Un joven comediante llegó a Los Ángeles con sueños de alcanzar la fama, enfrentando los primeros pasos de su carrera mientras alternaba trabajos ocasionales con presentaciones de comedia en lugares poco convencionales, como la parte trasera de una hamburguesería. Aunque estos escenarios modestos le sirvieron para perfeccionar su talento y aspirar a captar la atención de alguien del medio, también le regalaron amistades verdaderas que perdurarían toda su vida. Fue en esa etapa decisiva cuando conoció a una mujer en un entorno tan inesperado como entrañable. Ese encuentro marcaría el inicio de un vínculo transformador para ambos.

En 1994, la vida de este actor en ascenso se cruzó con la de Marie “Mimi” Haist en una lavandería del vecindario, un lugar que él visitaba con frecuencia. Mimi, entonces voluntaria allí, vivía de las propinas que le dejaban los clientes. A pesar de las diferencias entre sus mundos, una amistad profunda nació entre ellos, resistiendo el paso de los años y acompañando al actor incluso cuando su carrera despegó en Hollywood. Antes de conocerlo, la vida de Mimi había estado marcada por la adversidad: tras su divorcio, vivió en la calle hasta que encontró refugio insólito en la misma lavandería, donde durmió discretamente entre las máquinas durante casi veinte años, con el consentimiento de sus jefes.

Conmovido al descubrir la realidad de Mimi, el actor —aún sin lograr la fama— se propuso ayudarla. Encontró un departamento para ella y se encargó de pagar todos los gastos, dándole por fin un hogar seguro y digno. Tiempo después, presentó a Mimi con la actriz Renée Zellweger, quien se unió al gesto solidario amueblando su nuevo hogar. Aunque Mimi no era consciente del ascenso del actor a la fama, reconoció de inmediato a Zellweger, lo que le dio un toque mágico a su nueva etapa. Siempre mostró un agradecimiento profundo hacia ambos, reconociendo el cambio radical que su generosidad trajo a su vida.

El actor en esta emotiva historia es Zach Galifianakis, cuya fama explotó tras su papel en “¿Qué pasó ayer?” en 2009. A lo largo de su camino por las alfombras rojas y eventos de gala, nunca dejó de invitar a Mimi como su acompañante. Compartía con ella la experiencia del mundo del espectáculo que ella jamás habría imaginado vivir. Aunque a él le incomodaba el glamour de Hollywood, encontraba auténtico placer en ver a Mimi disfrutar cada instante. Para ella, era como vivir un sueño: vestirse elegantemente, posar junto a las estrellas y regresar a casa en limusina.

La inusual amistad entre Zach Galifianakis y Mimi Haist fue retratada en el documental “Queen Mimi”, estrenado en 2016, que narró su historia de vida y su lazo con el comediante. El director Yaniv Rokah quedó fascinado por el misterio y la vitalidad de Mimi. Tras el estreno, se convirtió en una figura querida por los clientes de la lavandería, aunque ella seguía limpiando las secadoras con esmero, como siempre. A pesar de su pasado duro, Mimi mantuvo una actitud optimista y nunca se consideró realmente sin hogar. Lamentablemente, Mimi falleció a finales de 2021, pero su historia sigue tocando corazones, inmortalizada en el documental que lleva su nombre y en el recuerdo de quienes conocieron su espíritu indomable.