El corazón de aquel millonario casi se detuvo al ver a una niñita con la misma marca de nacimiento que él tiene en el brazo desde niño con la voz entrecortada le preguntó “¿De quién eres hija?” La respuesta que escuchó lo sacudió por dentro y hizo que su pasado regresara con toda su fuerza esteban Aranda estaba acostumbrado a los lujos tenía su propia torre en Polanco un auto último modelo y más dinero del que podía gastar en toda su vida pero no era feliz eso no lo decía claro de cara a los demás todo estaba perfecto cada mañana se ponía el mismo traje caro
saludaba a todos con su sonrisa de siempre y se metía en juntas donde solo hablaban de cifras contratos y acciones un día por presión de su asistente fue a un evento benéfico para niños en un centro comunitario de Itapalapa su empresa patrocinaba materiales escolares para una primaria y él solo tenía que tomarse fotos dar un discurso corto y salir nada complicado lo que no esperaba era que ese día se le iba a ir el alma al suelo estaba parado junto a un grupo de niños mientras un fotógrafo les pedía que sonrieran y en eso una niña de cabello lacio y oscuro con unos
ojos enormes y vivos se acercó con una mochila de princesas tenía unos 6 años tal vez menos y se paró justo frente a él para acomodarse los zapatos fue ahí cuando Esteban la vio en el brazo izquierdo de la niña había una mancha de nacimiento del tamaño de una moneda con forma rara como una estrella mal hecha la misma marca que él tenía exactamente igual en el mismo lugar se quedó helado la sonrisa se le borró por completo todos a su alrededor seguían riendo tomando fotos aplaudiendo pero él no escuchaba nada era como si le
hubieran bajado el volumen al mundo solo veía a esa niña ese brazo esa marca se le hizo un nudo en el estómago trató de disimular pero no pudo evitar mirarla fijamente la niña levantó la vista lo vio un segundo y luego se fue corriendo con otras dos niñas que la llamaban él la siguió con los ojos sintió que le temblaban las manos no podía explicar lo que acababa de pasar de regreso a su camioneta no habló con nadie ni con su chóer ni con su asistente ni con los dos ejecutivos que lo acompañaban solo pensaba en la marca su marca la tenía desde que nació
siempre le dijeron que era algo genético raro pero no grave nunca pensó mucho en eso hasta ahora esa noche no pudo dormir caminaba de un lado a otro en su departamento mirando la ciudad por la ventana las luces el ruido lejano del tráfico todo seguía igual pero él no sentía que algo se había roto por dentro y cada vez que cerraba los ojos veía la cara de esa niña se preguntaba quién era cómo se llamaba por qué tenía la misma marca y sobre todo ¿qué significaba es abrió una botella de whisky se sirvió un vaso lo dejó sobre la mesa y ni lo tocó tenía la
cabeza llena de recuerdos pensó en muchas cosas pero hubo un nombre que no pudo sacar de su mente lucía hacía más de 7 años que no pensaba en ella habían sido novios cuando él apenas comenzaba a crecer en el negocio ella no era rica pero tenía una alegría que lo llenaba lo hacía sentir que todo tenía sentido hasta que él cambió se dejó llevar por la ambición por el poder la dejó sin explicaciones sin mirar atrás pasaron los días pero esa imagen de la niña no se iba esteban mandó a su asistente a investigar no le dijo mucho solo que quería saber el nombre de los
niños que participaron en el evento especialmente de una en particular fue vago a propósito no quería levantar sospechas cuando le pasaron la lista su corazón latía con fuerza ahí estaba Camila Gutiérrez 6 años madre Lucía Gutiérrez esteban se quedó en shock sintió que el corazón le caía al estómago no podía creerlo lucía lucía tenía una hija camila era hija de Lucía ¿y por qué tenía la misma marca que él todo daba vueltas se sentó con la lista en la mano sin saber qué hacer sentía una mezcla de miedo curiosidad y algo más que no podía
nombrar al día siguiente se levantó temprano y fue a la dirección que encontró en el formulario del evento era una colonia sencilla con calles empinadas y casas pegadas una junto a la otra se bajó del coche caminó unos pasos y ahí estaba una fonda pintada de verde con un letrero que decía comida casera doña Pily entró sin saber qué esperar había cuatro mesas ocupadas y un par de señoras hirviendo platos y ahí al fondo saliendo con una charola en la mano estaba Lucía esteban sintió que le faltaba el aire lucía no lo vio al
principio estaba ocupada sirviendo a una familia se movía rápido con soltura pero se notaba cansada tenía el rostro más delgado los ojos un poco apagados pero seguía siendo ella la misma que él había amado la misma que había dejado atrás cuando por fin levantó la vista y lo vio se detuvo en seco la charola casi se le cae de las manos él no dijo nada solo la miró ella parpadeó varias veces como si no creyera lo que estaba viendo luego tragó saliva y apretó los labios el silencio entre los dos duró apenas unos segundos pero pareció eterno una señora en la cocina gritó
algo y Lucía reaccionó bajo la mirada volvió a moverse y se fue sin decir palabra esteban se quedó ahí parado sin saber si acercarse o irse pero algo dentro de él le decía que no podía alejarse esta vez y ahí empezó todo esteban no fue a trabajar al día siguiente ni siquiera prendió la computadora se quedó en su departamento con el teléfono en silencio sentado frente a la ventana viendo como el sol subía entre los edificios tenía la cabeza hecha un relajo ver a Lucía en la fonda lo había sacudido por completo no la había visto en más de 7 años y ella
seguía ahí tan real como la última vez pero ahora con una hija una niña con su misma marca no podía dejar de pensar en eso se acordó del día en que la conoció él apenas estaba empezando con su primer negocio vendiendo computadoras por internet lucía trabajaba en una tienda de celulares él fue a comprar uno que le habían robado y ahí estaba ella con esa risa escandalosa que se escuchaba hasta la calle desde el primer momento algo le llamó la atención no era la más bonita pero tenía una energía que se le pegaba
a uno se rieron coquetearon salieron al poco tiempo y después ya no se separaban esteban sentía que con ella todo era más fácil no le importaba si no tenía dinero para restaurantes caros porque Lucía era feliz comiendo tacos parados era práctica alivianada y siempre le daba por decir las cosas como eran nada de rodeos pero también se acordó del final ese sí le dolía todo empezó cuando su negocio creció y empezaron a llegarle propuestas más serias inversionistas tratos con empresas grandes viajes a Monterrey a Guadalajara a Miami esteban empezó a cambiar ya no
tenía tiempo para Lucía ella se dio cuenta claro y se lo dijo de frente “estás más pendiente del celular que de mí” le reclamó una vez pero él estaba tan metido en el rollo de crecer y demostrarle al mundo que podía ser alguien grande que la dejó de lado luego apareció Mariela rubia elegante con contactos en todos lados fue la que le consiguió su primer cliente importante empezaron a salir para cerrar tratos y de pronto sin darse cuenta ya tenía una relación con ella no tuvo el valor de decírselo a Lucía solo se alejó le contestaba cada vez menos los mensajes la dejaba
plantada hasta que un día simplemente no volvió a llamarla ella lo buscó un par de veces pero él la ignoró se enfocó en su negocio en la lana en llegar a la cima y cuando por fin lo logró se dio cuenta de que había dejado algo valioso atrás pero ya era tarde o eso creía ahora la había visto de nuevo y no estaba sola estaba con una niña camila Esteban no era tonto hizo cuentas si la niña tenía 6 años y él había dejado de ver a Lucía poco más de 7 años atrás algo no cuadraba o más bien cuadraba demasiado
bien esa marca de nacimiento no era común era como una especie de estrella con picos disparejos él se la había visto a su papá también y a su abuela siempre pensó que era una cosa de familia una rareza genética y ahora esta niña también la tenía se le hacía imposible que fuera coincidencia todo apuntaba a lo mismo pero no se atrevía a decirlo en voz alta recordó también una noche que se le había quedado grabada fue la última vez que estuvieron juntos antes de que él se metiera de lleno en el mundo de los negocios
ella lo había abrazado por la espalda mientras veían una película en 1900 su departamento y le había dicho “No importa si un día te haces rico no dejes de ser tú.” Sí y él solo se rió ahora esa frase le retumbaba en los oídos porque aunque lo había logrado todo no estaba seguro de seguir siendo él el Esteban de ahora no tenía tiempo para películas ni abrazos por la espalda solo tenía juntas llamadas tratos eventos y un departamento silencioso eso era todo la vida que había construido parecía perfecta pero sentía un hueco y ver a Lucía ahí cansada
trabajando sin parar con una niña que podía ser su hija lo estaba enfrentando con todo lo que había ignorado caminó por su departamento como si buscara algo que no sabía que era se detuvo frente al espejo del baño y se levantó la manga ahí estaba la marca la misma que la niña tenía se miró a los ojos y no se reconoció cómo había llegado hasta ahí y por qué se sentía tan jodidamente nervioso volvió a la cocina agarró su celular y marcó a su asistente “consígueme todo lo que puedas de Lucía Gutiérrez.” “Todo.” La voz de
la asistente sonó sorprendida del otro lado pero obedeció esteban colgó sin decir nada más se recargó en la barra de mármol y se quedó ahí con la mirada perdida no sabía qué iba a hacer con esa información pero necesitaba saber algo dentro de él se lo exigía no era curiosidad era otra cosa una mezcla de culpa miedo y esperanza quería creer que no era su hija que solo era una coincidencia que su cabeza estaba jugando con él pero al mismo tiempo algo dentro de él lo empujaba a saber la verdad y ese algo no lo iba a dejar en paz hasta que lo
enfrentara lucía se levantó a las 5 de la mañana como todos los días tosió fuerte apenas abrió los ojos la garganta le ardía y el pecho le pesaba pero no podía darse el lujo de descansar el despertador no hacía falta ya su cuerpo se había acostumbrado a la rutina caminó descalza hasta el baño se echó agua fría en la cara y se miró al espejo tenía las ojeras marcadas los ojos cansados y la piel más pálida de lo normal pero nada de eso importaba tenía que llevar a Camila a la escuela y después correr a la fonda para preparar el guisado del día el departamento donde vivían era
chiquito con paredes de color crema ya algo desgastadas y muebles que compró de segunda mano el refrigerador hacía un ruido raro como si fuera a explotar en cualquier momento y la estufa a veces se apagaba sola pero era lo único que podía pagar con lo que ganaba camila dormía con una piernita colgando del colchón lucía la observó unos segundos antes de despertarla le acarició el cabello con cuidado y la niña abrió los ojos poco a poco ya es de día mami sí mi amor ya vámonos que se hace tarde mientras la niña se lavaba los dientes Lucía preparó dos tortas de frijoles con queso fresco no había más
el jamón se había acabado la noche anterior guardó una en una bolsita para Camila y se comió la otra de pie con el estómago hecho un nudo llevó a su hija a la primaria que estaba a tres cuadras le dio un beso en la frente y se despidió con una sonrisa en cuanto dobló la esquina la sonrisa se le borró apuró el paso tenía que estar en la fonda antes de las 7 doña Pili no era mala persona pero era dura y no perdonaba llegadas tarde el día empezó como todos lavó verduras cortó carne puso a cocer arroz el calor de la cocina la mareaba pero no
se detenía a eso de las 11 le empezó a doler la espalda y la cabeza le daba vueltas se apoyó en la pared unos segundos respiró hondo y siguió trabajando no había opción cada día sin trabajar era comida que faltaba y ya debía una semana de renta la enfermedad que arrastraba desde hace meses no era cualquier cosa al principio pensó que era una simple gripa pero nunca se le quitó empezó con fiebre luego con ataques de tos más fuertes fue al centro de salud pero solo le dieron paracetamol cuando por fin se hizo unos
estudios más completos le dijeron que tenía un problema en los pulmones algo serio necesitaba tratamiento pero el tratamiento costaba más de lo que ganaba en un mes entero lucía trató de ignorarlo pensaba “Aguanta un poco más nada más un mes más ya va a mejorar.” Pero no mejoraba cada día se sentía más débil a veces le costaba subir las escaleras hasta su departamento a veces no podía dormir de tanto toser y cuando pensaba en Camila se le apretaba el corazón no era solo ella tenía que mantenerse de pie por su hija ese día mientras atendía una mesa
de tres señores que hablaban fuerte sobre fútbol escuchó la campanita de la entrada miró hacia la puerta y ahí estaba una señora de cabello canoso con cara de pocos amigos era la dueña del departamento donde vivía doña Chayo lucía dijo con tono cortante ya van 10 días y tú sabes que yo no doy prórroga lucía se acercó con las manos mojadas y el mandil salpicado de salsa doña Chayo por favor nada más deme hasta el sábado ya viene quincena la señora cruzó los brazos y la miró con desconfianza yo no vivo de promesas mija si no me pagas el sábado te me vas ¿quedó claro
lucía asintió en silencio quedó claro más claro que el agua tragó saliva y regresó a la cocina con el estómago apretado tenía que juntar 1300 pesos en 4 días y no tenía idea de cómo cuando salió por Camila a la escuela el sol le daba de frente y sentía que le quemaba la piel aún así sonrió al ver a su hija correr hacia ella con los brazos abiertos ¿cómo te fue princesa hicimos una cartulina con dibujos y me dieron una estrellita porque me porté bien lucía la abrazó con fuerza esa niña era su motor su razón de aguantar todo pero no sabía cuánto más
iba a poder sostenerse esa noche Camila hizo la tarea sobre la mesa mientras Lucía calentaba agua para un té de hierbas que le había regalado una vecina dicen que ayuda con la tos ella ya no creía en remedios pero tampoco podía pagar más medicina se sentó a su lado la vio escribir con lápiz amarillo y de pronto sintió que le dolían los ojos no sabía si era por el humo de la vela o por el miedo que traía encima antes de dormir Camila le preguntó “Mami ¿tú conoces a ese señor que vino a la fonda hoy?” Lucía se quedó
helada “¿cuál señor?” “El del saco gris me vio mucho rato me dio cosita.” Lucía cerró los ojos por un segundo “es un cliente nada más.” No te preocupes pero no era solo un cliente era Esteban y que él apareciera después de tantos años en ese momento exacto le daba vueltas en la cabeza no creía en casualidades algo estaba a punto de cambiar y aunque no sabía si era para bien o para mal sentía que no podía evitarlo esteban no podía quedarse con los brazos cruzados ver a Lucía en esa fonda con la cara cansada trabajando como si el mundo no
se le viniera encima le había dejado una espina clavada y la niña esa niña no se le iba de la cabeza tenía que hacer algo tenía que verla otra vez pero esta vez no desde la puerta no escondido tenía que hablar con ella saber la verdad al día siguiente se levantó más temprano de lo normal se puso una camisa sencilla sin saco sin corbata quería pasar desapercibido mandó a su chóer a dar vueltas por la zona y se bajó dos calles antes de la fonda caminó despacio como si fuera cualquier persona más el sol apenas empezaba a calentar llegó a la esquina se detuvo un momento y respiró
hondo luego empujó la puerta la fonda ya tenía varias mesas ocupadas el olor a chilaquiles y frijoles recién hechos le dio directo en la cara por un segundo se sintió fuera de lugar pero no dio marcha atrás avanzó con paso firme hasta una mesa cerca de la ventana y se sentó luciano estaba a la vista una señora de cabello pintado de rojo se le acercó con un menú “le ofrezco algo de tomar mientras ve la carta.
” Un café por favor” dijo Esteban la mujer asintió y se fue esteban no dejaba de mirar hacia la cocina su corazón iba a 1000 no sabía cómo iba a reaccionar Lucía cuando lo viera ahí otra vez tal vez lo ignoraría tal vez lo sacaría a gritos lo merecía pasaron unos minutos y entonces apareció lucía salió de la parte de atrás con una charola en las manos su mirada barría todo el lugar sin fijarse en él llevaba el mismo mandil manchado del día anterior y el cabello recogido en un chongo rápido cuando al fin sus ojos lo
encontraron se detuvo literal como si la hubieran congelado la charola le tembló un poco pero no se le cayó esteban la miró directo sin moverse lucía se quedó ahí parada como dudando qué hacer luego bajó la mirada respiró hondo y caminó hacia la mesa contigua para dejar unos platos no dijo nada se giró y se metió de nuevo en la cocina el corazón de Esteban seguía latiendo con fuerza se sentía como un adolescente frente a su primer amor la mesera volvió con su café él lo agarró pero ni lo probó solo lo tenía entre las manos como si le diera seguridad lucía tardó varios minutos en
salir de nuevo y cuando lo hizo fue directo a su mesa ya no lo evitaba le hablaba de frente pero su cara estaba seria como si hubiera puesto una barrera ¿qué haces aquí necesitaba verte pues ya me viste no vine solo por eso dijo él bajando un poco la voz quiero hablar contigo un momento afuera nada más 5 minutos estoy trabajando respondió ella sin cambiar el tono por favor Lucía no me vengo a hacer el importante solo quiero entender ella se cruzó de brazos miró alrededor para asegurarse de que nadie estuviera escuchando luego se inclinó un poco hacia él ¿entendé Esteban ¿que me
dejaste sin decir nada ¿que desapareciste como si nunca hubiéramos existido él bajó la mirada sabía que tenía razón no vengo a justificarme solo necesito hablar contigo te lo pido de verdad lucía lo miró un momento más como midiendo si podía confiar luego suspiró dame 20 minutos cuando termine de sacar el almuerzo pero no me armes una escena va esteban asintió ella se fue sin decir más los 20 minutos se hicieron eternos esteban apenas probó el café se paró tres veces a lavarse las manos en el baño no sabía qué
decirle no sabía por dónde empezar solo sabía que ya no podía vivir sin respuestas cuando por fin salió Lucía se quitó el mandil y se limpió las manos con una servilleta le hizo una seña con la cabeza y salieron juntos por la puerta lateral la quedaba al callejón donde estaban los tanques de gas ahí sin ruido sin testigos se quedaron de frente entonces ¿qué quieres saber preguntó ella ¿es tu hija sí ¿tiene 6 años sí esteban tragó saliva es mía lucía lo miró con los ojos llenos de algo que él no supo descifrar no era
tristeza tampoco rabia era más como un dolor guardado desde Moz hace mucho ¿y qué harías si te digo que sí esteban no supo que responder ¿vas a sacarme otra vez de tu vida o ahora sí vas a hacerte cargo él levantó las manos como pidiendo paz no lo sé Lucía solo sé que desde que la vi no puedo pensar en otra cosa esa marca es igual a la mía y su mirada no sé es como si todo en mí gritara que sí que es mi hija lucía bajó la mirada se sentó en una caja de refrescos y se tapó la cara con las manos no quería buscarte no quería meterme contigo otra vez pero ella pregunta me dice que por
qué no tiene papá y yo no sé qué responderle esteban se acercó un paso despacio ¿por qué no me lo dijiste porque pensé que no te importaría porque pensé que para ti ya no existía eso no es verdad dijo él con voz rota sí es verdad no apareciste más y yo tuve que seguir sola esteban se quedó callado no había defensa posible para eso mira Esteban camila no necesita a un papá de la nada necesita estabilidad y yo necesito paz así que si vas a entrar en su vida hazlo bien pero si es solo por curiosidad o por culpa mejor vete de una vez él la miró no supo qué decir no en ese momento
pero lo que sí sabía muy dentro de él era que no pensaba irse otra vez lucía no volvió a ver a Esteban en dos días pensó que tal vez ya se había arrepentido que había sido solo un impulso o una curiosidad pensó que Alow mejor ya estaba de regreso en su mundo de trajes juntas y cenas caras pero por dentro aunque no lo dijera una parte de ella esperaba que él volviera y volvió un viernes por la tarde cuando el calor pegaba duro y el aire en la fonda se sentía pesado Esteban apareció otra vez esta vez sin camisa elegante traía un Apolo azul marino jeans y una bolsa con
juguetes lucía lo vio entrar y le dio un vuelco el estómago él la buscó con la mirada y le sonríó como si fueran conocidos de toda la vida a ella le molestó un poco esa sonrisa tan tranquila como si nada pero también sintió un calorcito raro por dentro no podía negarlo se acercó al mostrador y le habló sin rodeos camila está en la casa salió temprano de la escuela le dolía la cabeza ¿puedo verla lucía se quedó callada lo pensó bien no quería meter a Camila en un lío emocional pero también se dio cuenta de que no podía seguir ocultándole algo que ya
estaba tocando la puerta dame 20 minutos voy a cerrar temprano hoy esteban asintió y se sentó en una mesa a esperar mientras tanto Lucía avisó a doña Pili que se tenía que ir se quitó el mandil se lavó las manos agarró su mochila y salió por la puerta de atrás esteban la siguió caminaron hasta su edificio uno de esos de cuatro pisos con pasillos abiertos y escaleras sin barandal subieron hasta el tercero lucía abrió la puerta con cuidado camila estaba en el sillón viendo caricaturas con una cobija hasta
la nariz al verlos se incorporó rápido mami ese señor otra vez lucía respiró hondo sí mi amor quiero que hables con él un ratito es alguien que me ayudó hace tiempo sí camila la miró con cara de duda pero luego asintió esteban se acercó despacio se agachó frente a ella y sacó de la bolsa un peluche una muñeca y una cajita de crayones no sabía cuál te iba a gustar más así que traje varios camila agarró la muñeca sin pensarlo y sonríó gracias ¿cómo te sientes ya mejor lucía los miraba desde la cocina sin decir nada esteban se sentó en el suelo junto a Camila y ella le empezó a contar cosas
de la escuela como si lo conociera de antes que si la maestra era gritona que si a su mejor amiga le quitaron el lunch por pelear que si le daba miedo pasar al pizarrón esteban escuchaba con atención con una sonrisa que no se le había visto en años lucía no entendía bien qué estaba pasando estaba viendo a dos personas que parecían conectadas sin necesidad de palabras y eso le movía todo por dentro después de un rato Camila se fue al cuarto a dibujar esteban se quedó en el sillón con la cabeza recargada hacia atrás es igualita a ti” dijo sin mirarla lucía
se sentó en una silla frente a él “tiene tu carácter cuando se enoja nadie la aguanta.” Se rieron pero fue una risa suave sin burlas “no vine a complicarte la vida” dijo Esteban de pronto “vine porque no sabía lo que había dejado atrás y ahora no puedo hacerme el tonto.” Lucía lo miró seria “esteban yo no sé si estés listo para esto no es una visita de domingo es una niña que pregunta que siente que se ilusiona no la puedes ver una vez y desaparecer otra vez no pienso desaparecer eso dijiste antes ¿no silencio esteban bajó la cabeza sabía
que ella tenía razón él había sido un cobarde y ahora estaba pagando el precio no quiero que piense que soy su papá todavía quiero ir poco a poco estar que me conozca que me vea como alguien confiable lucía asintió no era fácil para ella pero tampoco era una piedra veía la forma en que Camila se había conectado con él tan rápido y aunque le daba miedo algo le decía que eso no podía ser casualidad está bien pero vas a hacerlo bien ¿me oíste sí no quiero verla llorar por tu culpa te lo juro que no la noche cayó sin que se dieran cuenta camila se
quedó dormida en su cuarto con los crayones regados en la cama esteban fue a verla antes de irse la arropó y le dio un beso en la frente lucía lo vio hacerlo y sintió como se le apretaba el pecho ya en la puerta antes de salir Esteban se detuvo ¿y tú cómo estás lucía parpadeó sorprendida nadie le había preguntado eso en mucho tiempo ahí voy haciendo lo que puedo si necesitas algo lo que sea no me estoy muriendo Esteban yo sé pero no estás bien lucía no respondió solo abrió la puerta nos vemos mañana dijo él ella
asintió sin promesas sin garantías y cuando se fue Lucía se quedó un rato en la sala sola mirando las crayolas en el piso sabía que algo se estaba moviendo y no tenía idea de hasta dónde iba a llegar lucía no sabía si estaba haciendo lo correcto esteban empezó a ir casi todos los días a veces la pasaba a dejar en la fonda otras veces la esperaba afuera cuando salía llegaba con alguna botellita de agua un café una bolsa de pan o algo para Camila no era exagerado ni cargoso solo estaba y eso la sacaba de onda ella se hacía la fuerte claro le hablaba como si fuera cualquier persona sin mostrarle mucho
pero por dentro algo se le revolvía habían pasado años sí Esteban había sido un cobarde también pero tenía que admitir que ahora era diferente ya no era el mismo tipo arrogante que la había dejado sin decir ni adiós había algo en su forma de mirarla de quedarse callado cuando ella hablaba que antes no tenía y eso era peligroso una tarde Esteban se ofreció a ayudarla a cargar unas cajas de verduras desde la camioneta del proveedor lucía dudó pero al final aceptó no era una gran cosa caminaban juntos del carro a la cocina ida y
vuelta pero ese pequeño rato le bastó para notar algo cada vez que rozaba su brazo cada vez que le pasaba una caja cerca su cuerpo reaccionaba como si algo adentro se despertara como si sus nervios la recordaran después de dejar la última caja Esteban se quedó parado un segundo en la cocina ¿te acuerdas cuando cocinábamos en tu casa le dijo sonriendo lucía levantó una ceja sin dejar de acomodar chiles en una charola sí y tú no sabías ni prender la estufa pero me encantaban tus enchiladas siempre me dabas dos platos porque eras
un tragón no porque fueran tan buenas esteban se rió de verdad no esa risa falsa que uno usa en juntas o con desconocidos lucía la escuchó y sintió algo raro como si alguien hubiera abierto una ventana en su pecho ¿podemos hablar en serio un día le preguntó él de pronto ¿de qué ¿de nosotros nosotros sí Lucía no me mires así tú sabes que esto no es normal me dejaste entrar otra vez estoy con Camila estoy aquí todos los días y tú tú tampoco eres de piedra lucía se cruzó de brazos se notaba incómoda pero no se iba lo miró
directo no me hagas esto Esteban no me pongas otra vez a sentir cosas que no me sirven y si sí te sirven y si no ¿y si otra vez me dejas esteban se acercó un paso no la tocó solo se quedó ahí cerca con la voz baja no me voy a ir te lo juro pero necesito saber si tú también sientes algo lucía cerró los ojos un segundo quería gritarle que no que lo odiaba que se fuera pero no podía porque sí sentía y eso la enojaba más sí siento contento pero también siento miedo y eso no me deja avanzar esteban bajó la mirada se quedó callado
luego asintió está bien no te voy a presionar pero gracias por decirlo ella respiró hondo como si se hubiera quitado algo de encima y él salió de la cocina sin decir más esa noche Camila le pidió ver una película en la compu se acostaron juntas en la cama con una cobija hasta la nariz y una bolsa de palomitas quemadas a la mitad de la película la niña se quedó dormida lucía no solo miraba la pantalla sin verla con la mente a mil por hora ¿por qué tenía que volver justo ahora ¿por qué no podía haber seguido con su vida ¿por qué justo ahora que ella estaba aguantando todo con los dientes venía él
con esa cara de niño arrepentido a moverle todo y sin embargo lo extrañaba cuando no iba esperaba su mensaje se le iluminaba la cara de Camila cada vez que él aparecía y aunque trataba de evitarlo su corazón se le aceleraba con cada mirada un domingo por la tarde Esteban la invitó a tomar un café solo los dos camila se quedó con una vecina al principio Lucía dijo que no pero después aceptó iban caminando por un parque chico sin decir mucho los árboles tiraban hojas secas por todos lados se sentaron en una banca con sus vasos
calientes en las manos ¿te acuerdas cuando veníamos aquí preguntó él de nuevo claro te quejabas de las palomas porque me daban asco todavía y siempre traías gomitas de cereza todavía me gustan se rieron se quedaron callados perdóname” dijo él de pronto lucía giró la cabeza despacio ¿por qué por haberte dejado por no tener los huevos de quedarme por no pelear por ti lucía se quedó callada un rato largo luego habló sin mirarlo perdón aceptado pero eso no borra todo solo ayuda un poco puedo invitarte a cenar un día
ella lo miró como si no hubiera escuchado bien cenar sí algo tranquilo solo tú y yo lucía dudó quiso decirle que no que no era buena idea pero al final solo asintió una cena solo una una repitió él sonriendo cuando la llevó de regreso se detuvo frente a su puerta ella puso la mano en el picaporte pero no lo giró no creas que esto es fácil para mí” dijo “me cuesta cada día no confiar no sentir no regresar entonces no te detengas” respondió él “no tienes que volver sola.” Ella lo miró esteban no la tocó no se acercó más pero
ahí en ese momento fue como si algo invisible los uniera de nuevo lucía entró al departamento sin voltear pero cuando se recargó en la puerta por dentro se dio cuenta de que estaba sonriendo y eso no le pasaba hace mucho a Esteban le costaba trabajo concentrarse en la oficina desde que empezó a ver más seguido a Camila y a pasar tiempo con Lucía su rutina se había ido al ya no se levantaba pensando en los números en los proyectos o en las juntas con socios se despertaba pensando en qué podía llevarle a la niña para
sorprenderla o si Lucía ya se habría tomado el jarabe que él le compró sin decirle cuánto costaba se le estaba metiendo todo eso por debajo de la piel y no sabía cómo manejarlo pero no era solo cariño no era solo nostalgia ya no era solo culpa esteban tenía una sospecha cada vez más fuerte camila era su hija no podía asegurarlo todavía no había pruebas nadie lo había dicho con todas sus letras pero dentro de él algo gritaba la forma en que lo miraba cómo se reía con las mismas mañas que tenía él cuando
era niño cómo se cruzaba de brazos cuando se enojaba todo y por supuesto esa marca la tenía clarita igual a la de él no podía ser casualidad pero no se atrevía a preguntarlo otra vez lucía lo había dejado claro si iba a estar ahí tenía que ser en serio no como investigador ni como juez sino como alguien que quería sumar no quería arruinar lo que estaban construyendo no ahora que Camila ya se le trepaba encima como si fuera su tío favorito que le contaba secretos bajito cuando Lucía no los oía que le preguntaba por qué no vivía con ellas
todo eso lo tenía con el alma hecha un revoltijo y Lucía luciano se lo estaba haciendo fácil un día se mostraba abierta tranquila incluso cariñosa otro día se cerraba se ponía a la defensiva le hablaba con monosílabos esteban sabía que no era contra él era miedo pero ese miedo se lo contagiaba porque cuando ella se alejaba él sentía que estaba a punto de perderlo todo otra vez una noche después de dejar a Camila dormida Lucía y Esteban se quedaron sentados en el sillón el ventilador hacía un ruido molesto pero nadie decía nada ella tenía las piernas cruzadas
abrazada a una almohada él tenía una cerveza a medio tomar en la mano ¿y Mariela preguntó Lucía de la nada esteban la miró sorprendido ¿qué con Mariela pues siguen no terminamos hace unos meses ella sabe de esto ¿no y espero que no se entere lucía asintió en silencio pero la incomodidad ya se había instalado ¿y por qué lo preguntas dijo él porque quiero saber en qué me estoy metiendo no te estás metiendo en nada que no puedas salir respondió él esto no es una trampa no porque a mí ya me pasó me metí en algo creyendo que era real y me dejaron sola con una niña esteban apretó los dientes no por
enojo por impotencia estoy aquí ahora eso es lo que importa ¿no lucía lo miró largo rato no como alguien que duda como alguien que está decidiendo si confiar o no estás aquí pero no sé por cuánto él dejó la cerveza en la mesa se acercó despacio sin tocarla estoy aquí porque quiero estar no me obligaste no es por remordimiento es porque me importas porque me importan y si mañana te das cuenta que esto no era para ti entonces me trago mi orgullo pero no me voy porque Camila ya me aceptó y tú aunque no lo digas también Lucía se mordió el labio no sabía si abrazarlo o correrlo
le dolía admitirlo pero lo quería lo quería como siempre lo había querido y eso la asustaba más que cualquier enfermedad que cualquier deuda que cualquier noche sin dormir día siguiente en la fonda una señora cliente la felicitó oye qué lindo tu esposo siempre llega te ayuda carga cosas te espera se ve que te quiere lucía solo sonrió no corrigió no dijo que no era su esposo ¿para qué pero por dentro eso le removió todo otra vez por su parte Esteban hablaba cada vez menos en la oficina llegaba tarde se iba temprano su
socio Daniel ya lo había notado oye ¿estás bien ¿por qué andas como ido estoy resolviendo unos temas personales ¿de qué tipo del tipo que te hacen pensar que tu vida está patas para arriba daniel lo miró raro pero no insistió esa misma tarde Esteban fue al médico no por él fue a preguntar si una marca de nacimiento así como la suya y la de Camila podía ser casualidad el doctor lo miró como si le preguntara algo sacado de una novela pues sí hay marcas que se repiten en familias no es común pero pasa y si yo la tengo
mi papá la tenía mi abuela también y una niña igual pues ya te estás tardando en hacerte una prueba de ADN joven eso le quedó dando vueltas en la cabeza pero no quería presionar a Lucía sentía que si tocaba ese tema otra vez lo mandaba al así que lo guardó pero el gusanito ya lo traía metido mientras tanto Camila lo llamaba Esteban pero ya con cariño a veces se equivocaba y le decía papá sin querer y cuando lo hacía se tapaba la boca con las dos manos como si hubiera dicho una grosería él solo se reía y le decía que
no pasaba nada pero por dentro eso le hacía temblar el corazón una noche ya tarde Lucía le mandó un mensaje corto ¿y si nos equivocamos otra vez él lo leyó en la cama con la luz apagada y respondió sin pensarlo prefiero equivocarme contigo que acertar lejos lucía no respondió pero a la mañana siguiente cuando él fue a la fonda ella lo saludó con una mirada distinta ya no era desconfianza era algo más peligroso era esperanza mariela siempre había sido una mujer de cuidado tenía clase sí sabía sonreír bonito en las cenas vestirse para impresionar y hablar justo lo que convenía pero debajo de eso había
alguien que no soportaba perder y menos a Esteban aunque habían terminado hacía unos meses ella no lo daba por perdido seguía escribiéndole de vez en cuando coincidía en eventos donde él estaba invitado y mantenía buena relación con su hermana siempre encontraba una manera de rondarlo sin parecer intensa ella estaba convencida de que solo necesitaba esperar el momento correcto para que él regresara pero ese momento no llegaba y de pronto él empezó a cambiar lo notó en sus redes sociales en los lugares que
visitaba en los comentarios que hacía menos cenas elegantes más fotos con tacos menos viajes de negocios más tardes en colonias que ella ni conocía así que decidió moverse un martes por la mañana Mariela fue directo a la oficina de Esteban llevaba una bolsa con panecitos caros un café de esos que solo venden en una cafetería elegante de la Roma y la mejor de sus sonrisas la recepcionista la reconoció de inmediato y la dejó pasar esteban la vio entrar y se le notó el fastidio no se levantó de su silla ni le ofreció
asiento “¿qué haces aquí así recibes a una ex que solo viene a saludar” dijo dejando la bolsa sobre su escritorio no tengo tiempo Mariela ¿y eso ¿estás tan ocupado que no puedes ni tomar un café de 20 minutos sí mariela se sentó igual sacó el café y le dio un trago mirándolo directo a los ojos sé que estás viendo a alguien te noté raro distinto ¿quién es eso no es asunto tuyo ¿y si te dijera que sí lo es esteban frunció el ceño no empieces solo dime si es mujer la que trabaja en esa fonda horrenda allá por Iztapalapa esteban no respondió pero la
mirada lo delató mariela se rió sin humor no puedo creerlo te dejé el camino libre y vas corriendo con la primer mujer de barrio que se te cruza ten cuidado con lo que dices respondió Esteban con los dientes apretados o qué me vas a correr a gritos hazlo pero primero escucha esto no creas que se te va a ser fácil vivir tu historia de amor humilde esa mujer no es tan santa como parece ya basta Mariela no tienes idea de lo que estás diciendo tengo más idea de la que crees y si no me crees pregúntale por qué
nunca te dijo que tenía una hija pregúntale quién es el papá pregúntale por qué desapareció tanto tiempo esteban se puso de pie lárgate de mi oficina con gusto pero una cosa te digo Esteban no me subestimes no soy el tipo de mujer que se queda llorando soy el tipo de mujer que va por lo que le pertenece mariela se fue sin mirar atrás pero dejó su veneno bien plantado esteban se quedó solo con la cabeza hecha un lío sabía que Mariela era capaz de todo no le creía el cuento de Soy una víctima pero lo que le había dicho lo tocó y si lucía si le escondía cosas y si había
algo más intentó sacarse esa duda de la cabeza todo el día no lo logró al caer la noche fue directo al departamento de Lucía ella lo recibió con cara de cansancio pero le hizo pasar camila estaba haciendo la tarea y lo saludó con alegría eso le bajó un poco la tensión después de cenar mientras Camila se bañaba Esteban soltó la bomba hoy vino Mariela a mi oficina lucía levantó la vista tensa ¿y qué quería saber si estoy contigo y le dijiste que sí no le dije que no era su asunto pero soltó cosas lucía se puso seria cerró el tupper con
arroz que estaba guardando ¿qué cosas que tú me escondiste a Camila que tal vez no es mi hija que tal vez hay algo más lucía lo miró como si le hubiera aventado un vaso de agua helada ¿y tú le crees no pero me sacó de onda me llenó de dudas y no sé cómo quitármelas entonces duda Esteban hazlo pero no me vengas a soltar en mi casa el chisme de tu ex si tienes algo que preguntar házmelo tú no le des poder a esa mujer solo quiero saber la verdad Lucía la verdad la verdad es que me dejaste embarazada y no volviste la verdad es que te busqué al principio y no me contestaste la verdad es que tuve que
seguir sola sin nadie trabajando con el estómago vacío para que esa niña comiera esteban sintió un puñal en el pecho no se lo esperaba tan directo ¿y por qué no me lo dijiste cuando me encontraste porque pensé que ya no te importaba porque tenía miedo de que la lastimaras porque preferí callar a meterla en un lío lucía ya basta Esteban no vengas con tus dudas de rico confundido si no puedes con esto mejor vete pero si te vas no vuelvas porque Camila no es un experimento es una niña y yo ya no aguanto otra decepción esteban no dijo más se levantó
se puso la chamarra y salió no se fue a su casa se quedó dando vueltas en el coche por horas quería gritar quería golpear algo quería entender por qué todo se enredaba justo cuando creía que iba bien y mientras tanto Mariela abría una carpeta en su casa fotos datos un plan no iba a dejar las cosas así pasaron dos días sin que Esteban pisara la fonda ni mensajes ni llamadas nada lucía intentó actuar como si no le afectara pero la verdad es que no podía dejar de pensar en él no solo por lo que discutieron sino por lo que venía arrastrando desde que reapareció tenía miedo claro pero también estaba
enojada porque Esteban decía que quería estar que quería saber la verdad pero cuando las cosas se ponían feas se desaparecía camila lo notó le preguntó si Esteban estaba ocupado si iba a volver lucía le dijo que sí que seguro estaba con mucho trabajo pero la verdad era que ni ella sabía si lo iba a volver a ver el tercer día mientras Lucía salía del mercado con dos bolsas llenas Esteban la estaba esperando afuera de la fonda apoyado en su coche ella lo vio de lejos y se le aceleró el corazón no sabía si
quería abrazarlo o darle un zappe pero caminó con paso firme sin sonreír sin saludar “vienes a seguir con las dudas” soltó ella apenas estuvo cerca esteban bajó la mirada se notaba agotado vengo a pedirte que hablemos pero en serio sin gritos sin reproches ¿y qué quieres saber ahora si Camila es tuya si me inventé todo quiero que me digas por qué no me buscaste más ¿por qué no me lo dijiste antes ¿por qué no confías en mí siquiera ahora lucía dejó las bolsas en una mesa metálica que había al lado de la entrada y se quedó un rato en
silencio luego suspiró hondo si te busqué tres veces llamadas mensajes nada tú ya estabas con ella con Mariela no quise rogarte me tragué el miedo y seguí y cuando la panza empezó a crecer me dio vergüenza esteban la miró sorprendido vergüenza de qué de haberme enamorado de alguien que se largó de quedarme sola de estar embarazada sin saber qué decirle a nadie lucía después cuando Camila nació juro que pensé en ti muchas veces pero veía cómo crecía cómo reía y me decía “¿Para qué ¿para qué traer a un hombre que ya eligió otra vida preferí decirle que su
papá no estaba no le mentí solo no le di detalles esteban se pasó las manos por el rostro no sabía si llorar o gritar sentía culpa sí pero también frustración sentía que cada palabra que Lucía decía lo arrastraba más a un pasado que él había querido enterrar ¿y por qué no me dijiste cuando nos reencontramos porque pensé que solo ibas a mirar a saludar y volver a irte porque me daba miedo que te metieras y luego te fueras porque no quería volver a romperme y ahora ahora no sé me gusta que estés a Camila le encanta verte pero yo no estoy lista para que vengas a revolver todo esteban se quedó callado luego la miró
fijo es mi hija ¿sí o no lucía apretó los labios sí él sintió como si el aire se le fuera de golpe no era sorpresa ya lo sentía ya lo sabía pero escucharlo así con esa palabra directa le pegó como un ladrillazo ¿y por qué no me lo dijiste así desde el principio porque no sabía si ibas a quedarte después de saberlo y porque tenía miedo de que usaras eso como un pretexto no como una razón esteban dio un paso hacia ella bajó la voz Lucía no estoy aquí por culpa estoy aquí porque quiero estar y si Camila es mi hija tengo derecho a estar y tú tú también tienes derecho a no cargar sola con todo ella se le quedó
viendo tenía los ojos llenos de agua pero no lloró no me pidas que confíe tan fácil no después de todo no te pido que confíes te pido que no cierres la puerta que me dejes entrar aunque sea por la ventana se miraron unos segundos que pesaron como horas luego ella asintió poquito apenas con la cabeza esteban fue por las bolsas y las cargó hacia dentro camila salió corriendo a abrazarlo le enseñó un dibujo donde él aparecía con una capa de superhéroe él casi se derrite la abrazó fuerte y no dijo nada solo cerró los ojos como si
ese momento fuera lo único que importara pero no todo era tan simple mariela ya estaba moviendo sus hilos [Música] esa misma noche Lucía recibió una visita inesperada tocaron la puerta justo cuando estaba lavando los trastes al abrir se encontró con una mujer de cabello liso labios rojos y un vestido caro no necesitaba presentarse tú eres Lucía ¿verdad lucía no respondió soy Mariela la ex de Esteban vine a conocerte lucía se apoyó en el marco de la puerta cruzada de brazos ¿y a qué vienes ¿a pelear ¿a insultarme ¿a hablar nada más ¿puedo
pasar lucía dudó pero no era de las que se achican abrió la puerta sin dejar de mirarla con desconfianza se sentaron en la mesa camila estaba en su cuarto mariela miraba todo con cara de asco disimulado observó los muebles el piso las paredes pensé que vivías peor lucía sonrió con ironía lo justo para una madre sola y ahora quieres a Esteban de vuelta yo no pedí que volviera él vino solo sí claro porque los hombres siempre regresan por arte de magia lucía la miró directo ¿tú qué quieres quiero advertirte esteban es mío
aunque tú creas que ahora tiene un corazón de oro yo sé quién es y cuando se canse del jueguito va a volver conmigo como siempre lo ha hecho lucía se paró te equivocaste de casa y de mujer Mariela se levantó también ajustándose el bolso solo recuerda esto los cuentos de hadas no existen y cuando se te acabe la ilusión no digas que no te lo advertí salió sin despedirse lucía se quedó sola con el estómago apretado no sabía si creerle pero las palabras ya se le habían clavado como espinas y en su cabeza una voz le
repetía una y otra vez cuidado Lucía cuidado con confiar demasiado el lunes empezó igual que siempre lucía se levantó antes que él sol preparó el desayuno con los ojos medio cerrados arregló a Camila y la dejó en la escuela con un beso rápido pero al regresar a la fonda mientras pelaba unas papas le empezó a faltar el aire al principio pensó que era cansancio que no había dormido bien pero el mareo la obligó a detenerse se apoyó en la pared con una mano y sintió como todo le daba vueltas se fue al baño para que nadie la viera y ahí con la puerta cerrada se sentó en el
suelo helado sudando frío tratando de controlar la respiración la tosla sacudía como si le arrancara algo por dentro tuvo que quedarse ahí sentada por más de 10 minutos hasta que el cuerpo medio le respondió otra vez salió con la cara pálida y las manos temblorosas doña Pili la vio y no se quedó callada estás bien mal Lucía así no puedes seguir viniendo si te desmayas aquí ¿quién se va a hacer cargo estoy bien es solo un bajón de presión ya me pasa a veces pues ya estuvo bueno ve al doctor ya no es normal
lucía no dijo nada solo asintió sabía que no estaba bien que cada vez le costaba más que su cuerpo ya no estaba aguantando la rutina pero también sabía que no podía dejar de trabajar no tenía seguro no tenía ahorro no tenía un plan B si se detenía todo se caía ese mismo día Esteban fue a verla llegó con una bolsa de pan dulce y el rostro relajado pero apenas la vio supo que algo andaba mal lucía tenía las ojeras más marcadas los labios secos el semblante apagado ¿te pasó algo estoy cansada nada más no Lucía
estás pálida tienes la voz rara estás peor que la semana pasada ella siguió limpiando la mesa como si nada no empieces voy a llevarte al médico no no quiero deberte nada no me debes nada lo estoy haciendo porque me importas lucía se detuvo lo miró bajó la cabeza ya fui me dijeron que tengo bronquitis crónica que necesito un tratamiento largo y que si no me cuido puede complicarse ¿y te estás cuidando ¿tú crees que me alcanza para eso esteban apretó los puños se sentía inútil quería ayudar pero ella no
lo dejaba dime cuánto necesitas yo lo pago no ¿por qué no porque no quiero que luego sientas que tienes derecho a controlar mi vida por pagarme un tratamiento lucía no se trata de control se trata de que no puedes seguir así y Camila ¿qué va a hacer si tú no puedes pararte de la cama ese golpe sí le pegó lucía se sentó se cubrió los ojos con una mano por fin dejó de resistirse tengo miedo Esteban no por mí por ella si algo me pasa no sé qué va a hacer de mi hija esteban se le acercó y le habló suave no estás sola ya no ese día la llevó a una clínica
privada le hicieron más estudios confirmaron el diagnóstico y le recetaron un tratamiento caro pero manejable si se iniciaba pronto esteban se encargó de pagar todo sin decir una palabra solo lo hizo y Lucía aunque le costaba se lo permitió esa noche mientras tomaban un té en la sala del departamento Esteban se quedó mirándola un buen rato ella notó la mirada ¿qué estaba pensando en qué en que si yo no hubiera sido tan cobarde hace años todo sería distinto ahora lucía sonríó con tristeza tal vez pero también puede que las cosas hubieran salido peor a veces
uno tiene que pasar por el lodo para entender lo que vale la pena y ahora ahora estoy en el lodo pero al menos ya no estoy sola camila salió del cuarto con su pijama puesta y el cepillo de dientes en la mano esteban se queda a dormir lucía se quedó congelada no mi amor solo vino a visitarnos la niña hizo una mueca debería quedarse más tiempo se fue de regreso al baño sin decir más lucía y Esteban se miraron a veces los niños decían cosas sin filtro pero llenas de verdad esa semana Lucía tuvo que dejar
de ir a la fonda unos días para seguir el tratamiento esteban la ayudó con las compras con los traslados hasta con llevar a Camila a la escuela al principio Lucía se sentía incómoda como si alguien se estuviera metiendo demasiado pero poco a poco fue soltando el control no porque quisiera porque ya no podía hacerlo todo sola una tarde mientras Camila hacía tarea y Esteban lavaba los trastes Lucía lo miró desde la mesa le dio risa verlo peleando con el jabón él la escuchó reírse y giró la cabeza con espuma hasta en los brazos ¿de qué te ríes de ti siempre fuiste
pésimo en la cocina pero mira cómo lavo platos sí seguro en la oficina no te enseñaron esto me enseñaste tú ¿te acuerdas cuando vivíamos en aquel cuartito de azotea y tenías que decirme cómo poner el gas sin volar todo lucía bajó la mirada y sonrió me acuerdo esteban se secó las manos y se acercó lucía quiero que sepas algo no estoy haciendo esto por obligación no estoy aquí por lástima estoy aquí porque quiero porque te quiero ella no respondió solo lo miró y en ese momento por primera vez en años se sintió en paz aunque el cuerpo le
doliera aunque el futuro fuera incierto ahí sentada en su casa con Esteban y su hija cerca se sintió fuerte pero la calma no iba a durar mucho porque alguien más estaba a punto de meterse donde nadie la había llamado esteban manejaba por periférico con la cabeza hecha un nudo en el radio sonaba una canción de esas que hablan de volver con un viejo amor de que nunca es tarde para intentarlo otra vez la bajó de golpe no estaba para canciones cursis el tráfico no ayudaba pero más que eso lo que lo tenía con el pecho apretado era la cantidad de cosas que se le estaban juntando en la cabeza por un
lado Lucía y Camila por otro todo lo que había construido durante años su reputación sus socios su mundo lleno de compromisos con gente que no entendía de sentimientos solo de resultados no era solo que estuviera enamorándose otra vez era que ya no podía sacarse a Camila de la mente verla correr con su mochila como se reía con la boca llena de pan como lo agarraba de la mano sin miedo era algo que no había sentido nunca y saber que era su hija aunque aún no lo hubieran confirmado con papeles le había dado un vuelco a su vida
pero entonces estaba Mariela no porque la quisiera eso estaba claro sino porque la conocía bien sabía que no se iba a quedar tranquila y tenía razón al llegar a su oficina Daniel su socio lo esperaba con cara de tenemos que hablar lo llevó a la sala de juntas cerró la puerta y le soltó lo que tenía guardado esteban mariela está hablando con inversionistas les está diciendo que estás distraído que tus decisiones ya no son las mismas que hay riesgos y siguen apostando contigo y tú le crees ¿no pero ellos sí y no es cualquier cosa ella tiene amigos con poder si se le mete la
idea de hundirte lo puede hacer esteban se pasó la mano por la cara no le sorprendía pero igual le daba coraje no voy a dejar que controle mi vida nadie dice eso pero tienes que decidir en qué estás no puedes jugar a tener una familia y al mismo tiempo mantener el juego de los negocios como si nada esteban se quedó callado porque aunque le molestaba Daniel tenía razón no podía seguir como si no estuviera ocurriendo nada todo había cambiado esa noche fue a casa de Lucía ella lo recibió con una sonrisa chiquita camila estaba dormida
temprano tenía un poco de fiebre por una infección leve nada grave pero suficiente para que Lucía estuviera preocupada esteban le ayudó a preparar un té y se sentaron en la cocina con el ruido del ventilador en segundo plano ¿estás bien preguntó ella al verlo tan callado no mucho ¿qué pasó esteban dudó un momento pero decidió soltarlo mariela está tratando de hacerme quedar mal con la gente de la empresa quiere arruinarme Lucía ¿y tú qué vas a hacer no lo sé parte de mí quiere ignorarla pero otra parte sabe
que si no hago algo todo lo que construí se va a venir abajo ¿y eso es lo que más te preocupa esteban la miró había algo en su mirada que lo desarmaba me preocupa perder todo pero me preocupa más perderte a ti y a Camila lucía bajó la mirada se quedó jugando con la cuchara dentro del vaso no quiero que elijas entre nosotras y tu trabajo Esteban pero tampoco voy a aceptar estar en segundo plano ni yo ni mi hija lo sé si vas a estar aquí quiero que estés de verdad que te metas de lleno porque si no prefiero que no estés esteban asintió no dijo nada más
la miró un rato en silencio luego se acercó y le puso la mano sobre la suya ella no la quitó estoy contigo Lucía me va a acostar lo sé pero estoy contigo ella lo miró con los ojos brillosos pero no lloró lo conocía sabía que sus palabras eran sinceras pero también sabía que el camino no iba a ser fácil al día siguiente Esteban fue a hablar con Daniel de nuevo le dijo que iba a pelear por su lugar en la empresa pero que ya no iba a vivir para eso que si tenían que buscar nuevos caminos lo harían que no iba a dejarse chantajear por nadie ni por Mariela ni por
nadie daniel lo apoyó era su amigo desde que empezaron con una oficina chiquita en la Narbarte pero le dejó claro que las consecuencias vendrían igual esa semana Mariela apareció otra vez esta vez fue al departamento de Lucía pero no tocó la puerta solo se quedó frente al edificio esperando a que Esteban saliera cuando lo vio lo interceptó como si nada te estás equivocando Esteban yo soy tu mundo ella es solo una pausa no sabes lo que estás diciendo sí lo sé y cuando te des cuenta vas a volver porque tú y yo tenemos historia lo otro es solo un capricho lo otro dijo
él con los dientes apretados es mi hija y la mujer que nunca debí dejar mariela se quedó helada lo vio con rabia pero no dijo nada solo dio media vuelta y se fue esa noche Esteban volvió al departamento lucía no preguntó nada solo le sirvió un plato de sopa y le dejó una cobija en el sillón él no se fue se quedó ahí en ese pequeño espacio que ya empezaba a sentir como su hogar no había lujos no había silencio perfecto pero había algo que no tenía en ningún otro lugar paz pero la calma no duraría mucho porque Mariela ya estaba preparando su último golpe y ese sí que iba a
doler el cuarto de hospital olía a cloro y a medicina las luces blancas quemaban los ojos y el ruido del monitor cardíaco era lo único que se escuchaba entre respiraciones lentas lucía estaba recostada con suero en el brazo y una mascarilla en la cara los doctores habían dicho que necesitaba reposo absoluto por varios días que la bronquitis se había complicado por el esfuerzo y el estrés esteban estaba sentado a su lado desde hacía horas sin moverse sin decir nada tenía los codos apoyados en las rodillas y la mirada fija en el suelo se
sentía culpable aunque ella nunca lo dijera él sabía que la enfermedad no solo era física era el cansancio de una vida entera cargando sola de tantas cosas que había callado de tener que ser fuerte todo el tiempo esteban había llegado tarde y aunque ahora estuviera ahí una parte de él sentía que no era suficiente camila estaba en casa de una vecina que Lucía conocía desde hacía años era buena gente confiable pero Esteban no dejaba de pensar en la niña en cómo le había dicho con voz bajita “Cuida a mi mami.” Eso le había pegado
más fuerte que cualquier grito pasaron las horas y por fin Lucía abrió los ojos se notaba débil pero al verlo ahí tan serio se le curvó un poco la boca ¿ya comiste preguntó con la voz ronca casi sin fuerza esteban se levantó de inmediato y se acercó eso no importa ¿cómo estás como si me hubiera pasado un camión encima pero viva no me vuelvas a asustar así Lucía ella lo miró en silencio unos segundos no fue a propósito ya lo sé pero no quiero volver a verte así lucía cerró los ojos un momento y luego los volvió a
abrir tenemos que hablar sí yo también quiero hablar contigo dijo él con tono serio pero tú primero ella tragó saliva camila es tu hija Esteban siempre lo ha sido él se quedó quieto como si lo hubieran paralizado ya lo sabía sí lo había sospechado desde que vio esa marca lo sentía desde el primer día pero escucharlo así con palabras firmes sin rodeos era otra cosa lucía siguió hablando bajito sin pausas me enteré de que estaba embarazada cuando tú ya no contestabas los mensajes me dio miedo buscarte otra vez y cuando supe que estabas con Mariela sentí que
era mejor que no te metieras pensé que si un día te volvía a ver lo sabrías pero no sabía cuándo ni cómo y luego apareciste así de la nada esteban se sentó otra vez ahora con los ojos clavados en los suyos ¿y por qué no me lo dijiste cuando nos vimos porque no confiaba en ti porque me daba miedo que entraras en la vida de Camila solo por impulso y luego te fueras no me voy a ir Lucía eso dices ahora no lo digo porque lo siento porque ya no estoy confundido ella lo miró como si tratara de leerle el alma ¿tú sabías lo sospechaba la marca su risa
esa forma de mirarme pero no quise presionar no quería romper lo poco que habíamos logrado lucía respiró hondo cerró los ojos un momento al abrirlos había lágrimas no me arrepiento de haberla tenido sola pero sí me hubiera gustado que la conocieras desde bebé que la vieras gatear decir su primera palabra ir al kinder esteban sintió cómo se le formaba un nudo en la garganta lo voy a recuperar todo lo que me perdí lo voy a intentar te lo juro no te estoy pidiendo que lo jures te estoy pidiendo que no me falles ni a mí ni a
ella en ese momento entró una enfermera a revisar el suero rompió el silencio incómodo por unos minutos esteban se quedó de pie mientras ella revisaba los niveles cuando la mujer se fue se acercó de nuevo a Lucía quiero hacerme la prueba de ADN lucía lo miró sorprendida no por la idea sino por el momento ¿para qué Esteban ya te lo dije no es por desconfianza es porque quiero cerrar cualquier duda porque quiero tener en mis manos ese papel que diga que sí que es mi hija porque si algún día algo me pasa quiero dejarle todo claro sin papeles sin pruebas no puedo
hacer nada legal lucía asintió no se lo tomó mal entendía el punto está bien cuando salga de aquí lo hacemos gracias esa noche Esteban se quedó a dormir en una silla incómoda con el cuello torcido y el cuerpo adolorido pero no se quejó lo único que le importaba era ver a Lucía mejor le agarró la mano mientras dormía y sintió que por fin después de tanto estaban donde debían estar al día siguiente Camila fue al hospital con un dibujo era una casa con tres personas una mujer con trenza un hombre alto y una niña con moño rosa en la parte de arriba decía mi
familia lucía se lo enseñó a Esteban sin decir nada él solo la miró después miró a Camila y luego apretó los labios para no llorar pero esa paz esa conexión no pasó desapercibida para alguien más mariela ya tenía en sus manos algo que podía romper todo y estaba a punto de usarlo el domingo por la mañana Esteban fue a la clínica por Lucía ya la habían dado de alta y solo necesitaba seguir el tratamiento desde casa la ayudó a salir la tomó del brazo como si cargara algo frágil y la llevó hasta el coche con cuidado camila ya estaba en casa esperándolos con una manta en el
sillón y su mejor dibujo pegado en la pared bienvenida mami lucía sonró al verlo a pesar del cansancio le brillaban los ojos ese día fue tranquilo vieron una película comieron caldo de pollo camila se sentó entre los dos con su cuaderno esteban lavó los platos parecía un domingo normal pero no lo era a las 6 de la tarde tocaron la puerta lucía pensó que era la vecina pero no era Mariela estaba ahí con lentes oscuros un vestido entallado y una sonrisa de esas que no dan gusto dan miedo lucía no entendía nada ¿qué haces
aquí vine a hablar con Esteban él no está ah no porque su coche está allá afuera lucía intentó cerrar la puerta pero Mariela metió el pie esteban que había salido del baño escuchó el ruido y fue hasta la entrada déjala pasar dijo Lucía con los dientes apretados que diga lo que vino a decir y se largue mariela entró como si fuera su casa se paró en medio de la sala y miró alrededor con desprecio camila se asomó desde el pasillo hola ¿tú quién eres lucía se acercó a su hija ve a tu cuarto mi amor ahorita vamos contigo camila obedeció pero se fue lenta volteando a
ver a Mariela como si fuera un personaje raro de caricatura cuando la puerta del cuarto se cerró Mariela soltó su bomba tengo algo que puede cambiarlo todo y quiero que los dos me escuchen esteban cruzó los brazos no tienes nada que nos importe no a ver si no te importa esto sacó su celular abrió una carpeta y mostró una imagen en la pantalla ¿te suena esta foto lucía se acercó para ver era una imagen vieja salía ella embarazada en una sala de espera al lado había un doctor la foto parecía tomada a escondidas ¿de dónde sacaste eso
preguntó Lucía tensa tengo más tengo papeles y tengo testigos ¿sabían que esa clínica donde te atendiste estaba en medio de un escándalo por falsificación de actas no bueno pues ahora ya lo saben esteban apretó los puños ¿a qué estás jugando no estoy jugando solo quiero que sepas que si decides seguir con esto señaló a Lucía te vas a hundir no por mí por los medios porque cuando se sepa que estás involucrado con una mujer que ocultó un embarazo que hay dudas sobre la paternidad y que todo se ve turbio tus
inversionistas te van a dar la espalda no importa si es verdad o no basta con que parezca lucía estaba pálida ¿estás loca no estoy decidida esteban respiraba fuerte como si se estuviera conteniendo para no gritarle en la cara ¿qué quieres Mariela quiero que te alejes de ella de la niña que te desaparezcas tú puedes mantenerlas si quieres a la distancia les mandas dinero pero no más no las ves no sales en fotos no hablas de ellas no son parte de tu vida pública estamos y si no pues todo esto se va a filtrar alguien va a hacerle una llamadita a la prensa y ya sabes cómo
son con las noticias sucias lucía dio un paso hacia ella ¿tú crees que puedes venir aquí y amenazar a una niña a una familia no amenazo a la niña a ti a él yo sé jugar Lucía y si no sabes no te metas esteban dio un paso adelante su voz se le escuchó distinta seca directa tú no sabes con quién te estás metiendo Mariela claro que sí me estoy metiendo con un tipo que tiene miedo de perderlo todo así que elegí mariela se acomodó los lentes y salió como si acabara de cerrar un trato la puerta se cerró y el silencio en el
departamento fue horrible lucía miró a Esteban ¿qué vas a hacer él no respondió se sentó se agarró la cabeza con las dos manos no era solo rabia era angustia tiene razón en algo dijo él aunque todo sea mentira el escándalo me puede hacer pedazos ¿y eso qué importa más ¿tu imagen o tu hija no me pongas a elegir así Esteban no tienes que pensarlo tanto” dijo Lucía subiendo la voz no puede venir esa mujer a manipularnos no puede pero puede y lo hará lucía lo miró con los ojos llenos de decepción sabía que era demasiado bueno para ser
verdad no digas eso es la verdad apenas todo se acomoda y ya quieres salir corriendo no quiero salir corriendo quiero protegerlas ¿de qué ¿de qué nos estás protegiendo de ti esteban no respondió lucía se fue al cuarto sin decir nada más cerró la puerta se sentó junto a Camila que ya dormía con un libro entre las manos le acarició el cabello y le cayó una lágrima en la frente esteban se quedó solo en la sala sin saber qué hacer tenía el corazón dividido entre lo que quería y lo que debía hacer pero una cosa era clara
mariela no había venido a advertir había venido a destruir esteban no durmió esa noche dio vueltas en el sillón como si estuviera peleando con las cobijas se levantó tres veces a servirse agua caminó por el pasillo abrió y cerró la ventana pero el nudo en el pecho no se le quitaba las palabras de Mariela le daban vueltas en la cabeza como eco elegí o ellas o tu vida al amanecer Lucía salió del cuarto se le notaba el rostro cansado pero no había rastros de llanto solo un silencio seco como si algo dentro de ella se hubiera apagado lo miró y no dijo nada se metió a la
cocina a preparar el desayuno de Camila ni una palabra esteban no lo aguantó más agarró las llaves su cartera y salió sin decir a dónde iba solo sabía que tenía que hacer algo necesitaba entender en qué momento su vida se volvió un campo de mentiras y sobre todo cuánto de todo eso venía de Mariela fue al archivo de su empresa tenía acceso a cosas que ni los empleados sabían que existían viejas llamadas grabadas registros de movimientos correos antiguos buscó como si tuviera una intuición algo que no estaba seguro si iba a encontrar y lo encontró una carpeta con el nombre de
una consultora de relaciones públicas que había contratado años atrás justo cuando rompió con Lucía en ella había correos entre Mariela y un tipo llamado Rodrigo el jefe de la agencia en uno de los mensajes Mariela pedía que se bloquearan ciertas llamadas entrantes al celular de Esteban por seguridad emocional en otro directamente le pedía al tipo que controlara su agenda filtrara nombres y que evitara contacto con personas que pueden afectar su crecimiento profesional lucía estaba en esa lista esteban se quedó helado mariela
había metido mano en todo lo había alejado de Lucía sin que él se diera cuenta le hizo creer que ella ya no lo buscaba le cerró las puertas en silencio marcó a Daniel “¿tú sabías que Mariela me bloqueó llamadas y filtró mi agenda hace años ¿de qué hablas?” “Estoy viendo los correos.
” Le pagó a Rodrigo para que me aislara de todo lo que no le convenía incluyendo a Lucía incluyéndola a ella y seguramente también a Camila “no manches no sabes el coraje que tengo Daniel me hizo creer que la había dejado yo y la realidad es que me alejaron como a un idiota ¿vas a enfrentarte con ella sí pero primero voy a ver a Lucía esteban llegó al departamento con el corazón hecho trizas lucía estaba sentada en el sillón con Camila viendo caricaturas la niña corrió a abrazarlo como si nada hubiera pasado y eso le dio fuerza “necesito hablar contigo” le dijo a Lucía fueron a la cocina él sacó su celular le
mostró los correos le explicó todo mariela me alejó de ti yo no lo sabía me filtraron las llamadas los mensajes me hicieron creer que tú no querías verme más que habías desaparecido por completo lucía no sabía qué decir lo miraba sin poder creerlo ¿estás diciendo que todo esto fue planeado sí mariela quería que yo subiera que creciera que nada ni nadie me distrajera y tú tú eras eso para ella una distracción lucía se quedó callada por dentro le ardía todo pensar en todos esos días que lloró en los mensajes que mandó en las veces
que se preguntó si había hecho algo mal todo por culpa de una mujer que decidió que su amor no encajaba en el plan de carrera de Esteban me jodió la vida dijo Lucía bajito me quitó años que no van a volver y a mí también agregó Esteban pero no pienso dejar que siga jodiendo más esa tarde Esteban fue a buscar a Mariela no la llamó no la avisó llegó directo a su departamento ella abrió la puerta en bata con una copa de vino en la mano como si lo hubiera estado esperando ¿vienes a decirme que ya pensaste mejor las cosas vengo a decirte que se acabó todo otra vez con lo
mismo tengo tus correos tengo las pruebas y si vuelves a acercarte a Lucía si vuelves a mencionar a Camila te vas a hundir tú solita mariela soltó una risa corta ¿crees que eso me asusta no me importa si te asusta no se trata de amenazas se trata de verdad y tú Mariela has construido una vida entera sobre mentiras y tú Esteban te estás tirando todo por una mujer que vive en una caja de zapatos prefiero una caja de zapatos con amor que un palacio con veneno eres un imbécil y tú una manipuladora esteban se fue sin mirar
atrás cuando llegó a casa de Lucía ella lo estaba esperando le abrió la puerta en silencio camila dormía se quedaron solos en la sala sentados juntos sin tocarse “ya terminó la guerra preguntó ella.” No lo sé pero ya no me importa perder Lucía mientras no las pierda a ustedes ella lo miró por varios segundos luego se recargó en su hombro y se quedaron ahí respirando por fin un poco de aire limpio después de tanto veneno pero todavía faltaba una prueba más porque Mariela no se iba a ir sin dejar una última semilla de duda todo parecía
haberse calmado un poco después de la visita final de Esteban a Mariela él y Lucía empezaron a moverse con más seguridad no hablaban mucho del pasado no hacían promesas para el futuro pero estaban presentes esteban seguía durmiendo algunos días en el departamento ayudaba con las tareas cocinaba lo poco que sabía y llevaba a Camila a la escuela lucía lo miraba diferente no con desconfianza sino con esa mezcla de cariño y miedo que tienen los que ya se cayeron una vez pero aún así quieren volver a caminar camila por su parte estaba feliz
no paraba de hablar de Esteban le contaba todo desde lo que le había dicho la maestra hasta lo que soñaba en las noches a veces se le escapaba decirle papá pero ya no lo corregía ni se tapaba la boca solo lo decía y sonreía esteban tampoco decía nada pero por dentro se le encendía algo cada vez que escuchaba esa palabra salir de ella todo parecía ir bien hasta que pasó lo impensable era viernes lucía había salido a una cita médica por la mañana esteban tenía una junta urgente y no pudo acompañarla camila como todos los días
entró a la escuela a las 8 a las 12 Lucía pasó por ella pero la niña no estaba lucía esperó en la entrada varios minutos con el corazón ya acelerado salieron otros niños salieron maestros pero Camila no fue con la prefecta le preguntó si ya había salido la mujer la miró raro no la recogieron ya ¿cómo que ya una señora vino y dijo que tú le habías pedido que se la llevara que era su tía lucía sintió que se le iba el alma del cuerpo no podía respirar ¿qué señora no sé morena delgada de lentes muy arreglada lucía salió corriendo llamó a Esteban mientras bajaba las escaleras a
tropezones se la llevaron a Camila se la llevaron ¿cómo que se la llevaron una mujer fue por ella y no sé quién es esteban no colgó solo gritó al chóer que diera vuelta y fuera directo a la escuela en menos de 20 minutos estaba ahí lucía lloraba como nunca antes estaba sentada en una banqueta temblando fue ella Esteban fue Mariela estoy segura ¿por qué haría algo así porque quiere hacerme daño porque quiere hacerte daño a ti esteban no pensó llamó a su abogado luego a un contacto en la policía metieron denuncia compartieron la foto de Camila dieron
datos movieron cielo mar y tierra las horas siguientes fueron un infierno nadie sabía nada nadie había visto nada lucía no podía parar de pensar en lo peor esteban tampoco caminaba en círculos marcaba a cada contacto que tenía buscaba por todos lados nunca se había sentido tan impotente en su vida hasta que llegó un mensaje en el celular de Esteban apareció una foto camila sentada en un sofá con una muñeca en las manos la niña no se veía asustada pero sí confundida el número era desconocido luego vino el
texto no se preocupen está bien pero esto es una advertencia no la expongan no la usen si quieren seguir con su vidita de familia pobre háganlo pero sin mi nombre de por medio Esteban apretó el celular tan fuerte que casi lo rompe le mostró el mensaje a Lucía ella lo leyó y se le revolvió el estómago está loca Esteban está enferma pero no es tonta no la lastimaría quiere asustarnos controlarnos pues lo logró gritó Lucía con los ojos rojos tiene a mi hija una hora después llegó una dirección por mensaje era un fraccionamiento cerrado al sur de la ciudad esteban no lo pensó
tomó el coche metió el pie hasta el fondo y voló hasta allá lucía iba con él en silencio con las uñas clavadas en las piernas llegaron a la entrada mariela ya los estaba esperando parada en la banqueta como si nada vestida de blanco con lentes oscuros y cara de hielo “está adentro” dijo sin emoción “le puse caricaturas y le compré una hamburguesa no le pasó nada lucía se le fue encima esteban tuvo que detenerla ¿qué carajos te pasa Mariela tenía que hacerlos entender esto no es un juego ustedes creen que pueden rehacer su vida y olvidarse de todo lo
demás pero no no funciona así yo estuve a tu lado cuando no tenías nada yo te ayudé a llegar no te voy a ver bajarte con la primera que aparece a decir que es la madre de tu hija no tú no entiendes nada gritó Esteban no es la madre de mi hija es la mujer que amo y Camila es mi hija te guste o no pues suerte con eso dijo Mariela sin mover un músculo porque si yo hablo si yo muestro lo que tengo todo se les cae esteban ya no quería oír más entró a la casa y encontró a Camila dormida en un sillón abrazando su peluche se arrodilló le acarició la frente y la cargó sin
despertarla salieron sin decir más mariela se quedó ahí inmóvil en el coche lucía no dejaba de mirar a su hija esteban conducía en silencio cuando llegaron al departamento la acostaron con cuidado y luego por fin los dos se dejaron caer en el sillón sin fuerza sin palabras no puedo más Esteban dijo Lucía con los ojos llenos de lágrimas yo tampoco esto ya no es una pelea por amor esto ya es peligroso lo sé pero no vamos a rendirnos no ahora lucía lo miró con miedo y si lo vuelve a hacer entonces la enfrentamos con todo legalmente como sea pero los dos sabían
que Mariela era capaz de lo que fuera y que esto ya no era solo un conflicto del corazón era una guerra esteban no durmió en toda la noche se quedó sentado en la cocina con el celular en la mano y la cabeza hecha pedazos había llamado a su abogado a su contacto en la policía y hasta un viejo amigo que conocía a una jueza de familia no pensaba dejar pasar lo que había hecho Mariela ya no era solo una amenaza se había llevado a su hija eso ya era cruzar una línea de la que no se vuelve lucía no quería hablar se metió
al cuarto con Camila se acostó a su lado y no se despegó en toda la noche no lloró no gritó pero se le notaba el cuerpo tenso como si estuviera a punto de explotar en cualquier momento a las 9 de la mañana Esteban ya estaba en el Ministerio Público levantando una denuncia formal llevó las capturas de pantalla de los mensajes la foto de Camila y hasta la grabación de una conversación con Mariela que había logrado guardar su abogado se encargó de armar todo como debía ser no iba a permitir que la cosa quedara como un simple malentendido entre adultos al
mediodía la policía fue a buscar a Mariela a su departamento ella no se resistió estaba en bata sentada en el sillón tomando café cuando vio que tocaban a la puerta y eran los oficiales solo levantó una ceja y dijo “Ya era hora.” La llevaron directo a declarar al principio actuó tranquila como si no pasara nada decía que había ido por Camila por petición de Esteban que la niña no estuvo en peligro que todo fue un favor entre adultos responsables pero cuando el oficial le mostró los mensajes la cara le cambió se quedó callada unos
segundos luego intentó dar vuelta a todo que había sido malinterpretada que estaba bajo estrés que no había tenido intención de asustar a nadie el abogado de Esteban no la dejó ni respirar usted no tiene ningún vínculo legal con la menor no es familiar no es tutora no tiene autorización escrita y aún así la sacó de la escuela mintiendo eso es secuestro simple lo entiende Mariela intentó reír pero se le quebró la voz no fue secuestro es la hija del hombre que amo y por eso cree que puede hacer lo que quiera él me pertenece
ese fue el momento exacto en el que perdió todo horas después los medios ya sabían lo que había pasado una filtración anónima probablemente alguien del despacho de abogados soltó la historia una mujer de alta sociedad detenida por llevarse ilegalmente a la hija de su expareja y como siempre los medios se fueron directo al escándalo la novia despechada del lujo a la locura secuestro por celos la noticia llegó a las redes sociales esteban decidió no hablar con la prensa lucía tampoco querían proteger a Camila pero lo que no podían evitar era el
murmullo y aunque dolía algo se sentía justo por fin se sabían las cosas como eran por fin alguien frenaba a Mariela a los pocos días un juez le prohibió acercarse a Camila y a Lucía orden de restricción de 1 km además tenía que presentarse a firmar cada semana mientras seguía el proceso legal no pisó la cárcel gracias a sus contactos y al dinero pero su imagen sí quedó hecha trizas esteban la vio una vez más en el juzgado ella lo miró con la cara derrotada sin maquillaje sin su ropa perfecta lo miró con una mezcla de odio y tristeza y le dijo algo antes de que se la llevaran no vas a ser feliz con ella
esa niña no es tuya nunca lo sabrás con certeza esteban no respondió no tenía caso discutir con una persona que ya se había perdido a sí misma cuando salió del juzgado fue directo al departamento lucía abrió la puerta y lo vio con cara de pregunta ya ya no puede acercarse no puede hablar no puede molestar más lucía no se lo creyó de inmediato se quedó callada observándolo ¿y tú estás bien no sé pero estoy mejor sabiendo que Camila está segura ¿y qué vas a hacer con lo que dijo ¿qué dijo ¿que Camila no es tu
hija esteban respiró hondo luego la miró serio voy a hacer la prueba Lucía no porque dude de ti ni de Camila sino porque quiero que esto se termine que nadie más venga a meter cizaña que si un día me pasa algo quede claro todo legal limpio real lucía bajó la mirada se notaba incómoda pero también cansada de tantas vueltas está bien vamos a hacerlo juntos ella asintió esa noche cenaron en silencio camila se reía con sus dibujos esteban la observaba con más ternura que nunca pensaba en cómo había llegado a ese punto en todo lo que había dejado pasar
por confiar en la gente equivocada y en todo lo que estaba dispuesto a hacer por no volver a perder a la persona correcta pero el resultado de esa prueba podía cambiarlo todo confirmarlo todo y el momento de saberlo estaba más cerca de lo que creían esteban llegó a la clínica 15 minutos antes de la cita estaba nervioso aunque no lo decía se había puesto la misma camisa que usó el día que conoció a Camila como si eso le diera buena suerte afuera del consultorio había una fila de gente esperando por resultados por diagnósticos por cualquier pedazo de
verdad que los ayudara a vivir más tranquilos lucía llegó 5 minutos después con Camila de la mano la niña llevaba un suéter rosa el cabello recogido en dos coletas mal hechas y los tenis sucios de tanto correr en el recreo no entendía muy bien a qué iban pero estaba contenta de estar con los dos esteban le sonrió apenas la vio se agachó para abrazarla y le hizo un comentario para romper el hielo “hoy traes cara de traviesa.
” “Es que sí soy traviesa” dijo ella con una sonrisa burlona lucía se quedó de pie mirando hacia el piso le costaba trabajo estar ahí no porque dudara sino porque sentía que todo eso era innecesario pero entendía por qué Esteban lo necesitaba después de lo de Mariela después de tantas cosas era lógico que quisiera una certeza que no dependiera de recuerdos ni de su palabra entraron juntos la enfermera les explicó el proceso era rápido nada doloroso solo un isopo dentro de la boca primero Esteban luego Camila a la niña le causó risa la sensación y preguntó si eso la convertiría en robot todos rieron
incluso lucía después firmaron los papeles y salieron el resultado estaría listo en 5co días cinco días cinco días que se sintieron como cinco años los primeros dos Esteban no decía mucho seguía con su rutina pasaba por Camila ayudaba en la casa preparaba cenas pero no se veía igual lucía lo notaba pero no decía nada sabía que no podía hacer más que esperar camila por su parte seguía feliz sin sospechar nada jugaba cantaba y a veces le preguntaba a Esteban si algún día iban a tener una casa más grande con patio él solo la
abrazaba al tercer día Lucía explotó estaban solos en la cocina pelando papas y de repente soltó y si sale negachivu esteban se quedó congelado bajó el cuchillo y la miró ¿tú tienes dudas no pero me da miedo que tú las tengas después no tendría si saliera negativo hizo una pausa seguiría aquí porque eso no cambia lo que siento ni por ella ni por ti lucía se apoyó en la mesa tenía los ojos brillosos es tu hija Esteban yo lo sé pero lo que me aterra es que tú necesites un papel para sentirlo no es el papel es lo que
representa es callarle la boca a todo el que quiera meterse es asegurarme de que nada nos separe más adelante pues más vale que lo entiendas así esteban dio la vuelta al fregadero quería abrazarla pero no se atrevió sema quedó callado el cuarto día fue el peor empezaron los mensajes de gente cercana una tía lejana de Esteban mandó un texto solo por curiosidad una excompañera de trabajo de Lucía le escribió con el clásico “Oye ¿es verdad lo que dicen?” Alguien filtró que se estaban haciendo una prueba no sabían si fue alguien de la clínica o
alguna persona que los había visto salir juntos pero el chisme ya estaba corriendo otra vez los rumores otra vez los cuchillos lucía apagó el celular no quería saber más esteban lo puso en modo avión y se encerró con Camila a ver una película solo ellos dos sin el mundo entero metiendo la nariz donde no debía finalmente el quinto día esteban llegó a la clínica solo le había dicho a Lucía que no era necesario que fuera que la llamaría en cuanto tuviera el resultado ella aceptó aunque le costó no por él sino por los nervios no quería ver su
cara salía mal le entregaron un sobre cerrado no lo abrió ahí se fue a su coche encendió el motor pero no arrancó lo dejó encendido con el aire frío dándole en la cara mientras sostenía el sobre en las manos lo abrió despacio leyó lo volvió a leer y se le nubló la vista no lloró no sonríó solo soltó todo el aire que llevaba guardado desde hace semanas cerró los ojos y se quedó un rato así sintiendo el corazón en el pecho como si acabara de correr 10 km después marcó Lucía “Sí es positiva camila es mi hija.” Del otro lado de la línea Lucía no respondió de
inmediato hubo un silencio largo luego apenas un suspiro “lo sabía yo también.” “¿Estás bien?” Estoy completo esteban fue directo al departamento subió corriendo las escaleras cuando abrió la puerta Camila lo recibió con los brazos abiertos se le colgó del cuello como si supiera que algo importante había pasado lucía lo miró desde la cocina esta vez sin dudas sin miedo y él por primera vez en años se sintió en casa pero aunque parecía que todo por fin se acomodaba todavía quedaba un último giro uno que nadie veía venir ni siquiera él
habían pasado tres semanas desde que Esteban recibió el resultado de la prueba todo iba cambiando poco a poco ya no había visitas escondidas ni silencios incómodos esteban estaba en la vida de Camila por completo la llevaba a la escuela la recogía iba a las juntas con los maestros y hasta le enseñaba a andar en bici los domingos lucía se había relajado no del todo porque seguía teniendo ese chip de que en cualquier momento algo podía salir mal pero ya no vivía con miedo le costaba aceptarlo pero estaba feliz aunque todavía no lo decía en voz alta un martes cualquiera mientras
desayunaban hotcakes y Camila los llenaba de miel como si fuera competencia Lucía soltó tenemos que hablar de la escuela ¿qué pasó quiero cambiarla ya no me gusta cómo manejan las cosas ahí después de lo que pasó con lo de Mariela perdí la confianza y Camila no está tan contenta como antes esteban asintió no lo dudó y si vemos una opción privada tú puedes con eso Lucía es mi hija ella lo miró bajó la cabeza y sonríó a veces se le olvidaba que ya no estaba sola está bien busquemos una ese día fue como cualquier
otro camila salió temprano de la escuela y Lucía fue por ella porque Esteban estaba en una junta con Daniel al volver la niña traía una hoja doblada en la mano ¿qué es eso una carta pero me dijeron que era para ti lucía se la quitó suavemente estaba escrita a mano la letra era elegante cuidada al abrirla reconoció el estilo de inmediato era Mariela no te preocupes no rompí la orden no me acerqué pero tenía que dejarte esto por ti por Camila porque aunque me odies hay algo que debes saber lucía sintió que algo se le apretaba en el pecho siguió leyendo camila sí es hija de Esteban eso
nunca estuvo en duda pero tú sabes que hubo un tiempo en el que no vivías sola hubo un nombre un hombre y hay algo que Esteban no sabe algo que tú callaste todo este tiempo porque pensaste que nunca iba a importar pero ahora importa porque él merece saber camila no es la única hija que tuvo Esteban lucía soltó la hoja se quedó helada la cabeza le empezó a zumbar no podía respirar bien la carta seguía ahí pero ya no necesitaba leer más sabía exactamente de qué estaba hablando esteban llegó por la tarde como siempre con una bolsa de pan y una
sonrisa apenas entró notó la tensión todo bien lucía no respondió le enseñó la hoja sin hablar esteban la leyó en silencio cuando terminó la dejó sobre la mesa es verdad sí dijo ella con la voz bajita ¿de qué está hablando lucía respiró profundo se sentó tenía las manos temblando antes de que tú y yo nos reencontráramos antes de todo esto hubo alguien no fue serio no fue amor pero fue real y durante un tiempo pensé que Camila podría no ser tuya me hice la prueba sola cuando tenía 2 años Esteban la miró como si no entendiera lo que estaba
escuchando ¿y por qué no me lo dijiste porque el resultado fue claro camila es tuya pero yo ya había vivido ese miedo esa duda no quise revivirlo no pensé que importara y ese tipo desapareció nunca más lo vi nunca supo nada no había razón para hablar de eso esteban se levantó de la silla se fue al balcón se quedó ahí unos minutos no dijo nada lucía no se movió estaba lista para que todo se cayera otra vez pero Esteban regresó la miró directo sin rabia sin reproches no me importa lo que hiciste antes no me importa ese tipo me importa que me dijiste la verdad ahora me
importa Camila y me importas tú lucía se cubrió la cara con las manos las lágrimas le salieron solas perdóname tenía miedo pensé que si sabías que había duda en el pasado ibas a marcharte ya no me voy a marchar Lucía aunque aparezca otro loco a decir que tiene algo que ver aunque caiga un meteorito se abrazaron ahí mismo en la cocina lloraron los dos bajito sin decir nada más camila apareció minutos después con un dibujo nuevo miren somos nosotros tres y un bebé un bebé preguntó Esteban entre risas sí para que no esté sola lucía y Esteban se miraron con
sorpresa no no había bebé pero la niña dibujaba lo que sentía y ahora sentía que tenía una familia esa noche no se habló más del pasado no se habló más de Mariela ni de cartas ni de pruebas solo hubo cena risas y Camila bailando como loca en la sala esteban se quedó dormido en el sillón lucía lo cubrió con una cobija y por primera vez en años lo hizo sin miedo de que no estuviera ahí al despertar
News
UN MILLONARIO LLEVÓ A UNA MUJER SIN HOGAR A LA BODA DE SU EX PROMETIDA, Y LO QUE ELLA HIZO SORPRENDIÓ A TODOS
Un millonario llevó a una mujer sin hogar a la boda de su ex prometida y lo que hizo sorprendió…
Pastor alemán callejero halla a un anciano en un sótano — lo que pasa impacta a todos.
Un perro callejero contra una familia corrupta león un pastor alemán abandonado descubre a don Ernesto prisionero en su propio…
AL COBRAR LA RENTA, EL MILLONARIO QUEDÓ EN SHOCK AL VER A UNA NIÑA COSIENDO, AGOTADA…
Al to la puerta para cobrar la renta atrasada el millonario no esperaba encontrarse con esa escena una niña delgadita…
MENDIGA AYUDA A NIÑO LLORANDO SIN SABER QUE SU PADRE MILLONARIO LA OBSERVABA
Una indigente ayuda a un niño sin saber que es hijo de un gran millonario al ver esa escena el…
La humillaron por casarse con un pobre… hasta que supieron quién era
El calor caía sin piedad sobre las calles polvorientas del pueblo de Tierra Salada un rincón olvidado entre los cerros…
“Llegó Para Casarse… Pero Encontró 7 Niños Solos y un Secreto Que Lo Cambió Todo”
Cuando Elisa bajó de aquel tren pensaba que encontraría un esposo pero lo que encontró fue mucho más grande Lo…
End of content
No more pages to load