Todo parecía normal esa mañana silenciosa hasta que un grito rompió el aire no te subas al coche asustado el millonario se volteó bruscamente y al entender el motivo de la advertencia quedó completamente paralizado lo que vio en ese instante cambiaría su vida para siempre eran casi las 5 de la tarde el sol pegaba fuerte y el calor se sentía como si uno estuviera dentro de un horno en esa esquina de la ciudad donde las calles están llenas de gente vendiendo fruta piratería y aguas frescas nadie parecía notar al niño que
corría con todas sus fuerzas diego tenía 10 años el uniforme escolar arrugado y las mejillas llenas de polvo iba tan rápido que casi se tropieza con un perro dormido en la banqueta pero no paró no podía parar su mamá estaba tirada en el piso de su casa apenas respiraba y él no sabía qué hacer no tenía teléfono no tenía dinero no tenía a nadie más solo quería encontrar a alguien lo que fuera que lo ayudara a llevarla al hospital cruzó corriendo entre los coches como pudo esquivando claxones y gritos de chóeres que se enojaban por todo sus ojos iban de un lado a otro
buscando algo alguien lo que fuera fue entonces cuando lo vio un hombre bien vestido traje gris camisa blanca sin una arruga cabello peinado hacia atrás como si lo acabaran de sacar de un comercial estaba justo por subir a su coche un auto lujoso negro brillante con placas que seguramente costaban más que lo que Diego había visto en toda su vida el niño frenó en seco y le gritó con todas sus fuerzas “¡No se suba al coche.” El hombre se volteó de golpe con cara de susto diego se le acercó casi llorando
jalándole la manga “por favor señor mi mamá se está muriendo no sé qué hacer no hay nadie no tengo a quien pedirle ayuda le juro que no le voy a robar por favor ayúdeme mi casa está cerca venga conmigo julián se quedó congelado había salido de una reunión en la zona industrial y ya solo quería ir a su departamento prender el aire y olvidarse del mundo pero ese niño algo en su cara en su desesperación le tocó algo que no supo explicar dudó unos segundos viendo a todos lados como esperando que apareciera alguien más pero no solo estaban él y ese niño de voz
temblorosa y los ojos llenos de miedo vamos le dijo súbete dime por dónde diego no se subió corrió delante del coche moviendo los brazos para indicarle por dónde ir era una calle angosta llena de baches donde apenas pasaban los carros julián manejaba despacio esquivando los hoyos mientras sentía el corazón apretado y si era una trampa y si lo estaban llevando a una emboscada pero no parecía eso ese niño ni siquiera lo volteaba a ver solo corría como si su vida dependiera de eso después de dos cuadras Diego se detuvo en seco giró
hacia la derecha y señaló una puerta de lámina ahí ahí es gritó julián se bajó del coche y entró detrás de él el lugar era pequeño apenas con un cuarto y una cocina no había luz en el suelo junto a una cama sin sábanas estaba una mujer tirada inconsciente con el rostro pálido y la ropa empapada en sudor julián dio un paso y se quedó de piedra esa cara esos ojos cerrados no podía ser rebeca era Rebeca esa mujer tirada era ella la había amado con todo lo que tenía habían pasado más de 11 años desde la última vez que la vio en ese tiempo creyó que se había ido de la ciudad que
lo había olvidado que simplemente había desaparecido sin dejar rastro pero ahora estaba ahí en el suelo entre paredes de cemento pelado con su hijo pidiendo ayuda como loco “señor por favor ayúdela” suplicaba Diego con los ojos llenos de lágrimas julián no decía nada solo la miraba como si no entendiera lo que estaba pasando el niño lo jalaba le gritaba julián reaccionó se agachó junto a ella le tomó la mano estaba helada tenía el pulso débil pero aún estaba viva “hay que llevarla al hospital ya” dijo al fin “ayúdame a cargarla.” Diego se quedó viendo ¿cómo
no podía ni moverla julián se quitó el saco la envolvió como pudo y la cargó en brazos con una fuerza que no sabía que tenía vamos rápido la acomodó en el asiento trasero del coche con cuidado y el niño se subió al frente ¿a qué hospital preguntó Julián mientras encendía el motor el más cercano el que sea gritó el niño solo no deje que se muera el coche arrancó con fuerza las llantas chillaron al girar en la esquina julián miraba por el retrovisor cada dos segundos como si pudiera verla despertar solo con desearlo en su cabeza los recuerdos lo golpeaban uno tras otro la última vez que la vio el día en
que no llegó a la cita las cartas que nunca respondió y ahora sin saber cómo ni por qué estaba ahí otra vez más frágil más lejana pero aún igual de imposible de olvidar diego lo miraba de reojo sin entender nada no sabía quién era ese hombre solo sabía que estaba salvando a su mamá no podía saber que el tipo que manejaba con el corazón a punto de estallar era alguien mucho más importante de lo que jamás imaginó el coche entró al estacionamiento del hospital dando un frenón seco julián no esperó a que nadie viniera se bajó de golpe abrió la puerta trasera y cargó a
Rebeca en brazos como si no pesara nada diego iba detrás corriendo tratando de no caerse un guardia se acercó a decir algo pero Julián ni lo miró solo gritó que necesitaba ayuda urgente dos enfermeros llegaron con una camilla y de inmediato empezaron a revisarla ¿qué le pasó preguntó uno mientras colocaban a Rebeca sobre la camilla no lo sé respondió Julián la encontramos desmayada en su casa el niño es su hijo los enfermeros asintieron y se la llevaron rápido por un pasillo largo julián y Diego se quedaron ahí en medio de la sala de urgencias con el
sonido de ambulancias y voces mezcladas diego se sentó en una silla de plástico y se agarró la cara con ambas manos no lloraba pero se notaba que estaba al límite julián se agachó frente a él ¿tienes algún familiar que podamos llamar el niño negó con la cabeza solo vivimos los dos dijo bajito ¿y tu papá no tengo papá nunca lo conocí esa frase le pegó a Julián como un golpe en el pecho lo dijo sin emoción como quien ya se acostumbró a vivir sin una parte importante julián tragó saliva le temblaban los dedos quería preguntar más pero algo le decía
que no era el momento se sentó a su lado pasaron 20 minutos en silencio diego no se movía de pronto un doctor se acercó familiares de Rebeca Jiménez ambos se pararon de golpe el doctor les explicó que estaba estable pero necesitaba hacerse unos estudios urgentes no era la primera vez que se desmayaba según los síntomas su presión estaba por los suelos ¿padece alguna enfermedad preguntó el doctor diego abrió la boca pero no supo qué decir julián lo miró y contestó que no sabían el doctor hizo una nota y se fue julián se levantó y fue directo a
recepción dio su tarjeta y pidió que le pusieran todos los gastos a su nombre ni preguntó cuánto luego regresó con Diego que seguía callado ¿quieres agua le preguntó diego solo negó con la cabeza ¿y tú qué hacías cuando pasó estaba haciendo la tarea ella me dijo que se sentía mareada se acostó y ya no respondió entonces salí a buscar ayuda la voz del niño se rompió un poco al final julián quiso decir algo cualquier cosa pero no le salían las palabras en vez de eso se quedó mirándolo ese niño tenía la misma forma de fruncir el ceño que él cuando se
enojaba lo mismo en la forma de mover la cabeza cuando pensaba empezó a hacer cuentas en la mente rebeca había desaparecido hace 11 años el niño tenía 10 todo encajaba el corazón se le aceleró no quiso suponer nada pero las señales estaban ahí de pronto una enfermera vino a decirles que ya podían verla julián entró primero rebeca estaba acostada con una vía en el brazo y el rostro todavía pálido abrió los ojos despacio al verlo se quedó quieta no sabía si estaba soñando o si era real julián no se acercó solo la miraba esperando que dijera algo ¿qué
haces aquí preguntó ella con la voz baja tu hijo me encontró en la calle me pidió ayuda diego ¿está bien preguntó de inmediato está afuera no se ha sepado un segundo rebeca cerró los ojos un momento aliviada luego volvió a mirar a Julián ¿por qué lo ayudaste ¿de verdad me estás preguntando eso?” respondió él ella bajó la mirada “yo no pensé que volveríamos a vernos.
” “Yo tampoco” dijo él “pero aquí estamos ¿por qué te fuiste?” “¿Por qué nunca dijiste nada?” Ella no respondió volteó hacia la ventana diego entró en ese momento despacito sin hacer ruido se acercó a su mamá y le agarró la mano ¿estás mejor rebeca le sonrió con cansancio sí mi amor estoy bien gracias por buscar ayuda diego volteó a ver a Julián él es tu amigo julián y Rebeca se miraron un silencio incómodo llenó el cuarto sí contestó Rebeca al fin es un amigo del pasado julián tragó saliva sentía que algo dentro de él se removía con
fuerza no era solo sorpresa era algo más grande no podía dejar de mirar a Bin On diego y ese nombre Diego se dio cuenta de que Rebeca lo había nombrado así por su segundo nombre un detalle que nadie más sabía ella volvió a cerrar los ojos estoy cansada dijo julián asintió vamos a dejarla descansar le dijo al niño diego le dio un beso en la frente a su mamá y salió julián lo siguió afuera el pasillo olía a desinfectante y tristeza julián se apoyó en la pared ¿tienes hambre le preguntó diego negó otra vez ¿y si te llevo por unas papas y
regresamos el niño dudó pero luego asintió salieron juntos julián no sabía si era buena idea pero algo le decía que tenía que quedarse cerca no podía irse no ahora mientras caminaban hacia la tiendita del hospital no dejaba de mirar al niño había una pregunta que no se atrevía a hacer una pregunta que tenía 10 años flotando en el aire julián y Diego volvían del pasillo con una bolsa de papas un jugo y una botella de agua el niño no había dicho mucho pero ya no tenía esa cara tan tensa comía despacio como si tuviera
miedo de que algo pasara mientras no estuviera mirando cuando entraron de nuevo a la sala de urgencias una enfermera los detuvo el doctor quiere hablar con ustedes dijo ¿por qué preguntó Diego no es nada malo solo quiere explicarles el estado de tu mamá julián lo miró vamos dijo cruzaron hasta una pequeña oficina con paredes blancas una computadora vieja y un ventilador que hacía más ruido del que ayudaba el doctor era un tipo de unos 50 años cara seria lentes gruesos tenía una carpeta en las manos buenas tardes comenzó lo primero que necesito saber es
si alguno de ustedes es familiar directo yo soy su hijo dijo Diego el doctor lo miró con sorpresa y algo de incomodidad julián se adelantó no es mayor de edad yo estoy cubriendo los gastos estoy aquí desde que llegó el doctor dudó un segundo bueno lo que sabemos hasta ahora es que Rebeca está presentando un cuadro de descompensación fuerte tiene la presión bajísima el pulso muy irregular y un cuadro de fatiga crónica ¿qué significa eso preguntó Julián que su cuerpo lleva tiempo en desgaste respondió el
doctor por lo que hemos visto en los estudios preliminares hay una falla en el hígado bastante avanzada diego abrió los ojos como platos ¿eso es grave preguntó con voz temblorosa el doctor asintió sí es grave necesita un tratamiento constante controlado también está presentando anemia severa lo que la hace más vulnerable a desmayos o incluso colapsos julián Cesim pasó una mano por la cara y eso se puede curar si se actúa a tiempo sí pero va a necesitar medicamentos estudios más específicos y si el hígado sigue deteriorándose
podríamos estar hablando de una necesidad de trasplante en el futuro diego se quedó callado sin entender del todo julián sí entendía y también entendía lo caro que era todo eso ella sabía que estaba enferma preguntó es muy probable respondió el doctor al menos desde hace algunos meses no es algo que aparezca de un día para otro diego se acercó a la mesa ¿y por qué no dijo nada julián le puso la mano en el hombro tal vez no quería preocupar a nadie dijo el doctor siguió hablando de pruebas laboratorios citas tratamientos julián
asintió a todo pida lo que necesite hagan todo lo que haya que hacer yo lo cubro el doctor hizo una nota se levantó y salió diego se quedó mirando el piso “mi mamá se va a morir” preguntó julián se agachó hasta su altura no vamos a hacer todo para que no pase ¿tú vas a pagar todo eso preguntó el niño desconfiado julián lo miró serio sí ¿por qué ¿por qué estás ayudando tanto julián tragó saliva porque me importa porque tu mamá fue alguien muy importante para mí diego lo pensó unos segundos fuiste su novio Julián sonrió apenas sí hace
mucho diego no respondió nada más salieron de la oficina y volvieron a la sala la enfermera les dijo que Rebeca iba a ser trasladada a piso ya no estaría en urgencias le habían estabilizado la presión y estaba consciente pero necesitaba vigilancia subieron juntos por el ascensor diego miraba todos los botones como si fuera la primera vez que entraba a un hospital cuando llegaron al cuarto Rebeca ya estaba conectada a varios cables y monitores tenía los ojos abiertos los vio entrar ¿ya te dijeron preguntó ella
julián asintió ¿desde cuándo lo sabías rebeca suspiró hace como 4 meses me hice unos estudios porque ya me sentía mal pero no tenía seguro no tenía dinero y no quería que Diego se asustara julián la miró sin decir nada ¿y qué pensabas hacer no lo sé ir tirando como siempre pensaba que podía resistir pero ya no pude diego se acercó a ella mamá no me vuelvas a esconder cosas rebeca le acarició el cabello perdón hijo solo quería protegerte julián no podía dejar de mirarla se veía tan distinta a la Rebeca
que él recordaba aquella mujer segura con planes con sueños grandes ahora estaba pálida frágil pero aún con esa mirada que lo desarmaba “yo voy a pagar todo” dijo Julián rebeca volteó rápido no no no puedes hacer eso ya lo hice no voy a dejar que te pase nada ella negó con la cabeza no necesito tu lástima no es lástima es mi decisión y no lo estoy haciendo solo por ti rebeca lo miró con los ojos entrecerrados entonces ¿por qué julián desvió la mirada hacia Diego ella entendió se quedó callada diego se giró
confundido ¿qué pasa preguntó Julián respiró hondo ¿hace cuánto que no ves a tu papá soltó rebeca lo fulminó con la mirada diego bajó la cabeza nunca lo conocí tu mamá nunca te dijo nada de él no solo que se había ido julián lo miró de nuevo ¿te gustaría saber quién es Diego no supo qué decir rebeca lo interrumpió basta Julián no es momento para eso julián se quedó callado se notaba molesto pero no dijo más salió del cuarto sin decir adiós diego lo vio irse con el ceño fruncido mamá ¿por qué se enojó rebeca no respondió solo cerró los
ojos como si el cansancio la volviera a vencer julián se sentó solo en la banca del pasillo se apoyó en la pared con los codos en las rodillas viendo el piso sentía que el corazón le latía más fuerte que de costumbre no por el miedo sino por la mezcla de cosas que traía en la cabeza no era cualquier situación rebeca ahí enferma débil y ese niño ese niño tenía sus ojos su misma forma de apretar la boca cuando se aguantaba las ganas de llorar no era casualidad algo dentro de él se lo decía no tenía pruebas pero lo sentía lo presentía después de unos minutos el
celular sonó era una llamada perdida de Carolina suspiró no estaba para dramas ni contestó guardó el teléfono en la bolsa y se quedó ahí en silencio hasta que escuchó pasos diego se le acercó con cuidado como si no supiera si debía hablarle “¿estás enojado con mi mamá?” preguntó de la nada julián levantó la mirada “no solo no sé es raro volver a ver a alguien que conociste en otra vida.
” Diego se sentó a su lado ella dice que fuiste su novio tú la dejaste julián soltó una risa corta seca no al contrario yo nunca supe por qué se fue un día estaba todo bien y al otro nada ni una llamada ni un mensaje como si se la hubiera tragado la tierra diego lo miraba con atención y si yo fuera tu hijo ¿tú qué harías julián se quedó callado lo pensó unos segundos me quedaría contigo” dijo “haría todo para estar cerca.
” “¿Te gustaría?” Diego se encogió de hombros no sé nunca he tenido papá a veces me imagino cómo sería pero ya me acostumbré julián bajó la mirada “¿y si quisieras saber si soy tu papá tú me preguntarías?” El niño dudó “¿tú crees que sí eres?” Julián lo miró directo “no lo sé pero tengo muchas dudas ¿tú qué crees diego lo pensó un poco pues no sé a veces mi mamá se pone triste cuando le hablo de eso como si recordara cosas que no quiere contarme julián sintió un nudo en la garganta y nunca te dijo ni el nombre de tu papá no solo me dijo que se fue nada
más julián asintió se quedó viendo el techo como si estuviera ordenando todo lo que sentía “¿te puedo hacer otra pregunta?” dijo Diego “claro ¿por qué te fuiste así del cuarto pensé que te ibas a quedar porque no quiero pelear con tu mamá no ahora que está así ¿y vas a volver sí claro que sí.
” Diego se quedó tranquilo se levantó y le dio una palmadita en el hombro ya regreso voy al baño” dijo julián lo vio alejarse y volvió a sacar el celular buscó el contacto de un amigo suyo que era doctor le mandó un mensaje “¿conoces un laboratorio confiable para pruebas de ADN?” El amigo respondió al minuto le pasó el nombre y dirección julián lo anotó cerró el chat no quería hacer nada sin hablar con Rebeca antes pero necesitaba prepararse no podía seguir con la duda si ese niño era suyo no iba a perder más tiempo minutos después Rebeca apareció en una silla de ruedas empujada por una enfermera venía pálida pero despierta
julián se paró de inmediato ¿a dónde la llevan hacerle otros estudios respondió la enfermera julián se acercó ¿puedo ir con ustedes rebeca lo miró sin decir nada pero no lo detuvo julián caminó junto a ella por el pasillo ¿podemos hablar le dijo en voz baja ¿de qué respondió ella sin mirarlo es mío soltó Julián rebeca cerró los ojos por un momento no es momento no te estoy preguntando si quieres hablar te estoy preguntando si es mío rebeca no dijo nada la enfermera los interrumpió por favor esperen aquí entran solo pacientes julián se quedó afuera
mientras ella se metía al consultorio caminó de un lado al otro con el celular en la mano sin saber si debía llamar a alguien o romperlo contra la pared 15 minutos después la enfermera empujó de nuevo la silla con Rebeca julián los siguió hasta que llegaron de vuelta al cuarto ya ahí dentro con la puerta cerrada Rebeca habló sí dijo sin rodeos es tuyo julián la miró sin moverse lo sabía lo sentía ¿por qué no me dijiste porque pensé que ya no te importaba ¿y cómo se te ocurre que no me va a importar algo así en ese momento Diego entró con un chocolate en la mano interrumpió el
momento sin saberlo ¿todo bien preguntó Rebeca lo miró sí hijo todo bien julián se agachó frente a él ¿quieres que nos hagamos una prueba ¿para qué para saber si soy tu papá diego se quedó pasmado rebeca no dijo nada el niño los miró a los dos ¿y tú quieres que sí lo seas julián lo miró a los ojos sí quiero saberlo y si lo soy no me voy a ir diego se quedó callado unos segundos luego asintió está bien vamos ¿cuándo julián se levantó mañana rebeca por fin habló ¿y si no eres tú julián la miró con firmeza
entonces me haré a un lado pero si lo soy no me voy a perder ni un solo día más rebeca se quedó en silencio no dijo que sí pero tampoco lo detuvo y esa fue la primera vez que en muchos años Julián sintió que algo de todo ese caos podía tener sentido carolina estaba sentada frente al tocador acomodándose el cabello con rabia llevaba 2 horas esperándolo dos y eso que la cena era importante estaban sus papás su hermana y unos socios de Julián que habían venido desde Monterrey todo estaba servido la mesa puesta el vino abierto y él nada ni un mensaje ni
una llamada solo silencio volvió a marcar el celular sonaba pero no contestaba lo lanzó sobre la cama molesta abrió la puerta del closet sacó la maleta y empezó a guardar ropa sin mucho orden no era la primera vez que él desaparecía sin avisar pero esta vez había cruzado el límite mientras eso pasaba Julián estaba dormido en una silla incómoda del hospital había pasado la noche con Diego en el pasillo porque Rebeca tenía que quedarse en observación a las 6 de la mañana el celular vibró eran tres llamadas perdidas de Carolina y un
mensaje ya no puedo con tus misterios esta vez te pasaste julián suspiró no estaba para ese tipo de escenas pero sabía que no podía evadirla más le marcó ella contestó al segundo ¿dónde estás en el hospital ¿qué te pasó ¿estás bien estoy bien no es por mí entonces ¿por qué estás allá julián dudó es una larga historia carolina hizo una pausa tiene que ver con esa mujer julián apretó la mandíbula ¿qué mujer la de la que me hablaste una vez la que desapareció rebeca sí esa es ella sí carolina guardó silencio no era una sorpresa pero no esperaba que fuera tan
directo ¿y qué estás haciendo con ella ahora ayudándola ayudándola ¿a qué está enferma muy enferma ¿y tiene un hijo ¿y tú qué tienes que ver todo indica que es mío el silencio del otro lado fue largo luego Carolina soltó una carcajada amarga ¿estás bromeando verdad Julián no contestó me estás diciendo que tienes un hijo con otra y no me dijiste nada me acabo de enterar hace unos días y te parece normal quedarte allá como si nada no puedo dejarlo así necesito saber la verdad si ese niño es mío no lo voy a abandonar carolina subió el tono ¿y yo
qué ¿te valgo tu compromiso te vale no es eso claro que es eso no fuiste capaz de avisarme que ibas a desaparecer carolina esto no es un capricho es una situación de vida o muerte ella está grave y yo ¿qué culpa tengo de que tu exnovia esté grave no soy su enfermera julián resopló no esperes que te dé permiso para cuidar de ella no te estoy pidiendo permiso te estoy avisando carolina se quedó muda jamás lo había escuchado hablar así julián colgó sin esperar respuesta cerró los ojos un momento sabía que había abierto una caja difícil de cerrar a las 9 de la mañana
Julián salió un momento del hospital para ir al laboratorio diego lo acompañó rebeca se había quedado dormida después del desayuno el laboratorio estaba a unas cuadras pequeño pero limpio les tomaron las muestras rápido y les dijeron que en tres días estarían los resultados de regreso al hospital Diego iba pensativo “¿y si no eres mi papá?” preguntó de la nada entonces seremos dos los que lo supimos al mismo tiempo diego se rió bajito en la entrada del hospital Julián vio un auto rojo estacionado mal y supo que era de ella carolina estaba ahí
esperándolo se bajó en cuanto lo vio iba vestida impecable como siempre pero con la cara dura ¿tú crees que esto se va a quedar así no quiero discutir aquí Carolina pues vas a tener que hacerlo ¿y él quién es?” dijo señalando a Diego es el niño y tú lo traes como si fuera tu hijo ya julián le pidió a Diego que subiera al piso con la enfermera diego no entendía nada pero obedeció carolina cruzó los brazos “te metiste en algo que no te corresponde ¿y tú qué sabes sé lo suficiente esa mujer te dejó hace años sin decir nada y ahora te pones de
alfombra no estoy siendo alfombra estoy haciendo lo correcto ¿y yo qué ¿dónde quedo yo tú decides eso pero no me pidas que le dé la espalda a mi hijo carolina lo miró con asco ¿ya estás seguro que es tuyo no pero en tres días lo sabré y si lo es voy a estar en su vida ¿y qué va a pasar con nuestro compromiso no lo sé carolina se echó para atrás como si la hubieran cacheteado ¿no lo sabes ¿de verdad vas a poner en pausa tu vida por alguien que te dejó como un perro ya basta me voy ella lo agarró del brazo tú sabes lo que estás haciendo te
estás arruinando por una cualquiera julián se zafó no hables así de ella carolina lo vio alejarse temblando de coraje no pensaba dejar las cosas así ni loca esa mujer no iba a quitárselo no después de tantos años sacó el celular y marcó un número necesito que averigues todo sobre una tal Rebeca Jiménez lo que sea donde ha trabajado con quién habla todo y del niño también no me importa el costo cuelga sonríe con rabia no la van a sacar tan fácil del juego rebeca estaba sentada en la cama del hospital con la bata puesta y una cobija hasta la cintura
tenía cara de cansancio pero ya se veía mejor que el día anterior diego estaba a su lado con un cuaderno en las piernas tratando de hacer la tarea aunque se notaba que no tenía cabeza para eso julián entró despacio con una bolsa de pan dulce y dos cafés rebeca lo miró sin decir nada diego sí se animó ¿ya trajiste el de chocolate el de chocolate y uno de nuez por si quieres probar otro diego sonró y agarró la bolsa julián le pasó el café a Rebeca sin decir palabra ella lo tomó pero con cierta distancia “gracias” dijo “no hay
problema.” Hubo un silencio incómodo julián se sentó en la silla de plástico al lado de la cama “ayer fui al laboratorio.” Rebeca lo miró “¿ya?” “Sí.” Nos dijeron que en tres días estarán los resultados ella asintió diego sin levantar la vista del cuaderno soltó y si sí es rebeca tragó saliva julián lo miró entonces voy a estar contigo en todo para lo que necesites diego sonríó y si no igual voy a estar un rato hasta que estés bien rebeca bajó la mirada julián se acomodó en la silla no me gusta andar con vueltas Rebeca yo sé que tú sabías desde el
principio no tenía cómo contactarte no me vengas con eso siempre viví en el mismo lugar no cambié de teléfono en años no tenía cómo buscarte y aunque lo hubiera hecho no sabías lo que yo estaba pasando entonces explícame no es tan simple hazlo simple julián hablaba con firmeza pero sin levantar la voz diego miraba a los dos como viendo una película que ya lo empezaba a tocar por dentro rebeca respiró profundo cuando me enteré que estaba embarazada tú y yo ya no hablábamos tú habías empezado a salir con alguien no recuerdo quién y cuando fui a buscarte tu asistente me
dijo que te ibas de viaje que estabas ocupado y que ya no tenías interés en nada de lo que tuviera que ver conmigo ¿qué asistente una tal Carolina julián se quedó helado carolina sí eso fue después de que tú te desapareciste no me desaparecí intenté llamarte mandarte mensajes pero todo me rebotaba fui a tu oficina una vez la única vez que me animé y ella me recibió con una sonrisa helada me dijo que te habías ido a vivir a otro país con tu novia y que me dejara de hacer ilusiones julián abrió los ojos eso es mentira nunca me fui de México no tenía cómo saberlo estaba sola
confundida asustada y ya con una panza que crecía cada día julián se paró de golpe caminó por el cuarto estaba entre furioso y en shock y nunca pensaste que podías estar cayendo en una mentira que Carolina estaba inventando todo yo no tenía cabeza para pensar en eso tenía que buscar dónde vivir qué comer cómo cuidar a un bebé que venía en camino julián se frotó la cara dios mío ¿tú crees que fue fácil no sabes lo que es estar sola con un niño chiquito sin ayuda sin trabajo fijo con deudas hasta el cuello no no lo sé porque tú decidiste
no decirme nada rebeca se quedó callada diego los veía con los ojos llenos de duda entonces ¿todo fue por culpa de esa tal Carolina preguntó Julián se volvió hacia él puede ser ahora todo empieza a tener sentido ella siempre fue muy metida rebeca lo interrumpió no metas a Diego en esto ya está metido Rebeca no hay vuelta atrás rebeca suspiró se le notaba el nudo en la garganta yo solo quería que estuviera bien quería que no le faltara nada y si eso significaba alejarlo de ti pues eso no era tu decisión julián se volvió a sentar mira no vamos
a cambiar el pasado pero si ese niño es mío quiero formar parte de su vida rebeca bajó la mirada diego los interrumpió y si no sale que eres mi papá ¿qué vas a hacer julián lo miró voy a seguir cerca hasta que tú no quieras más porque ya me importas con prueba o sin prueba diego se quedó callado era raro escuchar eso nadie se lo había dicho nunca rebeca se acomodó contra la almohada con la cara más tranquila pero sin saber si confiar o no julián se quedó ahí toda la tarde diego hizo tarea rebeca durmió un poco y Julián no se
movió no dijo nada solo estuvo sin hablar sin exigir solo ahí como alguien que sabe que algo importante está por pasar y aunque ninguno lo dijo en voz alta los tres sabían que algo los unía algo más fuerte que el pasado algo que no se podía romper tan fácil aunque todavía faltaban respuestas y problemas la mañana empezó tranquila demasiado tranquila para lo que venía rebeca había dormido bien por primera vez desde que la internaron diego se despertó junto a ella en la silla de siempre todo despeinado con los cordones de los zapatos
desatados julián entró con una bolsa de pan dulce como ya era costumbre había traído conchas un par de bolillos rellenos de frijoles y café calientito “hoy sí se ven mejor” dijo con una sonrisa rebeca le regresó la sonrisa aunque no era completa algo en sus ojos se notaba diferente más cansada más apagada diego se lanzó sobre el pan como si no hubiera comido en tres días ¿y los resultados preguntó con la boca llena mañana respondió Julián ya quiero saber dijo Diego y se quedó callado de inmediato rebeca también bajó la mirada el tema seguía siendo incómodo pero ya no se
sentía como una bomba a punto de estallar después del desayuno una enfermera entró para hacerle una revisión normal julián y Diego salieron un rato para darle privacidad bajaron a la tienda por más agua y una libreta nueva para el niño estaban en la caja cuando el celular de Julián vibró era el hospital respondió al instante sí señor Julián necesitamos que suba de inmediato rebeca tuvo una complicación julián no preguntó nada le agarró la mano a Diego y salieron corriendo subieron las escaleras más rápido que el elevador cuando llegaron al pasillo una
enfermera los detuvo ella empezó a convulsionar hace unos minutos perdió el conocimiento la están estabilizando diego no entendía nada ¿qué es convulsionar es como si el cuerpo se sacudiera solo hijo dijo Julián pero ¿por qué no lo sé julián se sentía desesperado sin poder hacer nada a los segundos salió un doctor se descompensó de golpe el cuerpo no respondió bien a uno de los medicamentos vamos a moverla a terapia intensiva julián agarró a Diego del hombro con fuerza el niño estaba blanco temblando ¿se va a morir preguntó sin
aire no no vamos a dejar que eso pase,” respondió el doctor pero no lo dijo con seguridad en ese momento pasaron dos enfermeros empujando la camilla con Rebeca iba con los ojos cerrados intubada llena de cables diego gritó su nombre pero ella no reaccionó “mamá mamá soy yo mamá.” Julián lo sostuvo para que no se tirara encima de la camilla lo siguieron hasta la puerta de terapia pero ahí ya no los dejaron pasar una enfermera los detuvo aquí no pueden entrar diego se quedó mirando la puerta cerrarse frente a él no lloró solo se quedó inmóvil con la cara
pálida julián lo llevó de regreso al cuarto no dijeron nada por varios minutos diego estaba sentado en la orilla de la cama con la vista perdida julián se agachó frente a él va a estar bien no sabes eso no pero tengo fe diego lo miró y si no despierta ¿a dónde voy a ir julián lo miró directo conmigo si las cosas se complican te vienes conmigo y si no eres mi papá no importa ya estás en mi vida ya no te dejo solo diego bajó la cabeza y se abrazó las piernas después de un rato se quedó dormido ahí mismo con la cabeza apoyada
en sus rodillas julián se quedó sentado a su lado sin moverse viendo su celular cada minuto esperando una llamada del hospital esa noche no durmió no quiso irse a casa ni a bañarse nada solo se quedó ahí sentado esperando al día siguiente temprano un doctor salió a buscarlo se estabilizó ya está consciente pero muy débil julián respiró por primera vez en horas subió de inmediato rebeca estaba despierta pero no podía hablar bien tenía la boca seca los ojos medio abiertos julián le agarró la mano todo va a estar bien ya pasó lo
peor ella apenas pudo mover la cabeza diego entró corriendo mamá ella lo miró sonrió apenas aquí estamos le dijo él aquí seguimos ella soltó una lágrima julián los vio juntos no necesitaba más pruebas ese niño era suyo aunque el papel dijera otra cosa su corazón ya lo sabía en ese cuarto entre máquinas y suspiros algo se amarró fuerte entre los tres algo que ni la enfermedad ni los años ni las mentiras iban a romper pero todavía había alguien más que no pensaba quedarse con los brazos cruzados era mediodía cuando Carolina
llegó al hospital tacones altos lentes oscuros vestido ajustado como si viniera de una alfombra roja caminaba con paso firme sin ver a nadie como si todo le estorbara llegó a la recepción y preguntó con voz fría “¿En qué cuarto está Rebeca Jiménez?” La recepcionista levantó la ceja “¿es familiar?” “Soy la prometida de Julián Aranda.
” La recepcionista dudó pero al final le dio el número del piso carolina subió sin perder tiempo cada paso que daba se escuchaba por todo el pasillo cuando llegó a la puerta del cuarto ni tocó entró como si el lugar fuera suyo rebeca estaba sentada en la cama con la bata del hospital débil pero despierta diego estaba a su lado leyendo un cuento en voz bajita en cuanto la vio entrar se quedó callado rebeca levantó la mirada confundida carolina se quitó los lentes con lentitud así que tú eres la famosa Rebeca rebeca se quedó muda diego miró a su mamá sin entender qué pasaba ¿tú quién eres preguntó Rebeca con voz suave
carolina la mujer con la que Julián se iba a casar hasta que tú apareciste rebeca tragó saliva diego frunció el seño ¿y a ti qué te importa carolina lo miró con desprecio niño mejor cállate este asunto no es contigo rebeca se incorporó como pudo no le hables así a mi hijo ah claro el hijo que quién sabe si es de Julián qué conveniente que ahora sí quieran acercarse rebeca apretó los dientes no estoy aquí por gusto no claro que no estás aquí porque sabes muy bien lo que haces te enfermas justo cuando él ya tiene una vida hecha y apareces con un niño diciendo que podría ser suyo qué
casualidad diego la miraba con odio mi mamá no es una mentirosa ah no entonces que me diga por qué nunca le habló a Julián antes ¿por qué lo dejó creer que se había ido sin decir nada ¿por qué se esconde detrás de una bata y una cama rebeca sintió que le temblaban las manos no te voy a dar explicaciones pues más vale que lo hagas porque no voy a permitir que destruyas todo lo que hemos construido años de estar con él de apoyarlo de ayudarlo en su carrera y ahora vienes tú con tu carita pálida a hacerte la víctima rebeca no podía creer lo que estaba oyendo tú fuiste la que me cerró
las puertas cuando fui a buscarlo ¿verdad yo sí tú me dijiste que él se había ido del país que tenía novia que no quería saber nada de mí no recuerdo eso tal vez lo malentendiste no me vengas con eso me lo dijiste en la cara me echaste de su oficina carolina se cruzó de brazos y si lo hice ¿y qué estaba protegiendo lo que era mío rebeca sintió un hueco en el estómago diego la miraba confundido tú hiciste que mi mamá y Julián se separaran yo hice lo que tenía que hacer ella no era buena para él y tú no eres más que un error de su pasado rebeca
agarró la mano de su hijo con fuerza lárgate de aquí no no hasta que entiendas que no te vas a quedar con él que no vas a usar a ese niño para manipularlo fuera gritó Rebeca justo en ese momento Julián apareció en la puerta miró a Carolina luego a Rebeca ¿qué está pasando aquí carolina se giró fingiendo calma solo estaba hablando con ella no tienes nada que hablar con ella claro que sí tiene que saber que no puede aparecer como si nada después de tantos años ya basta vas a dejar que me hable así te pedí que no vinieras esto no te
corresponde ¿cómo que no soy tu prometida eras carolina se quedó muda rebeca también diego miró a todos como si no entendiera nada ya no quiero seguir con esto dijo Julián estoy cansado de fingir que todo está bien cuando no lo está carolina dio un paso hacia él es por ella por esta mujer por el niño es por mí porque no quiero una vida en donde tenga que esconder lo que siento rebeca se quedó helada carolina soltó una risa sin gracia ¿sabes qué no me importa pero no creas que me voy a quedar cruzada de brazos esto no se acaba aquí julián se acercó a la
puerta salte ella se le quedó viendo unos segundos luego agarró su bolso y salió dándole un empujón a la puerta el pasillo tembló con sus pasos en el cuarto el aire quedó denso rebeca respiraba agitada diego tenía los ojos vidriosos julián se acercó a ellos ¿están bien rebeca solo asintió no tenía fuerzas para decir nada más diego se levantó de la cama fue hacia Julián y lo abrazó sin decir una sola palabra julián le puso la mano en la espalda los tres se quedaron así por un momento en ese silencio raro que viene después de un terremoto y
aunque afuera el mundo seguía igual adentro algo ya había cambiado para siempre esa misma tarde Julián no pudo quedarse tranquilo aunque había estado todo el día con Rebeca y Diego algo en su cabeza no lo dejaba en paz no paraba de darle vueltas a lo que Carolina había dicho lo que había hecho y sobre todo a ese momento que Rebeca le contó cuando fue a buscarlo y Carolina le cerró la puerta no era cualquier cosa si eso era cierto entonces todo loco que había pasado esos años fue provocado por una sola mentira
y él se lo había creído agarró el celular y marcó a Nacho su viejo amigo del despacho el que había trabajado con él desde hace años y que en algún punto fue el mismo que contrató a Carolina como asistente ¿qué onda Julián ¿todo bien más o menos ¿tienes un momento claro dime julián se levantó de la banca del hospital y salió al estacionamiento no quería que Rebeca ni Diego oyeran nada necesito que me digas algo y necesito que seas sincero siempre tú sabes cuando Rebeca y yo terminamos o bueno cuando ella se fue sin avisar ¿tú supiste algo
más ¿recuerdas si alguien le dio algún mensaje hubo un silencio del otro lado mm a ver espera eso fue hace 11 años sí mira la neta yo no supe mucho solo me acuerdo que Carolina me dijo que Rebeca había ido a buscarte un día ¿y tú la viste no carolina fue la que me contó dijo que Rebeca apareció en la oficina con cara de loca que fue una escena muy incómoda según ella Rebeca ya sabía que tú habías empezado a salir con otra persona ¿y tú le creíste pues sí ¿por qué no era la asistente de confianza además tú andabas en mil cosas
estabas viajando cada rato y nunca mencionaste a Rebeca otra vez julián cerró los ojos ¿tú crees que ella pudo haberle mentido a propósito inventado todo lo había querido decir pero Carolina nunca me cayó bien siempre se metía en temas que no le tocaban y sí sí tenía esta onda como de protegerte de todo el mundo capaz y sí capaz y se pasó de lista julián no respondió sentía que el estómago se le revolvía ¿quieres que busque los registros de entrada de ese día igual alguien más la vio sí hazlo lo que tengas va te marco en cuanto tenga algo
colgó julián se quedó ahí parado viendo al cielo como si esperara que algo le cayera encima no sabía si quería llorar o gritar entró de nuevo al hospital pero no fue al cuarto se fue directo a la cafetería se sentó solo con un café y empezó a hacer memoria recordó ese día cuando pensó que Rebeca lo había dejado sin explicación se pasó semanas esperándola luego meses sin entender y cuando quiso buscarla Carolina le dijo que ella se había mudado a otra ciudad que no quería saber nada de él que lo había superado que no insistiera y
él él lo creyó porque en el fondo tenía miedo de buscarla de que fuera verdad de que lo hubiera dejado de amar ahora todo parecía haber sido una mentira bien armada y si todo ese tiempo Rebeca pensó lo mismo ¿y si los dos se alejaron por culpa de otra persona julián se pasaba las manos por la cara cuando recibió un mensaje de voz de Nacho lo escuchó de inmediato “hermano ¿te tengo algo?” le pregunté a Claudia la recepcionista de esa época se acordó perfecto me dijo que sí que Rebeca fue a la oficina que estaba embarazada y que Carolina no la dejó pasar de hecho me dijo que escuchó parte
de la conversación carolina le dijo que tú estabas en Europa con tu nueva pareja y que no querías verla julián se quedó helado era verdad todo el enojo se le empezó a subir marcó de nuevo a Nacho ¿puedes pedirme una copia de los registros de SMS y si hay cámaras mejor va yo lo veo pero ¿qué vas a hacer no sé pero esto no se va a quedar así colgó y se quedó viendo su café ya frío cuando volvió al cuarto Rebeca dormía diego lo miró desde la esquina ¿dónde estabas hablando con alguien todo bien ahora sí me aclararon
muchas cosas diego frunció el ceño ¿como qué como que tu mamá nunca me dejó que no fue ella fue otra persona la que nos separó ¿quién julián se sentó a su lado carolina diego se quedó callado ¿por qué haría algo así porque no soportaba que yo quisiera a tu mamá y pensó que podía controlarlo todo pero no se dio cuenta de algo ¿de qué de que la verdad tarde o temprano siempre sale rebeca se movió un poco en la cama como si escuchara desde el sueño julián la miró con ternura y por primera vez en mucho tiempo sintió algo parecido a paz
pero también sabía que esto apenas empezaba carolina no se iba a rendir tan fácil julián no lo pensó mucho esa misma noche salió del hospital le pidió a Diego que se quedara con una enfermera de confianza una señora de voz dulce que ya conocía al niño rebeca seguía dormida con el rostro más tranquilo no quería asustarla ni meterla en más estrés esa conversación no era para tenerla ahí era entre él y Carolina marcó desde el coche ella contestó al segundo tono ya era hora tenemos que hablar ahora sí te interesa hablar conmigo en persona ¿dónde estás en el
departamento julián colgó manejó con rabia contenida pero sin perder la cabeza no podía permitirse explotar antes de tiempo cuando llegó Carolina ya lo esperaba en la sala estaba sentada en el sillón blanco con una copa de vino en la mano las piernas cruzadas y esa cara de superioridad que siempre usaba cuando quería aparentar que no le importaba nada ¿ya te decidiste a volver solo vine por respuestas respuestas ¿de qué estás hablando de Rebeca de Diego de ti carolina soltó una sonrisa falsa ah claro el nuevo tema de tu vida ¿por qué lo hiciste acerqué decirle a Rebeca que yo
ya no quería verla perdón no te hagas tengo testigos tengo a la recepcionista sé que ella fue a buscarme y tú la sacaste como si fuera basura carolina dejó la copa en la mesa tanto drama por eso por eso ¿te das cuenta de todo lo que causaste te estaba protegiendo Julián esa mujer no era buena para ti tú tenías que avanzar y ella solo te estancaba ¿quién eres tú para decidir eso la persona que estuvo a tu lado todos estos años la que te apoyó en todo la que te ayudó a salir adelante julián se paró frente a ella apoyarme o
manipularme te salvaste de una vida miserable tú sabes cómo vivía esa mujer en la calle sin nada yo te libré de eso no me libraste me quitaste a la persona que más quería carolina lo miró con rabia ella no te quería solo fue contigo por interés por eso nunca volvió no volvió porque tú se lo impediste tú la hiciste creer que yo estaba con otra carolina se levantó de golpe y si estabas conmigo porque tú la desapareciste ella ya no estaba Julián y tú necesitabas avanzar no podías seguir esperando a una mujer que te abandonó no me abandonó le dijiste que
me había ido le dijiste que yo no quería verla le mataste la esperanza carolina empezó a temblar tú eras mío desde el primer día yo estuve cuando tu empresa se vino abajo yo te ayudé a levantarla otra vez y por eso pensaste que podías manejar mi vida engañarme jugar con mis emociones no era un juego era amor yo te amo no es amor lo que hiciste no tiene nada que ver con amor carolina se quedó callada unos segundos luego se acercó a él julián escúchame aún podemos arreglarlo ese niño ni siquiera sabe si es tuyo no me importa ya es parte de mí carolina lo
miró con odio entonces vas a tirar todo por la borda por ellos sí por ellos por lo que me quitaron por lo que merezco recuperar carolina se mordió el labio temblando se giró caminó hasta la mesa agarró la copa de vino pero no bebió no sabes lo que estás haciendo sí lo sé estoy tomando la decisión correcta por primera vez en años carolina se quedó de espaldas a él ¿y qué esperas que haga yo nada solo quería escuchar la verdad de tu boca pues ya la tienes ¿y ahora qué ahora te dejo por completo y todo lo que hicimos juntos
fue una mentira como todo lo que me dijiste carolina no lloró solo lo vio como quien ve una oportunidad irse para siempre julián dio media vuelta tomó sus llaves y caminó hacia la puerta no me busques más salió sin esperar respuesta bajó las escaleras del edificio como si algo dentro de él se hubiera roto y al mismo tiempo liberado afuera la noche estaba fresca se subió al coche pero no arrancó se quedó ahí en silencio sintió que por fin entendía todo el pasado el dolor el vacío no fue casualidad fue manipulado controlado engañado por años y ahora ahora no
pensaba dejar que el mismo error se repitiera volvió al hospital en silencio eran casi las 2 de la mañana entró al cuarto diego dormía hecho bolita en la silla tapado con una cobija rebeca estaba despierta mirándolo desde la cama ¿todo bien preguntó ella en voz baja julián se acercó le agarró la mano ya sé la verdad ella asintió siempre estuvo ahí lo sé y no voy a dejar que nada ni nadie nos vuelva a separar rebeca no dijo nada pero por primera vez no desvió la mirada a la mañana siguiente Julián se despertó antes que todos había dormido en la misma silla donde Diego se quedaba
siempre le dolía la espalda pero no le importaba ver a Rebeca tranquila y a Diego dormido profundamente era suficiente se estiró en silencio tratando de no hacer ruido y salió a buscar algo para desayunar en la cafetería del hospital compró un jugo de naranja unos sándwiches y unas galletas cuando regresó al cuarto Diego ya estaba despierto con el cabello todo alborotado y cara de sueño ¿te fuiste preguntó rascándose un ojo solo por comida respondió Julián levantando la bolsa pensé que ya no ibas a volver julián se detuvo un segundo ¿de verdad pensaste eso no sé a veces la
gente hace eso se va julián se le quedó viendo yo no soy de esos diego bajó la mirada julián le pasó el jugo el niño lo agarró y empezó a tomar despacio “¿tu mamá sigue dormida?” preguntó Julián diego asintió sí le pusieron un suero nuevo dijo que se sentía cansada es normal va mejorando pero el cuerpo tarda diego hizo una pausa ¿y tú de niño qué hacías cuando tu mamá se enfermaba julián sonrió con tristeza no tenía mamá falleció cuando yo era muy chico diego lo miró con sorpresa ¿y tu papá trabajaba todo el día me crió una tía pero era medio seca
nunca fue muy cariñosa diego no dijo nada se sentó en la silla y empezó a comerse el sándwich ¿sabes algo ¿qué eres el primer adulto que me cae bien julián se rió bajito así de mal te han tratado los demás no pero no sé tú me escuchas no me hablas como si fuera un niño tonto julián se quedó callado un momento luego se sentó en la cama vacía de al lado ¿te puedo decir algo ajá me hubiera gustado estar desde el principio acompañarte ayudarte con la escuela enseñarte cosas como qué no sé montar bici arreglar cosas hacer aviones de papel eso me gustaría aunque ya sé
andar en bici sí sí pero la mía ya no sirve la llanta se poncha cada rato julián lo pensó vamos a arreglarla en serio sí cuando tu mamá salga de aquí la llevamos a un lugar la revisamos juntos diego lo miró con emoción pero fingiendo que no tanto va pero tú pagas julián sonríó hecho luego Diego se puso a hacer la tarea julián sacó su laptop para trabajar un rato desde ahí pero no se concentraba a cada rato miraba al niño no podía evitar preguntarse cómo habrían sido todos esos años si las cosas hubieran sido diferentes rebeca
despertó cerca del mediodía diego fue el primero en acercarse ¿quieres agua sí por favor el niño se la pasó con cuidado julián se acercó después ¿cómo te sientes mejor pero cansada julián asintió te ves mejor gracias rebeca lo miró ¿qué hicieron ustedes dos mientras dormía conectamos dijo Diego sin levantar la vista conectaron así dijo él ah con que así rebeca sonríó diego volvió a su cuaderno julián se quedó de pie junto a la cama él es increíble fuerte inteligente con mucho carácter rebeca lo miró en serio sí lo
es y lo ha sido solo julián bajó la mirada lo sé y eso me duele más todavía puedes estar si lo decides ya lo decidí no me pienso ir rebeca no respondió pero le sostuvo la mirada esa tarde Julián llevó a Diego a la tienda de enfrente a comprar colores nuevos también una libreta con dibujos para colorear no fue gran cosa pero el niño estaba feliz cuando volvieron Diego abrazó a Rebeca mira lo que me regaló rebeca lo miró a él julián encogió los hombros tenía cara de que lo necesitaba rebeca suspiró gracias por lo que sea que estés
haciendo gracias julián se acercó no es por compromiso es porque quiero porque me nace rebeca se quedó seria no sabía si creerle del todo pero algo en su voz sonaba sincero muy sincero esa noche Diego se quedó dormido con la cabeza apoyada en el brazo de Julián él lo cubrió con la cobija y se quedó quieto sin moverse como si fuera algo que no quería que se terminara ya no era una duda ya no era una sospecha era real el lazo estaba ahí formándose de a poco sin forzar sin presión como debía ser y aunque aún no tenían el resultado del ADN en el fondo
los dos ya lo sabían el cuarto estaba en silencio la tele seguía encendida pero sin volumen diego dormía con la boca entreabierta abrazando la libreta nueva que Julián le había regalado era tarde casi medianoche rebeca apenas podía dormir había estado toda la tarde observando a Julián con el niño cómo lo miraba cómo le hablaba cómo se reía y eso le movía muchas cosas por dentro cosas que no sabía si quería sentir otra vez julián estaba sentado junto a la ventana revisando algo en el celular no tenía cara de cansado tenía
cara de estar esperando y sí esperaba esperaba que Rebeca dijera algo lo que fuera ella lo llamó en voz baja julián él levantó la mirada dime ¿puedes venir un momento julián se levantó sin dudarlo se sentó en la silla junto a su cama ¿estás bien sí solo quiero hablar contigo un momento julián se acomodó se preparó para cualquier cosa te he visto con Diego estos días y también te he escuchado lo que le dices ¿cómo lo tratas no tengo palabras para agradecerte eso julián asintió no tienes que agradecerme es lo mínimo no no lo es no todos se habrían
quedado no todos habrían buscado esa conexión con un niño que apenas conocen julián bajó la mirada rebeca déjame terminar ella tomó aire quiero que sepas que sí me dolió mucho todo lo que pasó me dolió más porque yo pensé que tú habías elegido alejarte que sabías de mi embarazo y que aún así decidiste irte durante años pensé eso y eso fue como cargar una piedra en el pecho pero ahora ahora que sé la verdad no sé qué hacer con todo eso julián la miraba sin decir nada y aunque he visto tu interés tu cambio
aunque siento que estás aquí por nosotros por Diego yo no puedo julián frunció el seño que no puedes no puedo volver a abrir mi corazón no contigo no después de tanto julián se quedó mudo unos segundos ¿por qué no si los dos sabemos que lo que hubo entre nosotros no se acabó pero sí se rompió y aunque no fue tu culpa tampoco fue algo leve fueron años años sintiéndome sola con miedo sacando fuerzas de donde no tenía para sacar adelante a Diego y ahora llegas tú con todas las respuestas con toda la intención de arreglarlo todo pero no es
tan fácil no estoy aquí para arreglarlo todo estoy aquí para acompañarte para estar contigo pero yo no sé si quiero eso julián la miró fijamente de verdad no quieres que me quede ¿de verdad prefieres que me aleje rebeca lo dudó su voz bajó no quiero ilusionarme no quiero que Diego se ilusione porque no sé si esto va a durar julián se acercó un poco no estoy jugando no vine a probar si puedo vine porque quiero estar y no me importa si el niño es mío o no ya lo quiero y a ti también rebeca apretó las manos sobre la cobija es que yo ya no soy la misma ya
no soy esa mujer con sueños con planes ahora solo quiero sobrevivir no tengo espacio para historias bonitas no tengo tiempo para enamorarme otra vez julián sintió que le apretaban el pecho no te estoy pidiendo que me ames ahora solo que me dejes quedarme eso es más difícil julián se quedó en silencio luego se paró está bien si eso quieres me voy no no me refiero a que te vayas del hospital me refiero a no seguir con la idea de nosotros puedes estar con Diego él te necesita pero yo yo no no puedo julián bajó la cabeza entiendo se giró para salir del
cuarto cuando abrió la puerta se quedó parado unos segundos solo quiero que sepas que aunque no me dejes entrar a tu vida de nuevo yo no me voy a alejar de él rebeca asintió no dijo nada más julián salió en silencio en el pasillo se apoyó en la pared cerró los ojos no lloró pero sintió que algo le dolía no por orgullo no por rabia le dolía porque esta vez él sí quería hacerlo bien y no lo estaban dejando en el cuarto Rebeca lo escuchó cerrando la puerta no lloró tampoco pero en el fondo le costaba respirar porque parte de ella sí quería
que él se quedara pero tenía miedo mucho miedo diego seguía dormido movió un poco la cabeza rebeca lo miró y pensó en él solo en él siempre era él y eso no iba a cambiar aunque el corazón le pidiera otra cosa carolina no lloró cuando Julián cerró la puerta y se fue no hizo berrinche no gritó no rompió nada solo se quedó ahí parada en la sala con la copa de vino en la mano mirando hacia la nada como si estuviera calculando en su cabeza todos los movimientos que tenía que hacer y sí los estaba calculando sabía que lo había perdido pero también sabía cómo herir y
cuando Carolina se sentía herida no se quedaba callada buscó su celular marcó a un número que tenía guardado bajo el nombre falso de contador Leo aunque no era contador ni se llamaba Leo bueno oye te tengo un trabajito quiero que me ayudes a hacer una denuncia ¿contra quién contra Julián Aranda ¿por qué por desvío de dinero evasión fiscal o lo que tú puedas armar quiero que le congelen las cuentas el lin 105 tipo dudó unos segundos eso es serio te voy a pagar bien lo único que quiero es que le den un susto quiero que
pierda el control de todo que se dé cuenta que no puede borrarme de su vida como si yo fuera basura déjame revisar unos documentos y mañana te aviso hazlo y rápido colgó y se quedó sonriendo una sonrisa torcida de esas que no muestran felicidad sino rencor al día siguiente mientras Julián estaba en el hospital con Diego y Rebeca recibió una llamada del banco señor Aranda llamamos para confirmar que su cuenta fue bloqueada temporalmente por una orden judicial julián se quedó en silencio ¿qué sí es parte de una revisión del SAT hay una denuncia en curso mientras tanto todas
sus operaciones están suspendidas julián colgó sin decir mucho llamó a su abogado de inmediato tenemos un problema en menos de dos horas la noticia ya estaba en varios portales de internet empresario millonario bajo investigación por fraude fiscal aunque no había pruebas claras la sola acusación era suficiente para ensuciar su nombre julián estaba furioso no por el dinero por la intención sabía perfectamente quién estaba detrás fue a una de las salas de espera vacías del hospital y llamó directamente a Carolina ¿qué
hiciste nada que no pudiera hacer ¿me estás acusando de fraude solo estoy haciendo lo que tú hiciste conmigo sacarte del camino julián no lo podía creer estás loca y tú eres un hipócrita pensaste que podías dejarme y correr detrás de una mujer que te abandonó hace años tú hiciste que me alejara de ella tú manipulaste todo ¿y no te gustaba cuando yo resolvía los problemas bueno ahora te resolví otro rebeca ya no va a querer estar con alguien manchado por la ley julián apretó los dientes esto te va a estallar en la cara eso ya lo veremos y
colgó julián lanzó el teléfono sobre la mesa y respiró hondo sabía que tenía que pensar con calma ir con prisa no iba a servir cuando volvió al cuarto Diego lo notó raro todo bien sí hijo solo tuve un día difícil diego lo miró serio no te vayas no me voy a ir lo prometo rebeca también lo notó ¿qué pasó nada que no pueda resolver pero necesito tiempo ¿y si necesitas dinero para el hospital julián la miró no te preocupes nada va a faltar pero ya no tenía cómo pagar al menos no por ahora no podía mover un solo peso esa noche se quedó despierto
hablando con su abogado el proceso iba a tomar semanas quizás meses lo peor era que sus inversiones estaban congeladas también nada de lo que tenía podía tocarse y eso significaba una cosa clara ya no tenía cómo cubrir los gastos de Rebeca al día siguiente habló con ella esperó a que Diego saliera al baño rebeca tengo que decirte algo ¿qué pasa me congelaron las cuentas me metieron en un problema legal rebeca frunció el ceño ¿quién carolina ¿cómo sabes que fue ella porque la conozco porque esto no es coincidencia rebeca se quedó en silencio
¿y ahora qué vas a hacer voy a solucionarlo pero necesito tiempo y mientras tanto ¿ya no puedes pagar el hospital julián asintió rebeca respiró hondo no te preocupes voy a arreglármelas no no no quiero que vuelvas a pasar por eso déjame encontrar una solución ya bastante estás haciendo no es suficiente si lo es solo cuídate no dejes que te destruyan yo estoy bien la que me preocupa eres tú rebeca sonrió débil ya estoy acostumbrada julián bajó la cabeza se sentía impotente por primera vez en 196 mucho tiempo estaba haciendo las cosas bien y aún así todo se le venía encima
mientras tanto Carolina miraba desde su departamento las noticias en el celular todo salía como lo había planeado la sonrisa le duró poco porque no sabía que alguien estaba por meterse donde menos lo esperaba y esa persona no iba a jugar limpio pasaron tres días tres días donde todo fue cuesta arriba julián ya no podía mover dinero no podía pagar los estudios de Rebeca ni las medicinas ni siquiera los jugos del hospital sus tarjetas eran rechazadas en todos lados y se molestaba en marcarlas diego seguía sin saber lo que
pasaba rebeca en cambio sí lo sentía la enfermera que le llevaba los medicamentos se detuvo en seco una mañana señorita necesitamos que actualicen el pago para seguir con el tratamiento pensé que Julián lo estaba cubriendo él tiene un problema con el banco pero la cuenta ya llegó al límite rebeca asintió no dijo nada esperó a que saliera cerró los ojos respiró hondo y se quedó pensando en qué podía hacer afuera en el pasillo Julián hablaba con su abogado estoy vendiendo el departamento lo puse en manos de una agencia en
cuanto entre algo lo movemos julián no es tan fácil la gente ya leyó los titulares te están viendo como un tipo tóxico para hacer negocios y entonces ¿qué hago ¿me cruzo de brazos no pero tienes que entender que esto puede tomar semanas tal vez meses ella no tiene meses entonces busca un plan B no tengo familia no tengo a quien más pedirle ¿y tus socios la mayoría se borró cuando empezó el escándalo el abogado hizo una pausa déjame ver qué puedo hacer desde acá pero tienes que preparar a Rebeca para cualquier
cosa julián colgó se quedó en medio del pasillo con cara de no saber qué hacer diego salió del cuarto en ese momento comiéndose un chocolate ¿qué haces aquí parado pensando en qué en cómo resolver algo que se complicó diego se quedó serio es por el dinero julián lo miró sorprendido ¿cómo sabes te escuché hablar por teléfono y vi cómo rechazaron tu tarjeta cuando compraste los medicamentos julián bajó la mirada no quería que te preocuparas no soy tonto solo soy niño pero no soy tonto julián se agachó para estar a su nivel estoy intentando
arreglarlo y si no puedes entonces vamos a buscar otra forma pero no te voy a dejar solo ni a ti ni a tu mamá diego se quedó callado luego le tendió la mano te creo pero no te rindas julián la apretó con fuerza esa noche Rebeca no quiso cenar no tenía hambre se sentía agotada pero también sabía que no era solo el cuerpo era la mente el miedo el agobio no saber qué pasaría al día siguiente julián entró con una botella de agua la dejó sobre la mesa ¿comiste algo no no quiero Rebeca necesitas comer y tú necesitas dejar de preocuparte por todo ¿cómo no me voy a
preocupar porque ya no depende solo de ti ya no puedes con todo pero quiero intentarlo rebeca lo miró ¿y qué pasa si no puedes ¿qué pasa si todo esto termina y tú quedas con las manos vacías prefiero quedarme sin nada que dejarte sola otra vez no quiero que te destruyas por mí julián se sentó junto a la cama ya estoy destruido lo único que me mantiene en pie es estar aquí con ustedes rebeca bajó la mirada no quería llorar pero se le estaban saliendo las lágrimas yo no sé cuánto más voy a durar Julián me lo dijeron necesito
tratamiento y si no llega puedo colapsar otra vez no va a pasar eso ¿y cómo lo sabes porque no me voy a rendir no todo depende de ti pero lo que sí dependa de mí lo voy a hacer en ese momento tocó la puerta una trabajadora social disculpe señorita Jiménez ¿podemos hablar un momento sí claro la mujer entró con una carpeta en la mano estuvimos revisando su caso sabemos que ha tenido problemas para cubrir el tratamiento rebeca asintió quiero decirle que hay un programa de ayuda del hospital pero necesitamos que firme unos papeles para poder
evaluarla rebeca los tomó sin decir nada gracias la mujer salió julián miró a Rebeca ¿lo vas a hacer sí no puedo dejar que esto avance más y si no te aprueban pues será lo que tenga que ser esa noche Julián no volvió al hospital no porque no quisiera sino porque se quedó en la agencia de bienes raíces hablando con el dueño le dijo que estaba dispuesto a vender el departamento muy por debajo del precio original si eso aceleraba el proceso “dame una semana” le dijo el agente “no tengo una semana entonces dame tres días voy a mover cielo mar y tierra.”
Julián asintió salió de ahí sintiéndose menos poderoso que nunca ya no era el empresario que todos querían ahora era solo un tipo con una vida hecha pedazos tratando de salvar lo único que aún le importaba en el hospital Rebeca firmó los papeles diego dormía ella lo miró un rato luego se tapó con la cobija cerró los ojos y se dijo a sí misma que pase lo que pase no iba a rendirse aunque se sintiera rota aunque por dentro ya no tuviera fuerza afuera la noche era silenciosa pero por dentro todo era una tormenta esa mañana Rebeca se levantó con un dolor raro no físico era otro
tipo de dolor uno que venía de pensar y pensar sin parar miró a Diego dormido en la otra camita julián no había venido en toda la noche ella sabía por qué lo estaban aplastando por todos lados y aún así no se movía de su lugar no se rendía pero ella sí sentía que ya no podía más la trabajadora social entró con una carpeta en la mano señorita Jiménez ya revisamos sus papeles y lamentablemente no califica para el programa de ayuda hay un límite de cupo y usted no entró rebeca asintió sin decir nada la mujer se disculpó y salió rebeca no lloró pero por dentro algo se
rompió se recostó otra vez se tapó hasta el cuello y se quedó mirando al techo como si buscara una señal diego se despertó una hora después mamá aquí estoy hijo ¿dónde está Julián no sé tal vez fue a trabajar ¿y si no vuelve rebeca se le quedó viendo va a volver siempre vuelve pero no le dijo que no estaba segura que había tomado una decisión que podía cambiarlo todo ese mismo día cuando Diego salió a caminar con una enfermera Rebeca pidió un teléfono marcó un número que tenía guardado desde hacía años un contacto
que nunca pensó volver a usar bueno licenciado Medina soy Rebeca Jiménez rebeca ¿cuánto tiempo necesito ayuda urgente dime tengo pruebas contra una persona que acaba de arruinarle la vida a Julián Aranda una mujer que lleva años manipulando todo usted me dijo una vez que si tenía algo importante lo llamara lo recuerdo ya tengo algo no sé si va a servir pero no tengo otra opción dime qué tienes rebeca respiró hondo hace años esa mujer Carolina me hizo firmar un documento falso me dijo que era para cerrar un asunto legal que tenía Julián me metió miedo me dijo que
si no firmaba él iría preso yo no entendía mucho y firmé pero ahora veo que usó eso para dejarlo vulnerable ¿tienes el documento sí lo guardé por miedo está en una caja en casa le puedo pedir a una vecina que lo saque ¿y estás dispuesta a declarar sí pero necesito que esto ayude él está en problemas por mi culpa por no haber hablado antes dame un par de horas voy para allá rebeca colgó se sintió mareada pero al mismo tiempo con un poco de alivio sabía que estaba metiéndose en algo grande pero también sabía que si no
hacía esto ahora no lo iba a hacer nunca esa tarde cuando Julián por fin llegó al hospital se le notaba más cansado que nunca ¿cómo estás preguntó Rebeca podría estar mejor ¿comiste algo no no tengo hambre ven siéntate julián se sentó junto a la cama necesito decirte algo julián frunció el ceño ¿qué pasó llamé a un abogado ¿para qué para entregarle una prueba que puede limpiar tu nombre julián abrió los ojos ¿qué prueba una hoja que firmé hace años carolina me presionó me amenazó me dijo que era por tu bien pero ahora entiendo que solo
estaba dejándote sin defensa ¿y por qué nunca dijiste nada porque tenía miedo miedo de volver a meterme en tu vida miedo de que no me creyeras miedo de que me vieras como un problema julián se levantó ¿y ahora ¿por qué ahora sí rebeca lo miró directo porque ya no puedo más con esta culpa y porque aunque no estemos juntos no voy a permitir que pierdas todo por algo que yo callé esto te puede meter en problemas no me importa y si te afecta con Diego ya me afectó todo pero si esto sirve para que tú salgas de esta lo voy a hacer julián se acercó gracias rebeca
cerró los ojos no me des las gracias solo recupérate sálvate haz tu vida y cuida a Diego eso es todo lo que te pido julián la abrazó sin decir nada y por primera vez en días Rebeca se permitió llorar no de miedo sino de alivio el licenciado Medina llegó esa misma noche se llevó el documento tomó la declaración y le aseguró que al día siguiente empezarían los trámites ah a ser duro pero vamos a probar que todo fue manipulado.
” Le dijo rebeca asintió ya no tenía fuerzas para pensar en el después solo en ese momento en ese pequeño acto que podía hacer la diferencia en la noche Diego le preguntó si todo estaba bien va a estar hijo no te preocupes julián va a estar bien sí gracias a ti y tú Rebeca le sonrió yo siempre voy a estar mientras tú estés el niño la abrazó y en silencio sin decirle nada Rebeca supo que ese era su último favor su forma de limpiar el camino su sacrificio para que los demás siguieran aunque ella se sintiera cada día más lejos de poder hacerlo dos semanas después Julián
estaba sentado en una sala fría con paredes blancas y sillas incómodas a su lado su abogado no paraba de revisar papeles enfrente estaba el fiscal dos asistentes y más al fondo Carolina traía un traje beige el cabello perfectamente peinado y esa cara de yo no fui que ya le conocía pero esta vez no le iba a servir el juez entró todos se pusieron de pie y comenzó la audiencia julián no quitaba la vista de ella sabía que por fin había llegado el momento el abogado del Estado empezó con el resumen de la denuncia que Carolina
había presentado en su contra hablaba de fraude evasión fiscal y uso indebido de recursos pero lo decía con tono neutro como quien lee un papel sin tener idea del fondo cuando terminó el juez giró hacia la defensa ¿tiene algo que presentar el abogado de Julián se paró tranquilo sacó una carpeta y la puso sobre la mesa sí su señoría queremos presentar un documento firmado por la señorita Rebeca Jiménez donde se demuestra que la señorita Carolina González manipuló su nombre usó papeles falsificados y además intimidó a un testigo con amenazas para lograr un
control ilegal sobre el patrimonio del señor Julián Aranda carolina se quedó tiesa el juez frunció el ceño tiene cómo comprobar eso sí aquí está la declaración firmada los documentos originales y los registros de mensajes que confirman que Carolina usó información privada para presentar una denuncia falsa el juez revisó la carpeta pasó página tras página sin apurarse carolina empezó a mover una pierna con nerviosismo no hablaba pero estaba a punto de explotar señorita González ¿tiene algo que decir ante esto?” preguntó el juez ella se acomodó el saco
todo eso es falso esa mujer está enferma no es estable la declaración se tomó con presencia de abogados y notario “está verificada” interrumpió el abogado de Julián carolina apretó los labios ella me odia solo quiere destruirme ¿y por qué lo haría porque Julián está obsesionado con ella siempre lo estuvo señorita no estamos aquí por temas personales estamos viendo una denuncia falsa con documentos manipulados yo no los falsifiqué entonces ¿quién carolina se quedó callada se le iba la fuerza de la voz el fiscal habló por primera vez hemos revisado las cuentas del señor
Aranda no hay movimientos sospechosos no hay evasión todo está limpio de hecho encontramos pruebas de que la cuenta bloqueada tenía pagos constantes al hospital donde está internada la señora Jiménez la intención siempre fue ayudar el juez cerró el expediente miró a Carolina con seriedad en base a los documentos las declaraciones y los registros vamos a levantar los cargos contra el señor Aranda y procederemos con una investigación formal contra la señorita González por falsedad de declaraciones manipulación de documentos y daño Moral Carolina soltó un no puede ser en voz
baja julián no dijo nada solo apretó los puños el juez se levantó la audiencia se levanta julián salió del lugar sin mirar atrás su abogado le palmeó el hombro se acabó ya puedes recuperar todo y ella que se defienda a mí ya no me importa afuera el sol le pegaba de frente por primera vez en semanas sentía que podía respirar el celular vibró era un mensaje de Diego ya acabó lo del juzgado julián respondió “Sí ya acabó todo ganaste sí y ahora puedes venir por nosotros julián sonríó ya voy en el hospital Rebeca lo esperaba sentada en la silla del cuarto ya no estaba conectada a tantos cables se veía más
fuerte más viva ¿y bien preguntó se acabó la acusaron a ella a mí me limpiaron el nombre rebeca soltó el aire que traía atorado y ahora ahora vamos a pagar todo como debe ser y tú vas a mejorar y después después no lo sé pero ya no voy a soltarlos aunque yo no quiera estar contigo aunque sea solo para verlos bien ya no voy a desaparecer diego entró corriendo ya estás libre ya ya no van a quitarte tus cosas no ya podemos comer pizza julián se rió sí hoy lo que ustedes pidan rebeca los miró no sabía si reír o llorar no sabía
si el dolor que traía dentro se iba a ir algún día pero en ese momento entre las voces de los dos entre las miradas entre la calma que no sentía desde hacía años supo que por fin algo había cambiado y que esta vez el miedo no iba a decidir por ella el alta médica de Rebeca llegó tres días después del juicio salió del hospital en silla de ruedas con una sudadera que le prestó Julián el pelo recogido y cara de cansancio no decía mucho pero se le notaba la paz diego iba cargando una mochila medio rota con los cuadernos ropa y unos cuantos dibujos que había
hecho mientras su mamá estaba en recuperación julián empujaba la silla sin dejar de mirar a los dos no hablaba pero estaba ahí siempre ahí subieron al coche diego se subió adelante julián ayudó a Rebeca a entrar atrás ¿a dónde vamos preguntó ella a casa ¿a cuál a la que tú digas yo no tengo casa Julián tú lo sabes entonces a la mía por ahora no creo que sea buena idea solo por unos días mientras te repones rebeca no contestó no tenía fuerzas para pelear además no tenía otra opción en el camino Diego hablaba de lo que quería
cenar que si pizza que si tacos que si helado julián lo escuchaba con una sonrisa rebeca miraba por la ventana en silencio cuando llegaron al departamento Julián bajó primero abrió la puerta ayudó a Rebeca a entrar y se quedó parado en medio de la sala “está igual que hace años” dijo ella “no cambié mucho todo se ve ordenado intento mantenerlo así.
” Diego se lanzó sobre el sillón y prendió la tele como si ya fuera su casa julián y Rebeca lo miraron y se rieron al mismo tiempo “se adapta rápido” dijo ella “sí es increíble.” Se sentaron los tres a cenar pidieron pizza como había pedido Diego había un ambiente raro no era tenso pero tampoco relajado era como si los tres supieran que algo estaba pasando pero nadie quería ser el primero en decirlo al día siguiente Rebeca se quedó dormida en el sillón viendo una película con Diego julián la tapó con una cobija y se quedó un rato mirándola no era la misma mujer
de antes pero seguía siendo ella y si algo había aprendido era que cuando uno quiere de verdad acepta todo lo bueno lo malo y lo que aún no se sabe cómo arreglar en la mañana desayunaron juntos rebeca comió poco pero ya tenía más color necesito buscar trabajo dijo de repente no te preocupes por eso sí me preocupo no voy a quedarme aquí como una carga no eres una carga igual voy a buscar está bien pero primero recupérate no quiero que Diego piense que vivimos de ti diego ya sabe que estamos juntos en esto y sabe que yo estoy aquí porque quiero no porque me siento obligado ¿tú
quieres estar aquí sí rebeca bajó la mirada se hizo un silencio ¿y qué somos ahora preguntó ella julián se quedó pensando “Somos lo que tú quieras que seamos.” ¿Y tú qué quieres quiero que seamos familia que volvamos a empezar que no vivamos de lo que pasó sino de lo que podemos construir y si sale mal entonces al menos lo intentamos y si me vuelvo a enfermar ahí voy a estar ¿y si no te puedo dar nada más que esto?” dijo tocándose el pecho como señalando que no le quedaba más que su cariño julián la miró con los ojos
firmes “entonces eso es todo lo que necesito.” Rebeca se acercó lo abrazó no fue un abrazo intenso ni largo fue uno suave uno que decía más de lo que mil palabras podían decir diego los vio desde la cocina no dijo nada solo sonrió esa tarde salieron los tres a caminar fueron al parque de la colonia julián llevó una pelota diego corrió como loco rebeca caminaba despacio pero con una sonrisa que ya no parecía prestada ¿hace cuánto no salías así preguntó él años ¿y cómo se siente extraño pero bonito se sentaron en una banca mientras Diego jugaba con otros niños julián sacó
una bolsita de dulces que había comprado en la tiendita le ofreció uno a Rebeca gracias no es por los dulces es por quedarte rebeca lo miró no te prometo nada no sé si esto va a durar no me prometas solo quédate ella asintió y por fin dejó de tener miedo esa noche cuando Diego se fue a dormir Julián y Rebeca se quedaron en la sala hablaron como antes de cosas simples de tonterías de música de lo que les gustaba y ya no era como volver a conocerse pero sin máscaras sin prisas sin mentiras y cuando se hizo tarde Julián se levantó
voy a dejarte descansar ¿vas a dormir aquí preguntó ella sí en el sillón en donde tú digas rebeca sonrió quédate aquí pero solo esta noche hecho julián apagó la luz se recostaron sin tocarse pero en paz por primera vez sin ruido en la cabeza solo el sonido de Diego roncando a lo lejos y el corazón latiendo al mismo ritmo reconstruirse no era fácil pero ya estaban empezando habían pasado ya dos semanas desde que Rebeca salió del hospital las cosas en casa de Julián se sentían cada vez más normales diego ya
tenía su cuarto su rutina sus horarios rebeca iba mejorando poco a poco había días en los que se sentía sin fuerza pero la mayoría eran buenos no hablaban mucho del futuro solo vivían el día y eso era suficiente una tarde de sábado mientras veían una película juntos en la sala sonó el timbre julián se levantó a abrir no esperaba a nadie cuando abrió la puerta se encontró con un hombre de unos 40 años moreno con una carpeta bajo el brazo tenía la cara seria pero no agresiva solo firme ¿tú eres Julián Aranda sí ¿quién eres tú mi nombre es Héctor Murillo y en qué
puedo ayudarte necesito hablar contigo y con Rebeca es importante julián frunció el ceño ¿de qué se trata es sobre Diego julián sintió como se le apretó el pecho ¿qué pasa con Diego solo por favor llama a Rebeca julián dudó luego se giró rebeca ven un momento ella llegó a la puerta con una bata encima y el cabello recogido al ver al hombre se quedó congelada no puede ser héctor la miró directo tenemos que hablar no tú no puedes venir ahora no puedes aparecer así ¿qué está pasando preguntó Julián héctor respiró hondo hace 10 años Rebeca y yo tuvimos una relación corta
muy corta pero fue intensa yo la busqué cuando me enteré que estaba embarazada pero ella ya no vivía en el mismo lugar eso no es cierto dijo ella rápido tú sabías dónde vivía no me dejaste acercarme me sacaste de tu vida porque tú mismo me dijiste que no querías saber nada que no estabas listo tenía miedo pero eso no cambia nada vine porque quiero saber la verdad y porque si Diego es mi hijo quiero estar en su vida julián no podía creer lo que estaba oyendo ¿qué estás diciendo estoy diciendo que tal vez yo soy el
papá de Diego rebeca cerró los ojos no es momento ¿cómo que no es momento gritó Julián ¿estás diciendo que existe la posibilidad de que él no sea mi hijo cuando me enteré del embarazo tenía dudas había estado con Héctor una vez justo antes de volver contigo pero como desapareciste como me dejaste sola pensé que era tuyo y luego cuando vi a Diego crecer tan parecido a ti me convencí ¿y nunca te hiciste una prueba no no quería saber no quería confundir más las cosas héctor sacó un sobre este es el resultado de una prueba que hice por mi cuenta conseguí un cepillo
de Diego cuando lo vi con una vecina en la calle hace una semana julián se lo arrebató de las manos rebeca gritó no tenías derecho tengo todo el derecho soy posible padre eso no justifica que le robes algo al niño julián abrió el sobre lo leyó con las manos temblando se quedó callado unos segundos ¿qué dice?” preguntó Rebeca julián no contestó solo le extendió el papel ella lo leyó y se cubrió la boca diego bajó las escaleras en ese momento frotándose los ojos “¿qué pasa ¿quién es él?” Julián no podía hablar héctor dio un paso al frente “hola Diego mi nombre es Héctor
tal vez soy tu papá.” El niño lo miró confundido ¿qué todo está bien hijo dijo Rebeca con voz temblorosa no entiendo estamos hablando de algo importante él es mi papá entonces no lo sé aún dijo Rebeca ¿y tú preguntó mirando a Julián julián respiró hondo se agachó frente a Diego no importa lo que diga un papel yo estoy aquí y si tú me quieres aquí no me voy a ir diego no respondió se giró subió las escaleras y se encerró en su cuarto rebeca lo siguió corriendo en la sala Julián y Héctor se quedaron solos yo no vine a quitarte nada solo
quiero saber si puedo formar parte y ahora sí ¿estás listo después de 10 años sí me equivoqué pero quiero arreglarlo buena suerte porque si algo le pasa a ese niño por tu culpa no te lo voy a perdonar no vine a pelear pues aquí no vas a encontrar calma julián se fue hacia la puerta y la abrió lárgate héctor se fue sin decir nada más julián cerró la puerta con rabia subió las escaleras tocó la puerta de Diego ¿puedo pasar no julián apoyó la frente en la puerta estoy aquí y no me voy rebeca lo alcanzó en el
pasillo ¿qué vas a hacer ahora lo que he hecho desde que empezó todo esto no soltarlo rebeca lo abrazó sin pensarlo lloró en su hombro perdóname ya no importa el pasado solo importa lo que hagamos ahora y de ahí nadie más nos saca
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