Durante una cena romántica en un restaurante de lujo, un millonario es sorprendido por una niñita sucia y asustada que entra corriendo al salón y le susurra algo impactante:
“Tío, ella envenenó tu pastel.”
En cuestión de segundos, todo cambia. Él intercambia los platos y horas después sucede algo que lo deja en shock.
Esa noche todo parecía perfecto. Ramiro había planeado la cena con cuidado. Reservó la mejor mesa del restaurante más exclusivo de la ciudad, uno de esos lugares donde ni siquiera los meseros levantan la voz y cada plato parece una obra de arte. Llevaba un traje oscuro a la medida, su reloj de lujo brillaba bajo la luz cálida del salón, y todo en él gritaba que era un hombre exitoso.
Jimena, su novia desde hace casi un año, lucía espectacular: vestido rojo, tacones altos, maquillaje impecable y esa sonrisa que a Ramiro siempre le parecía irresistible. Se sentaron frente a frente, rodeados de copas de cristal y manteles blancos, sin una sola arruga. Él la miraba embobado mientras ella hablaba de sus planes para el verano, de una escapada romántica a Europa o tal vez a las playas del Caribe. Ramiro apenas escuchaba los detalles, pero asentía con la cabeza, encantado con la idea de pasar más tiempo con ella.
Todo se sentía bien, cómodo, tranquilo. Incluso el pastel que habían pedido de postre ya estaba sobre la mesa, decorado con frutas y crema, tan bonito que daba lástima cortarlo. Era la típica noche en la que uno se siente afortunado.
Pero justo cuando Ramiro iba a tomar el tenedor para darle el primer bocado al pastel, algo cambió. El ambiente se rompió como si alguien hubiera reventado un globo. Una niña de unos 7 años apareció de la nada entre las mesas. Estaba sucia, descalza y con la ropa hecha trizas. Nadie sabía cómo había entrado. Los meseros se quedaron paralizados, y un par de clientes la miraron con cara de asco, como si su sola presencia arruinara la elegancia del lugar.
Ramiro también la miró desconcertado. La niña se acercó directo a su mesa, sin miedo, con los ojos bien abiertos, como si no le importara lo que pensaran de ella. Cuando estuvo justo al lado de él, habló bajito, pero con fuerza suficiente para que solo él la oyera:
“Tío, ella envenenó tu pastel.”
Fue como si alguien le echara un balde de agua helada encima. Ramiro se quedó tieso, sin saber si acababa de alucinar o si esa frase había salido de verdad de la boca de la niña. ¿Qué había dicho? ¿Que Jimena había envenenado el pastel? ¿Eso era una broma, un juego raro, una trampa?
Antes de que pudiera decirle algo, la niña dio media vuelta y salió corriendo entre las mesas. Nadie la detuvo, nadie dijo nada. Era como si todo hubiera pasado solo para él.
Jimena se levantó segundos después. Sin notar nada raro, dijo que iba al baño y se fue con su bolso colgando del brazo, moviéndose con la misma elegancia de siempre. Ramiro se quedó solo mirando el pastel. Le temblaban las manos. Miró a su alrededor, intentando encontrar a la niña, pero ya no estaba. Pensó en levantarse, en salir tras ella, pero algo lo detuvo.
Volteó a ver el pastel otra vez. Recordó las palabras: “Envenenó tu pastel.” No sabía si creerlo, si pensar que era una locura, si solo era una coincidencia, pero algo en su estómago se revolvía. De repente, todo el encanto de la noche se había ido al demonio. Lo que antes era una cena perfecta ahora se sentía como una trampa.
Miró los platos, los cubiertos, la copa de vino todo respiró profundo y tomó una decisión sin hacer ruido cambió discretamente los platos puso su pastel en el lugar de Jimena y el de ella frente a él nadie lo vio no fue difícil lo hizo en menos de 10 segundos luego se recargó en la silla y fingió que nada había pasado jimena regresó con una sonrisa y preguntó si ya había probado el postre ramiro negó con la cabeza y le dijo que estaba esperándola ella se sentó tomó el tenedor y empezó a comer sin dudar ramiro la miraba con el corazón a 1000 por hora ella hablaba como si nada le hacía bromas le decía que el pastel estaba
delicioso que debían pedir otra copa de vino él apenas podía contestar solo pensaba en lo que acababa de hacer y si la niña tenía razón y si Jimena de verdad había puesto algo en el pastel ¿por qué ¿para qué ¿quién era realmente esa mujer con la que había compartido tantos momentos en el último año ¿qué había estado pasando sin que él se diera cuenta no podía dejar de mirar su rostro su sonrisa sus gestos todo parecía tan normal tan real pero ahora había una duda metida en su cabeza como una espina imposible de
sacar trató de mantener la calma se forzó a comer aunque cada bocado le sabía a plomo pensó en mil cosas al mismo tiempo quiso parar la cena irse corriendo pero también necesitaba respuestas ¿y si todo era una confusión ¿y si alguien quería jugarle una mala broma el resto de la cena fue una mezcla de tensión y sonrisas fingidas jimena nunca notó nada raro ramiro hizo todo lo posible por disimular aunque por dentro sentía que se estaba volviendo loco no dijo nada sobre la niña no preguntó nada esperó a que terminaran y pidió la cuenta al salir del restaurante Jimena
se colgó de su brazo como siempre sin sospechar que algo había cambiado ramiro no sonríó caminó en silencio hasta el auto mientras su cabeza seguía dando vueltas la imagen de la niña no se iba esa cara llena de miedo esa voz temblorosa esas palabras que no podía sacar de su mente tío ella envenenó tu pastel ramiro se quedó mirando el pastel como si fuera una bomba a punto de estallar tenía el tenedor en la mano pero no podía mover los dedos el restaurante seguía igual la música suave de fondo la gente riendo bajito en otras mesas los meseros yendo
y viniendo como si nada hubiera pasado pero para él todo se detuvo sentía que el corazón le golpeaba tan fuerte en el pecho que cualquiera lo podía oír no entendía lo que acababa de pasar una niña que apareció de la nada con la cara llena de tierra y los pies descalzos acababa de decirle que su novia había envenenado su pastel así de golpe sin rodeos lo dijo mirándolo a los ojos y luego desapareció como si se la hubiera tragado el suelo era absurdo increíble pero también tan directo que no podía ignorarlo jimena seguía en el
baño él tenía segundos para reaccionar no pensó mucho solo actuó tomó el plato de ella y lo puso frente a él luego tomó el suyo y lo movió al lugar de Jimena trató de que no se notara pero sus manos temblaban tanto que la copa de agua casi se cae al moverla se quedó mirando los platos como si fueran una trampa y si la niña solo estaba jugando y si alguien más la mandó para arruinarle la noche ¿y si simplemente había escuchado mal pero no él lo había oído bien esa frase retumbaba una y otra vez en su cabeza tío ella envenenó tu pastel ningún niño se inventa algo así
sin una razón no con ese tono no con esa mirada pasaron 2 minutos tal vez tres el tiempo se sentía más lento ramiro se estiró un poco giró la cabeza buscó a la niña por todo el restaurante no estaba nadie parecía haberla seguido ni los meseros ni el guardia de la entrada ni siquiera los clientes más cercanos como si nunca hubiera entrado era real fue un delirio alguien más la vio se levantó apenas un poco para asomarse entre las mesas con la esperanza de verla salir corriendo por alguna puerta nada el lugar seguía como siempre tranquilo fino
silencioso como si todo eso no tuviera sentido ahí dentro cuando Jimena volvió del baño Ramiro ya estaba otra vez en su lugar tenía la cara pálida pero sonríó fingió que todo estaba bien ella se acomodó el cabello se sentó le lanzó una broma sobre lo elegante que estaba el lugar dijo algo del espejo del baño de una señora que le preguntó por su labial él apenas la escuchó se obligó a poner atención no podía actuar raro no quería que ella sospechara la vio tomar el tenedor y hundirlo en el pastel sin pensarlo lo llevó a su boca masticó
sonró dijo que estaba buenísimo que el chef sabía lo que hacía ramiro fingió reír tomó su tenedor también cortó un pedazo del pastel que tenía ahora frente a él pero no se lo llevó a la boca lo dejó en el plato dijo que quería dejar espacio para el café ella no le dio importancia él pensaba en la niña en esa cara chiquita llena de miedo pensaba en cómo lo había mirado como si le estuviera dando la última advertencia jimena seguía hablando dijo algo del fin de semana que podrían ir a Valle de Bravo quedarse en una cabaña ramiro solo asentía con la cabeza por dentro estaba hecho un lío
tenía miedo de estar exagerando de estar imaginando cosas pero también sabía que no podía tomarse a la ligera lo que acababa de pasar se miró las manos le sudaban el reloj marcaba las 9:30 todavía faltaba que trajeran el café un camarero se acercó y preguntó si todo estaba bien ramiro le dijo que sí lo dijo sin pensar como si no tuviera fuerzas para decir otra cosa la cena siguió su curso ramiro no podía concentrarse quería levantarse salir del lugar encontrar a la niña y hacerle 1 preguntas ¿de dónde venía cómo sabía lo del pastel ¿por qué lo había buscado a él
pero no podía hacer nada sin despertar sospechas así que se quedó ahí mirando a Jimena a esa mujer que hasta hace una hora le parecía perfecta ahora todo en ella le parecía falso incluso su risa incluso la forma en que se tocaba el cuello mientras hablaba todo le sonaba distinto algo se había roto y él lo sabía no importaba si al final no había veneno no importaba si la niña se equivocó o mintió ramiro ya no podía ver a Jimena igual ahora tenía una duda sembrada y esa duda no iba a irse tan fácil pagaron la cuenta jimena salió del restaurante
tomada del brazo de Ramiro hablando de lo bonita que fue la noche de que deberíamos hacer esto más seguido él no respondió sonríó apenas afuera el aire era fresco ramiro miró hacia la calle buscó otra vez alguna señal de la niña algo que le confirmara que no estaba volviéndose loco pero no había nadie solo el ruido de los coches las luces de los edificios y el reflejo de su rostro en el vidrio del auto subieron arrancaron y se fueron pero Ramiro ya no era el mismo que había llegado esa noche al restaurante algo en su interior había cambiado para siempre jimena volvió del baño como si
nada caminaba tranquila con esa seguridad que siempre tenía en lugares caros su perfume llegó antes que ella ramiro apenas la miró cuando se sentó se veía relajada hasta feliz se acomodó el vestido revisó el celular un segundo y luego lo guardó él trató de no mirarla tanto no sabía cómo actuar tenía la cabeza hecha un lío el estómago revuelto el corazón como un tambor pero tenía que aparentar que todo estaba bien si ella notaba algo raro en su cara todo podía salir mal jimena agarró el tenedor y cortó otro pedazo
del pastel le brillaban los ojos hizo un comentario sobre lo bonito que estaba el restaurante decorado sobre la música algo así ramiro apenas se asintió ella comió sin notar nada se llevó el pastel a la boca como si fuera lo más normal del mundo sonríó dijo que estaba riquísimo que la fruta estaba fresca y la crema perfecta que este tipo de lugares valía cada centavo ramiro se obligó a sonreír pero por dentro estaba en alerta mirando cada uno de sus gestos esperando algo un cambio una reacción rara cualquier señal de que lo que había dicho la niña era verdad pero no pasó
nada jimena siguió comiendo tranquila hablando de cosas sin importancia Ramiro fingió que también comía movía el tenedor cortaba pedazos pero no se los metía a la boca de vez en cuando lo hacía rebotar en el plato para que sonara como si estuviera entretenido con el postre le preguntó a Jimena si quería más vino por seguir la conversación ella dijo que no que con una copa era suficiente luego se quedó mirando el pastel como si ya estuviera satisfecha pero volvió a comer un poco más él se quedó en minente silencio viendo cómo lo
hacía sentía que cada segundo se alargaba la tensión le estaba matando el cuello y los hombros pero seguía sonriendo seguía con el show llegó el momento incómodo cuando el mesero volvió y les preguntó si querían café ramiro dudó ella también se miraron un momento jimena dijo que tal vez un expreso para cerrar la noche pero luego dijo que no que mejor otro día ramiro pensaba en mil cosas al mismo tiempo quería irse ya quería salir a buscar a esa niña necesitaba respuestas no podía seguir ahí en esa silla con ese pastel enfrente fingiendo que no estaba pasando
nada sentía que se iba a ahogar si se quedaba un minuto más así que inventó algo le dijo a Jimena que tenía que hacer una llamada urgente que era del trabajo puso cara de preocupación y se levantó sin esperar respuesta ella apenas levantó una ceja se encogió de hombros y dijo que lo esperaba ramiro caminó directo hacia la salida del restaurante sintiendo que las piernas no le respondían cruzó la puerta y salió al aire fresco de la noche respiró profundo afuera la ciudad seguía con su ruido sus luces sus taxis
pasando sacó el celular del bolsillo solo por disimular lo miró sin marcar a nadie caminó unos pasos mirando a todos lados buscándola la niña no estaba ni rastro ni en la banqueta ni en la esquina ni en los coches estacionados se asomó por donde estaba el contenedor de basura por si se había escondido nada sentía que todo se le venía encima se apoyó en una pared y cerró los ojos pensó en la cara de Jimena mientras comía el pastel y si no había nada y si la niña estaba confundida y si todo esto solo era una coincidencia extraña pero al mismo tiempo ¿y si sí ¿y
si de verdad alguien quería hacerle daño ¿por qué ¿por dinero ¿por venganza ¿por qué Jimena si es que era ella estaba atrapado en una tormenta de ideas y lo peor era que no podía contarle a nadie si decía algo sin pruebas todo se le podía venir abajo si Jimena no era culpable él iba a quedar como un paranoico pero si sí lo era entonces debía moverse con cuidado no podía arriesgarse a que ella supiera que estaba en 1900 siento alerta miró otra vez hacia la calle un señor en bicicleta pasó lento un coche tocó el claxon a lo lejos nada más la niña seguía sin
aparecer ramiro empezó a caminar despacio por la acera como si buscara señal para el celular en realidad no quería volver al restaurante todavía necesitaba pensar pero no podía demorarse mucho si se tardaba Jimena iba a salir a buscarlo o peor iba a sospechar y si todo era cierto entonces cada segundo que ella pasaba sola era peligroso para él para lo que venía después se quedó parado en la esquina viendo su reflejo en el vidrio de una tienda cerrada el traje que llevaba puesto le quedaba perfecto el cabello peinado con gel todo en su lugar pero la cara la
cara no mentía se veía tenso confundido con miedo volvió a guardar el celular y regresó al restaurante con pasos lentos en la entrada uno de los meseros lo saludó ramiro apenas respondió con un gesto se preparó para volver a sentarse frente a ella a seguir actuando a fingir que no pasaba nada pero ahora ya no estaba seguro de poder aguantar mucho más esa noche parecía que todo había quedado atrás salieron del restaurante jimena se reía de algo que vio en su celular y Ramiro manejaba en silencio con las manos apretadas al volante ella hablaba de que
la noche había sido linda que tenían que repetirlo pronto que el pastel estaba delicioso ramiro solo decía que sí que claro que luego lo veían no podía pensar en otra cosa más que en lo que pasaría después tenía mil preguntas dando vueltas pero ninguna respuesta el recuerdo de la niña lo tenía atrapado pero todo se volvió mucho más raro cuando llegaron al departamento de Jimena ramiro la dejó en la puerta pero ella le dijo que subiera un rato que al menos tomaran una copa antes de dormir él dudó pero aceptó
tal vez quería verla un poco más seguirla observando se sentaron en el sillón del departamento ella puso música bajita y sirvió vino todo era igual de siempre pero algo no encajaba jimena se quitó los tacones se recostó en el sillón y empezó a hablar de cosas del trabajo de una compañera que la envidiaba de una junta que tenía el lunes de lo cansada que estaba ramiro la miraba fijamente como buscando una pista algo que le confirmara que sí era capaz de hacer lo que la niña había dicho pasaron unos 20 minutos jimena se levantó para ir a la
cocina a buscar hielo para el vino desde donde estaba Ramiro la veía de perfil abriendo el refri sacando la cubeta y fue en ese momento que todo se volvió un caos jimena se tambaleó primero fue un paso inseguro luego la cubeta cayó al suelo el hielo se regó por todas partes ella se llevó la mano al pecho como si no pudiera respirar dio dos pasos más y se desvaneció cayó de lado con un golpe seco que hizo eco en todo el departamento ramiro se paró de inmediato corrió hasta ella le hablaba pero no respondía le tocó la cara las manos
estaban frías le gritó su nombre pero nada sin pensarlo la cargó como pudo y la metió al coche no le importó el tráfico ni los semáforos manejaba como loco esquivando autos tocando el claxon sudando la llevó al hospital más cercano llegó a urgencias tocando el claxon bajó del coche y gritó por ayuda varios enfermeros salieron con una camilla en cuestión de segundos ya estaban dentro médicos luces puertas automáticas preguntas rápidas él contestaba lo básico nombre edad si tenía alguna enfermedad si tomó algo dijo que habían salido a cenar nada más
no sabía qué más decir no podía contar todo no todavía lo dejaron esperando en una sala pequeña con olor a desinfectante el reloj marcaba casi la 1 de la mañana ramiro se frotaba las manos caminaba en círculos no podía quedarse quieto el corazón no le bajaba tenía miedo pero también rabia si Jimena de verdad había intentado envenenarlo y terminó comiéndose el pastel eso significaba que alguien estaba dispuesto a todo por hacerle daño y si no era cierto si todo era una coincidencia entonces ¿por qué estaba
ella así después de casi una hora un doctor salió ramiro se paró de inmediato el médico tenía cara seria le dijo que Jimena estaba estable pero que había sufrido una intoxicación severa que estaban haciendo pruebas para saber qué sustancia tenía en la sangre pero que no era una simple alergia ni comida en mal estado algo estaba mal muy mal ramiro sintió que le bajaba la sangre preguntó si estaba fuera de peligro el doctor dijo que por ahora sí pero que tenían que esperar los resultados del laboratorio le pidió que se quedara
disponible por sí necesitaban algo más ramiro asintió con la garganta cerrada volvió a sentarse no sabía qué hacer tenía que tomar decisiones iba a contarle a la policía lo que la niña le dijo iba a decir que tal vez su novia intentó matarlo no no podía no sin pruebas lo mirarían como un loco lo más que podía hacer era esperar y eso lo mataba quería saber qué sustancia encontraron quería saber si era algo real si el veneno existía porque eso lo cambiaría todo porque entonces lo que pasó en el restaurante no había sido una alucinación había sido una advertencia real una enfermera se acercó y le
preguntó si era el familiar ramiro dijo que sí ella le pidió que firmara unos papeles para el ingreso lo hizo sin mirar luego preguntó si podía verla la enfermera dijo que no por ahora que estaba en observación le ofreció un café de máquina ramiro lo aceptó lo necesitaba se sentó otra vez con el vasito caliente entre las manos dio un sorbo y se quedó mirando la pared sin ver nada tenía la cabeza llena de imágenes de ideas de preguntas pensó en la niña en su cara en esa frase tan clara tío ella envenenó tu pastel y
ahora Jimena estaba en una camilla conectada a sueros monitores y tubos no sabía si sentirse culpable o aliviado no sabía si estaba metido en algo grave o en una pesadilla sin sentido solo sabía una cosa ya no podía quedarse quieto tenía que buscar a esa niña tenía que saber por qué lo salvó ¿quién era ¿qué había visto exactamente porque lo que estaba pasando no podía ser solo una coincidencia no después de esa cena no después de ese desmayo no después de esa palabra veneno a la mañana siguiente Ramiro seguía sentado en la misma sala de espera del
hospital no había dormido nada no podía cada vez que cerraba los ojos veía la cara de Jimena desmayándose escuchaba el golpe contra el suelo y luego se repetía en su cabeza la voz de la niña todo le daba vueltas el café de máquina se le había terminado hacía rato y el aire acondicionado del hospital lo tenía con las manos frías apenas amanecía cuando una doctora salió y le dijo que Jimena estaba consciente ramiro preguntó si ya sabían que tenía la doctora le dijo que todavía esperaban el reporte completo pero que había rastros
de una sustancia tóxica en el cuerpo no podían dar más detalles hasta tener el resultado exacto pero ya con eso el protocolo era avisar a la policía ramiro se quedó en shock un segundo le preguntó si eso era necesario y la doctora respondió que sí que por ley tenían que hacerlo cuando hay sospecha de veneno él solo asintió sin discutir se sintió atrapado como si una red invisible le apretara el cuello no tenía forma de evitarlo iban a investigar y eso podía ser bueno o muy malo dependiendo de lo que se supiera después tenía que pensar rápido poco después llegaron dos
agentes no venían con uniforme pero traían identificación hablaron primero con la doctora luego con una enfermera y después se acercaron a Ramiro le pidieron unos minutos para hacerle unas preguntas fueron amables pero firmes lo llevaron a una sala aparte pequeña con una mesa y dos sillas le ofrecieron agua él dijo que no uno de los policías sacó una libreta el otro solo lo observaba ¿me puede decir cómo se dio todo le preguntaron ramiro respiró profundo dijo que habían salido a cenar que todo iba bien que comieron
pastel que después fueron al departamento de ella y que en un momento se desmayó sin razón les dijo que la llevó al hospital de inmediato que no sabía qué había pasado fingió estar confundido dijo que no creía que fuera veneno que tal vez fue algo en mal estado una alergia no sé los policías anotaban todo sin mirarlo mucho a los ojos uno le preguntó si ella había comido algo raro si había tomado pastillas si estaba enferma ramiro respondió que no que hasta donde él sabía estaba bien que no entendía nada no dijeron mucho más le dijeron que tenían que seguir con la
investigación que iban a hablar con ella en cuanto pudieran le agradecieron su tiempo y lo dejaron salir ramiro volvió al pasillo se sentó en la misma silla sacó el celular pero no lo usó miraba la pantalla sin hacer nada por dentro sentía que estaba a punto de explotar había algo en todo eso que no cuadraba si los doctores ya sabían que había veneno entonces la niña decía la verdad pero ¿por qué nadie más la había visto ¿por qué nadie en el restaurante decía nada tenía que encontrarla no había de otra si alguien sabía qué pasó realmente era
ella decidió salir del hospital por un rato le dijo a la recepcionista que volvería en una hora tomó su coche y se fue directo al restaurante donde todo había empezado llegó casi a las 9 de la mañana el lugar todavía estaba cerrado pero había empleados limpiando por fuera ramiro se acercó a uno de ellos un tipo joven que barría la entrada oye anoche entró una niña chiquita descalza ¿tú la viste el tipo lo miró raro como si no entendiera una niña no no recuerdo a ninguna aquí no entra gente así hay seguridad ramiro insistió le describió cómo era que tenía el cabello sucio que
entró corriendo el muchacho negó con la cabeza y siguió barriendo ramiro entró al restaurante habló con el encargado le explicó que anoche mientras cenaba una niña entró por el salón el encargado un señor serio revisó las cámaras vieron el video juntos el restaurante tenía varias cámaras una en la entrada principal otras en el comedor revisaron minuto por minuto nada en el momento exacto donde la niña se apareció en su recuerdo el video mostraba a Ramiro solo sentado mirando al frente no había niña ni rastro nada ni entrando ni
saliendo ramiro sintió que se le apretaba el pecho estaba volviéndose loco y si de verdad lo había imaginado todo y si el miedo le jugó una mala pasada y si la intoxicación de Jimena no tenía nada que ver pero entonces ¿cómo explicaba la sustancia ¿cómo explicaba que todo coincidiera salió del restaurante sin decir una palabra más subió al coche se quedó sentado sin arrancar cerró los ojos repasó cada segundo recordaba su cara su voz su ropa rota no podía ser falso esa niña existía la vio le habló y le advirtió eso no se lo inventó así que
decidió buscarla como fuera empezó por caminar por las calles cercanas al restaurante fue por las banquetas se asomó a callejones preguntó a un señor que vendía dulces si había visto a una niña así anoche nadie sabía nada todo el mundo le daba la misma respuesta no no vimos nada no pasó nada empezaba a sentir frustración como si el mundo entero estuviera en su contra pero no pensaba rendirse después de una hora se topó con un señor muy flaco de barba larga y gorra vieja sentado junto a una bolsa de botellas vacías lo saludó le dio unos
billetes y le preguntó por la niña le describió todo otra vez el señor lo miró con los ojos entrecerrados sí sí sé quién es se llama Valeria a veces duerme cerca del puente pero se mueve mucho no tiene papás nadie la cuida ramiro se quedó congelado ¿dónde la puedo encontrar con suerte en la casa vieja esa que está detrás del mercado pero no siempre está a veces se esconde ramiro le dio más dinero anotó la dirección que le explicó el señor no sabía qué iba a encontrar ahí pero por fin tenía algo alguien más la conocía no estaba loco la niña era
real y ahora tenía que encontrarla cueste lo que cueste ramiro volvió al restaurante a eso de las 11 con la cara cansada y el mismo saco arrugado que llevaba desde la noche anterior no había dormido no había comido y lo único que tenía en la cabeza era encontrar a esa niña si ella no existía entonces él estaba mal muy mal pero si existía si todo fue real entonces necesitaba respuestas entró al lugar con paso firme fue directo a la barra y le habló al mismo mesero que lo había atendido anoche le preguntó por la
niña otra vez el mesero negó con la cabeza igual que antes se lo juro señor aquí no entró nadie si alguien así hubiera cruzado la puerta el de seguridad lo habría anotado hay cámaras hay reglas ramiro pidió ver al gerente el mismo de la otra vez le explicó todo de nuevo palabra por palabra cómo la niña apareció entre las mesas cómo le dijo lo del pastel cómo luego desapareció el gerente se le quedó viendo como si tuviera delante a un tipo al borde de un ataque lo llevó a la oficina de nuevo pusieron las cámaras revisaron
todo en el momento exacto en que Ramiro recordaba a la niña en el video solo aparecía él sentado mirando hacia adelante no había nadie más ni una sombra ni un movimiento raro nada las demás mesas seguían ocupadas todo parecía normal y aquí” dijo Ramiro apuntando con el dedo a la pantalla aquí fue cuando ella me habló estaba justo al lado mío el gerente lo miró y luego volvió a ver el video la cámara mostraba el mismo segundo desde otro ángulo ramiro estaba solo ni una figura ni rastro de niña el gerente suspiró
mire no quiero faltarle al respeto pero usted está seguro de lo que vio ramiro cerró la boca se tragó la respuesta no iba a discutir con él no tenía cómo demostrar nada salió del restaurante con las manos en los bolsillos y la cabeza hirviendo caminó despacio por la banqueta sin saber bien a dónde ir miraba a todos lados tratando de encontrar alguna pista un rostro una figura algo que le dijera que no se estaba volviendo loco pasó por un par de puestos cerrados por una panadería que apenas abría por la entrada de un estacionamiento donde un tipo barría con cara de sueño nadie tenía idea de lo que
buscaba ramiro sintió que la ciudad lo ignoraba que todo seguía a su ritmo normal mientras él se ahogaba en una pesadilla pero no se iba a rendir no podía tenía que encontrarla llegó a una calle con negocios viejos grafitis en las cortinas metálicas y botes de basura en las esquinas ahí vio a un hombre sentado en la banqueta junto a una bolsa llena de latas aplastadas tenía barba larga gorra sucia una chamarra rota parecía un vagabundo alguien que vivía ahí ramiro se le acercó con cuidado oiga disculpe estoy buscando a una niña chiquita flaquita de unos 7 años ayer
andaba por aquí pelo largo ropa sucia no la ha visto el hombre lo miró con los ojos entrecerrados no respondió de inmediato ramiro metió la mano en el bolsillo y sacó unos billetes no muchos pero suficientes se los mostró sin decir nada el hombre los tomó los guardó en el calcetín y luego habló sí creo que sé quién dice a veces pasa por aquí se llama Valeria ramiro se tensó ahí estaba un nombre ¿dónde puedo encontrarla el vagabundo se rascó la barba como pensando no siempre anda por el mismo lado es lista se esconde pero tiene un lugar donde a veces duerme una
casa abandonada por el mercado la que tiene los vidrios rotos y los muros rallados está lejos a 10 cuadras más o menos si quiere lo llevo ramiro lo dudó por un segundo pero luego dijo que sí tenía que intentarlo caminaron juntos por calles cada vez más sucias el vagabundo conocía todos los atajos iban entre pasillos callejones zonas donde los techos parecían a punto de caerse pasaron por debajo de un puente y luego subieron por una calle empinada ramiro trataba de no perderlo de vista el tipo caminaba lento pero seguro después de 20 minutos llegaron frente a
una construcción vieja con ventanas rotas y la puerta colgando de un lado era una de esas casas que nadie se atreve a habitar donde el polvo se mezcla con él olor a humedad y los gatos caminan como si fueran los dueños el vagabundo se paró en la banqueta y señaló con la barbilla ahí es si no está espérela a veces vuelve en la tarde ramiro sacó más dinero se lo dio sin decir nada el hombre lo guardó en una bolsa de plástico y se fue sin mirar atrás ramiro se quedó solo frente a la casa el viento movía una cortina sucia que colgaba en una de las ventanas se acercó despacio pisando con cuidado
para no hacer ruido empujó la puerta estaba abierta el interior era oscuro con muebles rotos latas vacías y ropa tirada por todos lados avanzó un poco más mirando cada rincón hasta que la vio sentada en un colchón sucio en una esquina estaba ella la misma niña la del restaurante tenía los brazos cruzados y lo miraba sin moverse no dijo nada solo lo miró ramiro se detuvo no sabía cómo empezar estaba ahí frente a ella pero las palabras se le atoraban valeria preguntó al fin ella no respondió lo seguía mirando con esos ojos enormes cansados como si lo conociera desde
siempre como si supiera todo lo que iba a decir ramiro tragó saliva yo necesito que me digas que viste esa noche ella bajó la mirada por un segundo luego volvió a levantarla no dijo nada todavía pero ya no parecía tener miedo ramiro dio un paso más hacia ella con cuidado valeria seguía sentada en ese colchón lleno de manchas abrazando sus rodillas con la cara medio sucia y los pies descalzos la luz que entraba por una ventana rota apenas iluminaba su cara no parecía asustada pero tampoco se movía lo observaba en silencio como si
estuviera decidiendo si confiar en él o no no te voy a hacer nada” dijo Ramiro con la voz baja “solo quiero que me digas lo que viste esa noche en el restaurante.” Valeria no contestó enseguida se quedó en silencio unos segundos más como si estuviera repasando todo en su cabeza luego sin dejar de mirarlo habló con voz suave pero firme yo estaba en la puerta no me dejaban entrar pero me escondí entre los arbustos donde tiran las cajas vacías desde ahí se ve adentro ramiro asintió despacio se acercó a una silla rota y se
sentó frente a ella sin presionarla valeria miró al suelo un segundo luego continuó vi cuando ustedes se sentaron ella tenía un bolso rojo grande lo puso sobre la silla cuando tú volteaste a ver tu celular ella abrió el bolso y sacó un frasquito era chiquito como de gotas lo apretó con cuidado y echó algo en el pastel después lo guardó rápido como si nada ramiro sintió que el estómago se le apretaba la niña lo decía sin drama como si estuviera contando algo normal pero cada palabra le daba vueltas en la cabeza no quería interrumpirla así que la dejó
seguir cuando la vi hacer eso me dio miedo pensé que era algo malo no sabía si era veneno pero se me hizo raro nadie hace eso con la comida y tú ni cuenta te diste por eso entré solo quería avisarte ramiro se frotó la cara con las dos manos no sabía qué decir era verdad todo lo que temía todo lo que se venía imaginando ahora estaba saliendo de la boca de una niña que vivía entre basura y colchones viejos no estaba loco ella lo vio confirmaba todo ¿estás segura que era ella que fue Jimena valeria lo miró con una ceja levantada claro que sí
tenía un vestido rojo pelo largo bien peinada estaba sentada enfrente de ti no hay duda ramiro se quedó callado tragó saliva pensaba en la cara de Jimena en cómo había fingido todo en cómo sonreía mientras hablaban de viajes mientras lo miraba a los ojos con esa cara tan segura y al mismo tiempo había hecho eso había intentado matarlo por alguna razón lo había querido fuera del camino lo peor era que no tenía idea de por qué no entendía qué motivo tenía solo sabía que casi lo logra ¿tú me crees preguntó Valeria bajito ramiro levantó la cabeza la vio a
los ojos sí te creo valeria asintió como si eso fuera todo lo que necesitaba luego se volvió a abrazar las piernas pensé que nadie me iba a hacer caso por eso no dije nada más me escondí yo no quería problemas ramiro sintió un nudo en la garganta esa niña le había salvado la vida y ahora estaba ahí sola sin nadie que la protegiera viviendo en un lugar que ni siquiera tenía puerta miró alrededor la casa estaba llena de restos de comida botellas vacías papeles sucios una esquina olía a orina y ahí dormía ella cada noche como si fuera lo más normal del mundo ¿y tus
papás preguntó con cuidado valeria bajó la mirada se quedó callada unos segundos mi mamá murió hace un año dejó de despertar un día no tengo papá o sí pero nunca lo conocí ella decía que era un hombre rico pero que nunca quiso saber de mí ramiro sintió un golpe en el pecho pero no dijo nada la historia era dura no sabía si era verdad pero tampoco era el momento de dudar lo importante ahora era saber qué hacer con todo esto ¿te gustaría salir de aquí le preguntó de pronto valeria lo miró raro como si no
entendiera ¿a dónde ¿a un lugar mejor ¿a comer algo a dormir en una cama de verdad ducharte no sé algo más limpio ella lo pensó no dijo que sí de inmediato lo miró con desconfianza ¿y por qué harías eso ramiro no supo que responderle no podía decirle que se sentía culpable ni que le debía la vida ni que no tenía idea de qué más hacer así que solo se encogió de hombros porque me ayudaste y porque no mereces estar aquí sola valeria no respondió pero tampoco dijo que no solo se levantó despacio del colchón buscó una mochila vieja en un rincón y
la abrazó no tenía casi nada solo una cobija doblada una muñeca sin ojos y un suéter lleno de hoyos ramiro la miraba sin saber qué hacer era demasiado para procesar pero ya había tomado una decisión no iba a dejarla ahí vamos dijo al fin y salieron juntos de esa casa caminando lento uno al lado del otro bajo el sol de la mañana que ya empezaba a calentar las calles sucias de la ciudad ramiro no podía creer lo que acababa de pasar caminaba por la banqueta con Valeria a su lado como si fuera su hija aunque ni siquiera sabía si ella confiaba en él de verdad iban en
silencio él no sabía qué decir y ella tampoco preguntaba nada la ciudad seguía igual con los coches pasando la gente apurada los ruidos típicos de un día común pero para él no era un día cualquiera no después de todo lo que esa niña le acababa de contar cada palabra suya le había dado forma a lo que Ramiro solo sospechaba jimena había intentado matarlo y ahora todo tenía sentido valeria tenía el suéter viejo colgándole de un brazo la mochila colgando de un lado y los zapatos si así se le podían llamar eran dos pedazos de tela amarrados con un cordón caminaba sin quejarse como si estuviera
acostumbrada a andar así ramiro la miraba de reojo no entendía cómo una niña tan pequeña podía tener esa fuerza esa calma le había salvado la vida sin pedir nada a cambio eso era lo que más lo tenía sacudido pararon en una tienda ramiro compró agua un paquete de galletas dos tortas de jamón y unas papas ella no dijo nada solo se sentó en la banqueta abrió la bolsa con cuidado y empezó a comer como si llevara días sin probar nada lo hacía despacio sin hacer ruido sin desesperarse pero se notaba el hambre ramiro se sentó junto a ella sin
tocar su comida solo la miraba pensaba en todo lo que estaba pasando en lo rápido que cambió su vida desde aquella cena en cómo una niña salió de la nada a decirle la verdad cuando nadie más podía “¿no quieres más?” le preguntó cuando vio que guardaba un pedazo de torta valeria negó con la cabeza es para después dijo sin mirarlo ramiro asintió no insistió se quedó callado otro rato ¿por qué entraste al restaurante soltó de pronto ella tragó lo que tenía en la boca y levantó la vista porque me dio coraje tú no te dabas cuenta de nada y ella lo hizo muy
rápido creyendo que nadie la veía pero ¿cómo sabías que yo te iba a creer valeria se encogió de hombros no lo sabía solo quería intentarlo ramiro no supo qué decir se quedó mirando hacia la calle sin hablar la niña lo había arriesgado todo entrar a un restaurante así vestida como estaba no era fácil la podían haber corrido gritado incluso golpeado pero lo hizo igual y ahora él tenía una deuda enorme con ella se levantaron y caminaron un poco más ramiro decidió que no podía llevarla a su casa no todavía no tenía cabeza para explicar nada si alguien lo veía
con ella ni siquiera sabía qué haría al día siguiente lo único que le salía natural en ese momento era protegerla así que buscó el hotel más decente que encontró por ahí uno que no hiciera muchas preguntas no era de lujo pero estaba limpio y tenía lo necesario pidió una habitación con dos camas pagó por adelantado el recepcionista los miró raro pero no dijo nada ramiro firmó con otro nombre no quería dejar rastros subieron al cuarto valeria entró con los ojos bien abiertos no decía nada pero se notaba
que era la primera vez que pisaba un lugar así caminó despacio miró la televisión las toallas dobladas el baño tocó la cama como si fuera de otro mundo ramiro la dejó tranquila se metió al baño se lavó la cara con agua fría y se miró al espejo tenía las ojeras marcadas la barba desordenada la mirada ida no se reconocía cuando salió ella estaba sentada en la cama con los pies colgando se había quitado los zapatos rotos y tenía las piernas llenas de raspones ramiro buscó el control de la tele y se lo dio ve lo que
quieras ella asintió no preguntó nada puso un canal de caricaturas pero ni lo miraba estaba cansada se le notaba ramiro se sentó en la otra cama y respiró profundo no sabía qué iba a hacer mañana ni pasado no sabía si debía ir a la policía si debía buscar a Jimena enfrentarla denunciarla todo eso estaba flotando en su cabeza pero no tenía fuerza para decidir nada solo sabía que no podía dejar a Valeria sola no tienes que preocuparte por mí” dijo ella de pronto sin dejar de mirar al frente “no quiero dinero no me robes no me lleves a la policía solo quiero
dormir tranquila comer y ya.” Ramiro la miró esa frase lo partió era una niña apenas y ya hablaba como si viviera a la defensiva todo el tiempo como si estuviera esperando que todos la traicionaran no te voy a hacer daño” le respondió solo quédate aquí esta noche mañana vemos qué hacer ella no dijo nada más solo se acostó de lado abrazando su mochila la televisión seguía encendida pero ya no prestaban atención ramiro apagó la luz se echó en la cama y miró al techo mil cosas en la cabeza la imagen de Jimena los doctores los
policías la cámara sin grabación de la niña y ahora eso una niña dormida al lado como si fuera su responsabilidad de toda la vida cerró los ojos pero no pudo dormir todo seguía girando en su mente sabía que tenía que tomar una decisión pronto pero todavía no estaba listo todavía no dos días después Ramiro entró al hospital con el estómago hecho nudo no sabía por qué lo hacía no tenía que ir nadie se lo exigía podía haber llamado mandado flores cualquier cosa pero ahí estaba caminando por ese pasillo largo con paredes blancas
cargando una bolsa con unas galletas una botella de agua y una revista de moda todo falso todo parte del show llegó hasta la habitación de Jimena la puerta estaba entreabierta tocó suavemente con los dedos adentro estaba despierta recostada con la cabeza levantada por dos almohadas tenía una bata azul el cabello recogido y la cara pálida lo vio entrar y sonríó débil ramiro “Hola ¿cómo te sientes?” preguntó él haciendo el papel jimena se encogió de hombros cansada mareada todavía pero viva ramiro se acercó le dio la bolsa le acomodó una silla al
lado fingía calma en su cabeza todo seguía girando la niña el pastel la grabación de las cámaras la casa abandonada pero su cara decía otra cosa su cara mostraba preocupación ternura afecto era un actor y lo sabía tal vez el mejor papel de su vida te traje unas cosas le dijo sacando la botella y la revista no sabía si tenías hambre pero al menos para que te distraigas un rato jimena lo miraba como si él fuera lo mejor que le había pasado en el día eso lo revolvía por dentro tenía que respirar hondo para no mostrar nada gracias no tenías que venir seguro estás
ocupado no digas eso me asustaste muchísimo apenas y dormí ella sonrió de nuevo cerró los ojos unos segundos no me acuerdo bien qué pasó todo fue muy rápido solo sé que me empecé a sentir mal pensé que era la cabeza luego ya no supe más ramiro asintió la miraba estudiando cada gesto si mentía lo hacía bien pero él no se dejaba llevar por la cara recordaba perfectamente lo que Valeria le había contado la había visto sacó el frasco del bolso lo echó en el pastel no había duda pero ahí estaba acostada en una cama débil preguntándose qué pasó
y él tenía que fingir que todo era confusión los doctores dicen que fue una intoxicación tal vez los mariscos el camarón que venía con el arroz ¿te acuerdas jimena abrió los ojos hizo una mueca ¿tú también comiste eso no ramiro negó con la cabeza rápido no yo pedí carne por eso no me afectó supongo que algo estaba mal ella se quedó pensativa unos segundos luego dijo algo que le pareció raro no recuerdo haber pedido camarones ramiro tragó saliva tal vez no lo notaste a veces los chefs los mezclan con el arroz ya sabes esos lugares caros hacen cosas raras
ella lo miró con los ojos entrecerrados como si algo no le cerrara pero no dijo más se recostó otra vez respiró hondo pensé que me iba a morir de verdad sentía que me ahogaba ramiro apretó los dientes por dentro por fuera le tomó la mano y la sostuvo unos segundos ya pasó ¿estás bien eso es lo importante ella sonrió una sonrisa chiquita pero sincera eso le provocó un escalofrío estaba mintiendo con esa misma sonrisa o de verdad no se acordaba de nada ¿y si no había sido ella ¿y si alguien más la obligó no lo sabía lo que
sí sabía era que no podía confiar en nada de lo que dijera ni una sola palabra la policía vino” preguntó ella de pronto “sí” respondió él sin pensarlo “me hicieron preguntas querían saber qué habías comido ¿dónde fue?” les conté todo “nada raro es rutina” dicen “¿y qué les dijiste?” “Lo de los mariscos lo que creímos ¿qué era Jimena?” Se quedó en silencio como si pensara si eso tenía sentido luego asintió no volvió a tocar el tema cambió la conversación a otra cosa preguntó si el restaurante seguía abierto si los iban a demandar si alguien más se sintió mal
ramiro le dijo que no sabía que no había oído nada más no quería meterse en más detalles pasaron unos minutos hablando de cosas sin importancia el clima las noticias una influencer que ella seguía ramiro se obligaba a seguir la corriente sonreía cuando debía asentía pero en su cabeza lo único que hacía era repasar cada movimiento de esa noche la forma en que ella fue al baño cómo volvió y comió sin sospechar que el plato había sido cambiado el momento exacto en que se desmayó todo estaba grabado en su mente después de casi una hora ella
empezó a cabecear tenía sueño él se paró y le acomodó la sábana le dijo que la dejaría descansar y que volvería más tarde ella asintió medio dormida ya “gracias por venir” dijo ella con la voz bajita ramiro solo le sonrió salió de la habitación sin mirar atrás cerró la puerta con cuidado y caminó por el pasillo sin apurarse cuando llegó al ascensor se quedó un segundo frente al espejo se miró no tenía expresión era como si se hubiera vaciado por dentro presionó el botón bajó en silencio con los brazos cruzados ya afuera del hospital tomó el celular tenía varias llamadas perdidas
una de ellas era de Valeria desde un número desconocido él había comprado un celular solo para ella con saldo y todo y se lo había dado antes de dejarla en el hotel le había dicho que no saliera que esperara pero ahora la niña lo había llamado algo quería decirle algo urgente ramiro marcó de regreso mientras caminaba a su coche no sabía que le esperaba pero estaba seguro de una cosa esto no se había terminado desde que salió del hospital Ramiro supo que ya no podía seguir dejando todo a la suerte no podía quedarse esperando a ver qué pasaba algo le decía que si no empezaba a moverse
rápido Jimena se le iba a adelantar y si de verdad era ella quien quiso matarlo tenía que estar preparando su próximo paso así que lo primero que hizo fue irse directo a su departamento no para descansar no para bañarse sino para sentarse frente a la computadora abrir una libreta nueva poner el celular en silencio y empezar a armar un rompecabezas hasta ese momento Ramiro había creído casi todo lo que Jimena le había contado desde que empezaron a salir que era de Guadalajara que estudió mercadotecnia
que sus papás se separaron cuando era niña que vivió un tiempo en Cancún que había trabajado en una agencia de publicidad todo sonaba real nada parecía sospechoso incluso conocía a un par de amigos de ella pero eran conocidos lejanos gente con la que solo convivía en fiestas o eventos nunca se metió a fondo nunca revisó si era verdad todo eso no tenía por qué hasta ahora abrió su correo buscó viejas conversaciones viejos mensajes donde ella le hablaba de su vida leyó cada uno buscando detalles después se metió a
internet empezó a buscar su nombre completo en redes sociales en registros en foros nada muy raro al principio pero luego encontró un hilo en un foro de denuncias vecinales donde alguien mencionaba una estafa en una empresa chica de Monterrey decía que una mujer con el mismo nombre que Jimena había desaparecido con dinero de la caja fuerte y que nunca más la vieron no había fotos pero el detalle de la historia coincidía con algo que ella le había contado una vez que vivió 6 meses en Monterrey por trabajo pero que no le fue bien y se
regresó ramiro copió el nombre de la empresa y lo buscó en Facebook después de saltar entre varias publicaciones viejas encontró una foto grupal estaba Jimena más joven con el cabello más corto pero era ella no había duda esa sonrisa esa forma de pararse esa mirada de seguridad la misma de ahora la misma con la que le hablaba de amor mientras planeaba cómo envenenarlo siguió investigando metió sus datos en buscadores más serios incluso pagó un acceso rápido a una plataforma que revisa antecedentes no es algo legalmente oficial pero sirve para saber si alguien ha sido denunciado o ha estado metido en
broncas lo que encontró le revolvió el estómago había dos denuncias una en Puebla por fraude electrónico y otra en Querétaro por su plantación de identidad ninguna llevó a juicio ambas fueron cerradas por falta de pruebas pero estaban ahí con su nombre con su fecha de nacimiento la misma persona que ahora estaba en un hospital fingiendo no recordar qué había pasado todo ese pasado todo ese historial oscuro nunca lo mencionó nunca dio señales lo ocultó bien muy bien ramiro cerró la laptop y se quedó mirando al vacío no sabía si gritar o
reír se sintió como un idiota ¿cómo no lo vio antes ¿cómo se tragó todo ese cuento claro ella era encantadora lista carismática sabía cómo moverse cómo hablar cómo envolver a cualquiera y él había sido su presa perfecta un millonario solitario con dinero de sobra que buscaba a alguien con quien compartir la vida jimena lo vio venir desde el principio se metió en su mundo se ganó su confianza se convirtió en su novia y después cuando pensó que ya lo tenía todo listo fue por más por todo pero ¿por qué no lo mató directamente ¿por qué el pastel ¿por qué arriesgarse así
¿y quién más estaba involucrado porque ya no creía que lo hubiera hecho sola eso no era cosa de una sola persona había algo más alguien más pero todavía no sabía quién lo que sí sabía es que no podía confiar en nadie ni en sus amigos ni en los policías ni siquiera en los médicos si alguien ayudó a Jimena a hacer esto entonces podría estar más cerca de lo que creía por eso decidió no contarle a nadie lo que había descubierto no todavía no hasta tener algo más sólido si hablaba antes de tiempo podía arruinarlo todo tenía que ser frío
astuto como ella tomó el celular y revisó los mensajes valeria no había vuelto a llamar pero le había dejado un texto todo bien estoy viendo las caricaturas hay papas todavía avísame si vienes eso lo hizo sonreír por primera vez en muchas horas esa niña en medio de todo era lo único que se sentía real lo único sincero pensó en ella pensó en lo sola que estaba en lo valiente que fue y entonces supo que pase lo que pase la iba a proteger aunque eso significara mentirle a todo el mundo aunque eso lo pusiera en peligro si Valeria no hubiera hablado él ya estaría muerto eso no se le iba a
olvidar nunca volvió a abrir la laptop y empezó una nueva carpeta le puso de nombre Jimena ¿verdad ahí guardó todo los pantallazos los enlaces las fotos los datos iba a armar el caso paso por paso iba a seguir las pistas hasta el final y cuando tuviera todo entonces sí iba a mostrarlo iba a enfrentarla pero hasta entonces silencio pasaron 4 días desde la última vez que Ramiro había visto a Jimena en el hospital no la volvió a visitar no llamó no mandó mensajes nada pero tampoco la olvidó al contrario pensaba en ella todo el tiempo pensaba en lo que
escondía en lo que planeaba en lo que vendría después no era fácil quedarse con los brazos cruzados sabiendo que la mujer que había dormido en su cama era la misma que intentó matarlo pero tenía que actuar con calma había tomado una decisión se iba a acercar a ella de nuevo no por amor no por costumbre sino para vigilarla de cerca para atraparla con sus propias mentiras jimena lo contactó primero le escribió un mensaje corto como tanteando terreno hola ya me dieron de alta estoy en casa quería saber cómo estás ramiro lo leyó en la pantalla del celular mientras estaba sentado en un
café con una libreta abierta y una hoja llena de notas que solo él entendía no respondió de inmediato lo pensó después de unos minutos escribió “Qué bueno que ya estás mejor si quieres paso a verte más tarde.” Ella contestó al segundo “sí me encantaría.
” Eso fue todo lo que necesitó para confirmar que Jimena no sospechaba nada todavía creía que él era el mismo que seguía en su papel de novio preocupado eso le daba ventaja esa tarde Ramiro fue al departamento de ella subió por las escaleras no quería encontrarse con nadie en elevador cuando tocó la puerta ella abrió rápido llevaba una blusa suelta el cabello suelto sin mucho maquillaje parecía débil pero sonreía como siempre esa sonrisa que ahora le parecía más falsa que nunca “pasa” le dijo dándole un beso en la mejilla ramiro entró el lugar olía a canela y a la banda como siempre todo estaba igual los cojines acomodados con
cuidado las plantas en la ventana la lámpara de pie encendida aunque era de día nada había cambiado como si no hubiera pasado nada ¿cómo te sientes preguntó él con cara de interés mejor un poco cansada pero ya no me duele nada los doctores dicen que fue algo raro pero que ya pasó ramiro asintió se sentó en el sillón ella se sentó a su lado sin dejar de mirarlo “¿tú cómo estás?” “Precupado” respondió él fueron días feos no entendía qué pasaba jimena le tomó la mano lo siento no quería asustarte ramiro la miró se aguantó las ganas de decirle todo en la cara de gritarle lo que sabía pero se
contuvo ya estás bien y eso es lo que importa ella asintió como si esa frase cerrara el capítulo luego se quedó callada un segundo como dudando si decir algo he estado pensando mucho dijo “En nosotros en lo que tenemos no quiero que esto nos separe.
” Ramiro fingió sorpresa nos separe sí lo que pasó fue fuerte tal vez tú ya no quieres seguir conmigo y lo entendería pero yo no quiero perderte Ramiro él la miró fijamente se quedó callado unos segundos como si lo estuviera considerando luego suspiró no quiero alejarme Jimena al contrario todo esto me hizo darme cuenta de que no quiero perderte si tú estás dispuesta yo también ella sonrió se le notó el alivio lo abrazó con fuerza como si lo hubiera estado esperando desde hace días ramiro la sostuvo unos segundos por dentro sentía un vacío ese abrazo le provocaba más rabia que cariño pero tenía que seguir con el
papel pasaron el resto de la tarde hablando de cualquier cosa jimena quería hacer planes salir el fin de semana ver películas volver a lo de antes él fingía interés pero su cabeza no estaba ahí estaba observándola cada gesto cada palabra buscaba fallas contradicciones detalles ella hablaba con normalidad como si todo fuera real pero él ya no se dejaba engañar esa noche Ramiro volvió a su casa y anotó todo lo que había visto tenía una hoja especial solo para eso comportamiento de Jimena escribió que no parecía alterada que mantenía la historia de la intoxicación como un accidente que no hacía preguntas
incómodas que actuaba como si no hubiera dudas pero Ramiro tenía un plan ahora que estaba dentro otra vez iba a ganarse su confianza más que antes iba a meterse en su rutina en su espacio en su teléfono si era necesario iba a encontrar las respuestas porque una mujer con antecedentes que había intentado matarlo no se rendía tan fácil algo quería y él iba a descubrirlo desde adentro esa mañana Ramiro despertó con un mensaje de Valeria solo decía “Me duele la panza y la cabeza ¿puedes venir?” Lo leyó apenas abriendo los ojos y de inmediato se le fue el sueño saltó
de la cama se vistió en dos minutos y salió rumbo al hotel donde la había dejado durante el camino no dejaba de pensar en lo que podía ser comió algo malo quizá tal vez estaba resfriada pero algo en su estómago le decía que no era solo eso esa niña no se quejaba por cualquier cosa si había mandado mensaje era porque de verdad se sentía mal cuando llegó al hotel subió directo a la habitación tocó la puerta y ella tardó en abrir cuando lo hizo Ramiro se dio cuenta de que Valeria estaba más pálida que de costumbre tenía los ojos cansados y caminaba como si le doliera
todo el cuerpo no dijo mucho solo se volvió a acostar en la cama con la cara medio escondida en la almohada ¿qué tienes preguntó Ramiro agachándose junto a ella no sé me duele el estómago desde ayer y hoy amanecí con náuseas me siento como si tuviera fiebre le tocó la frente estaba caliente ramiro se levantó de inmediato y empezó a recoger sus cosas no iba a llevarla a un hospital público eso lo tenía claro no quería preguntas no quería que se metiera en problemas por no tener papeles ni familia así que llamó a un médico privado que conocía desde hace años uno discreto de confianza
el doctor le dio una cita de urgencia y lo recibió en su consultorio sin pedir explicaciones valeria se dejó revisar sin quejarse aunque se notaba que le dolía todo el doctor le tomó la temperatura le revisó el abdomen le preguntó cosas simples ramiro estaba sentado al lado apretando los puños cada vez que la veía hacer una mueca le recetaron un tratamiento para la infección algo para la fiebre y le dijeron que reposara al menos dos días completos nada grave por suerte pero sí era algo serio si no se trataba cuando salieron del consultorio
Ramiro fue directo a una farmacia compró todo y luego la llevó a un nuevo lugar un Airbnb que él mismo rentó desde el celular mientras esperaba en el taxi no quería dejarla más en el hotel le molestaba la idea de que estuviera sola así que eligió un lugar donde pudiera estar cómoda y vigilada ya instalados Valeria se metió a bañar ramiro le había comprado ropa nueva comida cobijas hasta una televisión con acceso a caricaturas la niña no decía mucho pero se notaba que se sentía segura con él cuando salió del baño con el cabello mojado y una
sudadera grande se acostó en el sillón y le pidió un té ramiro se lo preparó sin decir nada después de unos minutos en silencio mientras veía una caricatura cualquiera Valeria habló sin mirarlo ramiro ¿qué pasó hay algo que no te dije no porque no quisiera sino porque no estaba segura ramiro dejó el celular a un lado y se giró hacia ella ¿de qué hablas valeria se sentó despacio abrazando una almohada miraba hacia la tele pero no la estaba viendo esa noche cuando vi a Jimena echarle eso al pastel también vi a un hombre con ella ramiro frunció el ceño ¿qué hombre
uno de traje no lo había visto antes pero estaba parado cerca de las ventanas en la parte de afuera del restaurante ella salió unos minutos al baño y él se acercó a la puerta no entró solo hablaron por un rato ¿y qué hicieron ella le dio algo como una bolsita él la metió al saco y luego se fue yo pensé que era alguien que trabajaba ahí pero ahora creo que no no se veía como mesero ni como guardia se veía como alguien que no quería ser visto ramiro sintió un escalofrío ¿puedes describirlo no bien estaba lejos
solo recuerdo que era alto flaco con un saco gris claro tenía el cabello negro muy corto no llevaba corbata y tenía una cicatriz en la frente como una línea delgada aquí dijo señalándose sobre la ceja ramiro se quedó helado esa descripción le sonaba muy parecida a alguien que había visto antes pero no podía asegurarlo aún así ya era suficiente para saber que Jimena no había actuado sola alguien más estaba detrás tal vez alguien que la empujó alguien que la apoyó o incluso alguien que planeó todo con ella desde el inicio no era solo un
intento por su dinero era algo más grande más planeado ¿estás segura que hablaban como si se conocieran valeria asintió sí ella sonreía le tocó el brazo como si fueran amigos ramiro se quedó en silencio quería gritar quería romper algo pero solo cerró los ojos un momento lo único que logró decir fue “Gracias por decírmelo.
” Valeria asintió “perdón por no decirlo antes tenía miedo no te preocupes lo importante es que me lo dijiste ahora.” La niña se recostó de nuevo ramiro se levantó y se fue a la cocina necesitaba pensar respirar ese nuevo dato lo cambiaba todo ya no era solo Jimena había alguien más un hombre y si lo encontraba tal vez encontraría la pieza que faltaba en todo este enredo ramiro no perdió tiempo lo que Valeria le había contado no podía dejarlo pasar ese hombre del que hablaba el que se encontró con Jimena la noche del intento de envenenamiento tenía que ser la pieza
que faltaba en todo esto si alguien estaba detrás del plan con ella si alguien más había movido hilos para que todo pasara sin dejar huella era él y ahora tenía una pequeña descripción sac flaco cicatriz en la frente no era mucho pero suficiente para empezar a buscar a la mañana siguiente Ramiro llamó a Diego un investigador privado que conocía desde hacía años uno que ya le había hecho favores antes y que sabía guardar la boca cerrada diego era de los que se movían rápido y sin hacer preguntas que no importaban lo citó en un estacionamiento techado lejos de miradas curiosas
ramiro le explicó todo desde el intento de envenenamiento hasta la pista que Valeria le dio no tengo foto no tengo nombre pero tengo algo un detalle le dijo Ramiro mientras sacaba una hoja con la descripción del sujeto escrita a mano diego la leyó con atención sin decir nada al principio luego asintió y Jimena ¿sabes si tiene conocidos con esas características no pero no descarto que sea alguien de mi pasado diego lo miró con cara de “¿Qué estás pensando?” Y Ramiro se adelantó tengo un sospechoso en mente pero necesito que tú lo confirmes se llama Ricardo Beltrán fue mi socio hace años
nos fue muy bien un tiempo hasta que desapareció después de una estafa robó dinero de la empresa y se largó nunca más supe de él diego abrió los ojos un poco más ese Ricardo el que tenía oficinas en reforma el que salió en las noticias cuando desapareció el fondo de inversión ese mismo dijo Ramiro cruzado de brazos y ahora tengo la sospecha de que está metido en esto no sé cómo conoció a Jimena pero si ella quería mi dinero él era el perfecto para guiarla diego guardó silencio luego dijo “Déjamelo a mí si ese güey está en la
ciudad lo voy a encontrar y así fue tres días después Diego le mandó un mensaje con una sola línea lo tengo ramiro lo llamó al instante ¿dónde vive en la colonia Roma en un departamento de esos remodelados como si nada cambió de nombre pero es él tiene la cicatriz la misma cara hasta la misma forma de caminar lo seguí hasta un café donde se encontró con una mujer no pude verle la cara pero si me preguntas es Jimena ramiro sintió como todo se le cerraba en el pecho no era una sospecha era real ricardo su excio el tipo que lo
traicionó en los negocios estaba de vuelta y ahora estaba aliado con la mujer que intentó matarlo era como una broma pesada del destino ¿tienes fotos preguntó sí te las mando minutos después Ramiro las tenía en su celular ahí estaba Ricardo más flaco con menos pelo pero claramente él la cicatriz en la frente el saco gris todo coincidía y sí en una de las fotos se veía claramente a Jimena estaban en la misma mesa ella sonriendo él con cara seria como si hablaran de algo importante ramiro no lo podía creer
ricardo que se había alargado con millones ahora regresaba por más y esta vez había usado a Jimena como anzuelo era perfecto ella se metía en su vida se ganaba su confianza lo envenenaba y luego cuando él estuviera fuera del camino ellos recogían el dinero lo disfrazaban como herencia o propiedad compartida y se largaban igual que la vez anterior pero esta vez algo les había fallado valeria ramiro pasó horas viendo las fotos una y otra vez ya no tenía dudas todo era parte de un plan ricardo no se conformó con el pasado
volvió para rematar para vengarse tal vez o simplemente por ambición y Jimena ella era más que una cómplice era clave en todo seguramente llevaban tiempo planeándolo ramiro no quiso hacer llamadas no le dijo nada a nadie ni a Diego ni a Valeria ni a la policía todavía no primero quería pensar quería saber cómo jugar la siguiente carta ya no se trataba de emociones ahora era estrategia y él tenía que adelantarse guardó las fotos las imprimió en una papelería cualquiera y las metió en un sobre después a su oficina se encerró puso el celular en
modo avión y se sentó con todas las hojas que había ido juntando los antecedentes de Jimena las denuncias de fraude las imágenes con Ricardo las fechas los mensajes todo encajaba como un rompecabezas sucio sabía que podía ir a la policía en ese momento presentar todo pero no era muy pronto algo en su interior le decía que aún había más que Ricardo y Jimena estaban planeando algo grande y si se adelantaba tal vez solo lograría que huyeran otra vez así que se contuvo decidió lo siguiente iba a seguir jugando el papel de novio tonto iba a acercarse más a Jimena ver si ella
soltaba algo ver si podía obtener una confesión un error lo que fuera mientras tanto Diego iba a seguir a Ricardo saber con quién hablaba a dónde iba si tenía otra identidad otra casa otra cuenta ramiro estaba herido pero Nujoto y ahora con la verdad en la mano estaba más decidido que nunca a darles vuelta el juego ramiro ya lo tenía claro jimena y Ricardo estaban aliados no había duda las fotos las pruebas las mentiras todo apuntaba a que llevaban tiempo planeando su caída lo que no sabía era desde cuándo tal vez desde antes de conocerla
tal vez Ricardo la buscó le ofreció el plan le prometió una vida nueva dinero libertad y ella aceptó o tal vez fue al revés tal vez fue ella la que dio con Ricardo lo convenció de volver a tocar a Ramiro de terminar lo que había empezado años atrás como fuera el plan era sencillo acercarse enamorarlo matarlo y quedarse con lo que dejó sin testigos sin ruido sin rastros y si no fuera por Valeria lo habrían logrado ramiro repasaba todo desde su escritorio tenía un mapa pegado en la pared con hilos rojos notas y fotos
parecía escena de película pero era real él no era detective pero había aprendido a pensar como uno jimena había estado jugando con su vida con su confianza con su tiempo y ahora le tocaba a él moverse pero sin prisas con calma fingiendo que no sabía nada porque si algo tenía claro era que el peor error que podía cometer era enfrentarlos antes de tiempo así que lo primero fue volver a lo de antes le escribió a Jimena le propuso una cena algo tranquilo sin presión ella aceptó enseguida como si todo estuviera bien como si nada raro hubiera pasado
entre ellos eso le confirmaba que aún pensaba que él no sospechaba perfecto fueron a un restaurante más informal esta vez menos luces menos lujos ramiro actuó relajado se rió de sus bromas le preguntó por su salud le dijo que la extrañaba cada gesto cada sonrisa era fingido pero Jimena no notó nada parecía feliz hasta le dijo que quería hacer un viaje con él pronto salir del país cambiar de aire ahí Ramiro sintió la alarma encendida un viaje fuera del país sonaba a plan de escape o peor a trampa final ¿a dónde
quieres ir preguntó él fingiendo interés no sé tal vez Argentina o España siempre he querido ir a Madrid ramiro se guardó la sospecha no dijo nada solo sonríó suena bien lo podemos planear ella lo miró con esos ojos que antes le parecían dulces ahora solo veía estrategia al día siguiente Ramiro se reunió con Diego en una cafetería lejos de todo con poco ruido “ya los tengo” dijo Diego mientras le pasaba unas fotos nuevas ayer se vieron en un edificio en la colonia Juárez subieron juntos estuvieron como una hora y salieron separados no parecían pareja parecían
socios ramiro miró las fotos en una Ricardo llevaba un maletín en otra Jimena hablaba por teléfono con cara seria no había risas ni abrazos ni nada que delatara una relación romántica era puro negocio ¿tienes idea de qué hacen ahí el edificio tiene oficinas virtuales cualquiera puede rentar una por día no hay registro fijo es perfecto para planear cosas sin que nadie los moleste ramiro se quedó pensando tenía que ir un paso más allá ¿puedes pinchar un teléfono diego levantó una ceja eso ya es otra cosa
Ramiro no es legal tú dime cuánto el investigador dudó unos segundos luego asintió con la cabeza lo voy a intentar pero necesito tiempo hazlo no me importa lo que cueste quiero saber todo ramiro volvió a su departamento esa noche y se quedó mirando el techo por horas pensaba en Jimena en Ricardo en cómo todo se había armado tan perfecto cómo casi logran matarlo sin ensuciarse las manos y pensaba también en Valeria esa niña lo había salvado sin querer nada a cambio solo comida solo un lugar donde dormir sin miedo en medio de todo el desastre ella era lo único real
se levantó fue al baño se lavó la cara y volvió al escritorio abrió una libreta nueva en la primera hoja escribió en mayúsculas esto no es una venganza es justicia después empezó a planear no una denuncia no una huida iba a voltearle el juego a los dos iba a hacerlos caer con sus propias manos con pruebas con grabaciones con testigos quería verles la cara cuando se dieran cuenta de que él sabía todo pero eso solo iba a funcionar si seguían creyendo que lo tenían en la palma de la mano por eso la próxima vez que Jimena
lo llamó Ramiro contestó con la voz más normal del mundo hola amor ¿cómo estás ramiro ya lo tenía todo listo esa noche no iba a hacer una cena cualquiera era el momento que había estado planeando desde que descubrió que Jimena estaba aliada con Ricardo había esperado había actuado como si todo estuviera bien y ahora iba a cerrar la trampa fingió que se iría de viaje por trabajo que tenía una reunión fuera de la ciudad y que se iba por dos días incluso publicó una foto vieja en sus redes sociales para reforzar la mentira pero en realidad nunca salió se quedó en
la ciudad en su propio departamento organizando cada detalle con precisión llamó a un técnico de confianza para instalar cámaras pequeñas en la sala en la cocina y en el comedor todo quedaba grabado en un disco duro oculto detrás de un mueble no avisó a nadie solo él sabía lo que estaba haciendo la cena no era una cita romántica era una trampa su única oportunidad de obtener la verdad directamente de Jimena compró verduras frescas cocinó él mismo algo que no hacía desde hacía mucho puso música suave bajita
limpió la casa como si esperara una noche perfecta pero por dentro lo único que tenía era rabia contenida jimena llegó a las 8 puntual vestida como si fuera una cita importante blusa ajustada jeans elegantes el cabello suelto y esa sonrisa que siempre usaba para abrir puertas traía una bolsa pequeña colgada del hombro y un perfume suave que Ramiro conocía bien él la recibió con la misma sonrisa falsa de las últimas semanas “¿no te ibas hoy?” preguntó ella entrando lo cancelaron cambio de agenda pensé que podíamos aprovechar para cenar
tranquilos sin prisas jimena se acercó y le dio un beso en la mejilla luego miró todo a su alrededor huele delicioso hice pasta con filete y abrí ese vino que te gusta wow y eso qué detallazo ramiro le ofreció una copa se sentaron a platicar en el sofá mientras la comida se terminaba de calentar él tenía las cámaras revisadas las posiciones bien calculadas todo el audio quedaba grabado había probado los micrófonos esa misma tarde todo funcionaba perfecto durante la cena Jimena habló como siempre de trabajo de ropa de viajes dijo que había pensado seriamente
en lo de Madrid que si Ramiro quería podían ir en un par de semanas él le seguía la corriente suena bien nos hace falta un cambio de aire exacto dijo ella sonriendo y allá nadie nos conoce empezamos de cero ramiro se tragó esa frase con un trago de vino empezar de cero claro le sonaba más aída que a plan romántico después de la cena se quedaron en la sala él sirvió más vino puso la música más bajita fingió estar relajado pero cada palabra cada gesto de Jimena lo analizaba en tiempo real estaba esperando ese pequeño error
esa frase maldicha esa confesión que se le escapara sin querer y tú preguntó ella ¿cómo te has sentido después de todo eso del hospital ramiro hizo una pausa como si no supiera qué responder todavía sacado de onda no dejo de pensar en lo que pasó es raro ¿no jimena bajó la mirada sí fue muy raro nunca pensaste que fue algo más ella levantó la vista más ¿cómo no sé no parecía una simple intoxicación fue muy repentino jimena sonrió pero con cierta incomodidad bueno eso dijo el doctor ¿no que fue algo de los mariscos ramiro la miró fijo
sí eso fue lo que dijimos ella bebió otro trago estaba nerviosa se le notaba jugaba con la copa con el borde del mantel con el cabello todo menos mirarlo directo ¿no confías en mí soltó de pronto ramiro se quedó helado un segundo esa era la frase la que él necesitaba para empezar claro que confío en ti mintió solo que no sé me cuesta entender por qué pasó eso justo esa noche en un lugar tan caro tan limpio fue una coincidencia dijo ella rápido casi como defensa y si no lo fue Jimena dejó la copa lo miró de frente ¿estás insinuando algo ramiro
respiró profundo se acercó le tomó la mano quería que todo quedara en cámara no pero necesito saber que puedo estar tranquilo que no me estás escondiendo nada ella sonríó pero ya no era la sonrisa de antes era más tensa más forzada y si te dijera que sí hay cosas que no te he dicho ramiro sintió como el corazón le golpeaba en el pecho dímelas jimena se quedó callada unos segundos bajo la mirada luego soltó una frase que parecía salida de una película yo solo quería una vida mejor Ramiro eso es todo lo que siempre quise
él no respondió no podía arruinarlo tenía que dejarla seguir me metí en cosas conocí gente y pensé que podía salir rápido que tú no te enterarías que todo iba a salir bien ramiro sintió que el aire se volvía pesado tenía la confesión cerca solo faltaba que dijera un nombre solo uno ¿conociste a Ricardo Beltrán jimena lo miró como si le hubieran dado una cachetada no respondió pero la cara lo dijo todo ramiro se levantó fue por más vino no porque quisiera sino para alejarse un segundo la cámara había captado todo las palabras la expresión la reacción volvió le sirvió más y le dio
otra oportunidad ¿qué hiciste con él jimena tragó saliva se notaba nerviosa pero no habló más ramiro no insistió ya tenía lo que quería solo necesitaba un poco más de tiempo una frase más y todo estaría listo ramiro la dejó hablar no la presionó no levantó la voz solo le sirvió más vino y esperó jimena estaba más floja más relajada pero también con la lengua suelta el alcohol empezaba a hacer efecto y eso era justo lo que Ramiro quería había aprendido que cuando la gente baja la guardia las verdades salen
solas se volvió a sentar frente a ella y le sonrió como si nada estuviera pasando por dentro sentía el corazón dándole vueltas al pecho cada minuto que pasaba era una cuenta regresiva “tú sabes que no soy una mala persona” dijo Jimena sin mirarlo directo solo a veces la vida te empuja a hacer cosas y cuando te das cuenta ya estás metido hasta el cuello ramiro no dijo nada solo le dio otro trago al vino ella lo imitó se recargó en el respaldo del sillón mirando el techo como si hablara con ella misma ricardo me dijo que no te pasaría nada grave que solo era para asustarte para sacarte de la jugada un
rato ramiro fingió sorpresa frunció el seño ¿de qué estás hablando jimena cerró los ojos se notaba que ya no estaba pensando en lo que decía todo le salía como si se lo estuviera sacando del pecho del pastel de la noche en el restaurante yo sí puse algo pero fue muy poquito no era para matarte solo para que te sintieras mal para que fueras al hospital para que te alejaras unos días ramiro se quedó helado por fin lo había dicho lo había confesado y todo estaba siendo grabado cada palabra cada gesto todo y Ricardo ¿qué tiene que ver él
jimena hizo una mueca fue idea de él él sabía que si tú desaparecías un tiempo él podía mover cosas desde adentro tiene contactos conoce tus empresas tus contraseñas viejas tu gente de confianza él quería entrar otra vez volver a tener poder y yo yo iba a ayudarlo solo eso y luego ¿qué ella se encogió de hombros nos íbamos a ir a otro país a empezar de nuevo tú ibas a estar bien ibas a recuperarte nadie saldría herido ramiro apretó los puños no por coraje sino por no romper el personaje todavía no era el momento de estallar y todo esto fue por dinero
jimena lo miró por primera vez directo a los ojos tenía la mirada cansada no fue por miedo por presión ricardo no me dio opción me buscó me manipuló y cuando quise salir ya era tarde lo siento Ramiro yo no quería hacerte daño de verdad en ese momento sonó el timbre jimena se quedó congelada ramiro también se miraron un segundo ¿estás esperando a alguien preguntó ella ramiro negó tú ella tragó saliva no no le dije a nadie que vendría ramiro se levantó fue hacia la puerta miró por la mirilla lo que vio le revolvió el estómago
ricardo parado ahí con la misma cara de siempre sonriendo volteó a ver a Jimena ella ya sabía se notaba en su cara ¿le dijiste que viniera no te juro que no no le dije nada ramiro no le creyó pero no dijo nada abrió la puerta qué sorpresa” dijo con la voz más calmada que pudo ricardo entró como si la casa fuera suya miró a Jimena luego a Ramiro se quedó parado en medio del comedor “no sabía que estabas aquí” le dijo a Jimena “yo tampoco sabía que tú ibas a venir” respondió ella con voz cortada ramiro se cruzó de brazos “¿qué
hacen aquí los dos ¿qué esperaban lograr con todo esto ricardo se rió una risa baja molesta ya te contó sí todo ricardo asintió como si no le sorprendiera bueno supongo que ya no hay nada que esconder jimena se levantó del sillón estaba pálida esto se salió de control nunca debimos llegar tan lejos ricardo la miró con desprecio no me digas que ahora te arrepientes ramiro se puso entre ellos ya basta todo esto se acabó tengo todo grabado todo las cámaras el audio estás en problemas Ricardo y tú también
Jimena ricardo soltó una carcajada ¿y qué vas a hacer ¿llamar a la policía no no todavía primero quería ver sus caras cuando supieran que ya no pueden salirse con la suya jimena se llevó las manos a la cabeza empezó a caminar de un lado a otro parecía que iba a llorar ricardo en cambio se quedó quieto tú no sabes con quién te estás metiendo Ramiro dijo con la voz más fría que Ramiro le había escuchado ah no respondió él tú tampoco en ese momento se escuchó un golpe en la puerta principal y luego un grito desde afuera policía abran ricardo
se giró de inmediato jimena soltó un grito ramiro no se movió solo los miró a los dos y dijo “Game over.” La puerta se abrió con un golpe seco cuatro agentes de policía entraron con rapidez gritando órdenes ricardo levantó las manos de inmediato con la cara blanca como papel jimena soltó un grito dio un paso atrás y se quedó pegada a la pared ramiro no se movió ya lo esperaba todo estaba planeado “quietos los dos manos arriba” gritó uno de los agentes mientras otro sacaba las esposas en cuestión de segundos Ricardo estaba en el suelo con los brazos en la espalda
jimena no opuso resistencia pero lloraba decía cosas sin sentido que todo era un malentendido que no sabía qué pasaba que ella no había hecho nada nadie le creyó están arrestados por intento de homicidio dijo uno de los oficiales mientras la esposaba tienen derecho a guardar silencio jimena lo miró con los ojos hinchados buscándolo como si aún pudiera salvarla ramiro por favor pero él no dijo nada solo la observó mientras se la llevaban ricardo en cambio no dijo ni una palabra solo apretaba la mandíbula como si hubiera perdido una apuesta
importante lo empujaron hacia fuera directo a la patrulla los vecinos alertados por el ruido empezaban a salir de sus departamentos algunos grababan con el celular otros solo miraban con curiosidad nadie entendía nada ramiro se quedó solo en la sala rodeado de copas vacías platos sucios y cámaras ocultas todo había terminado por fin se sentó en el sillón y soltó el aire que llevaba días aguantando no fue un suspiro fue un alivio real profundo como si le hubieran quitado una piedra enorme del pecho no dijo nada durante varios minutos solo escuchaba el
eco del silencio luego cuando llegó el oficial a recoger la evidencia entregó todo el disco duro con las imones en Tosné grabaciones las fotos los informes de Diego todo lo que había juntado el agente serio revisó los papeles y le dio las gracias le dijo que su testimonio sería fundamental en el juicio ramiro asintió sin mucho ánimo ya no quería hablar del tema solo quería cerrar ese capítulo horas después ya con la casa en orden y el celular lleno de mensajes que no quiso leer Ramiro fue a ver a Valeria había mandado un chóer por ella y la había llevado de regreso al departamento temporal donde la tenía
resguardada quería abrazarla darle las gracias en persona sin esa niña nada de esto hubiera sido posible entró al pequeño departamento sin hacer ruido ella estaba en el sillón viendo caricaturas envuelta en una cobija con un plato de cereal a medio terminar ¿todo bien preguntó él al entrar valeria lo miró y asintió tenía la cara tranquila ya se veía más sana el medicamento había hecho efecto pero algo en su mirada estaba distinto como si supiera que algo venía ya los arrestaron ¿verdad sí respondió Ramiro sentándose junto a ella están bajo custodia van a
pagar por lo que hicieron valeria se quedó callada unos segundos miraba la pantalla pero ya no ponía atención luego giró la cabeza y lo miró a los ojos tengo que decirte algo más ramiro frunció el ceño ¿qué pasó valeria se acomodó la cobija bajó el volumen de la televisión y se sentó más recta parecía nerviosa no te lo dije antes porque no estaba segura y porque no sabía si me ibas a creer ramiro la miraba sin parpadear ¿qué cosa ella bajó la mirada mi mamá antes de morir me dijo que tenía que encontrarte ¿qué me dijo que si algún día algo malo pasaba fuera
contigo que tú eras mi papá el mundo se detuvo ramiro no entendió lo que acababa de oír no supo si había escuchado bien se quedó mudo la miró sin decir nada ella lo veía con los ojos brillosos como si al fin se quitara un peso del alma ¿cómo dices mi mamá se llamaba Clara tú la conociste hace años dijiste que era algo de una noche pero para ella no fue cualquier cosa se embarazó y nunca te encontró después me lo dijo cuando ya estaba muy enferma me pidió que no te odiara me dijo que eras buena persona
que tal vez ni sabías que existía ramiro se recargó en el respaldo del sillón con la cabeza llena de imágenes clara claro que la recordaba había sido hace mucho cuando él todavía no era el Ramiro de ahora cuando vivía al día salía con muchas mujeres tomaba malas decisiones y no pensaba en el futuro clara era una de esas historias que se quedan en una esquina del recuerdo jamás pensó que ella que eso “¿Estás segura?” logró preguntar valeria asintió “sí ella me lo dijo varias veces me dio una foto la tengo en la mochila se levantó fue por su mochila y sacó una
foto vieja ramiro la tomó con manos temblorosas era él más joven con Clara a su lado los dos en una fiesta abrazados no recordaba que alguien hubiera tomado esa foto pero ahí estaba yo no sabía dijo él con la voz quebrada valeria lo miró lo sé por eso no dije nada antes ramiro no supo si llorar o reír tenía una hija siempre la tuvo y nunca lo supo la niña que lo había salvado de la muerte no era una extraña era su hija ramiro se quedó viendo la foto por un buen rato no la soltaba era como si al fin algo hiciera click en su cabeza esa imagen lo había sacado de todas las
dudas ahí estaba él más joven más tonto más despreocupado y Clara abrazándolo como si todo el mundo se le acomodara solo con tenerlo al lado era la única prueba que necesitaba no había forma de negar lo que Valeria le acababa de decir esa niña no era cualquier niña era su hija su sangre su historia que él mismo había ignorado por años sin saberlo no sabía qué decir ni siquiera sabía qué sentir tenía el pecho apretado la cara caliente las manos temblorosas valeria lo miraba en silencio sin presionarlo le había soltado la bomba
más grande de su vida con una tranquilidad que solo alguien como ella podía tener después de todo lo que había vivido de todo lo que había visto parecía entender que no hacía falta hacer drama lo importante ya estaba dicho yo no sabía repitió Ramiro con la voz apagada lo sé respondió ella suave pero ahora lo sabes se quedaron callados un buen rato ramiro pensaba en todo lo que había pasado el restaurante el pastel Jimena Ricardo la policía las mentiras el veneno todo cada cosa lo había ido empujando a este momento sin que él lo
supiera como si alguien allá arriba hubiera armado una cadena de locuras solo para que se encontraran para que supiera que tenía una hija para que ella no se quedara sola era demasiado para procesar valeria se volvió a sentar en el sillón abrazando la cobija miraba el suelo “mi mamá murió hace 4 meses” dijo sin mirarlo ya no comía bien se enfermó no tenía con qué pagar medicina cuando ya estaba muy mal me contó todo me dijo que tú eras un buen hombre pero que no te había dicho nada en su momento porque tenía
miedo que tú no querías una familia que te ibas a asustar después cuando nací te buscó pero ya no estabas te habías mudado cambiaste de número cambiaste todo ramiro apretó los dientes se sentía un imbécil no por haber estado con Clara sin compromiso sino por haberse borrado tan fácil por haber vivido como si no le debiera nada a nadie por no haber mirado atrás por no haber pensado que tal vez sí había dejado algo más allá de una noche ¿y por qué me buscaste ahora porque ella me lo pidió me dijo que si algo le pasaba tenía que encontrarte que
tú ibas a cuidarme y aunque no te conocía lo hice me vine sola estuve días en la calle buscando hasta que te vi en ese restaurante y después pasó todo lo demás ramiro se frotó la cara el estómago le dolía no era hambre era culpa era sorpresa era miedo nunca en su vida se había sentido tan perdido tan vacío pero al mismo tiempo tan claro había cosas que no podía cambiar pero sí podía decidir qué hacer con lo que le quedaba se acercó a Valeria se arrodilló frente a ella y la tomó de las manos le temblaban no sé cómo voy a hacer esto pero si me
dejas quiero intentarlo quiero estar aquí no como obligación no porque tu mamá me lo pidió quiero hacerlo porque tú me salvaste y porque eres mi hija y eso eso lo cambia todo valeria lo miró con los ojos llenos de agua pero no lloró solo asintió yo no necesito que me compres nada solo que no me dejes ramiro la abrazó fuerte como si el mundo se estuviera cayendo y solo ellos quedaran en pie no dijo nada más no hacía falta esa noche Ramiro no durmió se quedó despierto viendo como Valeria dormía en el sofá respiraba tranquila como si por fin
hubiera encontrado un lugar donde descansar sin miedo él se sentó en una silla la observó en silencio pensó en clara en lo mucho que debió haber sufrido sola en lo fuerte que había sido para criar a Valeria sin ayuda pensó en todo lo que se perdió sus primeros pasos sus cumpleaños sus días de escuela sus enfermedades sus preguntas todo y entendió que tal vez por eso tenía que pasar todo esto tal vez por eso Jimena apareció por eso Ricardo volvió por eso casi muere porque la vida aunque a veces da vueltas retorcidas también acomoda las cosas cuando menos lo esperas no siempre con
flores a veces con fuego con lágrimas con rabia pero al final todo llega al lugar donde debe estar valeria ya no era una niña de la calle era su hija y ahora lo único que le quedaba a Ramiro era no volver a fallarle
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