Niño llora en la tumba de su madre y dice “Ella todavía está viva Hasta que un millonario que estaba allí hace algo que deja a todos en shock El panteón estaba casi vacío Era un día nublado con ese aire húmedo que se pega a la piel y no te deja respirar bien.
” Las flores frescas en la tumba todavía tenían gotas de agua encima como si también lloraran Emiliano estaba hincado frente a la lápida con los pantalones llenos de tierra y las manos apretadas Tenía los ojos hinchados la cara manchada de lágrimas secas y nuevas y una expresión que no parecía de un niño de 9 años Parecía alguien mucho más grande alguien con el corazón partido No decía mucho solo veía la foto de su mamá esa que habían puesto en un marco de madera justo encima del nombre grabado en piedra Laura Guadalupe Méndez López abajo las fechas Nació en 1988
murió hace 5 días Eso decía la lápida Pero Emiliano no dejaba de mover la cabeza Ella no está ahí no está muerta No puede estar muerta Esas palabras le daban vueltas en la cabeza una y otra vez De pronto soltó una frase bajito con la voz ronca de tanto llorar Ella todavía está viva Óscar su papá estaba unos pasos atrás con las manos en los bolsillos y el rostro endurecido Se notaba que también había llorado pero ahora solo le quedaba el cansancio Caminó hasta el niño le puso la mano en el hombro intentando ser
firme sin sonar enojado Emy ya por favor Ya te dije tu mamá ya no está Se fue mi hijo Tienes que entenderlo Pero Emiliano no se movía Ni siquiera lo miró Siguió ahí como si estuviera esperando que la tierra se abriera o que su mamá saliera caminando de entre las flores Los ojos le brillaban de rabia y miedo No dijo sin levantar la voz pero firme Esa no es mi mamá Óscar frunció el ceño se arrodilló junto a él tratando de entender Pensó que el niño estaba en shock que todavía no aceptaba lo que había pasado Pensó que tal vez alguien le había dicho algo en la escuela o que
tenía una idea equivocada sobre la muerte ¿Cómo que no claro que sí Emiliano Yo estuve ahí en el hospital Yo firmé los papeles Yo su voz se cortó Yo vi cómo se apagaba ¿Te acuerdas tú también estuviste conmigo cuando nos dijeron “No es ella” repitió Emiliano con los dientes apretados Óscar lo abrazó con fuerza El niño se quedó quieto como una piedra Los dos estaban cubiertos de polvo de flores rotas de dolor Un dolor que no se iba a la gente mandara mensajes de “Mi más sentido pésame” o trajera comida caliente a la
casa A lo lejos Estela la abuela materna los miraba con los ojos vacíos Se había quedado sentada en la banca del pasillo de cemento que dividía las tumbas Estaba tan ida que ni siquiera reaccionó cuando su nieto gritó de nuevo No es ella Mi mamá me dijo que si algo le pasaba no creyera todo lo que viera Óscar volteó confundido Se le revolvieron las tripas le temblaron las manos Nunca le había contado eso ni siquiera a él ¿Cuándo se lo había dicho en el hospital en casa Se acercó la abuela lenta como si todo le pesara vio al niño
con tristeza tocó la lápida con la yema de los dedos “Mi laurita está aquí aunque no lo parezca está aquí” dijo como para sí misma con los ojos brillosos Emiliano no respondió se levantó y se fue corriendo entre las tumbas sin decir una palabra más Óscar tardó unos segundos en reaccionar Cuando lo alcanzó el niño ya estaba sentado junto a una tumba vieja abrazando las rodillas Temblaba No me creen murmuró Emiliano con los ojos clavados en el suelo Óscar se sentó junto a él no dijo nada por un buen rato solo miró al frente
sintiendo que algo no cuadraba Tal vez no era solo el dolor tal vez de verdad había algo raro pero no quería pensarlo Era demasiado Era absurdo ¿Por qué dices que no es ella preguntó Por fin Emiliano no contestó solo levantó la mirada y dijo algo que a Óscar le quedó grabado como una herida que nunca cerraría porque mi mamá nunca me mentía Y ahí se quedaron en silencio mientras las nubes parecían ponerse más pesadas y el viento comenzaba a soplar más fuerte Nadie lo sabía Pero ese día en ese momento exacto algo empezó a moverse
detrás de toda esa historia algo que cambiaría la vida de todos La casa ya no sonaba igual ya no olía igual No había risas ni pasos apurados ni el olor a café con pan que siempre salía de la cocina Solo quedaba un silencio raro incómodo de esos que se sienten hasta en los huesos Emiliano dormía en el cuarto de su abuela desde el funeral No quería entrar al suyo Tenía miedo aunque no lo dijera Todo ahí le recordaba a ella Estela su abuela lo veía dormir desde la puerta El niño hablaba entre sueños a veces
lloraba a veces decía “Mamá!” Y estiraba la mano como si quisiera tocar algo que no estaba ahí A ella se le apretaba el pecho pero no lloraba Ya no le salían lágrimas Tenía la mirada apagada Se movía lento sin ganas preparaba el desayuno por costumbre pero casi no comía Apenas y le daba unos tragos al café mientras veía por la ventana sin mirar nada Óscar estaba peor no hablaba con nadie se encerraba en el cuarto principal y dormía hasta tarde Luego se iba sin decir a dónde sin celular sin avisar A veces regresaba borracho a
veces no regresaba Estela ya ni lo reclamaba Sabía que cada quien sufría como podía pero por dentro estaba empezando a hartarse Un sábado por la mañana Emiliano se despertó antes de lo normal Se levantó sin hacer ruido y entró a su cuarto Todo seguía igual que el último día que vio a su mamá La bata colgada detrás de la puerta sus sandalias a un lado de la cama el cajón del buró cerrado como ella siempre lo dejaba El niño fue derecho ahí como si supiera lo que buscaba Abrió el cajón con cuidado y sacó una libreta pequeña con tapas
moradas Era un diario Se sentó en la cama y empezó a leer No entendía todo pero sí lo suficiente Hablaba de cómo se sentía su mamá durante los tratamientos de las cosas que no quería decirle a él ni a nadie Decía que tenía miedo pero que si algo le pasaba su hijo tenía que saber que lo había hecho todo por él Emiliano abrazó la libreta como si fuera ella misma Estela lo encontró ahí quieto con los ojos llenos de lágrimas No lo regañó se sentó con él le acarició el cabello y le dijo que ahí iba a estar siempre El niño no dijo nada solo la miró y le
preguntó en voz baja “¿Tú crees que ella está con Dios?” La señora tragó saliva Le tembló la barbilla “Sí mi hijo yo creo que sí.” Pero Emiliano volvió a bajar la mirada No estaba convencido Esa misma noche Estela decidió hablar con Óscar Lo esperó despierta Cuando llegó traía los ojos rojos y olía a cigarro Tenemos que hablar le dijo sin rodeos Él se dejó caer en el sillón como si no tuviera fuerza en las piernas No puedo suegra no tengo cabeza para nada Pues vas a tener que tenerla contestó ella firme Porque tu hijo te necesita y yo
también Óscar se cubrió la cara con las manos Se le notaban los días sin dormir las ojeras marcadas el alma hecha pedazos se quedó así un rato hasta que dijo algo que Estela no esperaba ¿Y si no era ella la señora lo miró seria ¿Cómo no sé El niño me lo dijo y suspiró Me está volviendo loco pero hay algo que no me cuadra Hay cosas que no vi Me fui dos días del hospital Cuando volví ya estaba sedada Ya no hablaba Todo fue muy rápido Estela se quedó callada No lo había dicho en voz alta pero también tenía dudas Recordaba que cuando vio el cuerpo
en la caja sintió raro no por el dolor por otra cosa como si fuera ella pero no del todo Pensó que era el maquillaje la palidez el cáncer Pero ahora que Óscar lo decía “¿Tú la reconociste bien?” preguntó él con miedo La señora tardó en contestar No sé hijo no sé A la mañana siguiente Emiliano no estaba en la casa Salieron a buscarlo por todos lados Óscar preguntó en la tienda en la escuela con los vecinos Nadie lo había visto Lo encontraron a media tarde en el panteón otra vez sentado frente a la tumba con la libreta de su mamá en las piernas La
tierra todavía estaba suelta y algunas flores se veían marchitas Cuando vio a su papá solo dijo Ella me dijo que no creyera todo lo que viera Óscar no lo regañó solo se sentó a su lado y le pasó el brazo por los hombros El niño se dejó abrazar ¿Sabes qué hijo vamos a averiguarlo juntos Si tú crees que algo está mal yo también quiero saber Estela los miraba desde el coche con la puerta abierta sus ojos llenos de preocupación pero también con algo nuevo como una semilla chiquita de esperanza o tal vez de verdad La cosa es que aunque todos pensaban que
el dolor se iba a calmar con el tiempo en esa familia el dolor seguía vivo duro presente y ahora con una duda que empezaba a crecer cada vez más Julián iba sentado en el asiento trasero de la camioneta con la mirada clavada en el celular pero sin ver nada Llevaba el traje sin corbata la camisa abierta hasta el segundo botón y el reloj carísimo en la muñeca Pero no tenía cara de empresario exitoso Tenía cara de alguien que no ha dormido bien en varios días Afuera las calles de la Ciudad de México pasaban rápido llenas
de ruido de gente de caos pero él seguía clavado en su cabeza Acababa de llegar desde Monterrey por temas de la empresa No pensaba quedarse más de tres días pero desde que aterrizó traía una espina en el pecho que no lo dejaba respirar bien Una sensación rara que lo seguía desde hacía semanas aunque no quería admitirlo Todo empezó cuando por casualidad vio una publicación en Facebook Una conocida de la prepa había compartido una foto del funeral de una tal Laura Méndez Al principio no le prestó atención hasta
que vio la cara del niño en la imagen Ese niño tenía los ojos de alguien que él conocía muy bien Tardó un rato en atar los cables pero cuando cayó en cuenta se le fue la sangre a los pies Laura Laura Guadalupe Méndez su ex la única mujer que de verdad le había dolido perder Se dejaron hace más de 10 años y no volvió a saber nada de ella Un día sin más ella desapareció Cambió de número de redes de dirección lo bloqueó de todo nunca entendió por qué y ahora resulta que estaba muerta Le pidió a su chóer que lo llevara directo al hotel No quería ver a
nadie Subió a su suite en silencio se quitó el saco y lo aventó al sillón se quedó un rato parado frente a la ventana viendo la ciudad y luego fue a servirse un whisky A media tarde volvió a abrir la publicación Miró la foto del funeral con más calma Era en un panteón común nada lujoso Las flores eran simples muchas veladoras un altar hecho con cariño En la caja estaba el cuerpo de una mujer La cara apenas se notaba pero había algo extraño algo que no le cuadraba Amplió la imagen se acercó más El ángulo no ayudaba pero había algo en esa cara o en
lo que no estaba Esa no era Laura o al menos no la que él recordaba Julián no era ningún loco Había cerrado tratos con gente dura sabía negociar con tiburones y nunca se dejaba llevar por corazonadas Pero esto era distinto No podía dejarlo pasar Algo en su estómago le decía que había más detrás de esa muerte Marcó desde su número privado Arturo necesito un favor Consígueme el número de la funeraria que organizó el entierro de una mujer Sí se llamaba Laura Méndez y también ubica qué panteón fue Quiero ir mañana Esa noche no durmió Se quedó viendo fotos viejas
en su computadora las pocas que le quedaban de cuando salían juntos Tenía una de Laura riéndose con una nieve en la mano otra donde estaban abrazados en una feria y una más donde ella le escribía algo en la mano con plumón Sonrió con tristeza ¿Dónde te metiste Laura al día siguiente llegó al panteón temprano Llevaba lentes oscuros pero no por el sol sino por si alguien lo reconocía Caminó entre las tumbas hasta que encontró la correcta Ahí estaba La lápida era sencilla No tenía ni dos semanas de puesta Había flores nuevas y un peluche pequeño al lado de esos que dejan los
niños Se quedó ahí parado en silencio Sintió un nudo en la garganta La vio por última vez cuando ella tenía 27 Ahora se suponía que estaba enterrada ahí No lo podía creer Y lo que más le pesaba era que no le avisaron Nadie ¿Por qué no me buscaste Laura murmuró De pronto escuchó una voz a lo lejos Un niño Papá ya vámonos Julián se volteó Vio a un hombre con un niño de la mano caminando entre las tumbas El niño era Emiliano el de la foto y el papá bueno ese no lo conocía pero se quedó observando como el niño volteaba hacia atrás hacia la tumba y parecía que se quería
quedar ahí para siempre En ese momento algo en el estómago de Julián le dijo que ese niño era suyo No tenía cómo probarlo No tenía pruebas ni fechas ni lógica pero lo sintió Y cuando Emiliano pasó cerca de él lo vio directo a los ojos y fue como si se mirara a un espejo de cuando era niño Esperó a que se fueran y volvió a mirar la tumba Aquí hay algo que no está bien Sacó su celular tomó una foto a la lápida y se la mandó a Arturo Consígueme todo sobre esta muerte Certificado hospital acta y si hay forma
de ver el cuerpo la quiero Del otro lado de la ciudad en una oficina de cristal y concreto Arturo ya sabía lo que eso significaba Cuando Julián se metía así en algo no paraba hasta llegar al fondo aunque tuviera que mover cielo mar y tierra La computadora estaba encendida desde así a horas En la pantalla decenas de ventanas abiertas redes sociales registros públicos notas de prensa local foros vecinales Julián no se había bañado ni cambiado de ropa Seguía con la misma camisa arrugada del día anterior el
cabello revuelto y el vaso de whisky ya caliente al lado del teclado Arturo le había mandado un correo con varias fotos del funeral No eran las mismas que andaban circulando por Facebook Estas eran más claras tomadas por alguien que sí estuvo cerca de él Ataú había una en particular que no podía dejar de mirar La imagen mostraba el momento exacto en que estaban cerrando la caja Julián amplió el rostro de la mujer y lo comparó con una foto de Laura que tenía guardada desde hacía años puso ambas imágenes lado a lado Una era
de una mujer viva con una sonrisa grande y ojos brillantes La otra pálida sin vida con un maquillaje exagerado como para disimular algo Se quedó viendo los labios la nariz las cejas y se le enchinó la piel No era ella o al menos no del todo Parecía una copia una versión parecida como esas actrices que contratan en programas de crimen para que actúen de víctimas Algo no cuadraba No eran solo las facciones era la expresión la forma del rostro Laura tenía un lunar chiquito en la frente del lado derecho En la foto del cadáver no estaba podía ser el ángulo el
maquillaje Pero Julián no era de los que dejaban pasar detalles Llevaba años cerrando tratos millonarios porque se fijaba justo en eso lo que otros pasaban por alto Se levantó de golpe caminó por la habitación como fiera enjaulada y volvió a sentarse frente a la compu Hizo Zumo otra vez revisó los detalles de las uñas Laura siempre se pintaba de rojo Esa mujer las tenía color perla Miró los lóbulos de las orejas Laura no usaba aretes grandes Esa mujer tenía agujeros marcados como si usara arracadas todo el tiempo Cada
vez se convencía más No eres tú dijo en voz baja como si hablara con la foto No eres tú en eso Arturo le marcó por videollamada ¿Qué averiguaste soltó Julián antes de que su amigo hablara Te van a interesar El certificado de defunción dice que la mujer murió de complicaciones por cáncer Diagnóstico terminal hospital San Miguel en Itapalapa Ese hospital sigue funcionando Sí pero es chico privado casi nadie lo conoce Y los doctores aquí viene el detalle El médico que firmó el certificado un tal Víctor Figueroa
renunció justo el día después del funeral y se fue del país Julián cerró los ojos apretó los puños ¿A dónde no hay registro solo dice salida por motivos personales como si lo hubieran borrado del mapa Y los familiares ¿quién reclamó el cuerpo arturo se quedó callado unos segundos luego dijo “La hermana Rebeca Méndez López.
” El nombre le sonaba Claro era la hermana mayor de Laura una mujer que nunca le cayó bien Siempre se metía en todo siempre andaba detrás del dinero Nunca le creyó sus sonrisas ¿Tienes una foto de ella te la mando Le llegó al instante La imagen mostraba a Rebeca en el funeral llorando frente al ataúd con unas gafas oscuras y un vestido negro ajustado A su lado el mismo hombre que Julián había visto en el panteón el papá del niño Julián volvió a mirar la imagen del ataúd Cada detalle le gritaba que algo estaba mal Era como si todos supieran algo que él no como si la mentira
estuviera justo frente a sus ojos y nadie más la quisiera ver Marcó a Arturo otra vez Consígueme una cita con alguien del hospital No importa si es recepcionista o guardia de seguridad Quiero entrar ¿Y qué vas a hacer no lo sé pero necesito ver el cuarto donde se supone que ella murió Esa noche no durmió otra vez Se quedó viendo las fotos una por una comparando ángulos detalles sombras y de pronto algo lo detuvo en seco Una imagen que casi no había notado En una de las fotos del funeral tomada desde lejos se veía a un niño abrazando el ataúd fuerza En su mano había algo
una pulsera era roja con letras blancas Julián acercó la imagen leyó con dificultad lo que decía Confía en lo que sientes Era una pulsera igualita a la que Laura le regaló a él una vez cuando estaban juntos La misma frase la misma tipografía Lo recordaba porque Laura siempre repetía eso cuando discutían Le decía que no todo era lógica que a veces había que escuchar al corazón sintió que le temblaban las piernas “Tú me estás diciendo algo ¿verdad?” le dijo a la pantalla Y por primera vez en mucho tiempo Julián no
dudó Algo estaba escondido Alguien estaba mintiendo y él no iba a parar hasta saber la verdad Julián llegó al Hospital San Miguel en la mañana con una chamarra oscura y una gorra para no llamar la atención El lugar era más chico de lo que imaginaba Una entrada vieja con letras desgastadas una recepción sin cámaras y dos guardias medio dormidos en la entrada No había filas ni enfermeras corriendo ni ese ruido constante de los hospitales grandes Todo era silencio frío Se acercó al mostrador con paso firme Una señora mayor estaba escribiendo algo en una libreta Ni
computadora tenían Buenos días Estoy buscando a alguien que estuvo internado aquí hace poco Se llamaba Laura Méndez La señora levantó la vista Lo miró de arriba a abajo Familiar Sí conocido muy cercano Estoy ayudando a su hijo con unos trámites” respondió sin pensarlo mucho Ella se levantó y fue a buscar unos papeles a una caja metálica Pasó hoja tras hoja y luego negó con la cabeza Aquí no tengo nada Seguro que fue aquí Me dieron este hospital como referencia Ella murió hace unas semanas ¿Y quién se lo dijo la hermana Rebeca Méndez En cuanto mencionó ese nombre la
señora parpadeó como si algo se hubiera encendido Cerró la caja y lo miró más seria Espéreme aquí Entró por una puerta lateral y tardó varios minutos Julián se apoyó en el mostrador y empezó a mirar a su alrededor Todo ahí se sentía raro demasiado limpio demasiado vacío como si no hubiera movimiento como si nadie estuviera realmente enfermo La señora volvió con un papel doblado en la mano Lo único que encontré fue esto No debería dárselo pero bueno Dice que esta paciente ingresó con ese nombre pero no tiene más datos ni CURP ni número de seguro ni nombre del doctor
solo paciente terminal cáncer etapa cuatro Eso es todo ¿Y quién firmó el ingreso no aparece Julián se quedó viendo el papel Era una hoja cualquiera sin membrete sin sellos oficiales Ni siquiera parecía un documento de hospital Parecía escrito al aventón ¿Quién atendía aquí a los pacientes de cáncer ya no tenemos oncólogo El último se fue hace poco Se llamaba Figueroa Sí ya lo conozco ¿Quién más trabajaba con él una enfermera Se llamaba Mayira y está renunció al mismo tiempo Julián sacó un billete delgado
del bolsillo y lo dejó sobre el mostrador ¿Dónde la puedo encontrar la señora dudó unos segundos luego tomó el dinero con rapidez y escribió un nombre y un número en un postit Dile que vas de parte de luz pero no digas que yo te lo di Salió del hospital sin mirar atrás llamó al número de inmediato Lo contestó una voz de mujer joven con acento nervioso Mayira ¿quién habla me llamo Julián Quiero preguntarte sobre una paciente que estuvo en San Miguel Laura Méndez Hubo un silencio Casi podía escuchar cómo le temblaba la respiración al otro lado No sé de qué me hablas
Sí sabes te pagaron por algo pero yo no quiero problemas Solo quiero saber qué pasó con ella Si murió de verdad ¿quién eres tú alguien que la quiso mucho y alguien que sabe que algo no cuadra Mayira guardó silencio Luego dijo algo que lo dejó frío Esa mujer no murió ahí Julián parpadeó ¿Cómo que no ella llegó con otro nombre Venía en muy mal estado con fiebre con dolor en todo el cuerpo pero no estaba tan grave como dijeron Estuvo una semana Después alguien vino por ella y se la llevaron Dijeron que era su familia pero nadie firmó salida oficial Y después
apareció en un ataúd ¿Estás diciendo que la mataron no lo sé Solo sé que yo la vi salir viva Julián sintió que el corazón se le salía por la garganta ¿Tienes una foto de ella tengo una Se la tomé cuando recién llegó por si había que hacerle ficha médica Te la mando Colgó Pasaron cinco minutos eternos luego un mensaje Foto adjunta Era ella con el cabello corto más delgada ojerosa pero viva Sentada en una camilla viendo a la cámara con los ojos bien abiertos Julián la descargó de inmediato y la guardó con contraseña
Tenía la prueba Ahora no era solo una sospecha marcó a Arturo sin perder tiempo Ya no estamos investigando una muerte Arturo Estamos buscando a alguien que está viva Y al otro lado de la ciudad en la casa de Estela Emiliano abrió el cajón del buró y volvió a sacar la libreta de su mamá La volvió a leer desde el principio Había algo que le llamaba la atención una hoja con una frase que él no había notado antes Si estás leyendo esto es porque no me dejé desaparecer Emiliano estaba en la azotea de la casa
sentado en una cubeta volteada con la libreta morada de su mamá en las piernas Era el único lugar donde se sentía tranquilo Desde ahí veía los techos vecinos los tanques de gas la ropa colgada en los lazos y en las tardes cuando el cielo se ponía naranja todo se calmaba un poco En su cuarto no podía estar Todo le hablaba de ella su voz su olor sus canciones hasta la crema para las manos que ella usaba Pero en la azotea era distinto Ahí pensaba mejor Desde que encontró la libreta no pasaba un solo día sin leerla No entendía algunas cosas Había palabras médicas frases cortadas
dibujos raros pero lo importante sí lo entendía Su mamá había escrito que no confiaba en ciertas personas que sentía que la estaban vigilando que si algo le pasaba él tenía que quedarse cerca de su tía Estela y no soltar su cuaderno nunca que no le dijera nada a Rebeca que esperara señales que un día alguien iba a buscarlo Eso no lo había dicho en voz alta ni a su abuela ni a su papá ni a nadie Solo lo sabía él Y aunque le daba miedo también le hacía sentir que tenía un propósito como si su mamá le hubiera dejado una misión Bajó a la cocina cuando escuchó
que Estela lo llamaba para cenar Se sentaron los dos en silencio como casi todas las noches Él empujaba el arroz con el tenedor sin ganas Ella lo miraba de reojo Todo bien mi hijo Sí Abu ¿Qué estabas haciendo arriba nada Leyendo Estela suspiró Sabía que el niño no hablaba mucho desde que Laura murió pero cada día lo veía más raro Se encerraba no jugaba con nadie no quería ver la tele ni ir al parque Algo cargaba por dentro y ella lo sentía como si estuviera escondiendo algo Sí un día quieres contarme algo lo que sea yo estoy aquí Sí Emiliano solo asintió y siguió
comiendo pero por dentro su cabeza estaba llena de preguntas ¿Por qué su mamá no quería que confiara en Rebeca ¿a qué señales se refería ¿y quién era la persona que iba a buscarlo esa noche se quedó despierto hasta tarde Se metió en la cama con una linterna escondida bajo la almohada y volvió a abrir la libreta En una página casi al final que antes no había visto bien había una fecha escrita con tinta roja 20 de abril y junto una palabra que no entendía Códice frunció el ceño Era un nombre raro Pensó que era un lugar Agarró el celular viejo que tenía
guardado uno que su mamá le había dejado para emergencias y buscó esa palabra en internet aparecieron cosas de libros documentos antiguos pero luego vio algo que lo hizo frenar Había un café en la ciudad que se llamaba así Café Códice Y justo en la publicación decía: “Eventos privados espacio seguro discreto ideal para citas confidenciales.
” Emiliano sintió un escalofrío “¿Y si su mamá había ido ahí ¿y si esa era la señal?” escribió el nombre del lugar en una hoja y la metió en su mochila Al día siguiente en la escuela no puso atención a nada ni en matemáticas ni en historia ni siquiera en el recreo Solo pensaba en cómo llegar a ese café sin que nadie lo notara No podía decirle a su abuela ni a su papá y mucho menos a su tía Rebeca tenía que hacerlo solo Y justo a la salida cuando iba rumbo a casa un carro se le emparejó Era un coche negro nuevo con vidrios polarizados La ventana del copiloto bajó y adentro vio a un hombre de traje Pelo
corto lentes oscuros Emiliano Elí niño se congeló no contestó No te asustes Me llamo Julián Yo conocí a tu mamá hace muchos años Emiliano retrocedió un paso Iba a correr pero Julián sacó algo de su chamarra una foto Era una imagen vieja en papel Laura mucho más joven abrazando a Julián en una feria Sonreían estaban felices Tu mamá me habló de ti Me dijo que eras muy valiente El niño se quedó helado ¿Dónde la viste no la he visto todavía pero creo que está viva Y creo que tú sabes algo Sí Emiliano bajó la mirada
No dijo nada pero luego metió la mano en su mochila y sacó la libreta La sostuvo con fuerza Ella me dijo que iba a venir alguien y que tenía que confiar si lo sentía en el corazón Julián tragó saliva ¿Puedo verla emiliano dudó mucho pero luego asintió Se subieron al coche y mientras el chóer manejaba despacio por las calles de la colonia Julián empezó a leer No podía creer lo que veía Mensajes ocultos frases con nombres fechas lugares todo escrito con letra apurada como si Laura supiera que no tenía mucho tiempo “Tu mamá no murió estoy seguro” dijo Julián con voz firme
“Entonces ayúdame a encontrarla respondió Emiliano con los ojos llenos de fuerza Y en ese momento sin saberlo los dos estaban dando el primer paso para romper todo el plan que alguien más había armado desde hace mucho tiempo Rebeca estaba sentada en la sala de la casa con una copa de vino en la mano y el celular en la otra Tenía las uñas recién hechas el maquillaje perfecto y aunque por fuera parecía calmada por dentro hervía Llevaba días sintiendo que algo no estaba bien Estela actuaba más callada de lo normal y Emiliano ese
mocoso andaba demasiado serio más de lo que ya era Encima Óscar apenas y aparecía y cuando lo hacía solo la miraba con cara de pocos amigos Ya nadie le hablaba como antes nadie le tenía confianza y eso no le gustaba nada El celular vibró un mensaje Lo vieron con un hombre se subió a un carro negro Rebeca se quedó congelada Apretó la copa tan fuerte que casi la rompe Se paró de golpe y salió de la casa sin decir nada Subió a su camioneta y marcó a un número que tenía guardado bajo el nombre Herrera Te dije que tenías que vigilar a ese niño Soltó sin saludar Lo hicimos
Solo fue una plática con alguien Nada grave ¿Y quién chingados era ese alguien un tipo se llama Julián algo No dijo más Rebeca cerró los ojos con rabia Ese nombre le sonaba muy bien Demasiado bien Colgó sin despedirse Manejaba como loca por las calles mientras en su cabeza regresaban imágenes del pasado Laura con ese idiota sonriendo como si no hubiera mañana Ella siempre pensó que Julián era una amenaza un hombre que podía sacarla de su lugar Y ahora después de tantos años aparecía otra vez No iba a dejar que lo arruinara todo Llegó a casa de Estela sin avisar
abrió la puerta con su copia de llaves y fue directo a la cocina donde estaba Emiliano comiendo un sándwich Estela lavaba platos ¿Dónde estabas le preguntó al niño con voz dura Emiliano la miró sin responder ¿Por qué no me contestas te estoy hablando Estela se volteó con los brazos mojados Rebeca bájale No le hables así al niño ¿Y tú también te haces la loca ¿no te das cuenta que algo raro está pasando lo están buscando ¿Quién lo está buscando un tipo No sé quién pero eso no me gusta El niño fue a la escuela como
siempre No no fue a la escuela Se subió al carro de un extraño ¿Tú sabías eso emiliano bajó la mirada Estela se acercó y le tocó el hombro Mi hijo ¿Es verdad eso el niño dudó y luego sin miedo asintió Rebeca explotó Pero ¿estás loco o qué ¿qué ¿no ves cómo está todo ¿y si te roban ¿y si te meten en una patrulla no era un extraño dijo Emiliano mirando directo a los ojos Él conocía a mi mamá El silencio se hizo pesado Rebeca lo miró como si acabara de escupirle en la cara ¿Qué dijiste dijo que conocía a mi mamá que la está buscando que no cree que esté muerta
igual que yo Estela se sentó temblaba no entendía nada pero algo dentro de ella le decía que ese niño no estaba mintiendo Rebeca caminó de un lado a otro desesperada Mira Emiliano tú estás confundido Estás muy chico para entender las cosas Lo que viste o lo que ese señor te dijo no tiene sentido Ya no hables con él ¿Me oíste el niño apretó los dientes No puedes obligarme Rebeca se le quedó viendo fijamente con una sonrisa forzada pero con los ojos llenos de rabia Claro que puedo Estela se paró de golpe
Basta Rebeca No eres su madre y no puedes tratarlo así Pues alguien tiene que cuidarlo porque tú lo dejas andar por donde quiere y Óscar ni aparece No lo estás cuidando lo estás controlando y eso no se hace Rebeca agarró sus llaves y salió dando un portazo en su coche marcó a Herrera otra vez Síguelo Al niño y al tipo ese Julián Quiero saber qué hacen a dónde van con quién hablan Si tengo que callarlos los callo Del otro lado El hombre solo dijo “Entendido.” Esa misma noche Rebeca fue a ver a alguien más un hombre que
trabajaba en una clínica privada y que le debía favores Se reunieron en un restaurante de mala muerte en la zona más escondida del centro ¿Aún tienes acceso a los registros viejos depende de cuánto pagues Quiero borrar un expediente más como la vez pasada Nombre Laura Guadalupe Méndez Otra vez esa Sí pero ahora necesito que nadie encuentre nada Ni rastros ni fotos ni firmas Como si nunca hubiera estado ahí El hombre le dio una servilleta con un número anotado “Mañana en la noche te mando ubicación Llévate el resto del dinero.” Ella asintió guardó la
servilleta en su bolsa y salió del lugar sin mirar atrás Rebeca no tenía intención de detenerse Había llegado demasiado lejos como para echarse para atrás Ya había hecho lo que tenía que hacer para desaparecer a su hermana Y si alguien pensaba que iba a desenterrar esa historia se equivocaba Julián y Óscar estaban en el estacionamiento del Hospital San Miguel adentro del coche de Julián Óscar miraba hacia el edificio sin parpadear mientras jugaba con una liga entre los dedos No se hablaban mucho La tensión estaba ahí flotando entre los dos Era la primera
vez que se veían de frente desde que Julián llegó a buscar a Emiliano y aunque ambos querían encontrar a Laura no podían evitar mirarse con cierto recelo “No te lo tomes personal” dijo Óscar por fin Solo no es fácil confiar en alguien que apareció después de 10 años ni en alguien que estaba ahí y dejó que enterraran a la mujer equivocada respondió Julián sin rodeos Óscar se tensó pero no contestó Subieron al tercer piso por las escaleras No querían llamar la atención Arturo les había conseguido una cita con un administrativo que debía algunos favores
Un tipo nervioso con cara de que no quería estar ahí lo recibió en una oficina chiquita que olía a humedad “No tengo mucho tiempo” dijo mientras cerraba la puerta “¿Qué buscan exactamente?” El expediente de Laura Guadalupe Méndez Ingresó hace poco más de un mes Cáncer terminal supuestamente dijo Julián directo El tipo se acomodó en su silla y movió el mouse de la computadora Entró a un sistema antiguo con letras verdes sobre fondo negro Dame un segundo Los dos hombres lo veían trabajar en silencio El tipo escribía
revisaba hacía clic y volvía a intentar Cada vez más lento Empezaba a fruncir el ceño No aparece ¿Cómo que no saltó Óscar Estoy buscando por nombre por CURP por fecha de ingreso No hay nada Es como si nunca hubiera estado aquí Imposible Tenemos una hoja de ingreso Fue firmada aquí” dijo Julián sacando una copia del papel que Luz le había dado El tipo lo tomó lo revisó y negó con la cabeza Esto no es oficial No tiene número de expediente No tiene sello Parece hecho a mano “Pero entró aquí.
” Dijo Óscar alzando la voz “¿Y si alguien borró su registro preguntó Julián mirándolo fijo El tipo se les quedó viendo dudó bajó la voz Miren eso no lo puedo confirmar pero ha pasado A veces los doctores se van y hacen cosas raras o hay pacientes que no entran por la vía normal ¿Qué tipo de pacientes preguntó Julián Los que pagan mucho por no dejar rastro Los tres se quedaron en silencio Y hay cámaras en este hospital Sí pero no tienen mucho respaldo Borra cada semana Es muy básico No creo que encuentren
nada Julián y Óscar salieron de ahí más confundidos que antes Bajaron por las escaleras otra vez sin decir nada Afuera el sol pegaba fuerte Óscar se frotó la cara ¿Y ahora qué julián revisó su celular Tenía un mensaje de Arturo Rebeca tiene historial con una farmacéutica privada Transferencias grandes Voy a fondo Ahora hay que seguir el dinero dijo Julián Horas después Arturo estaba frente a su computadora con varias ventanas abiertas Había conseguido acceso a una base de datos financiera que no era precisamente legal Buscaba movimientos de Rebeca Méndez y
ahí estaba Tres depósitos en los últimos dos meses uno de ellos dos días después de la muerte de Laura Las cantidades eran enormes Todos venían de la misma empresa Grupo Argenbio Era una farmacéutica que trabajaba en tratamientos experimentales muy poco conocida pero con mucho dinero ¿Qué haces metida con ellos Rebeca murmuró Arturo mientras hacía clic en la página web de la empresa Mientras tanto en la casa de Estela Emiliano estaba sentado en el suelo de su cuarto leyendo otra vez la libreta Había una hoja donde su mamá hablaba de una medicina nueva que
estaban probando con ella Decía que no se sentía bien que algo no cuadraba que sentía que era un experimento y que Rebeca era quien había insistido en que lo aceptara que ella firmó todo Tocaron la puerta Era Julián ¿Puedo pasar el niño asintió Julián se sentó en el piso con él sin decir nada al principio Luego sacó su celular y le mostró la foto de una mujer en una camilla Era su mamá La vi así en un hospital pero ese hospital dice que no hay registro de ella Es como si nunca hubiera estado ahí Emiliano tragó saliva Ella decía que no confiaba en Rebeca que estaba metida en
algo raro ¿Tú crees que ella sigue viva sí Y creo que la están escondiendo Julián le acarició la cabeza Yo también lo creo Esa noche Rebeca llegó a su departamento con una sonrisa falsa Saludó al vigilante con dulzura pero en cuanto subió cerró con seguro doble y sacó su celular Llamó al mismo contacto de la clínica Quiero confirmar que el archivo fue eliminado Todo lo de Laura Méndez Hecho Ya no hay rastro ni digital ni físico Como si nunca existió Rebeca colgó Se sirvió un trago y se sentó frente al ventanal “No van a encontrar nada” dijo segura de sí
misma Pero lo que no sabía es que Emiliano acababa de descubrir una hoja en la libreta con un número un número que no era de teléfono era un código un número de paciente y alguien en algún lado debía tenerlo guardado Óscar llevaba días durmiendo mal se levantaba cada dos o tres horas con el corazón acelerado y la cabeza hecha un lío Se quedaba sentado en la orilla de la cama viendo la oscuridad sintiendo que algo no andaba bien pero sin saber cómo explicarlo la casa olía a encierro No había música no había tele no había
ruido solo su respiración y sus pensamientos rebotando por las paredes Estaba al borde literalmente Desde que Julián apareció todo se le vino encima otra vez La muerte de Laura las últimas semanas en el hospital los días en que apenas podía verla porque siempre estaba dormida o sedada Y ahora las dudas la posibilidad de que lo que enterraron no fuera ella y que alguien lo hubiera planeado Se sentía un tonto un idiota por no haberse dado cuenta de nada por confiar ciegamente por dejar que Rebeca manejara
casi todo Él no sabía de papeles ni de medicinas ni de hospitales Solo sabía que su esposa estaba sufriendo y que él ya no podía hacer nada para salvarla Se paró frente al espejo del baño Tenía la barba crecida ojeras marcadas los ojos rojos Parecía un desconocido Abrió la llave del lababo y se mojó la cara Luego levantó la vista y se dijo en voz baja “¿Y si todo fue mentira?” apretó los puños contra el lababo Se acordó de cuando Laura le pidió que no firmara nada sin leer de cuando le decía “Yo confío en ti pero
prométeme que no te vas a dejar manipular.” Y ahora mirando hacia atrás se dio cuenta de que nunca supo en qué momento perdió el control de todo Rebeca ella había sido la que insistió en llevarla a ese hospital la que firmó el consentimiento para el tratamiento nuevo la que coordinó el funeral la que eligió la caja la que dijo que no quería que se hiciera autopsia Todo todo había pasado por ella y él como un imbécil lo aceptó Salió del baño con una sola idea en la cabeza confrontarla Se subió al coche y manejó como loco hasta su departamento Tocó el
timbre con fuerza Nada Volvió a tocar Nadie abría se asomó por las ventanas oscuro Empezó a caminar en círculos frente al edificio Su corazón se aceleraba más con cada minuto y justo cuando se estaba por ir la vio llegar Rebeca bajó de un taxi con su típica cara de no pasa nada cargando una bolsa de compras ¿Qué haces aquí preguntó fingiendo sorpresa Tenemos que hablar a estas horas Sí a estas horas Subieron Ella entró como si nada dejó la bolsa en la barra de la cocina y se sirvió un vaso de agua ¿Qué pasa Óscar
otra vez el tema de Laura No Rebeca ahora es el tema de los documentos que tú manejaste del hospital que tú elegiste de los papeles que firmaste por mí Ella lo miró fijo sin miedo ¿De qué estás hablando de que estoy empezando a pensar que lo que enterramos no era mi esposa La sonrisa de Rebeca se borró “Ten cuidado con lo que dices No me digas eso” gritó él golpeando la mesa con el puño “Me mentiste desde el principio ¿Qué hiciste con Laura?” Rebeca se cruzó de brazos Su tono cambió Frío Estaba enferma No había nada que
hacer ¿Querías verla morir entre gritos ¿querías verla podrirse en vida quería estar con ella Quería saber la verdad No que tú jugaras a ser Dios Ella se le acercó Yo salvé lo que quedaba de esa familia Tú no hiciste nada Te hundiste te borraste te dejaste vencer y tú desapareciste a mi esposa Se quedaron cara a cara respirando agitados Óscar sentía que la cabeza le iba a explotar Todo su cuerpo temblaba Si la tenías viva ¿por qué no me lo dijiste susurró ya sin fuerza Rebeca bajó la mirada un segundo luego volvió a levantarla con una frialdad que lo paralizó Porque no te iba a dejar que la
arrastraras contigo otra vez Él retrocedió ¿Qué tú la tenías hundida Era una mujer brillante fuerte y tú la volviste ceniza No iba a dejar que se apagara del todo ¿Qué hiciste con ella Rebeca ya no está Está viva No insistas Está viva Ella no respondió Óscar se fue Bajó las escaleras como si algo dentro de él se hubiera roto para siempre Manejaba sin rumbo Quería chocar contra algo gritar llorar pero no podía hacer nada solo apretar el volante y dejarse llevar hasta que se detuvo frente a la casa de Estela Entró sin decir una palabra Emiliano estaba despierto viendo por la
ventana “Papá” dijo bajito Óscar lo miró se agachó frente a él le temblaba la voz “¿Tú crees que tu mamá sigue viva?” Emiliano lo abrazó fuerte “Sí Y por primera vez en semanas Óscar lloró como un niño como un hombre al que le arrebataron algo que no supo cuidar pero que ahora estaba dispuesto a recuperar aunque tuviera que pelear con todos Eran casi las 11 de la noche Julián estaba en su departamento en la sala rodeado de papeles carpetas fotos y notas pegadas por todos lados Parecía una escena de esas películas donde el protagonista ya se está
volviendo loco Pero él estaba más cuerdo que nunca cansado sí pero más firme que nunca Tenía una misión y cada paso lo acercaba más Revisaba por décima vez los datos del hospital la libreta de Laura las fechas todo Estaba buscando alguna conexión que no había visto antes En eso sonó su celular número desconocido Normalmente no contestaba llamadas así pero algo le dijo que lo hiciera Bueno silencio Al principio se oía un poco de viento como si la persona estuviera en la calle ¿Es usted el que anda preguntando por una
mujer que se llama Laura Méndez la voz era de mujer joven tensa Julián se incorporó de inmediato ¿Quién habla no importa solo escúcheme Usted no la va a encontrar en la ciudad pero yo la vi hace como un mes en una clínica privada acá en Chiapas Julián se quedó sin palabras solo apretó más el teléfono contra la oreja ¿Cómo sabe que era ella tenía el mismo nombre y la cara Yo la reconocí porque también estuvo aquí hace años ayudando en una campaña médica No era una desconocida para nosotros ¿Dónde está esa clínica en San
Cristóbal pero ya no está abierta al público Es un lugar cerrado solo atienden casos especiales no dejan entrar a cualquiera ¿Qué hacía ahí no sé Llegó muy mal flaca con fiebre Parecía que se iba a morir pero luego se recuperó y desapareció Dijeron que su familia la recogió pero algo no me cuadró No traía visita Nadie firmó su alta nada ¿Y por qué me llamas porque algo no me huele bien Porque después de que se fue desaparecieron varios expedientes del lugar y luego me corrieron sin razón Sé que me van a buscar si hablo pero no me voy a quedar
callada ¿Puedes darme la dirección exacta le mandé todo al correo que aparece en los datos del abogado Arturo Es su contacto ¿no sí Entonces ya tiene lo que necesita Pero tenga cuidado hay gente que no quiere que esa mujer aparezca gente con dinero con poder Y colgó Julián se quedó un rato con el teléfono en la mano sin moverse Sintió que el cuerpo se le llenaba de energía Laura no solo estaba viva alguien la tenía escondida Alguien la había sacado del radar corrió por su mochila guardó su laptop su cargador y unos documentos clave Luego marcó a
Óscar Empaca nos vamos a Chiapas ¿Qué te dije que estaba viva Tengo una pista y no voy a perderla Pero ¿cómo sabes que es cierto porque la persona que me llamó sabe cosas que nadie más podría saber Me mandaron datos Hay una clínica registros fotos no hay tiempo que perder Hubo una pausa del otro lado Dame una hora paso por ti Así fue A las 3 de la mañana los dos iban camino al aeropuerto Óscar no dejaba de mirar por la ventana del coche Se veía agotado pero con una expresión nueva mezcla de esperanza miedo y rabia
Y si llegamos allá y es otra mentira entonces seguimos buscando Pero si no vamos nunca vamos a saber Volaron sin dormir Llegaron a Tuxla en la mañana y de ahí tomaron un taxi a San Cristóbal el chóer Un señor con sombrero y voz tranquila los llevó por un camino lleno de curvas selva y neblina Tardaron más de lo que esperaban pero al fin llegaron El lugar que buscaban estaba lejos del centro entre árboles y construcciones viejas No tenía letrero ni gente afuera solo una reja cerrada un timbre y una cámara arriba Aquí es dijo Julián Bajaron
tocaron Nadie respondió Y ahora Julián sacó su celular y marcó al número desde el que le habían llamado pero ya no existía Luego revisó el correo que le habían mandado Había una dirección un mapa dibujado a mano y una nota que decía “Busquen a Natalia ella los puede ayudar.” ¿Y quién es Natalia ni idea pero si está aquí la vamos a encontrar Dieron la vuelta al terreno caminando Vieron una casa vieja junto a la clínica Tocaron la puerta abrió una señora con cara de no haber dormido en días Natalia soy yo Venimos por Laura Alguien nos dijo que usted sabía dónde
encontrarla Natalia los miró muy seria No puedo hablar aquí Por favor solo díganos si está viva Ella bajó la mirada luego los hizo pasar a la casa cerró la puerta con llave No sé dónde está ahora pero sí estuvo aquí y sí estaba viva Llegó en muy mal estado La cuidamos se mejoró Luego vinieron por ella ¿Quién una mujer alta con lentes cabello negro Dijo que era su hermana Óscar y Julián se miraron No había duda Rebeca dijeron al mismo tiempo Natalia siguió pero algo no me gustó Laura no quería irse Se veía
asustada Me dejó esto antes de irse Sacó un papel doblado Me pidió que se lo entregara a alguien que viniera a buscarla Julián lo abrió Era una nota escrita a mano Si alguien encuentra esto no dejen de buscarme Estoy más cerca de lo que creen Ócar respiró hondo como si le devolvieran el aire después de semanas ahogándose Laura estaba viva y pedía ayuda Natalia le sirvió café en tazas despostilladas La casa olía a madera vieja y a humedad pero se sentía tranquila Tenía fotos enmarcadas en las paredes imágenes de gente enferma Doctores y pacientes sonriendo Ahí no se
trataba de lujo se trataba de sobrevivir Julián y Óscar no tocaban el café Tenían las manos firmes sobre sus rodillas los ojos bien abiertos y la tensión a punto de estallar “Lo que les voy a contar no lo sabe mucha gente” dijo Natalia sentándose frente a ellos “Te escuchamos” dijo Julián Yo era enfermera en esa clínica Era privada sí pero no como ustedes piensan No atendíamos al público solo recibíamos pacientes enviados por una farmacéutica gente con enfermedades graves que ya no tenían esperanza en otros lados ¿Ya preguntó Óscar seco con
la voz tensa Ella llegó sin identificación Tenía otro nombre Andrea Ramírez decía el documento que traía pero cuando la vi la reconocí Había venido antes años atrás con una brigada médica La recordé por la forma de hablar por sus ojos Me dijo al oído “Me llamo Laura y necesito que no le digas a nadie que me reconociste.
” Julián se inclinó hacia adelante ¿Quién la trajo una mujer alta elegante con la voz mandona dijo que era su hermana que Laura no podía firmar nada porque estaba débil que ella se haría cargo Óscar apretó los puños Rebeca no me dijo el nombre pero sí estoy segura de que era ella Dejó un cheque en la administración y dio órdenes de que se mantuviera bajo vigilancia Nadie podía entrar a su cuarto sin permiso ni los doctores solo dos personas tenían acceso ella y un médico contratado por la farmacéutica Nunca nos dijeron qué medicamento le estaban dando Julián se paró y comenzó a caminar de un lado al
otro de la habitación ¿Y qué le hacían le daban una inyección diaria Le decían que era parte del tratamiento experimental pero ella empezó a sospechar Me pedía que la ayudara a salir que la estaban usando que no era un hospital real que era un experimento Óscar no podía creer lo que escuchaba ¿Y tú qué hiciste la cuidé en secreto Le escondí comida le saqué copias de algunos papeles y cuando empezó a mejorar planeamos su salida Pero se adelantaron Un día llegó esa mujer otra vez Dijo que ya se la iba a llevar Laura
no quería Lloró Me dio esa nota para ustedes Me abrazó y me dijo “Si desaparezco diles que no paren.” Julián la miró a los ojos “¿Y tú sabes a dónde se la llevaron no pero encontré algo más.” Natalia se levantó fue al cuarto del fondo y regresó con una caja de cartón Dentro un folder manila Lo abrió Tenía copias de un registro médico análisis de sangre una hoja con el logo de Argen Bío y una foto tomada desde un celular Era Laura acostada en la cama con una vía en el brazo y un papel sobre su pecho En ese papel escrito a mano decía
“No soy un experimento Soy una persona.” Óscar rompió a llorar Ya no podía contenerse Julián solo cerró los ojos Era demasiada información ¿Qué es esto preguntó Julián apuntando al logo de Argenbio Es la farmacéutica que pagaba todo pero no se anuncian todo lo hacen por debajo Prueban medicamentos en gente desesperada Si mueren dicen que fue por su enfermedad Si funciona patentan la fórmula y se hacen ricos Y Rebeca ¿qué tiene que ver con ellos ella era intermediaria Por cada paciente que metía recibía una comisión
Si el paciente aceptaba firmaba y se callaba ganaban todos Pero Laura no quiso y por eso quisieron desaparecerla Julián agarró su celular Arturo necesito que investigues Argenbío A fondo Necesito nombres socios cuentas todo Y averigua si Rebeca tiene conexiones directas con ellos Colgó Tenemos que encontrarla antes de que la vuelvan a mover dijo Natalia les dio una hoja con una dirección escrita a mano Hace una semana alguien del personal me dijo que habían visto a la misma mujer la que se llevó a Laura en una casa en
las afueras de Oaxaca No me consta pero si están desesperados por esconderla no se van a quedar en un lugar fijo Óscar guardó la dirección Gracias por todo esto Natalia los miró con tristeza Yo solo hice lo que cualquiera haría si de verdad le importa la gente Pero tengan cuidado no están jugando con cualquier cosa Están enfrentando a gente con mucha plata y con muy poca alma Salieron de la casa sin decir palabra Subieron al coche rentado El camino de regreso fue en completo silencio Solo el motor y el viento de la carretera pero por dentro ya no había
duda Laura no estaba muerta estaba secuestrada por su propia hermana y ahora con todo lo que sabían ya no había forma de dar marcha atrás Estela no era tonta Siempre había sido de esas señoras que ven más de lo que dicen que se dan cuenta de las cosas aunque nadie las mencione Y aunque por mucho tiempo quiso creer que su hija Rebeca tenía buenas intenciones algo en su estómago ya le decía que estaba metida en algo oscuro Desde que Laura murió Rebeca se volvió la que tomaba todas las decisiones Organizaba firmaba controlaba Pero ahora que todo estaba
patas arriba ya no confiaba en nadie ni siquiera en su propia sangre Ese día Estela entró a la habitación de Rebeca aprovechando que ella había salido a una cita médica No era su estilo andar revisando cosas ajenas pero ya no se trataba de respeto se trataba de su hija desaparecida de su nieto que no dormía bien y de una sospecha que ya no podía ignorar Empezó por el cajón del buró Nada raro Luego el closet ropa bolsas una caja de zapatos con papeles viejos Ahí encontró el primer golpe un sobre con el
logo de una empresa que no conocía Argenbío Dentro había una carta con un sello y una cantidad escrita en grande 520,000 de naas Pago por captación de paciente Estela se quedó helada Pasó a la cómoda abrió la gaveta del fondo ahí estaba una carpeta azul Al abrirla se topó con copias de documentos un contrato firmado por alguien con el nombre de Laura pero la firma no era de su hija Ella lo sabía También había un correo impreso enviado a una tal directora S Menéndez de Argentvío donde Rebeca confirmaba la participación voluntaria de la paciente Estela sintió que se le
apretaba el pecho Dios mío ¿qué hiciste Rebeca guardó todo rápido lo metió en su bolsa y salió de la casa como pudo Fue directo a ver a Julián Él estaba en su departamento revisando información de la clínica de Chiapas cuando ella tocó la puerta agitada pálida Necesito hablar contigo ahora mismo Le enseñó los papeles Julián los vio uno por uno No dijo nada durante varios minutos Solo los fue apilando con cuidado Esto es más grande de lo que pensé ¿Qué significa todo esto significa que Rebeca vendió a tu hija Literal ¿Cómo que la vendió ella
la registró como paciente en un ensayo médico experimental La farmacéutica le pagó por convencerla pero como Laura no quiso seguir la borraron le inventaron la muerte y ahora la tienen escondida para que no hable Estela se cubrió la boca con una mano Mi hija no está muerta señora pero si no hacemos algo ya puede que no la volvamos a ver En ese momento entró Arturo al departamento con el celular en la oreja Apenas vio a Estela hizo un gesto de saludo rápido y se dirigió a Julián Tengo algo Acabo de recibir los reportes financieros de Argenbio Rebeca aparece
como consultora externa Le han depositado más de un millón en menos de 6 meses en diferentes cuentas ¿Dónde está ahora salió del país ayer Vuelo a Cancún Pero no hay registros de hospedaje solo una renta de camioneta a nombre de un tal Eduardo Dávila exempleado de la clínica de Chiapas ¿Y si está moviendo a Laura otra vez arturo asintió Es muy probable Julián respiró hondo Tenemos que encontrarla ya Estela agarró su bolso con fuerza Yo voy con ustedes No me voy a quedar sentada mientras mi hija está secuestrada Óscar llegó media hora después Lo pusieron al
tanto de todo Se quedó mudo Parecía que iba a estallar pero no dijo ni una palabra Solo miró los papeles se paró de la silla y dijo “Vamos a traerla de vuelta.” Ese mismo día Arturo rastreó la ubicación de la camioneta rentada por el tal Eduardo Estaba en Oaxaca en una zona rural fuera del radar Julián no lo pensó dos veces llamó a un viejo conocido alguien de confianza en esa zona Le pidió apoyo alguien que pudiera guiarlos moverse sin levantar sospechas Antes de salir Julián fue a ver a Emiliano Le prometió algo Voy a traer a tu mamá Te lo juro No me voy a
rendir hasta verla frente a ti El niño lo miró con ojos brillosos Dile que la quiero mucho que no la olvidé Ella tampoco te olvidó Emí En ese momento a kilómetros de ahí Rebeca estaba en una casa de campo de esas que no tienen señal ni vecinos cerca Había instalado cámaras doble cerrojo en las puertas y había pagado a dos tipos para cuidar el perímetro Laura estaba adentro flaca débil pero consciente amarrada a la cama con una vía en el brazo Rebeca la miraba desde la moa Puerta todo esto lo estoy haciendo por ti ¿sabes laura apenas podía hablar
Tú no sabes lo que es hacer algo por amor Rebeca se agachó le acarició el cabello con una ternura falsa Tú no vas a arruinar mi vida No ahora que estoy tan cerca Laura la miró con dolor pero con fuerza Alguien viene por mí No vas a poder esconderme para siempre Rebeca sonrió Eso lo vamos a ver Germanita Rebeca no dormía bien no porque tuviera remordimiento sino porque todo tenía que salir perfecto Sabía que Julián y Óscar estaban detrás los tenía ubicados sabía que se estaban moviendo y sabía que era cuestión de tiempo para que dieran con ella pero eso no la preocupaba tanto
como lo que venía después Estaba en el porche de la casa escondida en Oaxaca tomando café y revisando su celular Al fondo se escuchaba a uno de los cuidadorcitos que había contratado moviendo cajas Laura seguía adentro débil pero viva Medio consciente Dormía la mayor parte del día la tenía sedada Entró a la casa bajó las escaleras y se acercó al cuarto donde la tenían encerrada Había convertido una recámara en una especie de cuarto médico improvisado una cama rígida una lámpara quirúrgica un carrito con jeringas gasas
frascos todo comprado por fuera con intermediarios sin dejar rastro Laura abrió los ojos apenas escuchó pasos ¿Ahora qué dijo apenas con voz Rebeca la miró con los brazos cruzados Hoy vienen por ti ¿Quién gente que paga bien por mujeres como tú Personas con mucho dinero Les interesa ver cómo reacciona el tratamiento sin tanta supervisión Te vas a otro país pero tranquila te van a cuidar Laura se retorció con lo poco que podía moverse Estás enferma Estoy viva Y tú también Y si sigues respirando es gracias a mí
porque tú ibas directo a la tumba Tú me metiste en este infierno Rebeca se acercó la tomó del mentón con fuerza Yo te salvé Tú firmaste el consentimiento No te hagas Estabas desesperada por curarte solo que no aguantaste el proceso No supiste seguir las reglas Yo nunca firmé nada Claro que sí Yo firmé por ti lo mismo da Nadie lo va a comprobar Laura giró el rostro con repulsión Rebeca suspiró y se alejó En unas horas estarás en manos de alguien más y todos los que te buscan se van a quedar con las ganas te van a olvidar y yo voy a empezar una nueva
vida lejos de este maldito país Salió del cuarto cerró con llave y subió de nuevo Afuera dos hombres con camioneta de placas falsas estaban esperando instrucciones La sacamos en la madrugada mientras más oscuro mejor No tiene GPS nada Quemé todo lo que podía rastrearse Cuidaron ese detalle desde que la metieron en el primer hospital Y si alguien la sigue que lo intenten Esto no es una película Si alguien aparece no lo cuenten dos veces Rebeca fue a su recámara abrió una caja fuerte y sacó un fajo de billetes y
dos pasaportes falsos Uno era para ella el otro era para Laura con otro nombre otra nacionalidad otra vida Bajó al sótano una vez más Laura apenas podía levantar la cabeza ¿Me vas a vender rebeca se quedó callada unos segundos No te voy a desaparecer Julián mientras tanto iba manejando por la carretera con el mapa que Natalia les había dado en el tablero Óscar iba a su lado revisando los mensajes que Arturo enviaba en tiempo real Ya sabían que Rebeca había huído a Oaxaca Lo que no sabían era la ubicación
exacta pero estaban cada vez más cerca ¿Seguro que es por aquí preguntó Julián Arturo dice que una de las tarjetas de los hombres que rentaron camioneta fue usada en una gasolinera cerca de este pueblo La cámara captó la placa Es la misma camioneta que aparece en los registros de Argenbío como parte del equipo de seguridad médica externa ¿Y qué hace una farmacéutica contratando escoltas encubren todo como traslado de pacientes pero en realidad es otra cosa Venden personas las usan para probar lo que no
se puede probar en Europa o Estados Unidos Julián se pasó una mano por la cara No podía entender cómo alguien podía hacer eso Y si ya la sacaron Si lo hicieron hay forma de saberlo Todas las carreteras tienen cámaras solo hay que cruzar datos Entonces hay que apurarnos Estela los esperaba en el hotel con Emiliano No quisieron llevarlo al campo por seguridad pero Julián le prometió al niño que no volvería sin su mamá Él solo asintió sin decir palabra pero le entregó algo antes de irse Una pulsera de tela roja que decía
“Confía en lo que sientes.” Julián se la guardó en el bolsillo mientras Rebeca se preparaba Ya tenía todo listo dinero pasaportes ruta contactos en Mins la frontera Solo tenía que aguantar unas horas más Pero lo que no sabía es que Arturo ya había conseguido acceso a una red de cámaras satelitales y que uno de los drones que usaban para monitorear cultivos captó movimiento en una casa escondida entre cerros justo donde no había señal ni caminos marcados menos de lo que pensaba iban a estar ahí Emiliano no podía
dormir daba vueltas en la cama se tapaba con la cobija hasta la cabeza se destapaba miraba el techo El cuarto se sentía más frío esa noche más solo le dolía el estómago Tenía un presentimiento que no sabía cómo explicar A Estela ya la había visto acostarse y la casa estaba en silencio pero algo no le cuadraba Su mamá siempre le decía que cuando sentía algo raro lo escuchara que su cuerpo hablaba Se paró despacito se puso los tenis sin hacer ruido agarró su celular y fue hacia la cocina Quería un vaso con agua pero al
pasar por la sala escuchó una voz Era la de Rebeca bajita molesta Estaba hablando por teléfono en el patio sin saber que él la veía desde la ventana No esta noche ya no decía con voz cortante Mañana la sacamos El tipo que la quiere tiene el dinero listo pero no quiero errores Ya bien entrás de mí Sí Julián y también Óscar El niño ya sospechaba por eso lo alejé de todo Ese mocoso es más listo de lo que parece Emiliano se tapó la boca con la mano El corazón se le fue hasta los pies se agachó en seco para que no lo viera La escuchaba caminando de un lado a otro
hablando con alguien que no conocía como si no fuera la misma Rebeca que le cocinaba sopa o le decía mi amor con esa sonrisa fingida No no se va a escapar está sedada Y si despierta la vuelvo a dormir Y si alguien llega que lleguen no les va a dar tiempo Y si abren la boca que se cuiden Aquí nadie es inocente Emiliano sintió un golpe en el pecho Su mamá estaba viva Lo había sentido desde el principio y ahora lo sabía Pero también supo algo más La persona que él pensaba que lo cuidaba era la que había hecho todo Volvió a su cuarto como pudo cerró
la puerta se sentó en la cama temblando sacó el celular no sabía si llamar si escribir si llorar No quería que lo escucharan Buscó el número de Julián pero la señal era muy débil Estaban lejos Todo se sentía muy lejos pero tenía que salir de ahí Esperó media hora Cuando ya no oyó nada agarró su mochila metió la libreta de su mamá una botella con agua una chamarra y se fue por la ventana del baño que daba al patio trasero Saltó con cuidado se raspó la rodilla pero no dijo ni una palabra Caminó por la calle oscura hasta la casa de su vecino Luis Un señor mayor que a veces lo cuidaba cuando Estela iba al
mercado Tocó con fuerza Don Luis ábrame por favor El hombre salió medio dormido con cara de susto ¿Qué pasó chamaco mi tía está haciendo algo malo Tengo que ver a Julián Mi mamá está viva Don Luis no entendía nada pero al ver al niño llorando y con mis esa mirada desesperada no preguntó Lo metió a la casa le dio un teléfono viejo y le dejó marcar Emiliano marcó con manos temblorosas Contesta contesta Y al tercer tono Julián respondió Emy mi tía la tiene Ella está viva la quiere vender Julián se quedó mudo La escuché Está sedada en una casa
Hay hombres con ella Se van a ir en la madrugada ¿Estás bien ¿dónde estás con don Luis Me escapé No regreses a la ciudad Ve por ella Julián miró a Óscar le hizo señas de que escuchara “¿Sabes dónde están?” “No pero dijo que iban a cruzar la frontera Tienen pasaportes falsos.” Julián lo calmó “Ya casi llegamos a ella Quédate con don Luis No salgas y no le digas nada a Estela todavía Esto es grande.
” Julián Sí Tráela de regreso por favor Colgaron Óscar estaba parado frente al tablero del auto con las manos apretadas “Ya no hay duda.” No dijo Julián Ya no hay duda Mientras tanto en la casa escondida Rebeca organizaba todo Sacó la ropa de Laura le cambió las pulseras le puso unos lentes oscuros un sombrero la sentó en silla de ruedas todo para que pareciera una mujer dormida no una reen Nadie sospecharía de una enferma en traslado médico Ya casi nos vamos hermana” le dijo bajito mientras ajustaba el cinturón de la silla “Y allá nadie va a saber quién fuiste.” Pero Laura aunque tenía los
ojos cerrados escuchaba No podía hablar pero lloraba por dentro y se repetía una sola cosa como una plegaria Que mi hijo esté bien que me encuentre que no me olvide Y en ese momento en otro lado Emiliano miraba la foto de su mamá que tenía en la libreta La tocó con los dedos y dijo “Voy a encontrarte mamá te lo prometo.
” Era de madrugada La carretera estaba casi vacía solo los focos lejanos de algunas casas de campo se veían en la distancia Julián manejaba con los dientes apretados el volante firme entre las manos sin decir una sola palabra Óscar iba a su lado con el celular pegado al oído intentando hablar con un contacto de Arturo Todo el camino olía a urgencia a miedo mezclado con rabia “Ya la están moviendo” dijo Julián por fin sin apartar la vista del camino “Tenemos poco tiempo No vamos a llegar si no aceleras” respondió Óscar sin levantar la voz pero con los nervios a flor de piel
El mapa en el tablero mostraba una zona sin carreteras marcadas solo un trazo rojo que Arturo había conseguido con ayuda de un contacto que trabajaba con drones de vigilancia para agricultura Fue esa imagen la que reveló el movimiento de una camioneta saliendo de la propiedad de Rebeca a las 3 de la mañana Iban en esa dirección Una hora después un mensaje de voz llegó al celular de Julián La camioneta pasó por la caseta vieja de Buena Vista hace 10 minutos Van rumbo al cruce de Hatulco Hay desvíos Si no llegan antes de las 6 la pierden Nos
queda una hora Entonces pisa ese acelerador Soltó Óscar Julián no contestó Lo hizo En otro punto de la carretera Rebeca iba sentada adelante al lado del conductor Atrás Laura dormía sedada dentro de la camioneta con el cinturón abrochado gafas puestas y una manta encima Parecía una paciente cualquiera Un traslado más ¿Listos para el cruce preguntó el conductor Sí Dile a tu contacto que esté listo Él cobra bien ¿no que haga bien su trabajo Siempre lo hace Que no se le ocurra jugarme sucio No lo va a hacer no por el precio que pagaste Rebeca miraba
por la ventana le sudaban las manos aunque no lo mostrara no porque se arrepintiera sino porque todo podía irse al si llegaban tarde si alguien hablaba si cometía un solo error Ya no confiaba en nadie ni en ella misma Mientras tanto Arturo seguía enviando ubicación tras ubicación Usaba las cámaras de tránsito los reportes de peaje y un rastreo en tiempo real de los autos que cruzaban zonas rurales Cada placa registrada se comparaba con la placa de la camioneta “Ya sé dónde van!” le gritó Arturo a Julián por teléfono “Van a intentar pasarla como paciente en ambulancia particular Hay un punto de
acceso en la vieja estación de carga por donde a veces cruzan gente sin revisión Es una trampa Vayan ahora Julián colgó Óscar prepárate Vamos directo al cruce Ambos sabían que si no la rescataban ahí la perdían para siempre Al llegar a la entrada del camino viejo vieron las marcas de llantas frescas Todo era tierra suelta piedras monte Bajaron de la camioneta y corrieron El camino no era largo pero estaba en bajada Y justo al fondo la silueta de una camioneta blanca estacionada con las luces apagadas Julián sacó una linterna y la
apuntó Ahí están Corrieron con todo Óscar gritó Laura Los hombres que acompañaban a Rebeca reaccionaron tarde Uno de ellos intentó sacar un arma pero Óscar se le fue encima sin pensarlo Lo tumbó al suelo lo golpeó con todo el coraje que traía acumulado El otro salió corriendo Julián se subió a la parte trasera de la camioneta y abrió la puerta Ahí estaba Laura sedada respirando lento atada con una cinta en las muñecas Está viva” gritó Rebeca salió de la cabina gritando “No no pueden hacer esto Es mi hermana yo estoy
a cargo de ella.” Julián bajó con Laura en brazos la cubrió con su chamarra No estás a cargo de nada Estás enferma y ya se te acabó el juego Yo la salvé Ustedes no entienden nada Óscar se acercó a ella Ya no gritaba solo la miraba con un odio seco profundo Tú no la salvaste tú la destruiste pero no la vas a enterrar viva otra vez Rebeca intentó acercarse pero Arturo llegó justo en ese momento con una camioneta de seguridad privada Había alertado a una unidad local en cuanto supo el último punto Traía dos agentes con él Tenemos a todos en video Ustedes dos
señaló a los escoltas Están arrestados por secuestro agravado Los hombres no se resistieron Uno de ellos incluso levantó las manos sin decir nada Rebeca intentó correr No me van a encerrar No tienen idea de lo que hice por ella Uno de los agentes la derribó al instante Te vamos a escuchar Claro que sí pero será frente a un juez Óscar sostenía a Laura Julián ayudaba a quitarle las correas Ella abrió los ojos despacio vio el rostro de Julián Sonrió apenas ¿Eres tú sí Laura te encontramos Y en ese instante Julián
sacó del bolsillo la pulsera roja que Emiliano le dio Se la puso en la muñeca Tu hijo nunca dejó de creer en ti El avión aterrizó en la ciudad de México pasadas las 9 de la noche El clima estaba fresco con un poco de viento y el cielo cubierto de nubes Julián bajó primero cuidando cada movimiento Caminaba lento atento a cada paso de Laura Ella iba apoyada en su brazo envuelta en una manta gris con la cara pálida pero los ojos bien abiertos Óscar venía detrás con una pequeña maleta que contenía lo único que quedaba del infierno que acababan de dejar atrás
Una ambulancia privada los esperaba en la pista cortesía de Arturo que no había dejado de moverse ni un segundo El plan era claro llevarla directo a una clínica segura sin cámaras sin acceso público sin medios sin ruido solo reposo Pero Laura tenía otros planes “Quiero ver a Emiliano” dijo apenas bajo el primer escalón Laura intentó decir Julián deberías Quiero ver a mi hijo No había forma de decirle que no No después de todo lo que había pasado no después de las noches atada a una cama sedada sin saber si volvería a ver
su casa su gente su niño El corazón le latía tan fuerte que sentía que se le iba a salir del pecho Tenía miedo pero más que miedo tenía una necesidad que le quemaba por dentro abrazarlo En la casa de Estela todo estaba en silencio Don Luis ya había hablado con ella Le había contado que Emiliano se había escapado esa noche y que había llamado a Julián que algo muy fuerte estaba pasando Estela no dijo nada solo se quedó en la cocina de pie con las manos sobre la mesa sin moverse como si ya supiera lo que venía Emiliano estaba dormido en el sillón
exhausto No se había querido meter a su cama Decía que si su mamá aparecía quería verla apenas entrara por la puerta Y así fue A las 10:22 de la noche la puerta se abrió Estela se paró de golpe miró hacia el pasillo y la vio flaca con el cabello más corto la cara demacrada pero era ella su hija viva de pie mamá Fue lo único que logró decir Laura antes de que Estela la abrazara como si se le fuera la vida en eso Lloraron sin palabras sin ruido solo lágrimas como si el tiempo se hubiera detenido ahí mismo
Pero Laura no podía quedarse en ese abrazo mucho rato Se soltó con cuidado caminó hacia el sillón y ahí lo vio Emiliano dormido con los brazos cruzados como si se estuviera protegiendo del mundo Su carita era otra más seria más grande El dolor le había robado parte de su infancia y eso a Laura le dolía más que cualquier aguja más que cualquier medicamento Se arrodilló junto a él Le tocó el rostro con la yema de los dedos Emiliano abrió los ojos medio confundido Parpadeó vio la cara de su mamá frente a él no dijo nada solo se le
quedó viendo Laura tragó saliva Hola mi amor Emiliano soltó un soyozo que le salió del alma Se lanzó a sus brazos con una fuerza que la tiró al piso La abrazó con todo el cuerpo con la desesperación de quien no quiere volver a soltar nunca más Sabía que estabas viva” gritó llorando “Te lo juro que lo sabía Yo lo sentía y yo sabía que tú no te ibas a rendir mi vida” le respondió ella apretándolo con todas sus fuerzas “No dejé de pensar en ti ni un solo día.” Julián se quedó de pie en la entrada mirando en silencio
Óscar bajó la mirada y dio un paso atrás Fue ahí donde entendió que había perdido más de lo que pensaba No solo a Laura también una parte de sí mismo Pero eso no importaba ahora Lo importante era que Emiliano tenía a su mamá otra vez Estela se arrodilló con ellos Los tres se abrazaron como si volvieran a nacer Después de un rato Laura se separó un poco Le limpió las lágrimas al niño con las manos Te tengo que contar muchas cosas Algunas van a doler pero ya no voy a esconderte nada No me importa Yo solo quería verte
escucharte sentir que estás aquí Laura lo abrazó de nuevo y en ese momento Emiliano sacó algo de su bolsillo La pulsera roja Nunca me la quité porque sabía que ibas a volver Laura la tomó entre los dedos Se la puso en la muñeca Ahora sí” le dijo “Estamos completos.” Y por primera vez en mucho el silencio de esa casa ya no se sentía frío se sentía lleno Esa mañana el comedor de la casa de Estela parecía otro Estaban todos sentados en silencio Julián Estela Óscar Emiliano y Laura El niño no se despegaba de su mamá ni un segundo pero ahora estaba dormido con la cabeza en su regazo agotado después de
tantas emociones Nadie tenía hambre nadie tocaba el café solo se miraban entre ellos como si por fin entendieran lo que había pasado y lo que todavía faltaba por decir Laura acomodó con cuidado a Emiliano en el sillón y se sentó otra vez a la mesa Se veía cansada pero entera con los ojos bien firmes Ahora sí es momento de que les cuente todo Julián asintió Óscar bajó la mirada Estela agarró su mano Laura respiró hondo Cuando me diagnosticaron el cáncer ya sabíamos que era agresivo pero lo que no dije es que
no quería someterme a los tratamientos normales Me destrozaban me sentía peor me estaba apagando No quería que Emiliano me viera así Me sentía culpable inútil débil Estaba desesperada y entonces apareció Rebeca Todos aguantaron el aire Ella me habló de una opción de un ensayo clínico Me dijo que era experimental pero que había tenido resultados que podía ayudarme Y lo peor es que le creí Me convenció Me metieron al programa Me movieron de hospital sin que nadie lo supiera me pusieron otro nombre me raparon Me desconectaron del
mundo Óscar la miraba con un nudo en la garganta Yo pensé que seguías en el hospital en observación Lo sé pero en cuanto firmaron por mí me cedaron Todo lo demás lo manejó Rebeca Ella firmó los papeles de mi muerte Consiguió el cuerpo de otra mujer una paciente que no tenía familia la disfrazó como yo Y tú Óscar tú la enterraste Óscar apretó los dientes se llevó las manos a la cara Dios Yo desperté en la clínica de Chiapas Ya estaba oficialmente muerta Me tenían en una habitación con llave Me hacían pruebas me grababan me preguntaban cosas Yo ya no era una
persona era un caso Estela se limpió los ojos con un pañuelo ¿Y por qué no hablaste ¿por qué no escapaste lo intenté pero no podía moverme Estaba débil Me sedaban todos los días La única que me ayudó fue una enfermera Me escondía comida me cuidaba Me dio un celular una noche alcancé a mandar una señal pero no supe si llegó Llegó dijo Julián Por eso empezamos a buscar Después Rebeca volvió Me dijo que si hablaba iba a hacerle daño a Emiliano que nadie me creería que ya no tenía papeles ni identidad que si me escapaba me iba a desaparecer de verdad Y después
te llevó a Oaxaca agregó Julián Sí Me volvió a encerrar Me preparó como si fuera a entregarme como un paquete pasaporte falso nombre falso Ya tenía hasta un contacto en la frontera Me iba a vender como paciente internacional Nunca iba a volver Óscar golpeó la mesa ¿Cómo pudo hacerte eso era tu hermana Laura lo miró directo Ella nunca me quiso Óscar Siempre me envidió Siempre creyó que yo me robé algo que le pertenecía lo disfrazó con cuidado con cariño falso con frases dulces pero siempre me quiso lejos Estela se puso una mano en el
pecho ¿Y qué va a pasar con ella ya está detenida dijo Julián La policía tiene pruebas de los contratos con Argentío las transferencias los pasaportes falsos además de intento de homicidio secuestro falsificación de documentos y fraude ¿Y la empresa preguntó Óscar Ya están tras ellos también Arturo logró filtrar los nombres a la prensa Van a empezar las investigaciones en varios estados Estela se quedó callada Todo este tiempo yo la defendí Pensé que hacía las cosas por ayudar Tú no sabías le dijo Laura No es tu culpa Julián miró a Laura con cariño
pero con cierta distancia ¿Y tú qué vas a hacer ahora laura lo pensó unos segundos Primero quiero recuperar a mi hijo después no sé No quiero volver a esconderme ni a vivir con miedo Ya pasé por demasiado Óscar levantó la mirada Si algún día quieres que que volvamos a intentar algo Óscar lo interrumpió Agradezco que hayas peleado por mí pero ya no somos los mismos No tengo rencor Pero ahora necesito otra cosa Tranquilidad Y tú también tienes que sanar lo tuyo Óscar asintió Lo entendía Le dolía pero lo entendía Julián se levantó Me voy a
quedar unos días más en la ciudad por si necesitan algo Gracias por no rendirte dijo Laura Nunca lo iba a hacer respondió él Entonces se oyó un sonido suave Emiliano se había despertado Se talló los ojos miró a todos Ya pasó todo Laura lo abrazó Ya pasó mi amor Y vamos a estar bien Vamos a estar juntos Y eso es lo más importante Se quedaron así abrazados mientras afuera empezaba a salir el sol y adentro Todos sabían que nada volvería a ser igual pero al fin podían respirar Un mes después la casa de Estela tenía otro aire Se sentía distinta más viva Los días ya no eran
pesados ni callados La cocina volvía a oler a café por las mañanas a pan recién calentado Emiliano corría por el pasillo con su mochila en la espalda riéndose como antes con una energía que le había faltado durante meses Ya no hablaba dormido ya no tenía miedo de cerrar los ojos soñaba tranquilo Laura se sentaba en el jardín todas las mañanas con una libreta nueva la misma donde había empezado a escribir cuando todo se fue al pero ahora llena de páginas limpias Empezaba desde cero sin necesidad de esconder mensajes sin miedo de que alguien más la
leyera A veces escribía solo una frase o solo una palabra pero cada letra se sentía como una victoria Esa mañana Emiliano se acercó corriendo con una hoja en la mano Mamá mamá Me fue bien en el examen de historia Laura le revolvió el cabello con cariño Sí ¿Y de qué era de la Revolución Mexicana Pero lo importante es que saqué 10 ¿Y ese 10 es por tu esfuerzo o por qué copiaste obvio por mi esfuerzo respondió Emiliano medio ofendido Laura se rió lo abrazó Estoy orgullosa de ti ¿Y tú cómo vas bien estoy mejorando Cada día camino más y ya puedo dormir sin pastillas Hoy me toca
revisión en la clínica y vas a estar bien ¿verdad sí mi amor Esta vez de verdad Mientras tanto en otro punto de la ciudad Julián cerraba una carpeta en su escritorio Había decidido regresar a Monterrey no porque huyera sino porque entendía que Laura necesitaba sanar a su manera y él también aunque siempre iba a llevarla en el corazón no era el momento de presionar nada Le mandó un mensaje simple Gracias por enseñarme que nunca es tarde para hacer lo correcto Si algún día necesitas algo sabes dónde encontrarme Ella lo leyó en
silencio sonrió y respondió “Nunca me rendí ¿Porque tú no te rendiste.” En el centro de detención Rebeca esperaba su audiencia Su abogado ya le había dicho que no saldría libre tan fácil Las pruebas eran muchas las víctimas claras el daño grave Aún así seguía con la misma actitud de siempre fría callada pero en el fondo sabía que todo se había derrumbado por un niño que nunca dejó de creer Óscar había decidido mudarse a Guadalajara empezar de nuevo Había vendido su coche su parte del negocio y alquiló un departamento
pequeño cerca de una carpintería Quería trabajar con las manos sudar construir Tal vez no iba a recuperar lo que perdió pero sí podía reconstruirse a sí mismo Antes de irse fue a ver a Emiliano “Oye campeón” le dijo agachándose a su altura “Me voy por un tiempo pero si algún día necesitas algo cualquier cosa me llamas.
” Va vas a estar bien papá Óscar lo abrazó Sí me voy a poner bien por ti por tu mamá por mí Laura se acercó Ambos se vieron un momento sin rencor Gracias por buscarme por pelear Perdón por no haberlo hecho antes respondió él Se fueron con un apretón de manos Tranquilos Esa misma tarde Laura fue al colegio por Emiliano Era su primer día acompañándolo Cuando salieron caminaron juntos por la calle del barrio Iban despacio platicando de cualquier cosa El clima estaba perfecto con el cielo limpio sin nubes Y justo antes de doblar la esquina Emiliano se detuvo en seco ¿Qué pasó el niño sonró Nada Solo quería
decirte algo Dime Te lo dije Laura se le quedó viendo confundida ¿Qué ¿qué ¿estabas viva ella se rió lo abrazó con fuerza y le dijo bajito al oído Y tú me salvaste la vida mi amor Siguieron caminando tomados de la mano porque aunque nada iba a ser como antes el futuro ahora sí les pertenecía [Música]
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