Desapareció en 1989 sin dejar rastro. 35 años después volvió idéntico. Lo que contó es escalofriante y escucharás su relato en este video. Quédate hasta el final porque allí te contaré lo peor. Yo soy Ray y esto es Mitos y leyendas. En el verano de 1989, Thomas Riley viajó a un pequeño pueblo costero de Irlanda buscando descanso.

Llevaba consigo una vieja cámara fotográfica, un diario de cuero y una mochila con ropa ligera para sus días. Su intención era pasar una semana explorando paisajes verdes, castillos olvidados y acantilados que parecían tocar el cielo. El pueblo llamado Dulin era conocido por sus leyendas sobre portales invisibles y desapariciones que pocos se atrevían mencionar.

Thomas escuchó esas historias con curiosidad, creyendo que solo eran cuentos para atraer turistas a la región costera. La mañana del cuarto día decidió caminar solo hacia unas ruinas antiguas situadas al borde de un acantilado imponente. El cielo estaba cubierto de nubes grises y un viento frío golpeaba su rostro mientras avanzaba por senderos estrechos.

Al llegar a las ruinas, sacó su cámara y comenzó a tomar fotografías de las piedras cubiertas de musgo. De repente notó un leve zumbido en el aire, como si viniera de todas partes y ninguna al mismo tiempo. Sintió un hormigueo recorrer sus manos seguido de un destello blanco que le obligó a cerrar los ojos fuertemente. Cuando los abrió, el cielo estaba despejado, el aire más cálido y las ruinas parecían recién construidas sin señales antiguas.

Confundido, Thomas caminó por el sendero de regreso, pero el pueblo no estaba donde lo recordaba unas horas antes. En lugar de casas modernas, encontró choosas de piedra y personas vestidas con ropas que parecían sacadas de siglos pasados. Pensó que había tropezado con una recreación histórica, pero el lenguaje y la actitud de la gente parecían completamente reales.

Al acercarse a una mujer para pedir ayuda, ella lo miró con miedo y corrió sin decir palabra alguna. Decidió alejarse rápidamente, pero cada camino lo llevaba a lugares desconocidos, sin señales ni carreteras que recordara del mapa. El sol comenzó a ocultarse y un grupo de hombres armados con lanzas lo rodeó hablándole en un dialecto extraño.

Intentó explicar que era un turista, pero ellos lo arrastraron hacia una cabaña de madera con olor a humo. Pasó la noche encerrado escuchando susurros y pasos afuera, sintiendo que algo incomprensible estaba ocurriendo a su alrededor. Al amanecer la puerta se abrió y un anciano le dijo inglés arcaico que había cruzado el velo.

El anciano explicó que en ciertos lugares el tiempo no seguía las reglas humanas y que él había cruzado sin querer. Thomas no entendía nada, pero aceptó seguirlo hasta un claro en el bosque donde había piedras formando un círculo. Allí el anciano le entregó una pequeña piedra tallada y le pidió esperar a que el viento cambiara de dirección.

Horas después, una luz brillante apareció en el centro del círculo y Thomas sintió nuevamente el zumbido en sus oídos. Cuando abrió los ojos, estaba de pie frente a las mismas ruinas, pero todo parecía normal y silencioso. Pensó que solo habían pasado minutos, pero al regresar al pueblo nadie lo reconocía y las calles eran diferentes.

Entró un café buscando respuestas, pero al ver el calendario casi se desmayó. Estaba en el año 2024. Su corazón latía con fuerza mientras leía la fecha una y otra vez. incapaz de creer lo que estaba viendo, preguntó por su nombre en internet y descubrió que había sido declarado desaparecido hace 35 años.

No solo eso, las fotos de su juventud eran idénticas a su aspecto actual, sin una arruga más en su rostro. La policía local lo interrogó durante horas pensando que podía ser un impostor o un caso de robo de identidad, pero las pruebas de ADN confirmaron que realmente era Thomas Riley, nacido en 1964. Los investigadores estaban desconcertados, pues su cuerpo mostraba signos de un hombre de 25 años, no de 60.

Thomas contó todo, el zumbido, la luz. el pueblo antiguo y el círculo de piedras en el bosque. Muchos no le creyeron, pero algunos expertos en folclore irlandés dijeron que su historia coincidía con relatos sobre lugares fuera del tiempo. La prensa se apoderó de la noticia llamándolo el hombre que caminó entre siglos y siguiéndolo a todas partes.

Thomas, sin familia cercana viva, decidió volver a Dulin para encontrar el círculo y comprender lo que le había sucedido. Caminó durante días guiándose por recuerdos difusos y viejas fotos que había tomado antes de su desaparición. Finalmente encontró el sendero y las ruinas, aunque ahora solo quedaban piedras derrumbadas cubiertas de maleza.

No había rastro del círculo ni del anciano que lo había ayudado a regresar. Sin embargo, en el suelo encontró una piedra idéntica a la que le dieron aquel día con símbolos desconocidos. Al sostenerla, sintió nuevamente un leve zumbido, aunque mucho más débil que la primera vez. Decidió guardarla y buscar expertos que pudieran analizarla y confirmar si pertenecía a alguna cultura antigua conocida.

Un arqueólogo de la Universidad de Galway aseguró que los símbolos no coincidían con ninguna inscripción registrada. dijo que podrían ser marcas de una lengua perdida o un código no humano, algo nunca antes visto. Mientras tanto, Thomas comenzó a tener sueños recurrentes con el anciano y el círculo iluminado en medio del bosque.

En los sueños, el anciano le advertía que el velo podía abrirse de nuevo, pero que esta vez sería definitivo. Esto lo llenó de temor y curiosidad, preguntándose si acaso había sido elegido para algo más grande. Decidió documentar su experiencia en un libro mezclando pruebas, fotografías y sus recuerdos más precisos. El libro se convirtió en un fenómeno generando debates entre científicos, historiadores y amantes de lo paranormal.

Algunos lectores afirmaron haber visto portales similares en lugares remotos de Escocia, Islandia y Noruega. Incluso hubo testigos que aseguraron haber escuchado el mismo zumbido antes de experimentar saltos de tiempo de minutos o días. Thomas recibió cientos de correos con historias similares, lo que le hizo pensar que no era un caso aislado.

A pesar de la fama, llevaba una vida solitaria, temiendo que el círculo lo reclamara nuevamente en cualquier momento. Una tarde de invierno, mientras caminaba por el puerto, notó una figura conocida observándolo desde lejos. Era el anciano idéntico al de sus recuerdos, sin señales de envejecimiento, vestido con la misma túnica oscura.

Thomas intentó acercarse, pero la figura se desvaneció con un parpadeo, dejándolo paralizado y con un frío inexplicable. Desde ese día comenzó a sentir el zumbido con más frecuencia, incluso en lugares alejados de Irlanda. Cada vez que ocurría, la luz a su alrededor parecía cambiar como si el tiempo titubeara por unos segundos.

Consultó a físicos especializados en teorías de cuerdas, quienes sugirieron que pudo haber cruzado un puente Einstein Rosen accidentalmente. Ninguno podía explicar por qué no había envejecido ni cómo había regresado sin daños físicos aparentes. Thomas empezó a considerar que su regreso en 2024 no fue casualidad, sino parte de un plan mayor.

comenzó a investigar desapariciones históricas similares, descubriendo un patrón inquietante. Todas ocurrían cerca de antiguos círculos de piedra. Además, muchos desaparecidos habían reaparecido décadas después, sin señales de envejecimiento, con recuerdos confusos, pero coherentes. Esto reforzó su creencia de que el velo era un fenómeno real y recurrente en distintos puntos del planeta.

Decidió crear un mapa global de estos portales, marcando fechas y testimonios que coincidieran en descripción y ubicación. Pronto, otros investigadores independientes se unieron compartiendo datos y teorías sobre la naturaleza de estos lugares. Algunos pensaban que eran puertas a dimensiones paralelas, otros que eran fallos en la estructura del tiempo.

Sin importar la teoría, todos coincidían en que debían manejarse con cautela, pues podían ser peligrosos e impredecibles. Tomas, sin embargo, sentía un impulso creciente por volver a cruzar y descubrir qué había más allá del velo. Una noche soñó con el anciano, entregándole nuevamente la piedra y diciéndole, “Es hora de terminar lo que empezaste.

” Al despertar, encontró la piedra en su mesita, a pesar de haberla guardado en una caja cerrada con llave. El zumbido llenó la habitación más fuerte que nunca, haciendo vibrar los vasos y cuadros de las paredes. Sin pensarlo, tomó su chaqueta y salió hacia las ruinas, guiado por una fuerza invisible que no podía resistir. El cielo estaba cubierto de estrellas y la luna iluminaba el sendero con un brillo casi sobrenatural.

Al llegar, el círculo de piedras estaba allí completo y reluciente, como si nunca hubiera desaparecido. El anciano lo esperaba en el centro con una sonrisa que mezclaba misterio y compasión. “Más allá del velo, el tiempo no te pertenece, pero la verdad sí”, le dijo con voz profunda. Thomas dio un paso adelante y la luz lo envolvió por completo, haciéndole desaparecer ante la fría brisa nocturna.

En el pueblo algunos aseguraron haber visto un destello azul proveniente del bosque esa misma noche. Al día siguiente, las ruinas estaban nuevamente derrumbadas, sin rastro del círculo o del anciano misterioso. La policía buscó a Thomas, pero solo encontró su chaqueta y el diario abierto con la última página escrita.

En ella había una frase, “El tiempo es un río y yo solo he aprendido a nadar contra su corriente.” Su desaparición volvió a ocupar titulares, esta vez con aún más teorías y especulaciones sobre su destino final. Algunos creen que quedó atrapado en una época remota, otros que eligió vivir eternamente en otro plano. Sin embargo, cada cierto tiempo turistas aseguran ver a un joven idéntico a él paseando por las calles de Dulin.

Esas apariciones fugaces siempre van acompañadas de un extraño zumbido que hace vibrar el aire durante unos segundos. Para los lugareños, Thomas se ha convertido en leyenda viva, un guardián del velo que protege el secreto del tiempo. Nadie sabe si algún día volverá para quedarse o si su destino es vagar entre siglos para siempre.

Lo único seguro es que desde 1989 hasta 2024 de Thomas Riley dejó de ser un turista y se volvió eterno. Si este video te gustó, mira este otro que está apareciendo en pantalla. Yeah.