María Victoria, a los 98 Años, Revela Secretos de su Vida y Pedro Infante

María Victoria Cervantes, ícono del cine y la música mexicana, rompió su silencio a los 98 años, desvelando verdades que México sospechaba durante décadas. Nacida en 1927 en Guadalajara, María creció entre carpas teatrales, debutando a los 9 años en revistas musicales. Su voz potente y carisma desafiaron las normas conservadoras, ganándose el apodo de “dinamita pura”. Con más de 500 canciones y 36 películas, como Los Paquetes de Paquita, se convirtió en una leyenda, colaborando con figuras como Pedro Vargas y Tongolele.

El rumor más persistente fue un supuesto romance con Pedro Infante, el ídolo mexicano. A los 98, María aclaró: “Nunca me cortejó”. Su relación fue profesional, marcada por risas y respeto, y desmintió rivalidades con Irma Dorantes, esposa de Infante, afirmando su amistad. Esta confesión desmontó un mito, mostrando a un Pedro sencillo, lejos del seductor que la prensa pintaba. María, conocida por su hermetismo, protegió su vida privada con ferocidad, esquivando preguntas con gracia.

Su vida personal fue un torbellino. Tras una relación escandalosa con Manuel Gómez, que la dejó sola con su hija Teté, encontró paz con Rubén Cepeda Novelo. Su muerte en 1974 marcó a María, quien juró no volver a enamorarse, manteniendo una fidelidad póstuma por 50 años. Su donación en 2025 de un archivo personal —fotos, cartas, partituras y vestidos— a una fundación cultural fue un acto de generosidad. “Mi historia es de México”, dijo, liberando su legado sin restricciones.

A los 102, según sus nietos, María sigue lúcida y coqueta, protegida por su familia, liderada por Cumbia Pedregal. Su vitalidad y autenticidad inspiran, mientras su silencio sobre otros secretos mantiene el enigma. María no solo desmintió rumores; reafirmó su control sobre su narrativa, dejando un legado de talento, resistencia y humanidad que México atesora.