales yo solo firmaba no leía los nombres pero tú la apoyabas claro y si hubiera sabido que tu hermano estaba ahí hizo una pausa tragando saliva si hubiera sabido eso no te habría dejado pasar por nada de lo que pasaste sola mariana respiró hondo bajo
la mirada no te estoy reclamando solo necesitaba decirlo porque cuando vi esa hoja todo se revolvió no sé si estoy en esta casa por casualidad o por algo más grande no fue casualidad dijo él sin pensarlo no después de todo lo que hemos vivido no después de todo lo que has hecho por Julián por mí ella se levantó caminó hasta la ventana llovía otra vez despacito como si el cielo también soltara algo guardado ¿te duele saberlo no me da paz” respondió girándose hacia él porque ahora entiendo por qué sentí que debía quedarme cuando vi a tu hijo
fue como si Esteban me empujara como si me dijera “Aquí sí puedes hacer algo.” Y tenía razón se quedaron en silencio él se acercó despacio no la tocó no la apuró solo le habló con voz suave ¿sigues queriéndote quedar ella lo miró no sonró pero asintió sí más que nunca esa noche Julián apretó su botón tres veces primero aquí luego quiero y al final mamá mariana lo miró sorprendida no sabía si era un error si fue casualidad pero él repitió “Mamá se le pu llenaron los ojos de lágrimas lo abrazó con fuerza temblando no era su
hijo pero él la sentía como si lo fuera y en ese momento no había nada más que entender víctor los miró desde el pasillo con los ojos húmedos y ahí terminó todo no como una historia perfecta sino como una historia real donde lo más duro se enfrentó lo más escondido se dijo y lo más importante se eligió quedarse s
News
Adamari López ¿Será que tengo que vender mi casa?»: por mi hija?
Adamari López, conocida presentadora, compartió abiertamente su experiencia de incertidumbre financiera tras dejar Telemundo, donde trabajó durante 11 años con…
¡Impactante Transformación! Lucerito Deja A Capetillo Jr. Sin Palabras Con Su Nuevo Look Antes De La Boda—¡La Sorpresa Que Nadie Esperaba!
¡Impactante Transformación! Lucerito Deja A Capetillo Jr. Sin Palabras Con Su Nuevo Look Antes De La Boda—¡La Sorpresa Que Nadie…
¡No vine aquí a ganar! Vine a demostrarles a los niños como yo que también tenemos voz…
Cuando la pequeña Lina Grace subió al escenario de America’s Got Talent, toda la sala quedó en silencio. Se apoyaba en sus…
La Impresionante Mansión de Adela Noriega en EE. UU.
La vida de Adela Noriega ha sido una de las más discretas en el ámbito de la farándula mexicana. Desde…
A los 82 años, José Luis Rodríguez Finalmente admite lo que todos sospechábamos
A los 82 años, José Luis Rodríguez, conocido por todos como “El Puma”, ha decidido romper el silencio y hablar…
Luto en Enamorándonos noticia desgarradora de Laysha
En las últimas horas, una noticia desgarradora ha sacudido a los seguidores del programa Enamorándonos: La participante Laysha rompió en…
End of content
No more pages to load