8 años después de que agente del FBI desapareciera. En 1998, obrero, encuentra esto en Casino, Tijuana. Joaquín Mendoza Herrera llevaba 27 años trabajando en la construcción. Sus manos curtidas por el cemento y el acero habían levantado edificios, casas y centros comerciales por toda Tijuana, pero
nunca había encontrado algo como esto.
El casino dorado estaba siendo remodelado después de 8 años de operaciones. La administración había decidido expandir el área de juegos y necesitaba excavar para instalar nuevos cimientos en el sótano. Joaquín manejaba la retroexcavadora cuando sintió que la máquina golpeaba algo sólido, pero no
natural. Oye, Fernando! Gritó hacia el supervisor. Aquí hay algo raro.
Fernando Ibarra Castillo se acercó secándose el sudor de la frente. El gerente de obra había supervisado cientos de excavaciones, pero la expresión en el rostro de Joaquín lo puso alerta. ¿Qué encontraste? No sé, pero no es una piedra. Joaquín apagó la máquina y saltó al suelo. Ayúdame a sacar esto
con las palas. Los dos hombres comenzaron a cabar manualmente alrededor del objeto. Después de 20 minutos quedó expuesto.
Una maleta de cuero negro parcialmente descompuesta, pero aún recognizable. Las semillas metálicas brillaban bajo las luces de trabajo. Fernando miró nerviosamente hacia los lados. Joaquín, esto no me gusta nada. A mí tampoco, pero tenemos que abrirla. Con cuidado, Fernando manipuló los seguros
oxidados. La maleta se abrió con un chasquido seco.
Dentro encontraron documentos plastificados, una placa dorada que decía FBI, special agent Marcus William Thompson y una pistola Glock 22 con número de serie visible. Madre mía, susurró Joaquín. Un agente del FBI. Fernando tomó uno de los documentos. Era un informe fechado el 15 de octubre de 1998.
que detallaba una operación encubierta llamada Operación Frontera Limpia. El agente Thompson había estado investigando conexiones entre casinos de Tijuana y redes de lavado de dinero del cartel. “Fernando, esto es muy grave. Debemos llamar a la policía ahora mismo.” El gerente dudó. El casino
dorado había sido propiedad de diferentes inversionistas a lo largo de los años.
Si salía a la luz que un agente del FBI había sido asesinado en la propiedad. No, Joaquín, primero debemos informar al dueño actual. ¿Estás loco? Este hombre estaba investigando el casino. En ese momento, Fernando recordó las historias que había escuchado en 1998. Un agente americano había
desaparecido durante una investigación en Tijuana.
Las autoridades mexicanas habían declarado que probablemente había cruzado la frontera y abandonado la misión. Nunca se encontró su cuerpo. Joaquín siguió examinando el contenido de la maleta. Encontró fotografías de hombres entrando y saliendo del casino, documentos bancarios que mostraban
transferencias sospechosas y una lista de nombres con anotaciones manuscritas.
Fernando, mira esto. Joaquín señaló una fotografía donde se veía claramente a la gente Thompson conversando con un hombre en uniforme de comandante de policía. ¿Reconoces a este policía? Fernando entrecerró los ojos. La imagen era de hace 8 años, pero el rostro le resultaba familiar.
Era Ernesto Vázquez Sandoval, quien en 1998 era comandante de la Policía Judicial de Tijuana y ahora ocupaba un cargo más alto en la Procuraduría Estatal. Joaquín, esto es muy peligroso. Si el comandante Vázquez estuvo involucrado, por eso mismo debemos actuar correctamente. ¿Tienes el teléfono de
algún contacto en la policía federal? Fernando negó con la cabeza.
Solo conozco gente local y no podemos confiar en nadie si esto involucra a Vázquez. Joaquín tomó una decisión. Entonces llamaremos directamente al FBI americano. Esta maleta pertenecía a uno de sus agentes. Mientras Fernando seguía revisando los documentos, Joaquín encontró un teléfono público en
la esquina del casino y marcó el número de información internacional.
Después de varios intentos, logró comunicarse con la oficina del FBI en San Diego. “FI habla la agente Sara Mitel Brooks. ¿En qué puedo ayudarle? Agente Brooks habló desde Tijuana, México. Encontré una maleta que pertenecía a un agente llamado Marcus William Thompson. Creo que fue asesinado hace 8
años. Hubo un silencio prolongado al otro lado de la línea. Señor, ¿puede repetir el nombre que mencionó? Marcus William Thompson.
Tengo su placa, su pistola y documentos de una operación llamada Frontera Limpia. No se mueva de donde está. Voy a enviar a alguien inmediatamente. ¿Cuál es su ubicación exacta? Joaquín le dio la dirección del casino y regresó corriendo hacia Fernando. Ya viene el FBI.
Pero Fernando, ¿hay algo más que debes saber? ¿Qué cosa? El agente Thompson tenía familia. Vi una fotografía en su identificación personal. un hombre que se parecía mucho a él, posiblemente un hermano. Fernando guardó silencio por un momento. Si el FBI viene, esto se va a convertir en un escándalo
internacional. Y si realmente hay corrupción policial involucrada. Fernando, este hombre tenía familia.
Llevaban 8 años sin saber qué le pasó. ¿Tú no querrías saber la verdad si fuera tu hermano? En San Diego, la agente Brooks ya estaba coordinando un equipo de investigación. El caso de Marcus Thompson había quedado oficialmente abierto, clasificado como desaparecido en operación encubierta.
Nunca se había confirmado su muerte, pero tampoco había logrado establecer contacto. Después del 15 de octubre de 1998, Brooks llamó inmediatamente al hermano de Marcus, David Thompson Morales, quien vivía en Los Ángeles y había pasado 8 años buscando respuestas sobre el paradero de su hermano.
David, habla la agente Brooks del FBI. Tengo noticias sobre Marcus. David sintió que se le paraba el corazón.
Durante 8 años había llamado cada mes al FBI pidiendo actualizaciones. Durante 8 años había recibido la misma respuesta sin novedades en la investigación. ¿Lo encontraron? David, necesito que vengas a San Diego inmediatamente. Encontraron evidencia en Tijuana. Es muy importante que estés presente
cuando crucemos la frontera.
David Thompson Morales tenía 37 años y trabajaba como traductor para el Tribunal de los Ángeles. Su madre era mexicana y su padre americano, igual que Marcus. Los dos hermanos habían crecido siendo bilingües y bicultural, lo que había ayudado a Marcus en su carrera en el FBI. Esa misma tarde, David
manejó desde Los Ángeles hasta San Diego.
En las oficinas del FBI se reunió con la agente Brooks y un equipo de especialistas en casos internacionales. David, tu hermano estaba investigando operaciones de lavado de dinero que conectaban casinos de Tijuana con cárteles de drogas. Sabemos que estableció contacto con informantes locales y que
su última comunicación fue el 15 de octubre de 1998 y ahora encontraron su maleta.
Sus pertenencias oficiales, pistola, placa, documentos de la operación, fueron encontradas enterradas en el sótano del casino dorado. David cerró los ojos. Durante 8 años había esperado que Marcus apareciera en algún hospital con amnesia o que hubiera decidido desaparecer voluntariamente para
protegerse.
Encontrar sus pertenencias enterradas confirmaba sus peores temores. ¿Creen que está muerto, David? Vamos a averiguarlo, pero necesito que sepas que esto va a ser muy difícil. Tu hermano estaba investigando gente muy poderosa. San Diego, oficinas del FBI. La agente Sara Mitel Brooks había trabajado
15 años en casos de crimen organizado, pero el archivo de Marcus Thompson la había mantenido despierta muchas noches.
Ahora, con David Thompson sentado frente a su escritorio, extendió todos los documentos del caso original. David, tu hermano era un agente excepcional. Se había especializado en infiltración y operaciones encubiertas en la frontera México Estados Unidos. David tomó una de las fotografías de Marcus.
Su hermano llevaba barba y cabello más largo, obviamente disfrazado para la operación. ¿Cuánto tiempo estuvo trabajando en México? Oficialmente 6 meses. Pero sospechamos que había estado desarrollando contactos durante casi un año antes de que comenzara la operación Frontera Limpia. Brooks le
mostró un mapa de Tijuana con varios puntos marcados.
Marcus había identificado tres casinos que funcionaban como centros de lavado: casino dorado, casino real y casino pacífico. Todos estaban conectados a través de una red de transferencias bancarias complejas y las autoridades mexicanas sabían de la operación. Ese es el problema, David. Marcus
estaba trabajando con contactos no oficiales, no confiaba completamente en la cooperación oficial entre gobiernos. Brooks abrió otra carpeta.
Estos son los últimos informes que tu hermano envió antes de desaparecer. David leyó cuidadosamente. Marcus había logrado identificar a varios operadores clave de la red de lavado. El más importante era un hombre llamado Alejandro Restrepo Narváez, conocido como el chivo, quien supuestamente
coordinaba las operaciones desde Colombia. Pero mira esto, David. Brook señaló un párrafo específico.
Tu hermano escribió que había establecido contacto con un comandante de la policía judicial que estaba dispuesto a cooperar. El mismo comandante que aparece en las fotografías. Exactamente. Ernesto Vázquez Sandoval. Pero algo no cuadra. Brooks le mostró dos fotografías.
En la primera, Marcus y Vázquez aparecían conversando amistosamente en un restaurante. En la segunda, tomada una semana después, Marcus aparecía observando desde lejos mientras Vázquez entraba al casino dorado por una entrada lateral. Tu hermano comenzó a sospechar que Vázquez no era realmente un
aliado. David estudió las imágenes con atención. ¿Creen que Vázquez lo traicionó? Es una posibilidad, pero necesitamos más evidencia. En ese momento, el teléfono de Brooks sonó. Era Joaquín Mendoza llamando desde Tijuana.
Agente Brooks, encontramos algo más. ¿Qué encontraron? Estábamos limpiando la zona donde apareció la maleta y encontramos huesos. Huesos humanos. Brooks miró a David, quien había palidecido. Joaquín, no toquen nada más. Vamos para allá inmediatamente. Dos horas después, un equipo conjunto del FBI y
la Procuraduría General de México estaba excavando cuidadosamente en el sótano del casino dorado. El forense mexicano, Dr.
Eduardo Ramírez Silva, dirigía la exhumación mientras la agente Brooks documentaba cada paso del proceso. David observaba desde una distancia prudente acompañado por el capitán Roberto Fuentes Delgado de la Policía Federal Mexicana. Señor Thompson, lamento mucho que tenga que presenciar esto,”, le
dijo Fuentes. “Capitán, necesito saber qué le pasó a mi hermano.
Lo entiendo perfectamente y le aseguro que vamos a investigar hasta encontrar a todos los responsables.” El doctor Ramírez trabajó durante 3 horas. Los restos estaban parcialmente descompuestos, pero había suficiente evidencia para establecer que pertenecían a un hombre de aproximadamente 35 años
con una altura consistente con la de Marcus Thompson. Agente Brooks. El forense se acercó con expresión grave. Encontré esto incrustado en el cráneo.
Era un proyectil de calibre. 38. El tipo usado comúnmente por la policía mexicana en 1998. ¿Pueden determinar la causa de muerte? Preliminarmente diría que fue un disparo en la cabeza a corta distancia, pero necesito hacer más estudios forenses. David se alejó del grupo y se apoyó contra una
columna del sótano.
Después de 8 años de incertidumbre, finalmente tenía la respuesta que no quería escuchar. La agente Brooks se acercó a él. David, sé que esto es muy duro. ¿Sabe qué es lo que más me duele? Durante todos estos años pensé que tal vez Marcus había decidido desaparecer por su propia voluntad, que tal
vez había descubierto algo tan peligroso que tuvo que fingir su muerte.
Era una esperanza comprensible, pero no. Lo asesinaron y lo enterraron como si fuera basura. El capitán Fuentes se unió a la conversación. Señor Thompson, le doy mi palabra de que vamos a encontrar a quien hizo esto, incluso si fue un policía mexicano. Fuentes no dudó en responder, especialmente si
fue un policía mexicano. La corrupción es un cáncer que debemos extirpar.
Esa noche, en un hotel de Tijuana, David revisó todos los documentos personales de Marcus que habían sido recuperados de la maleta. Entre las fotografías familiares y las notas de trabajo encontró algo que le llamó la atención. un pequeño cuaderno con números telefónicos y direcciones. Uno de los
contactos estaba marcado con una estrella.
María Elena, Casino real, confiable. David le mostró el cuaderno a la agente Brooks. Marcus tenía informantes dentro de los casinos. Esta tal María Elena podría tener información crucial. ¿Crees que todavía trabaje ahí después de 8 años? Solo hay una manera de averiguarlo. Al día siguiente, David y
Brooks visitaron el casino real. Era un establecimiento más pequeño que el casino dorado, pero igualmente elegante.
En la recepción preguntaron por María Elena. María Elena Contreras, sí, todavía trabaja aquí. Está en el turno de la noche. Llega a las 6. Brooks consultó su reloj. Eran las 4 de la tarde. Esperaremos. Mientras aguardaban, David observó el movimiento del casino. Clientes entrando y saliendo,
empleados cambiando turnos, guardias de seguridad monitoreando discretamente las mesas de juego.
Era difícil imaginar que este lugar hubiera sido parte de una operación criminal que le costó la vida a su hermano. A las 6 en punto, María Elena Contreras Vidal llegó a su turno. Era una mujer de aproximadamente 40 años, elegantemente vestida con el uniforme del casino. Cuando Brook se identificó
como agente del FBI, María Elena palideció visiblemente. “No hecho nada malo”, dijo inmediatamente.
“No creemos que haya hecho nada malo, María Elena. Queremos preguntarle sobre Marcus Thompson.” La mujer miró nerviosamente hacia los lados. No puedo hablar aquí. Es muy peligroso. Podemos encontrarnos en otro lugar. Conozco un restaurante cerca de la frontera a las 10 de la noche, cuando termine
mi turno.
David sintió una mezcla de esperanza y ansiedad. Después de 8 años, finalmente iban a hablar con alguien que había conocido personalmente a Marcus durante su última operación. Restaurante La Frontera, Tijuana. María Elena Contreras llegó al restaurante exactamente a las 10 de la noche. David y la
agente Brooks ya estaban esperando en una mesa apartada del área principal.
La mujer se veía nerviosa mirando constantemente hacia la puerta de entrada. Agente Brooks, antes de hablar necesito saber. ¿Están seguros de que Marcus está muerto? Encontramos sus restos. María Elena fue asesinado en octubre de 1998. Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de María
Elena. Lo sabía.
Sabía que algo terrible le había pasado. David se inclinó hacia adelante. ¿Usted conocía bien a mi hermano? Su hermano era un hombre muy valiente, señor Thompson, pero también era muy ingenuo sobre cómo funcionaban las cosas aquí en Tijuana. María Elena tomó un sorbo de café antes de continuar.
Marcus llegó al Casino Real en abril de 1998. se hacía pasar por un inversionista americano interesado en comprar participaciones en casinos mexicanos. ¿Cómo supo que era un agente del FBI? Al principio no lo sabía, pero Marcus cometió varios errores. Preguntaba demasiado sobre los movimientos de
dinero, tomaba fotografías discretas y una vez lo vi hablando por teléfono en inglés usando terminología policial.
Brooks tomó notas cuidadosamente cuando descubrió su verdadera identidad. En agosto de 1998, Marcus me pidió ayuda para acceder a los registros contables del casino. Fue entonces cuando me confesó que era del FBI y que estaba investigando lavado de dinero y usted decidió ayudarlo. María Elena
asintió. Mi esposo había sido asesinado dos años antes por negarse a participar en actividades ilegales.
Cuando Marcus me explicó que estaba tratando de detener a los criminales, decidí cooperar. David sintió una conexión emocional con esta mujer que había arriesgado su vida para ayudar a su hermano. ¿Qué tipo de información le proporcionó a Marcus? Le conseguí copias de los libros con tables reales,
no los falsificados que mostraban a las autoridades.
Marcus descubrió que los tres casinos principales lavaban aproximadamente 5 millones de dólares mensuales. 5 millones cada mes. Brooks silvó suavemente. Sí. El dinero llegaba desde Colombia a través de cuentas bancarias en Panamá. Se invertía en fichas de casino, se jugaba simbólicamente y después
se retiraba como ganancias legítimas. María Elena abrió su bolso y sacó una fotografía.
Marcus me dio esto para que se la entregara a su familia si algo le pasaba. David tomó la fotografía con manos temblorosas. Era una imagen de Marcus sonriendo con una nota manuscrita en el reverso. Para David, si estás leyendo esto, significa que no pude terminar el trabajo. Confío en que tú lo
harás. Tu hermano Marcus. Marcus sabía que estaba en peligro. Sí. En septiembre comenzó a sospechar que alguien lo estaba siguiendo.
Había identificado a todos los operadores principales de la red de lavado, pero sabía que había alguien más arriba que protegía toda la operación. Brooks interrumpió. Se refiere al comandante Vázquez. María Elena la miró sorprendida. ¿Cómo saben sobre Vázquez? Encontramos fotografías en las
pertenencias de Marcus.
Entonces, ya saben que Vázquez lo traicionó. David sintió una ira creciente. ¿Puede contarnos exactamente qué pasó? María Elena respiró profundamente. Marcus había logrado que Vázquez aceptara encontrarse con él para entregar evidencia sobre la operación de lavado. Vázquez le dijo que tenía órdenes
de arrestar a todos los involucrados, incluyendo a el chivo Restrepo, pero era una trampa. Exactamente.
Vázquez estaba siendo pagado por restrepo para proteger la operación. Cuando Marcus le entregó toda la evidencia que había recolectado, Vázquez lo llevó directamente al casino dorado. ¿Usted vio lo que pasó? No directamente, pero trabajaba esa noche en el casino real, que está a solo tres cuadras
del casino dorado. Escuché los disparos alrededor de las 11 de la noche. Brook siguió tomando notas.
¿Qué más recuerda de esa noche? Vi pasar varias patrullas de la policía judicial hacia el casino dorado, pero nunca hubo ningún reporte oficial de violencia esa noche. Cuántas personas estuvieron involucradas en el asesinato de Marcus. Además de Vázquez, estoy segura de que participó Carlos
Bermúdez Rocha, el abogado que manejaba las cuentas legales de los casinos.
También creo que Fernando Ibarra, el gerente del casino dorado de esa época, sabía lo que iba a pasar. David se sorprendió. Fernando Ibarra, el mismo hombre que encontró la maleta de Marcus. Sí, Ibarra trabajaba para el Casino Dorado en 1998 cuando Marcus fue asesinado.
Es muy conveniente que él haya sido quien encontrara las evidencias 8 años después. La agente Brooks intercambió una mirada significativa con David. María Elena. ¿Cree que Ibarra podría estar tratando de encubrir algo? O tal vez alguien lo está presionando para que entregue evidencias que habían
mantenido ocultas durante 8 años. David reflexionó sobre esta posibilidad.
¿Qué habría cambiado para que decidieran revelar la ubicación de las evidencias? Ahora, María Elena bajó la voz. He escuchado rumores de que el chivo Restrepo murió el mes pasado en una guerra entre cárteles en Colombia. Si él era quien protegía a Vázquez y a los otros cómplices, su muerte podría
haber cambiado la dinámica. Quiere decir que los cómplices mexicanos ya no se sienten protegidos. Exactamente.
Y tal vez alguien decidió que era mejor entregar evidencia parcial antes de que toda la verdad saliera a la luz. Brooks cerró su libreta de notas. María Elena, ¿estaría dispuesta a testificar oficialmente sobre todo lo que nos ha contado? La mujer dudó por varios segundos. Agente Brooks, durante 8
años he vivido con miedo de que descubran que ayudé a Marcus.
Si testifico, mi vida va a correr peligro. David se inclinó hacia ella. María Elena, mi hermano, murió tratando de hacer justicia. Si usted no habla, su sacrificio habrá sido en vano. ¿Me pueden garantizar protección? Haremos todo lo que esté en nuestro poder, respondió Brooks. Pero necesitamos su
testimonio para procesar a los asesinos. María Elena asintió lentamente.
Está bien, testificaré, pero quiero que sepan que el comandante Vázquez ahora tiene mucho más poder que en 1998. Es subsecretario en la Procuraduría General del Estado. David sintió un escalofrío. Los asesinos de su hermano no solo habían permanecido libres durante 8 años, sino que habían
prosperado y obtenido posiciones de mayor autoridad. ¿Qué más podemos hacer para construir un caso sólido? María Elena pensó por un momento.
Necesitan encontrar a Joaquín Mendoza, el operario que encontró la maleta, pero también necesitan hablar con Dr. Ramón Gutiérrez Mendoza, quienes era el médico forense que trabajaba para la Procuraduría en 1998. Vázquez lo obligó a falsificar reportes sobre varios casos, incluyendo el de Marcus. Si
el Dr.
Gutiérrez todavía vive, podría confirmar que nunca se reportó oficialmente el hallazgo de un cuerpo americano. Brooks tomó nota del nombre. ¿Sabe dónde podemos encontrarlo? La última vez que supe de él trabajaba en una clínica privada en Ensenada, pero eso fue hace 3 años. Cuando terminaron la
reunión, David se sentía abrumado por toda la información.
Durante 8 años había imaginado docenas de teorías sobre lo que le había pasado a Marcus. Pero la realidad era más sistemática y cruel de lo que había anticipado. De regreso al hotel, Brooks le explicó los siguientes pasos de la investigación. David, ahora tenemos suficiente información para
solicitar órdenes de arresto, pero va a ser un proceso complicado porque involucra autoridades de alto nivel.
¿Cuánto tiempo podría tomar? Si tenemos suerte y toda la evidencia se confirma, tal vez 6 meses para los primeros arrestos. Pero un juicio completo podría tomar años. David miró por la ventana hacia las luces de Tijuana. En alguna parte de esa ciudad, los asesinos de su hermano continuaban sus
vidas normalmente, creyendo que habían enterrado para siempre su crimen.
Agente Brooks, no me importa cuánto tiempo tome, Marcus merecía justicia y se la vamos a dar. Procuraduría General del Estado, Mexicali. El capitán Roberto Fuentes había trabajado 23 años en la policía federal mexicana. Durante su carrera había visto corrupción a todos los niveles. Pero el caso
Thompson representaba algo particularmente grave, la eliminación sistemática de un investigador internacional.
En su oficina de Mexicali, Fuentes revisaba los expedientes relacionados con Ernesto Vázquez Sandoval. El actual subsecretario tenía un historial impresionante en papel. Múltiples reconocimientos por combate al narcotráfico, promociones regulares y una reputación sólida entre sus colegas. Pero
Fuentes había aprendido que los criminales más peligrosos eran precisamente aquellos que mantenían fachadas respetables.
Su asistente, sargento Patricia Moreno Vega, entró con un archivo grueso. Capitán, aquí está todo lo que pudimos encontrar sobre las operaciones de Vázquez en 1998. Fuentes abrió el archivo. Contenía reportes de arrestos, operaciones antidroga y correspondencia oficial. Todo perfectamente
documentado y aparentemente legítimo. Patricia, ¿notas algo extraño en estos reportes? La sargento había trabajado 5 años con fuentes y había desarrollado un buen instinto para detectar inconsistencias. Sí, señor.
En octubre de 1998, Vázquez reportó tres operaciones antidroga muy exitosas, todas en la misma semana que desapareció el agente Thomson. ¿Y qué te parece sospechoso de eso? Las operaciones fueron demasiado exitosas, señor. Arrestó a 27 personas, confiscó ocho vehículos y decomisó 2 millones de
dólares en efectivo. Todo en solo 5co días. Fuentes sonrió.
Patricia tenía razón para sospechar. Operaciones tan exitosas usualmente requerían meses de planificación e inteligencia, como si alguien le hubiera proporcionado información muy detallada sobre dónde encontrar exactamente a los criminales. Exactamente, señor. Y mire las fechas.
Todas las operaciones ocurrieron después del 15 de octubre, que fue cuando el agente Thompson tuvo su último contacto con el FBI. Puentes estudió los reportes más cuidadosamente. Vázquez había arrestado a varios operadores menores de las redes de narcotráfico, pero curiosamente nunca había tocado a
los administradores de los casinos que estaban siendo investigados por Thomson.
Patricia, necesito que investigues qué pasó con todas las personas arrestadas por Vázquez en octubre de 1998. ¿Qué estoy buscando específicamente? Quiero saber si fueron procesadas, si cumplieron condenas, si fueron liberadas. También quiero saber si alguna de esas personas ha sido arrestada
nuevamente por delitos relacionados.
Mientras Patricia trabajaba en esa investigación, Fuentes decidió hacer una visita no anunciada al Dr. Ramón Gutiérrez, el forense mencionado por María Elena. La clínica médica Gutiérrez estaba ubicada en una zona residencial de clase media en Ensenada. Era un edificio modesto, pero bien mantenido.
Fuente se identificó con la recepcionista y pidió hablar con el Dr. Gutiérrez. El doctor está con un paciente, pero puede esperarlo, le dijo la enfermera.
20 minutos después, un hombre de aproximadamente 60 años salió del consultorio. El doctor Ramón Gutiérrez Mendoza era más pequeño de lo que Fuentes había imaginado, pero tenía una expresión inteligente y alerta. Capitán Fuentes, ¿en qué puedo ayudarlo? Doctor, necesito preguntarle sobre su trabajo
como forense en la Procuraduría de Tijuana en 1998. El Dr. Gutiérrez palideció visiblemente.
Capitán, yo dejé ese trabajo hace más de 5 años. Lo sé, doctor, pero necesito información específica sobre octubre de 1998. Puedo preguntar por qué. Fuentes decidió ser directo. Estamos investigando el asesinato de un agente del FBI que fue asesinado en octubre de 1998. Creemos que su muerte nunca
fue reportada oficialmente. El Dr.
Gutiérrez se quedó en silencio por varios segundos. Capitán, ¿podemos hablar en privado? Los dos hombres se dirigieron al consultorio del doctor. Una vez que cerraron la puerta, Gutiérrez se sentó pesadamente en su silla. Capitán, hay cosas que he tratado de olvidar. durante muchos años. Doctor, un
hombre inocente fue asesinado. Su familia merece conocer la verdad.
¿Sabe cuántas veces me he arrepentido de haber sido cobarde? Fuentes se inclinó hacia adelante. Doctor, nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto. Gutiérrez abrió un cajón de su escritorio y sacó una carpeta. He guardado esto durante 8 años, esperando que algún día tuviera el valor de
entregarlo a las autoridades correctas.
La carpeta contenía fotografías forenses, reportes de autopsia y documentos oficiales. Fuentes examinó las imágenes. Era claramente el cuerpo de un hombre de raza blanca, aproximadamente 35 años, con heridas de bala en la cabeza. Doctor, este es el agente Thompson. Sí. Su cuerpo fue llevado a la
morgue el 16 de octubre de 1998.
El comandante Vázquez me ordenó que no hiciera autopsia oficial y que no reportara el hallazgo. ¿Qué le dijeron que hiciera con el cuerpo? Me dijeron que lo cremara inmediatamente y que destruyera todos los registros, pero no pude hacerlo. ¿Por qué? Porque encontré identificación del FBI entre sus
pertenencias. Sabía que esto era más grave que los casos normales de corrupción policial. Fuentes revisó el reporte de autopsia no oficial.
Thompson había recibido dos disparos, uno en el pecho y otro en la cabeza. El disparo en la cabeza había sido hecho a muy corta distancia, probablemente cuando ya estaba herido. Doctor, ¿sabe quién más estaba presente cuando trajeron el cuerpo? Además de Vázquez estaba Carlos Bermúdez, el abogado.
También había dos hombres que no reconocí, probablemente sicarios. Bermúdez participó directamente. Bermúdez fue quien me entregó dinero para asegurar mi silencio. $,000 americanos. Fuentes sintió una mezcla de indignación y esperanza. Finalmente tenían evidencia directa de la participación de los
sospechosos principales.
Doctor, ¿estaría dispuesto a testificar sobre todo esto? Capitán, durante 8 años he vivido con la culpa de haber participado en encubrir un asesinato. Sí, testificaré, pero necesito garantías de protección. Se las daremos. ¿Conservó alguna evidencia física adicional? Gutiérrez abrió otro cajón y
sacó una bolsa de plástico. Conservé las balas que extraje del cuerpo. Pensé que algún día podrían ser importantes para identificar el arma homicida. Fuentes tomó la bolsa cuidadosamente.
Las balas estaban en perfectas condiciones para análisis balístico. De regreso en Mexicali, Fuentes se reunió con la agente Brooks y David Thompson para compartir los hallazgos. Ahora tenemos evidencia forense directa y testimonio del médico que examinó el cuerpo, explicó Fuentes. Podemos proceder
con las órdenes de arresto.
David había permanecido callado durante la presentación. Capitán, ¿qué probabilidades tenemos de que Vázquez y Bermúdez sean realmente procesados? David, no voy a mentirte. Van a ser casos complicados porque involucran gente con mucha influencia, pero tenemos evidencia sólida y testigos dispuestos
a cooperar.
La agente Brooks agregó, “David, también estamos coordinando con las autoridades americanas para procesar este caso como un crimen federal. El asesinato de un agente del FBI tiene implicaciones internacionales graves. ¿Cuáles son los siguientes pasos? Fuentes consultó sus notas. Mañana vamos a
solicitar órdenes de cateo para las propiedades de Vázquez y Bermúdez.
También vamos a arrestar a Fernando Ibarra para interrogarlo sobre su participación. ¿Y qué pasa con el chivo Restrepo? Según nuestras fuentes en Colombia, Restrepo fue asesinado el mes pasado en Medellín, pero estamos investigando si tenía lugar tenientes que continúen operando la red de lavado.
Esa noche, David llamó a su madre en Los Ángeles para darle las novedades. Durante 8 años, Elena Thompson Morales había mantenido la esperanza de que Marcus apareciera vivo.
Confirmar su muerte había sido devastador, pero también había traído cierta paz. Mi hijo, ¿crees que realmente van a castigar a los asesinos? Mamá, vamos a hacer todo lo posible. Marcus merecía mejor que esto. Tu hermano siempre fue muy idealista. Creía que podía cambiar el mundo. David miró por la
ventana del hotel hacia las luces de la frontera. Tal vez sí pueda cambiarlo, mamá.
Tal vez su muerte va a servir para que otros criminales sepan que no pueden matar agentes americanos sin consecuencias. Al día siguiente, las operaciones coordinadas comenzaron simultáneamente en tres ciudades. En Tijuana, Vázquez fue arrestado en su oficina. En Mexicali, Bermúdez fue detenido en
su bufete de abogados.
Ensenada, Ibarra fue arrestado en el sitio de construcción donde trabajaba. Los tres sospechosos fueron trasladados a instalaciones federales para interrogatorio. David observó desde la sala de monitoreo mientras Fuentes comenzaba el interrogatorio de Vázquez. Después de 8 años de impunidad, los
asesinos de Marcus Thompson finalmente iban a enfrentar la justicia. Centro de Detención Federal, Tijuana.
Ernesto Vázquez Sandoval había construido su carrera sobre una reputación de inquebrantable rectitud moral. Durante 25 años había proyectado la imagen del policía incorruptible, el hombre que había dedicado su vida a combatir el crimen organizado. Ahora, sentado en una sala de interrogatorios con
las muñecas esposadas, esa fachada comenzaba a desmoronarse.
El capitán Fuentes entró a la sala acompañado por la agente Brooks y un abogado del Ministerio Público Federal. David observaba desde la sala de monitoreo conectada por video y audio. “Comandante Vázquez”, comenzó Fuentes, “Está siendo acusado del asesinato del agente Marcus William Thompson en
octubre de 1998. Vázquez mantuvo una expresión neutra. Capitán, esto es un malentendido grave. Nunca he tenido contacto con ningún agente del FBI.
” Brooks colocó sobre la mesa las fotografías encontradas en la maleta de Marcus. ¿Puede explicar estas imágenes donde aparece conversando con el agente Thompson? Vázquez examinó las fotografías. No reconozco a este hombre. Y estas imágenes podrían estar manipuladas digitalmente. Comandante,
intervino Fuentes. Las fotografías fueron tomadas con equipo analógico en 1998.
No existía tecnología digital accesible para manipulaciones sofisticadas. Entonces, alguien más estaba usando mi identidad. Puentes abrió otra carpeta. Comandante, el Dr. Ramón Gutiérrez ha testificado que usted personalmente le entregó el cuerpo del agente Thompson y le ordenó cremarlo sin reporte
oficial. Por primera vez, Vázquez mostró una reacción emocional.
Sus ojos se estrecharon y apretó las manos. Gutiérrez es un mentiroso. Fue despedido de la Procuraduría por incompetencia. ¿Por qué fue despedido realmente, comandante? Vázquez guardó silencio por varios segundos. No recuerdo los detalles específicos. Brooks interrumpió.
Comandante, tenemos evidencia balística que conecta las balas encontradas en el cuerpo del agente Thompson con su arma de servicio de 1998. Esta fue una mentira estratégica. Los análisis balísticos aún estaban pendientes, pero Brooks quería observar la reacción de Vázquez. Eso es imposible. Mi arma
nunca fue usada fuera del protocolo oficial. conserva registros de todos los disparos hechos con su arma de servicio.
Vázquez comenzó a transpirar visiblemente. Por supuesto, todos los disparos se reportan según el reglamento. Fuentes consultó sus notas. Comandante, en octubre de 1998 usted reportó haber disparado su arma en tres ocasiones durante operaciones antidroga. Correcto. Pero los reportes oficiales
indican que recuperó todas las balas disparadas.
¿Cómo es posible que tengamos balas de su arma que no aparecen en ningún reporte oficial? Vázquez se quedó callado por casi un minuto completo. Quiero hablar con mi abogado. En la sala de monitoreo, David observaba con fascinación y horror. Era la primera vez que veía en persona a uno de los
asesinos de su hermano. Agente Brooks le dijo a través del intercomunicador.
¿Cree que va a confesar? David Vázquez es un policía experimentado. Sabe que mientras mantenga silencio será más difícil construir un caso, pero tenemos evidencia sólida. Mientras tanto, en una sala adyacente, el licenciado Carlos Bermúdez Rocha era interrogado por otro equipo de investigadores.
Bermúdez había sido abogado penalista durante 30 años y conocía perfectamente sus derechos legales. El fiscal federal Miguel Ángel Herrera conducía este interrogatorio.
Licenciado Bermúdez, ¿cuál era su relación profesional con los casinos de Tijuana en 1998? proporcionaba servicios legales estándar, contratos, permisos, asuntos regulatorios normales. Conocía a la gente Marcus Thompson. Nunca escuché ese nombre hasta ayer. Herrera le mostró los registros bancarios
confiscados del bufete de Bermúdez.
¿Puede explicar estos depósitos de $50,000 mensuales provenientes de cuentas en Panamá? Bermúdez examinó los documentos cuidadosamente. Eran honorarios por servicios legales internacionales completamente legítimos. Servicios legales para qué tipo de transacciones. Confidencialidad, abogado,
cliente, me impide revelar detalles específicos.
Licenciado, la confidencialidad, abogado cliente no lo protege si participó en actividades criminales. No participé en ninguna actividad criminal. Herrera abrió otra carpeta. El Dr. Gutiérrez testifica que usted le entregó ,000 para encubrir el asesinato del agente Thompson. Bermúdez palideció.
Gutiérrez está mintiendo para obtener inmunidad.
¿Por qué mentiría sobre algo tan específico? porque está desesperado. Probablemente le ofrecieron un trato para testificar falsamente. En una tercera sala, Fernando Ibarra Castillo estaba siendo interrogado por la sargento Patricia Moreno. Ibarra era claramente el más nervioso de los tres
sospechosos. Fernando, sabemos que trabajaba en el casino dorado cuando el agente Thompson fue asesinado.
Sí, pero yo no sabía nada sobre ningún asesinato. Fernando, ¿por qué esperó 8 años para reportar que había encontrado las pertenencias de la gente? Porque no sabía que eran importantes. Pensé que era equipaje perdido de algún huésped. Patricia le mostró las fotografías de la maleta tal como fue
encontrada. Fernando, esta maleta estaba enterrada a seis pies de profundidad. ¿Cómo explica eso? No lo sé.
Tal vez alguien la enterró después de que yo me fuera del casino. ¿Cuándo dejó de trabajar en el casino dorado? En noviembre de 1998, solo un mes después del asesinato de la gente Thompson. Es una coincidencia. Y Barra comenzó a transpirar profusamente. Me ofrecieron un mejor trabajo en otra
empresa de construcción. Fernando.
Múltiples testigos lo ubican en el casino dorado la noche del 15 de octubre de 1998. ¿Qué recuerda de esa noche? No recuerdo nada específico. Fue hace 8 años. Patricia cambió de táctica. Fernando, sabemos que usted no fue el autor intelectual del crimen. Si coopera con la investigación, podemos
negociar una sentencia reducida.
Y Barra la miró con esperanza. ¿Qué tipo de cooperación? Queremos que nos cuente exactamente qué pasó la noche que trajeron el cuerpo de la gente Thompson al casino. Y Barra guardó silencio por varios minutos. Si les digo la verdad, me van a proteger. Fernando, no podemos hacer promesas
específicas, pero su cooperación será considerada durante la sentencia. Está bien, les voy a contar todo.
En la sala de monitoreo, David se incorporó. Finalmente iban a escuchar una confesión directa sobre los eventos de esa noche. Yo no maté a la gente, comenzó y barra, pero estaba presente cuando lo trajeron. ¿Quién lo trajo? Vázquez y dos hombres que no reconocí. También estaba Bermúdez.
El agente estaba vivo cuando llegaron. No, ya estaba muerto. Tenía sangre en la cabeza y el pecho. Patricia continuó tomando notas detalladas. ¿Qué hicieron con el cuerpo? Vázquez me ordenó que cabara un hueco en el sótano del casino. Me dijeron que si hablaba me iban a matar a mí y a mi familia.
¿Por qué decidió reportar el hallazgo de la maleta ahora? Porque escuché que el chivo restrepo había muerto.
Pensé que ya no podían hacerme daño. David sintió una mezcla de satisfacción y tristeza. Después de 8 años, finalmente estaban escuchando la verdad sobre los últimos momentos de Marcus. Bat también se daba cuenta de que su hermano había muerto solo, traicionado por alguien en quien había confiado.
La confesión de Ibarra proporcionó los detalles que necesitaban para completar el caso. Con su testimonio, más la evidencia forense del doctor Gutiérrez y el testimonio de María Elena, tenían suficiente evidencia para procesar a Vázquez y Bermúdez por asesinato en primer grado. Agente Brooks le
dijo David, ¿cree que esto será suficiente para conseguir condenas? David, tenemos un caso muy sólido, pero el proceso legal va a ser largo y complicado.
¿Cuánto tiempo? Probablemente dos años antes de que llegue a juicio. Y después, el juicio mismo podría durar varios meses. David asintió. Había esperado 8 años para llegar a este punto. Podía esperar dos años más para ver a los asesinos de Marcus recibir justicia. Laboratorio forense federal Ciudad
de México. El Dr. Eduardo Ramírez Silva había sido llamado a la Ciudad de México para supervisar personalmente el análisis de toda la evidencia física del caso Thompson.
Como el forense más experimentado de la región noroeste, su testimonio sería crucial durante el juicio. En el laboratorio federal, Ramírez trabajó junto con especialistas en balística, expertos en documentos y analistas de ADN. La evidencia había sido catalogada meticulosamente. Las balas extraídas
por el Dr.
Gutiérrez, fragmentos de ropa encontrados con los restos, documentos de la maleta de Marcus y muestras de ADN de los restos óseos. Dr. Ramírez, le dijo su asistente técnico, tenemos resultados preliminares del análisis balístico.
Las balas encontradas en el cráneo de Marcus habían sido disparadas por un arma pun38 especial compatible con las armas de servicio usadas por la Policía Judicial de Tijuana en 1998. Más específicamente, las marcas de percusión coincidían con el tipo de revólver Smith and Wesson, que había sido
asignado oficialmente a Ernesto Vázquez. Podemos hacer una comparación definitiva con el arma original.
Ese es el problema, doctor. El arma de servicio de Vázquez fue reportada como perdida en operativo en noviembre de 1998. Ramírez frunció el ceño. Justo un mes después del asesinato. Exactamente. Muy conveniente. Aunque no podían hacer una comparación balística definitiva sin el arma original,
tenían suficiente evidencia circunstancial para establecer una conexión probable.
El análisis de ADN confirmó que los restos pertenecían a Marcus Thompson. La comparación con muestras de sangre de David había arrojado una coincidencia del 99.7%. Los documentos encontrados en la maleta también revelaron información crucial. Marcus había estado más cerca de desmantelar toda la red
de lavado de lo que habían imaginado inicialmente.
En uno de sus últimos reportes, fechado el 14 de octubre de 1998, Marcus había escrito: “He identificado el eslabón final de la cadena.” V. no es solo un colaborador, sino el coordinador principal de la operación en el lado mexicano. Tengo evidencia suficiente para procesarlo, pero necesito una
última reunión para confirmar las conexiones bancarias internacionales.
David leyó este reporte con dolor. Su hermano había estado a punto de completar exitosamente su misión cuando fue traicionado y asesinado. La agente Brooks había volado a la Ciudad de México para revisar personalmente toda la evidencia antes de regresar a Tijuana para los procedimientos legales
finales.
David, la evidencia es abrumadora. Vamos a poder construir un caso que no deje dudas sobre la culpabilidad de los acusados. ¿Qué más hemos descubierto sobre la extensión de la red criminal? Brooks abrió un mapa de México con marcadores de colores.
La operación de lavado de dinero era mucho más grande de lo que tu hermano había documentado. Hemos identificado conexiones en al menos ocho estados mexicanos y vínculos con organizaciones criminales en Colombia, Panamá y Estados Unidos. ¿Cuánto dinero estaba siendo lavado? Estimamos que entre 1995
y 2006, la redó aproximadamente 300 millones de dólares. David silvó suavemente.
Marcus estaba investigando una operación de 300 millones de dólares y esa es probablemente una estimación conservadora. En Tijuana, mientras tanto, el capitán Fuentes había descubierto información adicional sobre las actividades de Vázquez durante sus años como comandante. La sargento Patricia
había completado su investigación sobre los arrestos realizados por Vázquez en octubre de 1998, los mismos que habían ocurrido inmediatamente después del asesinato de Marcus.
“Capitán, encontré algo muy interesante”, reportó Patricia. De las 27 personas arrestadas por Vázquez en esa semana, 25 fueron liberadas sin cargos dentro de los siguientes 30 días y las otras dos fueron procesadas y sentenciadas, pero por delitos menores, no relacionados con narcotráfico o lavado
de dinero.
Fuentes analizó las implicaciones, o sea, que Vázquez usó la información proporcionada por Marcus para hacer arrestos que parecieran legítimos, pero sin afectar realmente la operación criminal. Exactamente, señor. Y hay algo más. Patricia le entregó un reporte bancario. Rastreamos las cuentas
personales de Vázquez desde 1998. Sus depósitos aumentaron significativamente después del asesinato de Marcus.
Los registros mostraban que Vázquez había comenzado a recibir depósitos mensuales de $10,000 a partir de noviembre de 1998, supuestamente provenientes de consultoría en seguridad privada. Pudiste identificar la fuente de estos depósitos. provienen de una empresa fantasma registrada en las islas
Caimán, pero conectada financieramente con las mismas cuentas panameñas que usaban los casinos para lavar dinero. Fuentes se reclinó en su silla.
Patricia, esto confirma que el asesinato de Marcus no fue un crimen impulsivo. Fue parte de una estrategia sistemática para proteger una operación criminal multimillonaria. Esa misma tarde recibieron noticias desde Colombia. Las autoridades de ese país habían arrestado a dos lugarenientes de el
chivo Restrepo, que habían confirmado los vínculos con la operación mexicana.
Según estos testimonios, Restrepo había pagado personalmente por la eliminación de la gente del FBI que amenazaba con desmantelar la red de lavado. Había enviado 200,000 a México específicamente para resolver el problema del INV. americano. Con esta nueva evidencia, los fiscales de ambos países
decidieron proceder simultáneamente con cargos de asesinato, lavado de dinero y asociación criminal. David regresó a Tijuana para estar presente durante la presentación formal de cargos contra los acusados.
En la audiencia preliminar, Vázquez y Bermúdez aparecieron acompañados por equipos de abogados defensores de alto nivel. Ambos se declararon inocentes de todos los cargos. Fernando Ibarra, por el contrario, había aceptado un acuerdo de cooperación a cambio de una sentencia reducida. Su testimonio
sería fundamental durante el juicio.
El juez federal asignado al caso, magistrado Alejandro Ruiz Herrera, estableció la fecha del juicio para enero de 2007, 8 meses después del descubrimiento inicial de la maleta. Después de la audiencia, David se encontró cara a cara con Vázquez en el pasillo del tribunal. Por primera vez, los dos
hombres se miraron directamente. Vázquez le susurró.
Su hermano era un entrometido que no entendía cómo funcionan las cosas aquí. David sintió una ira que no había experimentado en su vida. Mi hermano era un hombre bueno que trataba de hacer justicia. Su hermano era un ingenuo. Antes de que David pudiera responder, los guardias se llevaron a Vázquez
de regreso al área de detención.
La agente Brooks se acercó a David. ¿Estás bien, Brooks? Ese hombre mató a mi hermano a sangre fría y no muestra ni una pizca de remordimiento. David, hombres como Vázquez, nunca admiten responsabilidad, pero va a pagar por lo que hizo. ¿Estás segura? Tenemos el caso más sólido que he visto en 15
años de trabajo.
Vázquez va a pasar el resto de su vida en prisión. Esa noche, David llamó a su madre para darle las novedades sobre el progreso del caso. Mi hijo, ¿cómo te sientes ahora que sabes toda la verdad? Mamá, es agridulce. Por un lado, finalmente tenemos justicia para Marcus. Por otro lado, confirma que
murió de la manera más traicionera posible.
Tu hermano siempre supo que su trabajo era peligroso, pero también sabía que era importante. David miró hacia las luces de Tijuana desde la ventana de su hotel. En 8 meses, cuando comenzara el juicio, toda esta historia sería contada públicamente. Marcus finalmente recibiría el reconocimiento que
merecía como un agente que había dado su vida en servicio de la justicia. Tribunal Federal, Tijuana. Enero de 2007.
El juicio del siglo, como lo había denominado la prensa mexicana, comenzó en una mañana fría de enero. Las instalaciones del Tribunal Federal de Tijuana estaban rodeadas por cordones de seguridad y decenas de reporteros internacionales.
El caso había trascendido las fronteras locales y se había convertido en un símbolo de la lucha contra la corrupción policial y el narcotráfico. David Thompson ocupó un asiento en la primera fila del área reservada. para las familias de las víctimas. Durante los 8 meses de preparación del juicio,
había aprendido más sobre el sistema legal mexicano de lo que jamás había imaginado necesario. La agente Brooks estaba sentada a su lado junto con el capitán Fuentes y otros miembros del equipo de investigación. El magistrado Alejandro Ruiz Herrera era conocido por su integridad inflexible y su
experiencia
en casos de crimen organizado. Su presencia al frente del tribunal transmitía seriedad y autoridad. Se declara abierta la sesión del caso número 2 New York 4726, anunció el secretario del tribunal. El Ministerio Público Federal contra Ernesto Vázquez Sandoval y Carlos Bermúdez Rocha, acusados de
asesinato en primer grado, asociación delictuosa y lavado de dinero. El fiscal federal Miguel Ángel Herrera se levantó para presentar su alegato inicial.
Durante 30 minutos describió meticulosamente la conspiración que había llevado al asesinato de Marcus Thompson. Señor magistrado, vamos a demostrar que el 15 de octubre de 1998 el acusado Ernesto Vázquez Sandoval, entonces comandante de la Policía Judicial, asesinó deliberadamente al agente
especial Marcus William Thompson del FBI para proteger una red internacional de lavado de dinero que generaba ganancias de millones de dólares mensuales.
Los abogados defensores de Vázquez y Bermúdez habían preparado una estrategia de negación total. Argumentaban que sus clientes eran víctimas de una conspiración diseñada para destruir las reputaciones de servidores públicos honestos. El primer testigo llamado por la fiscalía fue Fernando Ibarra.
Durante su declaración describió en detalle los eventos de la noche del 15 de octubre. Vázquez llegó al casino aproximadamente a las 11 de la noche con el cuerpo del agente americano en la cajuela de su vehículo oficial, testificó Ibarra con voz temblorosa. Me ordenó que cabara un hoyo en el
sótano.
Me dijo que si hablaba, él personalmente se encargaría de que desapareciera mi familia. El abogado defensor de Vázquez, licenciado Arturo Mendoza Silva, atacó agresivamente la credibilidad de Ibarra durante el contrainterrogatorio. Señor Ibarra, ¿no es cierto que usted ha recibido inmunidad
completa a cambio de su testimonio? Sí, pero ¿y no es cierto que usted mismo participó en actividades ilegales relacionadas con el casino solo bajo amenaza de muerte? ¿Cómo podemos confiar en el testimonio de alguien que admite haber participado en encubrir un asesinato durante 8 años? La estrategia
de la defensa era clara, desacreditar a todos los testigos que cooperaban con la fiscalía, presentándolos como criminales desesperados, dispuestos a mentir para obtener beneficios legales. El segundo día del juicio, María Elena Contreras testificó sobre su relación con Marcus y su conocimiento de
las operaciones de lavado de dinero.
Marcus era un hombre muy valiente, pero también muy confiado”, declaró María Elena. Cuando le dije que tuviera cuidado con el comandante Vázquez, me respondió que había trabajado con policías corruptos antes y sabía cómo manejar la situación. David sintió una punzada de dolor al escuchar estos
detalles íntimos sobre los últimos días de su hermano.
El agente Thompson le dijo específicamente que sospechaba de Vázquez, preguntó el fiscal. Sí, me dijo que había comenzado a notar inconsistencias en la información que Vázquez le proporcionaba. También me dijo que había descubierto que Vázquez tenía propiedades y un estilo de vida que no
correspondían con su salario oficial. El abogado defensor trató de desacreditar también el testimonio de María Elena, sugiriendo que había inventado su relación con Marcus para obtener protección del gobierno americano.
El tercer día trajo el testimonio más impactante. El doctor. Ramón Gutiérrez describió en detalle cómo había sido forzado a encubrir el asesinato. Vázquez me dijo que el agente americano había sido asesinado durante una operación contra narcotraficantes. testificó Gutiérrez. Pero cuando examiné el
cuerpo era obvio que había sido ejecutado.
Los disparos fueron hechos a quemarropa, no durante un tiroteo. ¿Qué le ordenó hacer específicamente el comandante Vázquez? Me ordenó cremar el cuerpo inmediatamente y destruir todos los registros. Cuando le dije que esto violaba todos los protocolos legales, Carlos Bermúdez me entregó $,000
americanos y me advirtió que mi familia sufriría consecuencias si no cooperaba.
El testimonio del Dr. Gutiérrez fue devastador para la defensa. Era un profesional respetado sin antecedentes criminales y sus detalles específicos sobre la condición del cuerpo corroboraban perfectamente la teoría de ejecución presentada por la fiscalía. Durante el contrainterrogatorio, el abogado
de Bermúdez trató de sugerir que Gutiérrez había malinterpretado la situación.
Doctor, no es posible que mi cliente le haya entregado dinero por razones completamente legítimas. ¿Qué razones legítimas habría para pagarme por destruir evidencia de un asesinato? Tal vez mi cliente pensaba que estaba protegiendo una operación de seguridad nacional. Licenciado, soy médico
forense, no agente de inteligencia. Reconozco la diferencia entre una muerte en combate y una ejecución.
El cuarto día del juicio, la agente Brooks presentó toda la evidencia recopilada por el FBI, incluyendo los documentos encontrados en la maleta de Marcus y los análisis forenses realizados en laboratorios americanos. El agente Thompson había completado una investigación exhaustiva que habría
desmantelado completamente la red de lavado de dinero, explicó Brooks.
Sus documentos muestran conexiones específicas entre los casinos mexicanos, cuentas bancarias en Panamá y organizaciones criminales colombianas. Brooks mostró al tribunal fotografías ampliadas que Marcus había tomado secretamente, mostrando transferencias de dinero, reuniones entre operadores
criminales y documentos que confirmaban la participación de Vázquez y Bermúdez en la operación.
La evidencia recopilada por el agente Thompson habría sido suficiente para procesar a los acusados en 1998, preguntó el fiscal. Absolutamente. Marcus había construido un caso que habría resultado en condenas por lavado de dinero, asociación criminal y probablemente docenas de otros cargos
federales. El quinto día trajo testigos expertos en balística y análisis forense.
Aunque no podían hacer una comparación definitiva con el arma de Vázquez, que había sido convenientemente perdida, podían confirmar que las balas habían sido disparadas por el tipo de revólver usado oficialmente por Vázquez en 1998. David observaba cada momento del juicio con intensidad. Después de
8 años y medio de incertidumbre, finalmente estaba viendo justicia en acción, pero también se daba cuenta de lo sofisticada y sistemática que había sido la conspiración para asesinar a su hermano.
Durante un receso se acercó al capitán Fuentes. Capitán, ¿qué opinas sobre cómo va el juicio? David, la evidencia es abrumadora, pero en casos como este uno nunca puede estar completamente seguro hasta que se anuncia el veredicto. Cree que los abogados defensores están teniendo algún impacto. Están
haciendo su trabajo, pero no pueden cambiar los hechos fundamentales.
Sus clientes asesinaron a tu hermano y tenemos evidencia sólida que lo demuestra. Esa noche David reflexionó sobre todo lo que había aprendido durante la semana. Marcus no había sido simplemente víctima de violencia aleatoria o de un crimen oportunista. Había sido asesinado específicamente porque
su trabajo amenazaba con desmantelar una operación criminal multimillonaria que había corrompido instituciones en múltiples países.
El sacrificio de su hermano había sido real y significativo y ahora, finalmente iba a ser reconocido públicamente. Tribunal Federal Tijuana. Segunda semana del juicio. El octavo día del juicio trajo una sorpresa inesperada. Carlos Bermúdez Rocha solicitó una reunión privada con los fiscales durante
el receso matutino.
Su abogado defensor se veía visiblemente molesto, pero Bermúdez había insistido en hablar directamente con las autoridades. En una sala de conferencias adyacente al tribunal, Bermúdez se sentó frente al fiscal federal Herrera, la agente Brooks y el capitán Fuentes. Su abogado permanecía a su lado
con expresión de resignación. Licenciado Bermúdez, comenzó Herrera.
Su abogado nos informa que desea hacer una declaración. Bermúdez, que había mantenido una fachada de confianza durante toda la semana anterior, se veía ahora demacrado y nervioso. Fiscal, quiero negociar un acuerdo de cooperación. ¿Qué tipo de cooperación? Estoy dispuesto a testificar sobre todo lo
que sé acerca del asesinato de la gente Thompson y sobre las operaciones de lavado de dinero, pero necesito garantías de protección para mi familia. Herrera intercambió miradas con Brooks y fuentes. Licenciado, antes de considerar
cualquier acuerdo, necesitamos saber exactamente qué información puede proporcionar. Bermúdez respiró profundamente. Puedo testificar que Ernesto Vázquez personalmente asesinó a la gente Thompson. Estuve presente cuando ocurrió. El silencio en la sala fue total. Incluso el abogado de Bermúdez se
sorprendió por la declaración de su cliente.
“¿Puede describir específicamente qué ocurrió?”, preguntó Brooks. El 15 de octubre de 1998, Vázquez citó a la gente Thompson en un almacén abandonado en las afueras de Tijuana. Le dijo que iban a reunirse con informantes que tenían información crucial sobre el chivo Restrepo. Bermúdez se detuvo
para tomar agua. Sus manos temblaban visiblemente. Yo estaba esperando en el almacén con dos sicarios enviados por Restrepo desde Colombia.
Cuando Thompson llegó, se dio cuenta inmediatamente de que era una trampa. ¿Qué hizo el agente Thompson? Trató de sacar su arma, pero Vázquez ya tenía su revólver apuntándole. Thompson le dijo, “Comandante, pensé que éramos aliados.” Vázquez le respondió, “Agente Thompson, usted nunca entendió que
aquí las lealtades se compran.
” David, que observaba desde la sala de monitoreo, sintió náuseas. Estaba escuchando los últimos momentos de vida de su hermano descritos por alguien que había estado presente. ¿Qué pasó después?, continuó Herrera. Vázquez le disparó primero en el pecho. Thompson cayó, pero aún estaba consciente.
Trató decir algo, pero Vázquez se acercó y le disparó en la cabeza. ¿Cuánto tiempo duró todo el incidente? Menos de 5 minutos.
Después cargamos el cuerpo en el vehículo de Vázquez y lo llevamos al casino dorado. Brooks interrumpió. ¿Por qué eligieron el casino para enterrar el cuerpo? Porque el casino era propiedad de una de las empresas fantasma que usábamos para lavar dinero. Sabíamos que podíamos controlar el acceso al
lugar. Fuentes se inclinó hacia adelante.
Licenciado, ¿quién más sabía sobre el plan para asesinar a la gente Thompson? El chivo Restrepo ordenó la eliminación desde Colombia. envió $200,000 específicamente para resolver el problema del agente americano. Vázquez recibió 100,000, yo recibí 50,000 y el resto se usó para pagar a los sicarios
y para sobornar a otras personas que tuvieron que mantener silencio. Otras personas como el Dr.
Gutiérrez. Exactamente. También pagamos al administrador del casino de esa época y a dos oficiales de policía que estuvieron de guardia esa noche. Herrera consultó sus notas. ¿Por qué decidió participar en este crimen? Bermúdez bajó la cabeza. fiscal. Durante 3 años había ganado más dinero lavando
fondos del cartel que en toda mi carrera previa como abogado legítimo.
Cuando Restrepo me dijo que teníamos que eliminar un obstáculo. Pensé que sería algo menor. No imaginé que íbamos a asesinar a un agente del FBI. ¿Se arrepiente de haber participado? He vivido 8 años con la culpa. Cada noche veo la cara de la gente Thompson cuando se dio cuenta de que iba a morir.
La confesión de Bermúdez transformó completamente la dinámica del juicio.
Con su testimonio directo como testigo presencial, ya no había manera de que Vázquez negara su participación en el asesinato. Esa tarde, cuando el juicio se reanudó, el abogado de Vázquez solicitó una reunión con su cliente. Una hora después regresó con una propuesta inesperada. Su señoría, mi
cliente también desea hacer una declaración.
El magistrado Ruiz miró sorprendido. El acusado Vázquez desea testificar. Sí, su señoría. David no podía creer lo que estaba escuchando. Después de meses de negaciones absolutas, Vázquez iba a hablar públicamente sobre el asesinato de Marcus. Vázquez se dirigió al estrado con paso firme, pero su
rostro mostraba la tensión acumulada durante las dos semanas de juicio.
Cuando prestó juramento, su voz sonaba ronca. “Su señoría, comenzó Vázquez. Quiero aclarar algunos aspectos de este caso. Proceda, señor Vázquez. Es cierto que el agente Marcus Thompson fue asesinado el 15 de octubre de 1998 y es cierto que yo estuve presente cuando ocurrió.” Un murmullo se
extendió por todo el tribunal.
David sintió que su corazón se aceleraba. Pero quiero que quede claro que yo no plané este crimen. Fui forzado a participar por el chivo Restrepo y su organización. El fiscal se levantó. Su señoría, solicitó permiso para interrogar al testigo. Concedido. Herrera se acercó a Vázquez. Señor Vázquez,
¿está testificando que usted disparó y mató a la gente Thompson? Sí.
y dice que fue forzado a hacerlo. Restrepo tenía secuestrada a mi hija. Me dijo que si no eliminaba a la gente Thompson, él mataría a toda mi familia. ¿Dónde está su hija ahora? Vive en Estados Unidos con un nombre falso. Ha estado escondida durante 8 años. Herrera consultó sus notas.
Señor Vázquez, si usted fue forzado a cometer este crimen, ¿por qué no reportó la amenaza a sus superiores? Porque Restrepo tenía informantes dentro de la corporación policial. No sabía en quién podía confiar y por qué no contactó al FBI americano para pedirles protección.
Vázquez guardó silencio por varios segundos porque ya había comenzado a recibir pagos por proteger las operaciones de lavado. Sabía que si hablaba sería procesado por corrupción. Entonces, admite que había estado trabajando con la organización criminal antes del asesinato. Sí. La confesión de
Vázquez era un arma de doble filo. Por un lado, admitía haber asesinado a Marcus.
Por otro lado, trataba de presentarse como otra víctima de la organización criminal. David observaba con una mezcla de satisfacción y disgusto. Vázquez finalmente admitía haber matado a Marcus, pero aún trataba de evadir la responsabilidad completa por su crimen. Durante el contrainterrogatorio, el
fiscal destruyó sistemáticamente la defensa de coacción.
presentada por Vázquez. Señor Vázquez, ¿tiene alguna evidencia de que su hija fue secuestrada? No tengo documentos oficiales, pero reportó el secuestro a las autoridades. No tiene fotografías, cartas o cualquier evidencia física del secuestro. No, no es cierto que su hija simplemente se mudó a
Estados Unidos para estudiar en la universidad.
No, fue señor Vázquez. Tenemos registros migratorios que muestran que su hija cruzó la frontera voluntariamente con documentos legítimos el 3 de septiembre de 1998, seis semanas antes del asesinato. Vázquez se quedó callado. ¿No es cierto que inventó la historia del secuestro para justificar un
asesinato que cometió voluntariamente por dinero? No, señor Vázquez, tenemos registros bancarios que muestran que recibió $100,000 americanos 3 días después del asesinato del agente Thompson. ¿Era dinero parte de su coacción? Vázquez no respondió. El
testimonio de Vázquez había confirmado su culpabilidad, pero había destruido completamente su credibilidad. Sus intentos de justificar el asesinato como resultado de coacción habían sido desmantelados por la evidencia. por la fiscalía. Esa noche, David se reunió con la agente Brooks para discutir
las confesiones del día. Brooks, nunca pensé que íbamos a escuchar confesiones completas.
David, confesiones bajo presión a veces ocurren cuando los acusados se dan cuenta de que la evidencia en su contra es abrumadora. ¿Crees que las confesiones cambiarán la sentencia? Deberían resultar en condenas más largas. Ambos admitieron participación directa en el asesinato de tu hermano. David
miró hacia las luces de la ciudad.
Brooks, finalmente sé exactamente qué le pasó a Marcus en sus últimos momentos. ¿Cómo te sientes al respecto? Es doloroso, pero también aliviador. Durante 8 años imaginé docenas de escenarios diferentes. Ahora sé la verdad. Tu hermano murió haciendo su trabajo, David. Eso debe darte algo de paz.
Sí, pero también murió porque confió en alguien que lo traicionó. Eso es lo que más duele. Tribunal Federal, Tijuana. Tercera semana del juicio. Los alegatos finales comenzaron en una mañana nublada de enero. El tribunal estaba completamente lleno. Durante las tres semanas del proceso, el caso
había capturado la atención nacional e internacional como un ejemplo de la lucha contra la corrupción y el narcotráfico.
El fiscal federal Miguel Ángel Herrera presentó su argumento final con la pasión de alguien que había dedicado su carrera a combatir el crimen organizado. Su señoría, durante estas tres semanas hemos presentado evidencia abrumadora de que Ernesto Vázquez Sandoval y Carlos Bermúdez Rocha asesinaron
deliberadamente al agente especial Marcus William Thompson para proteger una red criminal que generaba cientos de millones de dólares.
Herrera caminó frente al tribunal mientras resumía las pruebas. Hemos escuchado confesiones directas de ambos acusados, admitiendo su participación en este crimen premeditado. Hemos visto evidencia forense que confirma que el agente Thompson fue ejecutado a sangre fría y hemos documentado que este
asesinato fue parte de una conspiración internacional para proteger operaciones criminales masivas. El fiscal se detuvo frente al área donde estaba sentado David.
Su señoría, el agente Thompson no era simplemente un investigador más, era un hombre valiente que había dedicado su carrera a proteger la seguridad de ambos países. Su asesinato no fue solo un crimen contra una persona, sino un ataque directo contra la justicia internacional y el estado de derecho.
Herrera regresó a su mesa y tomó una fotografía de Marcus en uniforme del FBI.
Cuando estos acusados asesinaron a la gente Thompson, creyeron que también estaban enterrando la verdad. Pensaron que podrían continuar sus operaciones criminales sin consecuencias, pero la verdad siempre encuentra una manera de emerger. El fiscal concluyó su alegato solicitando las sentencias
máximas disponibles.
Cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional para ambos acusados. Los abogados defensores presentaron argumentos desesperados. El abogado de Vázquez, licenciado Arturo Mendoza, trató de caracterizar a su cliente como víctima de circunstancias extraordinarias. Su señoría, mi cliente,
cometió un error terrible bajo coacción extrema. Durante 25 años había servido honorablemente a la ley.
Un momento de debilidad bajo amenazas criminales no debe definir toda su carrera. El argumento sonaba hueco después de las confesiones y la evidencia presentada. El abogado de Bermúdez intentó una estrategia similar, presentando a su cliente como un abogado legítimo, que había sido arrastrado
gradualmente hacia actividades criminales.
Pero los alegatos de la defensa no pudieron cambiar los hechos fundamentales. Ambos acusados habían confesado haber participado en un asesinato premeditado y la evidencia corroboraba completamente sus confesiones. El magistrado Ruiz anunció que deliberaría durante el fin de semana y presentaría su
veredicto el lunes siguiente.
Durante el fin de semana, David permaneció en Tijuana reflexionando sobre todo lo que había ocurrido desde marzo de 2006, cuando Joaquín Mendoza había encontrado la maleta de Marcus. En menos de un año habían desentrañado completamente una conspiración que había permanecido oculta durante 8 años.
El lunes 22 de enero de 2007, el tribunal se llenó nuevamente. David estaba acompañado por su madre, quien había volado desde Los Ángeles para estar presente durante el veredicto.
Helena Thompson Morales había seguido todo el juicio a través de los medios, pero había decidido que necesitaba estar presente cuando se hiciera justicia final para su hijo Marcus. “Mi hijo”, le dijo a David mientras esperaban que comenzara la sesión. Tu hermano estaría orgulloso de todo lo que has
hecho para encontrar la verdad. Mamá, esto nunca va a devolvernos a Marcus. Pero al menos sabremos que su muerte no fue en vano.
El magistrado Ruiz entró al tribunal exactamente a las 10 de la mañana. Su expresión era solemne pero resuelta. En el caso del Ministerio Público Federal contra Ernesto Vázquez Sandoval y Carlos Bermúdez Rocha, he llegado a las siguientes conclusiones. El silencio en el tribunal era absoluto.
Respecto a los cargos de asesinato en primer grado contra Ernesto Vázquez Sandoval, culpable, David sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas. Respecto a los cargos de asociación delictuosa y lavado de dinero contra Ernesto Vázquez Sandoval, culpable en todos los cargos. Respecto a los cargos
de asesinato en primer grado contra Carlos Bermúdez Rocha, culpable respecto a los cargos de asociación delictuosa y lavado de dinero contra Carlos Bermúdez Rocha, culpable en todos los cargos, el magistrado continuó explicando su razonamiento. La
evidencia presentada durante este juicio demuestra sin lugar a dudas que ambos acusados participaron premeditadamente en el asesinato del agente especial Marcus William Thompson. Sus propias confesiones confirman que este crimen fue cometido para proteger operaciones criminales multimillonarias.
Ruis se dirigió directamente hacia los acusados.
Señores Vázquez y Bermúdez, ustedes traicionaron la confianza pública depositada en sus posiciones profesionales. El señor Vázquez violó su juramento como oficial de policía y el señor Bermúdez violó su juramento como abogado.
Pero más grave aún, asesinaron a sangre fría a un hombre que dedicaba su vida a proteger la seguridad de nuestros países. El magistrado anunció las sentencias. cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional para ambos acusados, más multas de 5 millones de dólares cada uno y la confiscación
de todas sus propiedades adquiridas con ganancias criminales. Cuando terminó la lectura del veredicto, David abrazó a su madre.
Después de 8 años y 10 meses, finalmente había justicia para Marcus. Los periodistas rodearon a David cuando salía del tribunal. ¿Cómo se siente ahora que se ha hecho justicia? Me siento aliviado de que finalmente conocemos la verdad completa sobre lo que le pasó a mi hermano, pero principalmente
me siento orgulloso de que Marcus haya sido reconocido como el héroe que realmente era.
¿Qué mensaje tiene para otras familias de víctimas de crímenes sin resolver? Que nunca se rindan. La verdad siempre encuentra una manera de emerger sin importar cuánto tiempo tome. La agente Brook se acercó a David después de que terminaron las entrevistas. David, ¿hay algo más que quiero decirte?
¿Qué cosa? La información que tu hermano recopiló antes de ser asesinado ha sido utilizada para desmantelar redes criminales en ocho países diferentes.
Su trabajo salvó miles de vidas y previno que cientos de millones de dólares adicionales fueran lavados por organizaciones criminales. David sintió una profunda satisfacción. ¿Quiere decir que Marcus logró completar su misión incluso después de muerto? Exactamente. Su sacrificio tuvo un impacto
mucho mayor de lo que él mismo habría imaginado.
Esa noche, David y su madre cenaron en un restaurante tranquilo cerca de la frontera. Por primera vez en años podían hablar de Marcus sin el dolor de no saber qué le había pasado. Mi hijo, ¿qué vas a hacer ahora que todo esto terminó? David había estado reflexionando sobre esa misma pregunta
durante meses. Mamá, creo que voy a cambiar de carrera. Quiero trabajar ayudando a otras familias de víctimas de crímenes sin resolver.
Como detective privado, no exactamente, más como abogado especializado en derechos de víctimas. Marcus me enseñó que la justicia vale la pena cualquier sacrificio necesario para obtenerla. Elena sonrió por primera vez en meses. Tu hermano estaría muy orgulloso de esa decisión. Al día siguiente,
David regresó a Los Ángeles para comenzar una nueva etapa de su vida.
Había encontrado justicia para Marcus, pero más importante aún, había encontrado un nuevo propósito para su propia vida. La historia del agente Marcus William Thompson se había convertido en una inspiración para investigadores de ambos lados de la frontera, demostrando que el coraje y la dedicación
pueden triunfar sobre la corrupción y el crimen organizado, incluso cuando el precio personal es el más alto posible. Los Ángeles. Oficina de David Thompson. Morales abogado.
Marzo de 2009. Dos años después del juicio, David había completado su transformación profesional. Su nueva oficina en el centro de Los Ángeles se especializaba en casos de víctimas de crímenes sin resolver, particularmente aquellos que involucraban corrupción oficial y crimen organizado
internacional.
La pared principal de su oficina estaba decorada con fotografías y reconocimientos relacionados con el caso de Marcus, incluyendo una foto oficial del FBI donde su hermano recibía póstumamente la medalla de honor del FBI, la más alta condecoración de la agencia.
David revisaba el archivo de su caso más reciente, una familia mexicana americana, cuyo hijo había desaparecido durante una investigación sobre tráfico humano en la frontera. Los paralelos con el caso de Marcus eran evidentes y David había aprendido a usar las lecciones de su experiencia para
ayudar a otras familias. Su asistente Carmen Jiménez Morales entró con un paquete.
David, llegó esto del FBI en San Diego. El paquete contenía un DVD y una carta de la agente Sara Michel Brooks. Estimado David, comenzaba la carta, adjunto un documental producido por el FBI sobre el caso de Marcus. Será transmitido nacionalmente el próximo mes como parte de una serie sobre agentes
caídos en servicio. Pensé que te gustaría verlo antes de la transmisión pública.
David insertó el DVD en su computadora. El documental titulado Agente encubierto, El sacrificio de Marcus Thompson duraba una hora y contaba toda la historia desde la operación Frontera Limpia hasta el juicio final. Viendo las entrevistas con María Elena, el Dr.
Gutiérrez y otros testigos clave, David se sintió orgulloso del impacto duradero del trabajo de Marcus. El documental no solo honraba la memoria de su hermano, sino que también servía como advertencia para otros criminales que pudieran considerar atentar contra investigadores internacionales. El
teléfono sonó interrumpiendo sus pensamientos. Era el capitán Roberto Fuentes llamando desde Mexicali. David, tengo noticias importantes.
¿Qué pasó, capitán? Acabamos de arrestar a tres miembros más de la red de lavado que operaba con Vázquez y Bermúdez. Usamos información de los archivos de Marcus para identificarlos. Después de dos años, ¿todavía están encontrando criminales conectados con ese caso, David? Tu hermano había
documentado una red mucho más extensa de lo que originalmente pensábamos.
Cada pocos meses encontramos nuevas conexiones que nos llevan a otros criminales. Fuentes le explicó que la red de lavado había operado en 11 estados mexicanos y había procesado más de 500 millones de dólares durante su existencia. El trabajo de Marcus había proporcionado la base para desmantelar
completamente la organización.
Capitán, ¿qué pasó con Vázquez y Bermúdez en prisión? Vázquez en una prisión federal de máxima seguridad. Bermúdez murió el año pasado de un infarto. Algunos dicen que fue causado por el estrés de estar constantemente amenazado por otros presos que lo consideraban traidor. David sintió una mezcla
de satisfacción y tristeza. La justicia había sido servida, pero también había cobrado precios adicionales. Esa tarde recibió una visita inesperada.
Joaquín Mendoza, el obrero que había encontrado la maleta de Marcus, estaba en la sala de recepción. Don David, espero que no le moleste que haya venido sin cita. Por supuesto que no, Joaquín, usted es la persona más importante en toda esta historia. Si no hubiera encontrado esa maleta. Don David,
vine porque quería darle esto. Joaquín le entregó una pequeña caja de madera.
Dentro había una medalla religiosa de San Judas Tadeo, santo patrón de las causas difíciles. Era de mi abuelo. Él siempre decía que San Judas protege a quienes luchan por la justicia cuando todos los demás se han dado por vencidos. David tomó la medalla con emoción. Joaquín, esto significa mucho
para mí.
Don David, su hermano era un hombre muy valiente y usted también demostró mucho valor al no rendirse durante todos estos años. Después de que Joaquín se fue, David reflexionó sobre el impacto completo del caso de Marcus. No solo había resultado en justicia para su familia, sino que había inspirado
reformas significativas en la cooperación policial internacional entre México y Estados Unidos.
El programa de intercambio de información entre el FBI y la Policía Federal Mexicana había sido completamente reestructurado después del caso Thomson. Se habían establecido nuevos protocolos para proteger a agentes encubiertos y se había creado un fondo especial para familias de agentes asesinados
durante operaciones internacionales. Esa noche, David cenó con su madre en su casa de los Ángeles.
Elena había seguido de cerca todo el trabajo posterior al juicio y se sentía orgullosa del nuevo propósito de vida de David. Mi hijo, Marcus estaría muy orgulloso de cómo has convertido su muerte en algo que ayuda a otras familias. Mamá, he aprendido que el dolor solo tiene sentido si lo usamos
para prevenir que otros sufran lo mismo. Elena le mostró un álbum de fotografías que había estado preparando.
Quiero donarlo al FBI para su archivo histórico sobre Marcus. El álbum contenía fotos de Marcus desde la infancia hasta sus últimos días como agente. Una imagen particularmente emotiva mostraba a los dos hermanos durante la graduación de Marcus de la academia del FBI, ambos sonriendo con orgullo y
optimismo sobre el futuro.
Mamá, ¿sabes qué es lo que más me impresiona de todo esto? ¿Qué mijo? Marcus nunca supo el impacto que su trabajo iba a tener. Murió pensando que había fallado en su misión, pero en realidad había construido la base para desmantelar una de las redes criminales más grandes de la historia. Tu hermano
siempre fue así. Hacía lo correcto sin pensar en reconocimiento personal.
Al día siguiente, David recibió una llamada de María Elena Contreras desde Tijuana. Después del juicio, ella había recibido protección del programa de testigos. y había comenzado una nueva vida en otra ciudad. David, quería que supieras que acabo de terminar de escribir un libro sobre mi
experiencia ayudando a Marcus. ¿Va a publicarlo? Sí, una editorial universitaria está interesada.
Quieren usarlo como material educativo para estudiantes de criminología y relaciones internacionales. María Elena, eso es maravilloso. Marcus habría estado muy contento de saber que su historia va a educar a futuras generaciones de investigadores. David, hay algo más. Una parte de las regalías del
libro va a ir a una fundación que estoy estableciendo para ayudar a familias de víctimas de crímenes sin resolver en la frontera.
David sintió una profunda gratitud hacia esta mujer valiente que había arriesgado su vida para ayudar a su hermano y que ahora continuaba honrando su memoria. Una semana después, David recibió una invitación formal para participar en una conferencia internacional sobre crimen organizado
transfronterizo en Washington DC.
Su presentación se titularía El caso Thompson, lecciones aprendidas sobre justicia internacional. Durante su presentación, David se dirigió a una audiencia de más de 500 investigadores, fiscales y oficiales de seguridad de 30 países diferentes. Damas y caballeros, el caso de mi hermano Marcus
demuestra que la corrupción y el crimen organizado pueden ser derrotados cuando las instituciones de justicia de diferentes países trabajan juntas con determinación y transparencia.
David explicó como la cooperación entre el FBI, la Policía Federal Mexicana y los fiscales de ambos países había sido crucial para resolver el caso. Pero quiero enfatizar algo más importante. La justicia no es solo responsabilidad de las instituciones oficiales. Requiere el coraje de ciudadanos
ordinarios como Joaquín Mendoza, María Elena Contreras y el Dr.
Ramón Gutiérrez, quienes estuvieron dispuestos a arriesgar su seguridad personal para hacer lo correcto. Al final de su presentación, David mostró la última diapositiva, una fotografía de Marcus en uniforme con la frase, “La justicia retrasada no es justicia negada, es justicia que requiere
perseverancia.” La audiencia se puso de pie en una ovación prolongada.
Después de la conferencia, docenas de investigadores se acercaron a David para compartir sus propios casos similares y solicitar su consejo. El Dr. Antonio Herrera Vega, director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de México, se acercó a David con una propuesta especial.
Señor Thompson, queremos nombrar nuestro nuevo laboratorio de análisis balístico en honor de su hermano, el laboratorio Marcus Thompson para análisis forense internacional. Dr. Herrera sería un honor increíble. Su hermano representó lo mejor de la cooperación internacional en la lucha contra el
crimen. Su nombre inspirará a futuras generaciones de investigadores forenses. 6 meses después, David asistió a la ceremonia de inauguración del laboratorio en la Ciudad de México.
El evento contó con la presencia de altos funcionarios de ambos gobiernos, incluyendo el director del FBI y el procurador general de México. Durante la ceremonia se develó una placa conmemorativa que decía laboratorio Marcus William Thompson dedicado a la búsqueda incansable de la verdad y la
justicia internacional 1963-198.
El director del FBI, Robert Muller, pronunció un discurso sobre el legado de Marcus. El agente especial Marcus Thompson representó los valores más altos del FBI: coraje, integridad y dedicación incansable a la justicia. Su sacrificio no fue en vano porque su trabajo continuó salvando vidas y
protegiendo comunidades mucho después de su muerte. Después de la ceremonia, David tuvo una conversación privada con Müller.
David, quiero que sepas que el FBI está considerando crear un programa especial de intercambio que llevará el nombre de Marcus. Sería un programa para entrenar agentes especializados en operaciones transfronterizas. Director Müer, Marcus habría estado muy honrado. David, tu hermano era exactamente
el tipo de agente que nos enorgullece representar y tu trabajo para obtener justicia ha sido igualmente admirable.
Esa noche David llamó a la agente Brooks para compartir las noticias del día. Brooks, nunca imaginé que el caso de Marcus tendría este tipo de impacto a largo plazo. David, casos como este cambian la manera en que las instituciones trabajan juntas. El protocolo Thomson ahora es usado como modelo en
docenas de países. El protocolo Thomson es el nombre oficial que le dieron a los nuevos procedimientos de protección para agentes encubiertos en operaciones internacionales.
Fue desarrollado basándose en las lecciones aprendidas del caso de Marcus. David sintió una profunda satisfacción. Su hermano había logrado cambiar el mundo de la manera que siempre había soñado. Un año después, en marzo de 2010, exactamente 4 años después del descubrimiento de la maleta, David
recibió una llamada que no esperaba.
Era Fernando Ibarra, el hombre que había encontrado las pertenencias de Marcus. Don David, lo llamo porque mi hijo va a estudiar criminología en la universidad. Quiere especializarse en investigación internacional. Fernando, eso es maravilloso. Don David, mi hijo dice que quiere ser como su hermano
Marcus.
Dice que quiere dedicar su vida a combatir la corrupción y proteger a gente inocente. Fernando sabe cuánto significa eso para mí. Don David, durante todos estos años he pensado en el valor que tuvo su hermano y también he pensado en el valor que usted demostró al nunca rendirse. Mi hijo quiere
seguir ese ejemplo. Después de colgar, David reflexionó sobre la cadena de inspiración que había comenzado con el coraje de Marcus.
Su hermano había inspirado a David a buscar justicia. David había inspirado a otros investigadores durante sus conferencias y ahora una nueva generación estaba siendo inspirada a dedicar sus vidas al servicio público. El legado de Marcus se estaba perpetuando de maneras que nunca había imaginado.
En diciembre de 2010, David recibió una invitación especial para asistir a la ceremonia de graduación de la nueva clase de agentes del FBI. El discurso principal sería pronunciado por David Thompson Morales en representación de las familias de agentes caídos en servicio. Frente a 200 nuevos agentes
y sus familias, David habló sobre el significado del servicio público y el sacrificio.
Damas y caballeros, cada uno de ustedes ha elegido una carrera que requiere coraje extraordinario. Van a enfrentar peligros que la mayoría de las personas nunca experimentarán. van a luchar contra criminales que no respetan la ley ni la vida humana. David pausó y miró hacia la audiencia. Pero
quiero que recuerden algo importante.
Cuando ustedes arriesgan sus vidas para proteger a otros, no están solos. Tienen el apoyo de sus familias, de sus colegas y de toda una sociedad que cree en la justicia. Mi hermano Marcus murió haciendo el trabajo que ustedes van a hacer, pero su muerte no fue el final de su historia.
fue el comienzo de una lucha más grande por la justicia que continúa hasta hoy y que continuará a través del trabajo de ustedes. Al final de su discurso, David fue recibido con una ovación de pie que duró varios minutos. En enero de 2011, 5 años después del inicio de toda la investigación, David
recibió una carta inesperada desde la prisión federal, donde Ernesto Vázquez cumplía su condena de cadena perpetua. La carta era breve.
Señor Thompson, sé que nunca podrá perdonarme por lo que hice, pero quiero que sepa que no pasa un día sin que piense en su hermano. Era un hombre bueno que no merecía morir. Lo siento. David leyó la carta varias veces antes de decidir qué hacer con ella. Finalmente la guardó en el archivo del caso.
No era perdón, pero era reconocimiento de la humanidad de Marcus por parte de su asesino.
En el quinto aniversario del descubrimiento de la maleta, en marzo de 2011, David organizó una ceremonia conmemorativa en Tijuana. Asistieron Joaquín Mendoza, María Elena Contreras, el Dr. Gutiérrez, el capitán Fuentes, la agente Brooks y docenas de investigadores que habían trabajado en el caso.
La ceremonia se realizó en el sitio donde ahora funcionaba un centro comunitario construido donde anteriormente había estado el casino dorado. El edificio había sido confiscado por las autoridades y convertido en un centro de servicios sociales para familias de bajos recursos. Amigos, dijo David
durante la ceremonia, estamos aquí para recordar que la verdad siempre encuentra una manera de emerger, sin importar cuánto tiempo tome o cuánto poder tengan, quienes tratan de ocultarla. Marcus murió creyendo que había fallado en su misión, pero estaba equivocado.
Su misión no terminó con su muerte, apenas comenzó. Su trabajo ha salvado miles de vidas, ha desmantelado redes criminales internacionales y ha inspirado reformas que protegerán a futuras generaciones de investigadores. Pero lo más importante, Marcus demostró que una persona con coraje y
determinación puede cambiar el mundo, incluso si no vive para ver el resultado completo de su trabajo.
Al final de la ceremonia, David colocó una placa conmemorativa en la entrada del centro comunitario. en memoria del agente especial Marcus William Thompson del FBI, quien dio su vida en servicio de la justicia internacional. Su coraje continúa inspirando la lucha contra el crimen y la corrupción.
1963998. Esa noche David regresó a los ángeles sintiendo que había completado el ciclo de justicia que había comenzado 5 años antes, cuando Joaquín Mendoza encontró una maleta enterrada en un sótano.
Marcus finalmente había recibido el reconocimiento que merecía. Su familia había obtenido respuestas y justicia. Los criminales habían sido castigados y su legado continuaría inspirando a futuras generaciones de defensores de la justicia. David Thompson Morales había transformado su dolor personal
en un propósito que honraba la memoria de su hermano y servía a la causa por la cual Marcus había dado su vida.
la búsqueda incansable de la verdad y la justicia, sin importar cuánto tiempo tome o qué obstáculos se interpongan en el camino. La historia del agente Marcus William Thompson había terminado trágicamente en octubre de 1998, pero su impacto en la lucha contra el crimen organizado internacional
continuaría por décadas. Y esa continuidad era el verdadero testimonio del valor de su vida y la importancia de su sacrificio.
News
EN PLENO FUNERAL una Madre Abrió el ATAUD
El millonario desconfiado fingió estar dormido para poner a prueba a la hija de la empleada, pero lo que vio…
Mientras su vehículo blindado se hunde, aprende el verdadero precio de la supervivencia
Él se estaba ahogando. Un millonario quedó atrapado dentro de su auto mientras se hundía en el río. Hasta que…
MILLONARIA DISFRAZADA pide un BISTEC y el CAMARERO NEGRO le da un MENSAJE que la deja SIN PALABRAS
Una millonaria disfrazada pide un filete y el camarero negro le da un mensaje que la deja sin palabras. La…
La hijastra del pasado
La hija del marido de su primer matrimonio Las vacaciones de Navidad tocaban a su fin. Después de tanta comida…
La novia escuchó la traición antes de la ceremonia—y regresó con una venganza que congeló la boda
La novia escuchó la traición antes de la ceremonia—y regresó con una venganza que congeló la boda Hola a todos…
Una niña desapareció un domingo en 1998. Doce años después, su coche fue encontrado a 320 kilómetros de su casa.
Era una cálida tarde de domingo de junio de 1998 cuando Emily Carter, una estudiante universitaria de 21 años de…
End of content
No more pages to load