El conductor de El Gordo y la Flaca, Raúl De Molina, generó polémica tras compartir en sus redes sociales su experiencia en Madrid, donde fue testigo de la retirada de los ruedos del torero Enrique Ponce.

En su publicación, De Molina felicitó a Ponce por su despedida y compartió varias fotos del evento, destacando que este momento histórico merecía ser capturado. Sin embargo, lo que parecía un simple gesto de admiración hacia el torero se convirtió rápidamente en un punto de conflicto, especialmente con la periodista María Celeste Arrarás.

De Molina, consciente de las críticas que podría recibir, defendió su presencia en el evento argumentando que era un momento único e histórico que no podía perderse.

“Los que me critiquen lo acepto, pero era un momento histórico que no me podía perder y volé de Miami a Madrid para estar presente”, escribió en su publicación, provocando una avalancha de reacciones encontradas entre sus seguidores.

Uno de los comentarios más contundentes fue el de María Celeste Arrarás, quien no dudó en manifestar su rechazo hacia las corridas de toros, un tema que ha defendido en diversas ocasiones debido a su amor por los animales.

A pesar de su cariño por De Molina, Arrarás no pudo quedarse callada y reaccionó duramente en las redes: “¡Cortó 2 orejas! Qué crueldad, momento histórico del horror. Las corridas son abuso, será maestro de la maldad. Sabes que te adoro pero en esto no estamos de acuerdo”, escribió.

Su mensaje fue respaldado por muchos de sus seguidores, quienes se sintieron identificados con su postura en contra de las corridas de toros. La crítica de Arrarás no solo resaltó su preocupación por el bienestar animal, sino también su postura ética frente a una tradición que, según ella, representa un acto de crueldad hacia los animales.

Este intercambio de opiniones generó un debate entre los seguidores de ambos famosos, algunos apoyando la postura de De Molina como un acto de tradición cultural y otros alineándose con la postura de Arrarás, en defensa de los derechos de los animales.

En un tema tan polarizado, ambas figuras dejaron en claro que, aunque su amistad es sólida, tienen diferencias de opiniones muy marcadas.

El debate sobre las corridas de toros sigue siendo uno de los más polémicos en el mundo, dividiendo a aquellos que lo consideran un arte y una tradición, de aquellos que lo ven como una barbarie y un abuso hacia los animales.